Dormitorios

Las molduras son un recurso decorativo de primer orden para dar un toque especial a techos y paredes. Y lo mejor es que existen diseños de poliestireno que son muy fáciles de instalar. Empresas como Orac Decor o NMC Ibérica, entre otras, cuentan con una infinita gama de modelos tanto para decoraciones clásicas como modernas y a precios muy asequibles.

Con Pladur® realizas estructuras para todo tipo de utilidades. En este dormitorio luminoso y abuhardillado, la interiorista Celia Crego ha realizado un escritorio de obra a medida con estanterías bajas donde camuflar el radiador. Así lo ha integrado con estilo.

Una idea para darle calidez al dormitorio y camuflar de paso el radiador es pintarlo del mismo color que la pared. En este de la imagen, la interiorista Gabriela Conde ideó un arrimadero que lacó en un original color teja. Color que también utilizó para pintar el radiador e integrarlo en la estancia. ¡Prueba superada!

Aunque normalmente los radiadores se fabrican en un esmaltado blanco roto, debes saber que en el mercado existen opciones de radiadores en diferentes colores. 

Debes medir el ancho (desde el comienzo de la tubería hasta el final, el alto (desde el suelo hasta el final del radiador) y el fondo (desde la pared hasta la parte más sobresaliente del radiador). También el zócalo de alto y de profundidad y, por último, medir la distancia que hay entre la pared y el comienzo del radiador. 

En este dormitorio, Marta Tobella ha utilizado una mesa de madera, a modo de consola, para tapar el radiador. Y ha colocado unas cestas de fibra delante de él para hacerlo invisible a la vista. 

Si pintar el radiador del mismo color que las paredes funciona, también lo hará si lo revistes del mismo papel que la habitación. Tal y como han hecho en este coqueto dormitorio juvenil las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa.

En este dormitorio, las interioristas Andrea Feliú y Anna Brotons han ubicado bajo la ventana un mueble a medida, en blanco y madera. Una parte de él sirve de almacenaje extra y otra camufla el radiador. ¡Nos encanta la idea!

Aquí el radiador se camufla con un cubrerradiador blanco como la pared y a medida. Posee una pequeña repisa para dejar objetos encima y unas ranuras sin obstáculos para que el calor salga sin problemas. Si quieres, puedes colgar en una de estas ranuras un humidificador con agua para que el ambiente no se reseque.

Los cabeceros de fibras son otra de las tendencias que se ha instalado en los últimos años y parece que tiene cuerda para rato. Han vuelto los cabeceros de rejilla más clásicos y se han reversionado, como sucede con este cabecero de roble y ratán de El Corte Inglés. También se llevan los modelos hechos con caña de ratán que hacen ligeros dibujos y que son perfectos para pisos jóvenes o casas de vacaciones. Las fibras son cálidas y ponen un toque artesanal. 

Los cabeceros de madera oscura tampoco son tendencia ahora mismo. Igual que los cabeceros decapados que también tuvieron su momento. Si quieres un cabecero de madera, que sea de un tono medio tirando a miel, como el roble. El cabecero de la imagen tiene la particularidad que está hecho con una puerta recuperada, otra tendencia que tuvo su momento ya hace algunos años. 

Los cabeceros con capitoné son un clásico que no pasa de moda para decorar el dormitorio. Elegantes y delicados, su sola presencia sube el nivel de tu dormitorio. Los característicos relieves del capitoné, además, también son cómodos si lees mucho en la cama. Se llevan también los que están rematados con tachuelas y los de formato XXL, con más altura de lo normal. En este dormitorio decorado en blanco, el cabecero beige contrasta y da calidez. 

Si quieres integrar el cabecero al máximo a la decoración de tu dormitorio y que tenga almacenaje, lo ideal es que apuestes por un cabecero a medida, como este. En apenas 25 cm de fondo integra las mesillas a modo de hornacinas y tiene una práctica balda para apoyar objetos y decorar la pared del cabecero. Además, al combinar blanco con madera, el resultado es cálido y luminoso, perfecto en el dormitorio. 

Los cabeceros de madera tallada con motivos vegetales añadirán años a tu dormitorio ya que es un estilo de muebles que, ahora mismo, no se lleva. Tampoco es necesario que conjuntes el cabecero con la mesilla y que todo el dormitorio respire el mismo aire. 

Los cabeceros tapizados lisos ganan por goleada a los estampados. Son más fáciles de combinar, no cansan y no marcan tanto la decoración del dormitorio. Para un aire natural apuesta por un lino, aunque si lo que quieres es sofisticación, el terciopelo sigue siendo tendencia también. Y lo que tampoco se lleva es conjuntar el estampado del cabecero con las cortinas, como aquí. Queda demasiado recargado. 

Los cabeceros de forja también son otra tendencia que ha pasado a mejor vida. En blanco, como este, dan a tu dormitorio un aire provenzal y hasta british, algo demodé. Y si es de forja negra, marca mucho la decoración y solo son aptos en dormitorio rústicos. Sustitúyelos por algún diseño desenfundadle o de fibras. Te quedarán mucho mejor. 

Los cabeceros de aire excesivamente handmade tampoco se llevan, como este hecho con un colgador puesto a unos 50 cm de la cama y decorado con unas cortinas. El resultado es como de otra época. La alternativa, si quieres algo con tela, es revestir la pared con un papel pintado textil o apostar por un cabecero desenfundable de lino. 

Otra clave de la interiorista para dotar de estilo una casa es valerse de los tejidos en cojines, plaids y mantas, sábanas… ''Siempre procuro que sean tejidos de alta calidad, como linos, algodones, lanas… materiales muy naturales y con buen tacto que también otorgan sofisticación a los proyectos'', concluye.

Del mismo modo, también le gusta incorporar piezas modernas, ''especialmente en forma de aparatos de iluminación, como lámparas de diseño'', explica. Como ves, el contraste entre lo antiguo y lo moderno es un must para la interiorista.

¿Cómo organizar un armario en un dormitorio pequeño? Renova Solucions tiene la respuesta: con una estructura puente alrededor de la cama. El mueble, diseñado a medida, cuenta con estanterías en los extremos y armarios roperos de 60 cm de ancho, en las zonas más cerca de la cama.

Lacado en blanco, llega hasta el techo para aprovechar al máximo cada centímetro. ¿Te has fijado en las lamparitas globo que decoran el cabecero?

¿Qué otros tipos hay de puertas para armarios empotrados? Aquí tienes otras peculiares. Son un ejemplo más de que las puertas, además de lisas, también se llevan con textura. La interiorista Clara Joly D'Aussy eligió para este dormitorio un armario con originales puertas de persiana.

¿El resultado? Un ambiente tropical muy cálido enfatizado por la presencia de fibra en la butaca y motivos étnicos, en la alfombra.

El cabecero de la cama en blanco y madera llevaba la voz cantante en este dormitorio. Por eso, la interiorista Bárbara Serra decidió lacar el armario empotrado en blanco y ponerle los tiradores de roble para coordinarlo. La estancia ganó en luz y calidez.

Este dormitorio resulta súper original. La parte baja de las paredes se ha forrado de tela gris, a modo de arrimadero. Y esta tela continúa en los armarios empotrados ubicados frente a la cama. Mientras, la parte superior se ha lacado de blanco roto. Tonos neutros que junto a la madera del suelo le proporcionan luz y calidez.

¿Quieres un armario empotrado fuera de lo común? Fíjate en este vestidor de la imagen. Es un diseño de Patricia Mollá, de Ni2 Estudio de Interiores. ¿Y porqué es original? Por sus estilosas puertas con frentes de rafia tensadas a mano. Un material, presente también en la pantalla de la lámpara, que da un punto de frescura al dormitorio.

Esta idea viene a incidir en que "ni para ti ni para mí". Esas parejas en las que a uno le gustan los tonos fuertes y a otros suaves, que se acojan a este mandamiento. El dormitorio principal se decora en tonos neutros, que pueden jugar con las intensidades, pero sin inclinar la balanza especialmente hacia ningún color concreto. Y el resultado, es acertado.

Hay quienes en una pareja no se ponen de acuerdo con la orientación de la cama en el dormitorio principal. Que si debe mirar a la puerta, que si a la puerta no que se sienten desprotegidos, que mejor en perpendicular a la ventana… La cama, siempre que sea posible, que mire hacia una ventana y más si hay vistas. Acostarse o levantarse con una vista abierta, no tiene precio.

Cada uno debe tener espacios en el dormitorio para organizar sus prendas, así que es importante que la zona destinada a vestidor o el armario cuente con zonas separadas. De esta manera, cada uno podrá organizar sus módulos como prefiera. Que seáis pareja no implica que tengáis las mismas costumbres ni gustos.

Porque son elementos cálidos que siempre funcionan. Materiales como la madera, plantas, tonalidades relajadas y confortables en la gama de los colores tierra… Notas en azul y verde. La idea de introducir notas inspiradas en la naturaleza os gustará como base sobre la que sumar aquellos elementos de los estilos que os gustan a cada uno.

Dos apliques, uno a cada lado de la cama, para que cada uno tenga su punto de luz independiente. Lo ideal es que sea regulable y orientable, de manera que si uno quiere leer pueda hacerlo mientras el otro prefiere descansar con la luz apagada. Uno puede querer leer y otro no. Es importante contar con luz ambiente y luz puntual para leer en la cama.

Si el espacio lo permite, incorpora en el dormitorio una butaca, sillón o chaise-longue. Un espacio de lectura o de estar en el que uno pueda relajarse mientras el otro se arregla o prepara para ir a la cama. Una lámpara de pie y una mesa auxiliar suman. Jugad con las alfombras para delimitar ambientes aunque estén en el mismo ambiente.

Mezclar estilos es posible si se hace en la dosis justa. Y a través de los cuadros, fotografías o arte se logra infundir estilo personal a un dormitorio decorado en neutros. Así que no dudéis en decorar las paredes con aquel arte que os inspira a cada uno.

Esto es casi un ejercicio. Navegad por ElMueble.com, salid de tiendas, mirad… Se trata de buscar juntos ese color o elementos que os gusta a los dos. Porque si encontráis un elemento especial que compartís, ese es el que tenéis que incorporar para sentir que es un espacio compartido de verdad.

Si buscáis inspiración y una nota diferenciadora para vuestro dormitorio, ¿por qué no integrar el baño en suite a través de un cerramiento acristalado? O bien con una bañera exenta en la zona de descanso para esos momentos de relax en pareja.

Para no entrar en conflicto con el estilo del dormitorio principal, es bueno decantarse por una tendencia neutra, actual, pero no ultra moderna. Tampoco clásica. El contemporáneo es un punto adecuado en el que situarse. Porque así el dormitorio no será ni tan industrial ni tan barroco como preferiría uno de los dos. Sobre una base atemporal es posible incluir detalles más personales, afines a cada uno, que harán que la habitación se sienta propia.

Escoger diseños sencillos también es bueno para aquellas parejas que buscan inspiración para decorar su dormitorio porque no se ponen de acuerdo. Muebles de diseño básico en materiales que nunca pasan de moda. En este caso, los cabeceros realizados a medida son una buena opción, pues evita tener que escoger cabecero y mesitas de noche. ¡Todo en uno!

Con ellas se enriquece cualquier espacio decorado en neutros y básicos. Los textiles os ayudarán a lograr esa sensación de abrigo y de matices. También los papeles pintados. Todo suma. Mezclar tejidos es perfecto. Así que aquí cada uno puede escoger el material y acabado que más le guste y jugar con ellos sin miedo.

Lograr una distribución única, personal y original le da mucho flow al dormitorio, a pesar de que se decore en neutros y muebles básicos. Una buena idea es optar por una cama con dosel situada en mitad de la estancia o diseñar un cabecero exento que no apoye en ninguna de las paredes principales. Detrás podéis ubicar una zona de trabajo, el vestidor, el paso al baño…

Otra tendencia a la que decimos adiós es al abuso de los puntos de luz en el techo. Nos despedimos de halógenos y plafones dispuestos a tutiplen. En su lugar damos la bienvenida a otro tipo de luces indirectas que crean ambientes más cálidos.

Para un buen descanso es mejor contar con un dormitorio que no sea recargado y, a poder ser, con una decoración muy sencilla. Hiba Abouk parece cumplir con esta recomendación y vemos que su dormitorio principal es una estancia muy iluminada por la luz natural, respaldada con el blanco puro de las paredes y cuadros.

Acompañando a los tonos blancos con detalles marrones como el cabecero, y dorados como la iluminación de los cuadros, el dormitorio parece dividirse en dos partes con un zócalo negro, aportando aún más sofisticación.

Esta primavera, las piezas del mobiliario se van a convertir en aliados perfectos para poner esa nota de color que tanto buscamos desde que empezó 2023. Solo tienes que ver los catálogos de firmas como La Redoute Interiéurs, Habitat o Kave Home para ver que los muebles de colores son tendencia. Tienes varias formas de integrarlos en la decoración de tu casa: desde elegir un mueble de un color que contraste con el resto de la decoración, hasta optar por colores para los muebles en el mismo color, o parecido, al de la pared como se ha hecho en este dormitorio. ¡Tú eliges!

Los muebles a medida son más caros y no siempre podrás llevártelos contigo en caso de mudanza, pero son perfectos para pisos pequeños porque optimizan cada cm útil. En el dormitorio, por ejemplo, con apenas 20 cm, puedes tener un cabecero tipo murete que integre las mesillas. Y si llevas los armarios hasta el techo, ganarás espacio extra para ropa de otra temporada. En cocinas pequeñas, puedes ganar un mini office con una barra. Calcula, al menos, 45 cm de fondo y unos 60 cm por persona. Si es abatible, desaparecerá cuando no la uses. ¿Y el espacio bajo la ventana? Habilita un escritorio –con 40 cm de fondo te cabe un portátil– o aprovéchalo con un mueble bajo con cajones.

Cambiar una puerta abatible por una corredera es ganar 1,5 m². Así que ¡no lo dudes! Si no quieres hacer obras, puedes instalarla vista, existen kits para correderas muy fáciles de instalar y muy económicos –menos de 100 €, sin puerta–. El inconveniente es que inhabilitas el tramo de pared por el que debe discurrir la corredera. Las más cómodas son las empotradas entre tabiques, pero son más caras –desde 800 €– y conllevan obras. Habrá que adaptar el tabique, que deberá crecer unos 20 cm, para integrar el casoneto que incorpora las guías por las que se desliza la puerta y que se integra en la pared.

Un espacio moderno puede aprovecharse del carácter de una pieza antigua, ya sea para sumar calidez, texturas o carácter. En este dormitorio, llama la atención el banco de madera colocado a los pies de la cama. Su carácter en bruto contrasta con los acabados limpios del resto de elementos. Se trata de un proyecto de Dafne Vijande. 

Este dormitorio rústico sintetiza a la perfección las claves de la slow deco: un luminoso y relajando blanco como base de la decoración, materiales naturales, toques de artesanía, madera, luz natural... Y las cortinas, de lino pero muy ligeras, contribuyen a reforzar este look, ya que tamizan de manera muy agradable la luz y dan intimidad, pero sin bloquear las vistas, que llevan la naturaleza dentro de casa.  

Este dormitorio es una invitación al relax, con textiles naturales y una paleta cromática muy suave, dos principios básicos de una decoración slow. Y las cortinas, con caída y de un cálido blanco roto, refuerzan esta atmósfera. No solo visten el gran ventanal a pie de cama, sino que corridas crean un agradable efecto de pared entelada.  

De sabor campestre, este dormitorio respira una atmósfera relajante que invita al descanso. El techo de madera envuelve el espacio de calidez, y el gran ventanal que abre el dormitorio al jardín se ha vestido con unas cortinas muy vaporosas de lino rústico. Sujetas a la barra por trabillas, dan un toque casual al espacio. 

Estas cortinas, confeccionadas con el doble de tela, visten de manera muy estilosa el ventanal de este dormitorio. Al confeccionarse con el doble de tela, recogidas adquieren más volumen y más fruncidos, lo que da un plus de calidez y elegancia al espacio. 

Otra forma de añadir un mueble antiguo a una decoración moderna es convirtiendo a esa pieza en la protagonista. En este moderno dormitorio, la cómoda de herencia es la que roba todas las miradas. Y no se suavizó el efecto de la madera ni se pintó, sino que se dejó en su acabado original, creando un contraste total con la cama en color topo y el enorme cuadro con un motivo abstracto que decora la pared del cabecero. 

Apostar por una doble cortina es una opción tan elegante como práctica para vestir un espacio. Reserva, como aquí, la tela más clara y ligera para el visillo, y la más tupida y decorativa para la sobrecortina. Así, mientras el visillo regula la entrada de luz, la cortina suma calidez e intimidad. 

Lo ideal es rematar el cabecero con una moldura idéntica para que esta quede pareja en altura con el zócalo de las paredes con las que hace esquina. Así lo ha hecho en este dormitorio la interiorista Blanca Ferré Ibañez. El resultado es elegante, actual y refinado.

El objetivo inicial de los zócalos era el de proteger a las paredes, pero hoy también se utilizan con un fin estético. Si quieres lograr un efecto armónico en tu dormitorio, lo mejor es que elijas colores idénticos o similares al de las paredes. Es lo que ha hecho aquí Natalia Zubizarreta, logrando un resultado acogedor y discreto. El color blanco es el más utilizado, pero no el único, como veremos más adelante.

Un dormitorio debe desprender calma en toda su decoración, hasta en los más mínimos detalles. Optar por zócalos que se mimeticen con la pared será un gran acierto.

La interiorista Annika Bullus combinó en este dormitorio piezas antiguas, como la cómoda, con otras más modernas, como las ventanas de cuarterones pintadas de verde o los zócalos altos, blancos y lisos. Estos discurren por la pared, incluso por el banco de obra, a modo de mirador.