Estantes

¡Atención recibidores pequeños! Si el espacio no es vuestro punto fuerte, he aquí la mejor solución para decoraros: consolas ligeras o estantes fijados a la pared y lacados de blanco invernal que desahoguen la entrada. ¡Y cómo no, un espejo sin marco para ampliar visualmente sus metros! Es lo que se ha hecho en este recibidor de techo abovedado aprovechando un recoveco de la pared.

Las telas naturales son un must en decoraciones de corte rústico. Por su aspecto y porque, al no proceder del petróleo, son ecológicas, muy cómodas y saludables. Además, tienen propiedades antibacterianas, fungicidas y aislantes. El lino en tonos neutros es el rey. También acertarás con el algodón, la lana, el cachemir...

Si tu recibidor es la mínima expresión, como este de la imagen, simplifica el mobiliario: apuesta por un mini banco y un perchero con repisa superior que te permita dejar en cajas accesorios pequeños, como gorros y manoplas. Las mascarillas, ya sabes, en un sobre de papel, si les queda tiempo de uso y si no, al cubo de reciclaje no orgánico, una vez que separes las gomas del papel. Para ampliar el espacio no renuncies a poner un espejo en un lateral, como sugiere el feng shui.

En cuanto empiece a dar sus primeros pasos y a descubrir el maravilloso mundo de los juguetes, tu bebé tendrá que disponer de espacios de almacenaje a su altura. Puedes utilizar estantes o repisas, de este modo, cuando vaya creciendo solo tendrás que colocar los estantes más arriba, sin necesidad de comprar muebles nuevos.

Cajas de madera, de metal o cestos de fibra. La despensa quedará organizada y tan bonita… los cestos de fibra son buenos para guardar patatas, cebollas y ajos, por ejemplo. También para organizar otros botes más pequeños. Incluso los paños de cocina, las servilletas de papel, cubiertos…

Como idea para decorar con cestos sirve esta: el cesto comodín. En el recibidor, debajo de una balda o consola, tendrás un lugar para dejar las zapatillas de estar en casa, el casco de la moto -camuflado de manera decorativa- o las bufandas. Además, aunque pensemos en cestos de fibras naturales como mimbre o cáñamo, hay otros acabados como esparto, bambú, palma, croché o fieltro que te gustarán.

Si quieres que el interior de tu armario se vea bonito y organizado, también puedes usar cestas para aprovechar los estantes. Cuando abras la puerta, ¡aquello será una oda al orden! Guarda cinturones, pañuelos, collares, calcetines… eso sí; las prendas más delicadas es preferible que las organices en cestos de algodón o fieltro o bien en cestos con fundas de tela.

Desde un cesto grande –y mejor con tapa– para la ropa pendiente de colada, hasta cestas para tener en orden las toallas (guárdalas enrolladas: ocupan menos y son más decorativas) o los productos de aseo. Estas son algunas de las ideas para decorar (y organizar) con cestos el baño. Aquí ves concretamente la del uso de cestos en baldas abiertas.

Si tu cocina cuenta con estantes abiertos, debes prestarles atención. Puedes dedicar un valioso tiempo a limpiar la cocina, pero si te olvidas de las baldas harás que todo parezca sucio. Una vez a la semana, como en la limpieza de la casa, pasa un paño a los estantes. La grasa que se posa al cocinar en ellos hace que el polvo se pegue.

Este recibidor es mini ¡pero tiene tanto encanto! El banco, una pieza moderna que reproduce los diseños campestres con asiento de enea y estructura de madera, se ha completado con una composición de coloristas colgadores de diseño que, además de servir para tener la ropa de calle a mano, decoran por sí solos. 

No es magia, ¡sino derroche de ingenio! En este recibidor se ha ideado un banco combinando varias cajoneras, lo que permite ganar un espacio de almacenaje extra de lo más práctico para dejar los zapatos. Cuatro colgadores de aire retro permiten tener a mano las chaquetas y complementos de más uso, y el resto tiene su espacio en el armario o en las cajas con las que se ha equipado la balda. Más capaz en tan poco espacio, ¡imposible!

Este recibidor demuestra que, no por ser pequeño, no puede tener mucho encanto. Y la clave es el original perchero DIY hecho con una rama que se ha sujetado con cuerdas a la balda superior. Más fácil imposible, ¡y que estiloso y original! 

Este cabecero destaca doblemente en este dormitorio. Por un lado, por su color azul, que contrasta con el blanco que se impone en el dormitorio. Y, por el otro, por su singularidad, ya que se trata de una puerta de madera recuperada y reconvertida en cabecero. 

La decoradora ha aprovechado un entrante junto a la ventana para crear un luminoso rincón de estudio, con el azul como nexo de unión con la zona de cama. Se compone de una mini cajonera y, en otro nivel, la balda volada que hace de mesa.

"En contra de lo que podríamos pensar, la mejor iluminación para trabajar es la general. Conviene que sea difusa y que no haga sombras ni reflejos, sobre todo si trabajas con monitores. Por ello, es básico que esté siempre sobre el puesto de trabajo y nunca por detrás, porque tú mismo acabas haciéndote sombras y no terminas viendo nada", recomienda Úrsula Sobenes, especialista en iluminación de Años Luz. 

Porque se convierte en soporte en el que colocar cuadros, fotografías, un jarrón con flores, adornos decorativos… y decorar así una pared sin hacer casi agujeros en ella (solo los que sujeten el estante). Así podrás modificar la decoración de la pared a tu antojo sin esfuerzo. 

Este salón cuida las paredes: una de ellas se reviste con ladrillo. La otra, sobre el sofá, completa la decoración con un estante metálico doble abierto que sirve de soporte expositor para agrupar varias obras de arte en diferentes tamaños y objetos decorativos. ¡Nunca falla esta decoración de paredes!

Un pasillo, el rincón de la escalera, el hueco bajo una ventana... En casa hay un sinfín de zonas muertas súper desaprovechadas. Evítalo, creando nuevos espacios de almacenaje extra, como el de la imagen. Se ha aprovechado el hueco vacío junto a la escalera para instalar un práctico zapatero de baldas extraíbles. Abierto y a la vista te permite ver todos los modelos de una pasada y ganar tiempo.

Dobladas y bien estiradas. Tanto si ya están planchadas las sábanas como si es una tarea pendiente (porque te resultará más sencillo eliminar las arrugas). Es importante que dobles en cuadrados o rectángulos más o menos del mismo tamaño la sábana bajera y la encimera.

¿Que el rincón junto a la escalera no es lo suficientemente grande para instalar nada? Aprovecha entonces el hueco bajo los peldaños para colocar unas baldas profundas que hagan las veces de zapatero. Es lo que se ha hecho aquí —si te das cuenta es otra toma de la imagen anterior— y, como ya tenían zapatero, han aprovechado los estantes para exponer bolsos. ¡Mira qué bien quedan discretamente a la vista!

El diseño minimalista se caracteriza por su sencillez, el uso de líneas rectas, colores neutros y su conexión con la Naturaleza. Muy en esa tónica se encuentra esta otra versión de recibidor minimalista: un perchero DIY hecho con una rama gruesa y cuerda, un estante de pared y un banco de madera. ¡Una propuesta muy eco!

La distancia entre los pies de la cama y la pared es mínima y apenas hay sitio para colocar un mueble o un banco. ¿Te suena? Soluciónalo fijando una o varias baldas en la pared. En este dormitorio se ha optado por poner mejor un estante flotante, estrecho y extra large, que ocupa toda la pared, y donde apoyar cuadros, móviles, un joyero y, por supuesto, un espejo capaz de multiplicar las dimensiones del cuarto.

¿Te encanta decorar tu casa con fotos familiares e irlas cambiando según se producen nuevos acontecimientos? Entonces te gustará saber que hay estantes diseñados especialmente para exponer cuadros o marcos que no rebasen los 45 cm de alto. Puedes poner uno o combinar varios, como se ha hecho aquí, formando un trío simétrico que garantiza el orden.

Ya lo has visto en el salón, pero también en tu dormitorio puedes crear una zona específica de trabajo, si aún no la tienes. Nada más fácil que recurrir a unos estantes flotantes y fijarlos a la pared con tacos para que aguanten el peso de archivadores y carpetas. Elígelos de colores vistosos —que no estás en la oficina— y utiliza el último estante como mesa de escritorio. Solo te queda poner un mueble con cajones a un lado y una silla lo más cómoda posible. Este rincón de despacho improvisado de la imagen se ha ganado a una galería.

Cuando os sentáis a comer, ¡qué rabia da tener que levantarse porque se ha olvidado llevar a la mesa el cucharón de servir, el pan o la sal! Una buena idea para evitar tanto paseo y poner la mesa de una tacada es preparar una camarera en la cocina con todos los accesorios y llevarla al comedor antes de comer. O también, esta otra sugerencia igual de práctica: fijar una balda en una pared del comedor y dejar en ella las tazas, el azúcar o la repostería que vamos a tomar tras el postre o en la merienda. Más cómodo, ¡imposible!

Queramos o no, la era digital es un hecho. Y tú lo notas. Cada vez tienes menos libros de papel —¡todos están en tu e-book!— y ya no necesitas una estantería abierta y enorme en el salón. La solución ahora para almacenar pasa por muebles bajos y baldas de pared de diferentes longitudes. En este salón se ha fijado, paralelo al mueble de la tele, un único estante XL que da soporte a libros, plantas y cuadros. ¡Perfecto!

Si al taburete BEKVÄM le sumas el estante especiero con el mismo nombre (cuesta 5 €) y le das la misma pintura que a la cocinita, el resultado será total. Además, esta versión es para niños un poco más mayores, así que solo con pintura puedes actualizar su juguete con la mínima inversión. 

Son tendencia. De hecho, una de las preguntas más habituales ahora mismo al amueblar una cocina es: ¿la elijo con muebles altos, con estantes abiertos o con nada? Mientras que los primeros suman almacenaje, pero restan amplitud visual, los segundos son más ligeros y ofrecen muchas más posibilidades deco. Al igual que en otras estancias, evita amontonar las cosas. Emplea las baldas para colocar algún frasco a modo de despensa o, incluso, las copas (si las usas a menudo, sino se llenarán de grasa y polvo debido a la actividad de la cocina). Añade alguna planta para dar vitalidad y alegría y ¡el conjunto estará perfecto!

¿Con cuál te quedas?

Dilemas decorativos: ¿estantes o muebles altos en la cocina?

¿Por qué no diseñar un rincón de lectura tan original como este tipi? Además de disfrutar a tope jugando en su interior, se pasará horas devorando libros, ¡y puede que hasta le dé por dormir la siesta entre los mullidos cojines!

Si eres una amante del orden y no puedes soportar un recibidor desorganizado, aquí tienes la mejor propuesta para decorar su pared con colgadores individuales y un práctico estante donde depositar bolsos, sombreros, móviles o llaves pero no al tuntún. Cada cosa va en su caja de madera correspondiente, a la vista. Y para que el estante sostenga bien el peso, no te olvides de fijarlo con escuadras.

Mira de qué forma tan sencilla y desenfadada se ha decorado la pared de este recibidor: un estante volado con almacenamiento hace las veces de mini consola, unas perchas bajitas facilitan a los más peques colgar sus abrigos y un papel pintado superoriginal, a modo de franja, permite personalizarlo a tu antojo, rellenando sus marquitos con dibujos, fotos, avisos... ¡Nos gusta la idea!

Si tu recibidor es la mínima expresión, no lo dudes y pásate a la decoración de pared. Apuesta por piezas multifuncionales como un estante + perchero, como el de la imagen. Y remata con un espejo grande y vertical, apoyado en el suelo o fijado en la pared, que agrande visualmente el espacio.

Cada vez recibimos menos correo postal, salvo algún recibo despistado o una carta del banco. ¿Tu buzón solo se llena últimamente de folletos de comida a domicilio? Hazles un sitio específico en el recibidor: un cajón de la consola o un estante en forma de casita, como el de la imagen, será más que suficiente. Venga, ¿hoy qué toca: sushi, cerdo agridulce o pizza? 

A la hora de decorar el recibidor debes encontrar un equilibrio entre lo práctico y lo decorativo. Un buen ejemplo de ello es el de esta imagen con esas perchas divertidas y coloristas que le hacen tan especial. Una repisa pequeña hace las veces de vacía bolsillos y una lámpara suspendida ilumina el espacio lo suficiente.

En este proyecto en el que las paredes quedan despejadas y se convierten en foco de atención gracias al papel pintado que las reviste, se ha aprovechado un retranqueo de la pared para crear una estantería abierta. Esta solución es clave para organizar una cocina sin muebles altos. Es una composición ligera pero práctica. Eso sí, siempre debes mantener el orden porque todo está a la vista.

¿Cocina sin muebles altos? Puedes dejar la pared despejada o ganar espacio de almacén con una balda corrida como en este caso, sobre la zona de trabajo y en el mismo acabado que los muebles bajos. La balda puede quedar a una altura de entre 50 y 80 cm desde la encimera (más alta no accederás bien) y dejar en ella especias y aceite organizados en cestas o la vajilla de uso diario.

En esta cocina sin muebles altos -diseñada por Silvia Aranda-, de nuevo los estantes hacen su aparición para "sustituir" los módulos cerrados, pero se suma una idea para anotar que ayuda a organizar la cocina: los plateros. Una pieza diferente, de esencia retro, que exhibe la vajilla y la mantiene a mano.

En una cocina donde predomina el blanco en las paredes y mobiliario, la ausencia de muebles altos dará aún más amplitud. En este proyecto, diseño de Coton et Bois, se han sustituido esos armarios altos por baldas en madera a cada lado de la campana, que en este caso, adquiere protagonismo al quedar enmarcada.

Decorar una cocina sin muebles altos no es ninguna locura. Es un recurso que se puede hacer bien en cocinas pequeñas para aligerar las paredes, bien en espacios amplios precisamente porque hay más muebles bajos y no son necesarios los altos. En su lugar, optar por baldas y estantes -que permiten tener a mano lo que más uses- y columnas, te da opciones de almacenaje. ¡Veamos más fotos de cocinas sin muebles altos!

Seguro que tienes láminas y fotos familiares esperando turno para ser expuestos. ¿Y qué mejor que aprovechar un pasillo pequeño para crear tu mini galería de arte? Aquí se hizo de una manera muy sencilla: fijando una balda superestrecha —las tienes en IKEA— sobre el friso de pared que, curiosamente, también sirve para decorarlo.