Planos de casas

La arquitecta integró el mueble del baño en el dormitorio para liberar el baño y disfrutar de una ducha más amplia. Blanco, como las paredes, resulta muy ligero. Al dejarse el paso abierto al baño, se gana profundidad visual y, además, el dormitorio se beneficia de la luz natural del baño. ¿Quieres ver el piso al completo?  

La escalera se comía mucho espacio de la zona de día, por eso la arquitecta Gema Ospital la integró en la cocina. Ahora reúne armarios para guardar, así como el horno y la nevera. Además, prolongó la encimera de la cocina a modo de barra para habilitar un mini comedor y así disfrutar de una zona de estar más amplia. 

Cuando cuentas con tres balconeras, ¡qué mejor que aprovecharlas! Y esto es lo que el equipo de Galán Sobrini Arquitectos hizo con este piso: derribar todos los tabiques de la ahora zona de día para disfrutar de un espacio amplio, cómodo y súper luminoso. 

La clave de este piso reformado por las interioristas Esther Lopéz Aguilar y Esther Mercé, ha sido derribar todos los tabiques y partir de cero, organizando el espacio en dos zonas, día y noche, separadas por un tabique corredero. 

La cocina es una caja de cristal pequeñita pero a la que no le falta de nada. El gran acierto es, sin duda, su zona de barra multiusos cerrada con una ventana de guillotina. Por un lado, integra el área de cocción y, por el otro, sirve de barra para comidas rápidas. No te pierdas el resto de soluciones ingeniosas de este piso. 

Cuesta creerlo, pero este era un ático poco luminoso y que vivía de espaldas a su terraza. Los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar eliminaron mini estancias para ganar una zona de día amplia y cómoda y ampliaron la ventana que da a la terraza: ahora la luz se impone en toda la zona de día. 

Se quería aprovechar la luz del dormitorio para llevarla a la zona de día también. Así que el equipo de arquitectos decidió cerrar esta habitación con una puerta corredera acristalada, que además no resta ni un cm. Pero para disfrutar de intimidad, planificaron una segunda hoja totalmente opaca. ¡Qué gran idea! 

La cocina era pequeñita y faltaba almacenaje. Así que el equipo de arquitectos no dudaron en sacárselos del pasillo de acceso al piso. Planificaron un completísimo frente de armarios desde la entrada hasta la cocina, que integra además la columna de hornos. Una península separa la cocina del comedor sin restar luz y la encimera se ha prolongado para ganar una mini barra. 

La clave de este piso de 50 m² ha sido la distribución diáfana de los espacios, con la zona de día compartiendo un amplio espacio central diáfano, y con el dormitorio separado por una corredera, que de abrirse, se integra también al resto de espacios del piso.  

Natalia no solo se alió con el blanco para inundar de luz el salón, sino que aprovechó la reforma para hacer crecer las ventanas, llevando más luz a toda la zona de día. El sofá en blanco y la gran alfombra beige también contribuyen a multiplicar la claridad. 

La cocina ha crecido y multiplicado su claridad con la reforma. Por un lado, se integró el antiguo lavadero, lo que permitió integrar un pequeño comedor, y esto a su vez inundó de claridad la cocina. Además, una ventana fija y una puerta acristalada la separan del recibidor, lo que favorece la circulación de la luz. Para darle un plus de calidez, la decoradora revistió las zonas menos expuestas al agua con un papel pintado de un color visión. No te pierdas el resto de ideas de este piso. 

La cocina se diseñó en blanco, el color que se impone en todo el piso, para que resultara más ligero. Y con el mismo objetivo se prescindió de armarios superiores. Para optimizar el espacio se integró el comedor, con una gran mesa de madera que da el punto cálido al espacio, y que además puede usarse como superficie de trabajo extra si se necesita. 

Para disfrutar de más luz y metros en la zona de día, la decoradora eliminó el tabique de la cocina integrándola al salón y a su lado colocó el comedor. Para ganar más plazas de asiento, ideó un banco, cuyo respaldo se apoya en los muebles de la cocina, que además tiene cajones para guardar.  

La decoradora Emma Masana y el arquitecto Antonio Cortines planificaron una cocina abierta por todos los frentes, así disfruta de más luz y contrarresta la presencia de la madera y de un mobiliario de negro. La despensa y la nevera se integraron en un lateral, en un mueble que acaba vertebrando todo el piso. 

La distribución de este piso es totalmente nueva. Sin exagerar, porque se derrumbó todo y se empezó de cero. El objetivo: ganar metros útiles y aprovechar su luz, que con la distribución parcelada de origen no se le sacaba partido. 

La decoradora Van Castro, de Vivestudio empezó por abrir la cocina a la zona de día, lo que permitió llevar más luz y sumar metros útiles. Y, de pasada, ganar una zona de barra muy práctica para dos. "Revestimos el muro con una lámina de hierro porque da un punto más actual a este rincón y, por contraste, las lámparas aún destacan más", explica la decoradora. 

Siguiendo la misma pauta del resto del piso, donde no se ha dado ni un milímetro por perdido, en el dormitorio se aprovechó el hueco bajo la ventana con una gran cajonera a medida que combina cajones y armarios. Y, para que fuera más práctica, los cajones se diseñaron según lo que iban a guardar. 

Funcionalidad ante todo pero sin renunciar a la esencia señorial del piso: fue lo que pidió el propietario al equipo de Dröm Living, responsables de la reforma de este piso barcelonés. En el salón se respetó la preciosa carpintería original y se optó por pocas piezas y cómodas. ¿Ves la galería del salón? Alberga una luminosa y tranquila zona de trabajo. 

Donde ahora está el comedor, había un espacio vacío, que el equipo de Dröm Living aprovechó para habilitar un pequeño comedor que le va como anillo al dedo al espacio, porque está justo delante de la cocina. Y para llevarle más luz, abrieron una ventana en la pared que da al salón, que pintaron en negro para darle personalidad y un punto masculino. ¡Y es que este es un piso de chicos!

Como en el salón, la galería del dormitorio le dio mucha vida al dormitorio. No solo por la luz natural que baña el espacio, sino porque se ha habilitado ese espacio como vestidor, con dos hileras de armarios enfrentados que se suman al gran armario a pie de cama. La nota especial la da la pared del cabecero, que se revistió de madera para darle un plus de calidez y personalidad al espacio. No te pierdas el housetour por este piso. 

Este piso creció gracias a las dos galerías que se cerraron y pasaron a formar parte del espacio útil: la del salón se reconvirtió en despacho y la del dormitorio en completo vestidor.  

El dormitorio sigue la misma línea de todo el piso: blanco como base y toques de color muy escogidos, que se van repitiendo por las diferentes estancias. Aquí se ha optado por el negro y un personal azul petróleo para romper con el blanco y dar personalidad a un espacio pequeño pero, como el resto del piso, muy chic. 

Este recibidor es la mínima expresión. ¡Pero oculta ideas geniales! Un mueble volado con poco fondo y a modo de consola enmarca el espacio y sirve de vacía bolsillos y de zapatero. Y un pequeño banquito es una práctica descalzadora y una superficie de apoyo de bolsos, carteras o de las bolsas de la compra cuando llegas cargado a casa. 

La terraza ya estaba cerrada, pero no estaba integrada en el salón. Aprovecharon la reforma para anexionarla, ganando así un espacio extra desaprovechado que permite sumar más plazas de asiento y sensación de amplitud. El sofá, con un módulo móvil con ruedas, da mucho juego en el estar. 

La cocina fue uno de los espacios que más se transformaron con la reforma. Antes estaba cerrada y era muy oscura. Ahora es una caja de luz gracias a la pared acristalada que lo separa del recibidor y a la corredera, también acristalada. Además, se ha integrado el comedor, liberando así espacio del salón. No te pierdas las otras soluciones geniales de este piso de Madrid.

Viéndolo ahora, tan abierto y orientado a la luz, cuesta creer que este piso fuera oscuro y angosto. El Estudio Lapizarq, responsables de la reforma, redistribuyeron el espacio, derribaron tabiques e integraron espacios para sumar metros y luz, como bien muestra el plano de esta casa de 80 metros.  

No por pequeño debe ser poco capaz. De hecho, la decoradora multiplicó la capacidad de este mini comedor con un banco en "L" que permite acoger cómodamente a cuatro adultos o hasta a seis niños. Sumado a las sillas, pueden llegar a ser 8-10 personas. Además, para ganar almacenaje, todo el banco es un arcón, que sirve de armario extra. 

Otra de las claves del proyecto, además de anexionar pasillos y apostar por los muebles a medida, ha sido abrir la cocina a la zona de día. Una cristalera fija y una puerta corredera acristalada lleva la luz del salón hacia la cocina y viceversa y además al disfrutar de una mirada de largo recorrido, la sensación de amplitud se acentúa. ¿Quieres descubrir el resto de espacios de este piso barcelonés?

Aunque en un loft las paredes son las mínimas, la decoradora levantó un muro en la zona de dormitorio para dar, por un lado, un poco de intimidad a este espacio de uso más reservado y, por el otro, sirvió de apoyo a la cocina, lo que permitió aprovecharla más y mejor. No te pierdas el resto de buenas ideas de este loft. 

La decoradora ideó una cocina semiabierta para llevar más luz a este espacio pero, a la vez, dotarlo de intimidad. Así los fogones y el fregadero no se ven desde el salón, solo la barra, que está hecha a medida con el mismo Silestone que el resto de la encimera. No te pierdas el resto de soluciones de este piso.