Una de las claves del proyecto ha sido la luz, que se ha potenciado con nuevas ventanas y soluciones que favorecen su paso, como la puerta corredera acristalada que separa el salón del recibidor. "Donde la ves, es de aluminio, porque ofrece un perfil muy fino y el acabado no es tan rudo e industrial como el hierro", explica el arquitecto.
Aparador de los propietarios.