Planos de casas

Esta cocina es pequeña, pero cuenta con dos accesos en forma de puertas correderas, estupendas para no perder ni un solo centímetro. Pero además se han sacado partido a todas las paredes: las alargadas con muebles bajos y la más estrecha con muebles de suelo a techo y donde se ubican también parte de los electrodomésticos. 

En una parte está la zona de trabajo y en la otra, la de office, que comparte espacio (algo menos de 3 m²) con la lavadora y la secadora. El mobiliario de la zona del fregadero y de la placa de cocción hace una L perfecta. Detrás, a un lado de la puerta, los armarios con el frigorífico, el congelador y los hornos aprovechan toda la pared de lado a lado y de suelo a techo. 

Un recibidor superalegre da paso a la cocina (situada a la derecha), con forma de L y el salón. El pasillo conduce al baño, al dormitorio principal en suite, al cuarto infantil y al estudio. 

En esta cocina cuadrada de menos de 10 m² no se ha querido prescindir de nada. En lugar de colocar alrededor de todo el perímetro, se ha planificado una península, donde se han ubicado tanto la zona de cocción como la de aguas, alrededor de la que gira el resto del mobiliario. 

En este dúplex de 52m², tirar los tabiques fue la solución para conseguir un espacio diáfano. La península hace las veces de barra y actúa como parte y punto de encuentro entre ambos ambientes. 

Esta cocina cerrada, reformada por la interiorista Natalia Zubizarreta, mide apenas 10 m². Su mobiliario se ha distribuido en L para sacar el mayor partido al espacio. Eso sin renunciar a un coqueto office tradicional, en el que caben hasta 4 personas. 

Este salón se ha planificado "esponjado" para que dé mayor sensación de amplitud. En vez de llevar el sofá de pared a pared, lo mismo que con el mueble de la tele, se ha optado por piezas más pequeñas que no llenan tanto el espacio.  

La planta cuadrada de este salón ha sido clave para aprovecharlo al máximo, con las dos piezas más pesadas arrimadas a la pared y dejando una zona central despejada para poder moverse sin problemas. El gran sofá rinconero multiplica las plazas de asiento y la librería hace, a su vez, de mueble del salón. 

Este salón no supera los 15 m² y aún así disfruta de todo lo necesario. La clave es optar por las piezas básicas y no recargar en exceso el espacio, que se vería más pequeño de lo que es. Un mueble bajo sirve de apoyo de la tele y el sofá, de dos plazas, se ha completado con una butaca. 

El gran ventanal en "L" de este salón fue el gran reto al que se enfrentó el decoradora Pepe Llaudet a la hora de planificar su distribución. En vez de dar por perdido el gran ventanal, diseñó un mueble bajo a modo de banco que salva la ventana y lo completó en el lateral con una librería. Y el sofá, rinconero, aprovecha todo el espacio. 

La decoradora Marta Prats exprimió cada cm de este salón con una nueva distribución. De origen el sofá estaba en medio del estar y todo quedaba muy comprimido. Así que lo arrimó a la escalera, ganando un espacio central despejado y un salón más amplio, a pesar de ser pequeñito. 

Este salón comedor, de apenas 17 m², tiene dos cosas a su favor: su planta rectangular, que ha facilitado su distribución, y la gran apertura que lo abre a la terraza inundando el espacio de luz. 

El blanco cálido con el que Mengíbar Blanco Estudio decoró el salón comedor también contribuye a ganar sensación de amplitud. Y la elección de pocas piezas, ligeras, como los sofás tapizados en blanco, y de doble uso, como los taburetes que pueden servir de mesa auxiliar extra o los peldaños de la escalera que son además cajones para guardar, son el broche final. En los salones pequeños, el ingenio siempre suma.   

Al eliminar el tabique que separa salón y comedor, no solo se ganó espacio y sensación de amplitud, sino luz, lo que contribuye, a su vez, que el espacio se vea más amplio de lo que en realidad. Además, la terraza, que discurre paralela al salón, regala profundidad visual y hace que el salón "crezca" hacia fuera. 

Este salón comedor apenas supera los 15 m² y, a pesar de todo, ¡se ve tan amplio! La clave ha sido, por un lado, eliminar el tabique que separaba el salón del comedor y levantar otro que sirve para dar intimidad a la cocina.  

Este salón de apenas 20 m² se ha optimizado con dos soluciones magistrales: con la reforma se anexionó el balcón al estar, lo que permitió sumar metros útiles, y el sofá se colocó en medio como separación del salón del comedor y la cocina. 

Para que el salón disfrutara del máximo de luz natural posible, la decoradora cerró la terraza con ventanas y aprovechó la parte inferior con un mueble a medida en "L" que complementa el almacenaje del salón y sirve de librería del agradable rincón de lectura. 

¿Cómo quedaría tu cocina integrada en el salón? Si quieres ver el resultado esta app te resultará muy útil ya que permite, entre otras cosas, mover las paredes de tu plano o hacerlas invisibles. Puedes partir de la estancia en su estado actual o desde cero. También podrás decorar con los muebles que elijas de entre su catálogo con más de 3.000 objetos de diferentes categorías e incluso cambiar los colores y los materiales. Y cuando termines tu plano de planta en 2D puedes cambiar a 3D para que sea perfecto. ¿Su web? https://planner5d.com/es/

La clave de este ático de apenas 60 m² ha sido el tabique de DM multifución que divide el espacio en dos: la zona día y la de noche, que cuenta, además, con un completo estudio. 

En el dormitorio, al cambiar de ubicación el baño, se encontraron que habían ganado un espacio vacío que convirtieron en un práctico vestidor tipo closet cerrado con una puerta corredera, que le da intimidad y, a la vez, no resta ni un cm útil. ¿Quieres ver el resto del piso?

Este piso es pequeño, pero, gracias a sus soluciones magistrales, los metros parecen valer por dos. La distribución, con la zona de día y de noche claramente diferenciadas, se ha aliado con muebles evolutivos que permiten transformar el espacio en un plis plas. 

Con la misma idea que concibió el sofá "transformer" planificó el comedor, que cuando no se usa se convierte en un estudio doble. ¿El truco? La mesa, que consta de dos gemelas con ruedas que pueden juntarse o separarse según las necesidades. Basta con arrimar las dos mesas a la pared para convertir el comedor en un despacho super práctico. ¿Quieres ver más soluciones originales?

La decoradora Pia Capdevila fue la encargada de obrar el milagro de transformar los escasos metros de este piso en 100% útiles. Se empezó con invertir la distribución, para disfrutar de un salón totalmente comunicado con el balcón, lo que lo "prolonga" hacia el exterior dando más sensación de espacio, y además abrió un gran ventanal fijo para llevar luz a la cocina. 

Todo lo que tiene de pequeñito el dormitorio lo tiene de capaz y de bien resuelto. La decoradora quiso integrar el baño en la suite pero el espacio era mínimo, así que decidió sacar el lavamanos al dormitorio, unificándolo con el modulaje del gran armario a pie de cama. Todo en blanco resulta más ligero. Descubre el resto del piso.

El dormitorio es mini, pero la decoradora Gabriela Conde le sacó el máximo partido abriéndolo al salón. Así, no solo se beneficia de la luz natural, sino que parece que el salón es como el estar del dormitorio. Las cortinas, muy livianas, le dan intimidad. 

Este piso se planificó con una zona central amplia y diáfana, que reúne el salón, la cocina y el comedor, y un dormitorio separado por una corredera, que al abrirse, hace crecer visualmente la zona de día.

Las soluciones a medida y prescindir de tabiques han sido la clave para sacar partido a cada cm útil de este piso dúplex de 40 m². La zona de día se ha reservado en la planta principal, con el salón, la cocina y el mini comedor compartiendo un espacio diáfano. Y la zona de noche está en la planta superior, con el baño en suite para no desperdiciar ni un cm.