No, no estamos hablando de la temperatura, sino de la percepción visual. Si has abusado del blanco, empleado demasiadas superficies metálicas o en acabado brillo, es probable que tu casa resulte un poco fría. Para solucionarlo, incluye en la decoración elementos que 'calienten' el ambiente, ya sean de madera o fibra natural.
Un consejo: tampoco satures las estancias con demasiados acabados en madera. Elige uno y llévalo a la decoración.