Dormitorios

Ya se trate del salón o del dormitorio, el estilo "nordic boho" apuesta por textiles suaves y con texturas. Así que, viste los ambientes con multitud de cojines de algodón, terciopelo, bordados; plaids y mantas de punto, cortinas de lino… Estas capas proporcionarán calidez y confort.

Si acabamos de mencionar la importancia de los materiales que decoran un dormitorio slow, así como las texturas, no podemos dejar de remarcar la importancia de esa mezcla de tejidos que puedes llevar a la ropa de cama y a las cortinas. No temas en mezclar diferentes tipos de tejidos y tramas, enriquecen cuando no sobresalen especialmente los estampados marcados.

Todos los elementos y detalles que estamos enumerando llevan la decoración slow al dormitorio y lo hacen, sin duda, confortable. Pero no hay que olvidar que el confort no solo se ve sino que se siente. Y ese sentir es también a través del tacto y del oído. Los tejidos absorben ruidos. Un dormitorio silencioso garantiza el descanso. Pero también las texturas se aprecian al tocar las sábanas, por ejemplo, o pasar la mano sobre un mueble. Fundamental: el contacto del pie descalzo con un solo confortable o una alfombra agradable.

Como conexión, siempre que puedas, haz que el interior del dormitorio se prolongue en el exterior en el jardín, una terraza o con las vistas. Sentir ese verde de la vegetación que rodea la casa y verlo a través de una ventana desde la cama, hará que la sensación de pausa esté garantizada.

Se trata de crear una decoración armónica y equilibrada. Sin excesos, sencilla pero confortable. El dormitorio siempre debería ser slow porque en él nos relajamos. Pero una decoración slow es la suma de varios factores para preparar la estancia no solo para el descanso, sino para disfrutar con calma del tiempo pasado en ella.

El orden aporta armonía. En este sentido no pueden faltar muebles para almacenar en el dormitorio. Si bien hemos mencionado que la decoración debe ser sencilla, sin demasiados elementos, con los muebles que te ayudan a organizar sucede lo mismo. Los justos, pero capaces y, a ser posible, que oculten lo que hay que guardar tras puertas ciegas. Esto crea un resultado más limpio visualmente.

La luz natural no puede faltar en un dormitorio con una decoración slow. Porque se busca la luminosidad y ese bienestar que se siente en los espacios bañados por la luz natural. Un dormitorio slow tamiza a su antojo esa entrada de luz con los textiles adecuados que no se interpongan, solo que maticen su fuerza.

El modo de vida consciente y slow tiene mucha conexión con la naturaleza y con esa calma y bienestar que nos aporta el contacto con ella. En los interiores hay que sentirla cerca (algo que se logra con plantas, colores, materiales, texturas, acabados…). Para ello, lleva al dormitorio ese contacto con lo natural a través de plantas. Como aquí, pueden ser plantas naturales. Pero también hay otros trucos decorativos…

No hay colores prohibidos para pintar o decorar el dormitorio, pero sí algunos que aseguran que la atmósfera será la adecuada para calmar y sosegar. Lo colores neutros funcionan porque son relajantes. Son una base idónea para crear la decoración que prefieras. Además, potencian la luminosidad. No hablamos tanto de blanco puro sino de una gama más neutra, afín a las tonalidades tierra más claras. Sobre ella, ¿por qué no incorporar otros colores que te hagan sentir bien, aunque sean oscuros, en menor cantidad?

Suma algún rincón especial al dormitorio, pero que te transmita paz. Como una butaca con una mesita auxiliar al lado, un espacio para meditar, un banco en la ventana para leer o escuchar música… Sentir que tienes un espacio así en el dormitorio, que te ofrece la posibilidad de realizar eso que te gusta para clamarte, ayuda a ver el dormitorio como tu oasis personal.

Y sostenibles. Porque una decoración slow apuesta también por la sostenibilidad y por decorar con elementos que aseguran una larga vida de los materiales y que son obtenidos con garantías. Así que en cuanto al mobiliario decántate por maderas y fibras naturales. En textiles, también 100% naturales; y todo libre de sustancias nocivas. Recuerda que hay certificaciones oficiales que garantizan este hecho y que aparecen indicadas en las fichas técnicas de los productos.

Juega con distintos tipos de luz. Esto es posible combinando luminarias de mesa, apliques, de pie o colgantes. Pero que todas tengan la misma temperatura de color (blanco cálido) y que cuenten con regulador de intensidad para crear la atmósfera que necesites según el momento y uso que vayas a hacer del dormitorio.

Esto significa que los espacios no se saturan. En un dormitorio con decoración slow los adornos son los suficientes. No predominan los estampados marcados ni las paredes muy llenas. Es preferible optar por una pintura que aporte textura (ese aire artesanal de la pintura a la cal o tadelakt es perfecto) o un papel del mismo tipo que por muchos elementos para decorar.

Estas son otras dos claves que te ayudarán a llevar la naturaleza al interior del dormitorio, además de con plantas. Juega con el color verde en diferentes elementos decorativos o añade un toque vegetal con algún papel pintado o estampado textil.

Como en la cocina, Dafne ha optado por añadir pequeñas pinceladas navideñas en el dormitorio. Un ramo con bayas silvestres rojas, para dar un guiño a la Navidad más clásica; unos adornos rosas del árbol en la mesilla de noche... "Sencillo y con encanto", resume. Aquí y allá, no faltan los portavelas (¡un básico en cualquier casa navideña!) que Dafne ha rematado con ramitas verdes y frutos anaranjados de Duranta.

Llegamos a la zona de noche, la que solemos olvidar en la decoración festiva, pero que tiene muchas posibilidades. "Como hemos usado estrellas de fieltro en el árbol del salón y la mesa del comedor, aquí las he vuelto a poner. Del cojín en la cama a la estrella en el cabecero, luminosa y hecha a mano. Lo importante es seguir un hilo conductor, de ahí, también, los cojines y los plaids verdes y azulados, o la corona en la ventana del baño". Es la habitación ideal para despertar el día de Navidad.

Y no podía faltar una zona de armarios tipo vestidor abierto que conecta el dormitorio y el baño entre sí. Los armarios blancos panelados le dan un aspecto de glamour y  ofrecen amplio espacio de almacenamiento para colgar ropa y accesorios de forma discreta. El espejo al final del vestidor refleja la luz y amplía visualmente la estancia. Una pieza indispensable que no podía faltar, ¡ni siendo un mini piso!

Acabamos en el dormitorio: "Como la dueña quería un estilo ‘muy El Mueble’, utilizamos molduras para las paredes y capitoné para el cabecero, un guiño clásico, lo mismo con las caídas", nos informa. ¿Un último secreto para que el piso se vea más grande? “Crear un punto focal hacia las ventanas. Que la luz sea protagonista”, revela Natalia. ¡Reto conseguido!

Este mismo estilo e ideas las encontramos en el dormitorio en suite, una cajita blanca donde se desdibujan los límites: el cabecero con repisa pintado de blanco se funde con las paredes, igual que el canapé, también blanco y, cómo no, con almacenaje interno, los apliques...

En la suite, como en el resto de la casa, se ha optado por pocas piezas, para no recargar el espacio, pero escogidas, como el original cabecero de esparto, a juego con las lámparas del comedor. Da un toque fresco y nos recuerda que en Maranatha se hace vida durante todo el año. Es un placer despertar aquí, con el río de fondo y la cama orientada hacia el jardín.

El dormitorio principal irradia serenidad y elegancia gracias a su tocador sencillo y minimalista. Un rincón de belleza donde la simplicidad se convierte en lujo, flanqueado por dos armarios con puertas de tela que refuerzan ese toque de ligereza y sofisticación, manteniendo la sensación de amplitud en la habitación y proporcionando un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estilo.

En la suite, el baño también es protagonista, con una bañera exenta y unos enormes armarios, idénticos a los que hay a los pies de la cama. "En las puertas de cuarterones de estos armarios, en los apliques del lavabo y en la ropa de cama he buscado ese filo negro de las cortinas del comedor", nos dice Isabel, sabedora de que estos detalles hacen que una casa pase de gustarnos... ¡A enamorarnos!

"Pensamos que la mejor forma de disimularla era hacer un mueble cabecero más profundo en esta parte y también colgar un cuadro. De hecho, fueron sus colores grisáceos los que me inspiraron para la decoración", indica la interiorista. "En la pared del cabecero pusimos papel pintado en un tono gris oscuro y forramos la base de la cama en el mismo color para crear conjunto”, añade. La cama tiene almacenaje y mide 180 cm. Aquí duermen estupendamente, con la luz de las mañanas que entra por el gran ventanal. ¡Su casa soñada se ha hecho realidad!

En el dormitorio continúan las telas en tonos tierra, las fibras en las pantallas de las lámparas y los muebles de madera, al igual que en el resto de la casa, pero con un resultado más sereno.

Como se suele decir, tres son multitud y en el caso de los dormitorios de El Mueble ese es el número máximo de colores que nuestras estilistas combinan en su ropa de cama. Así sucede en este dormitorio decorado por Sol van Dorssen donde blanco y rosa son protagonistas y quedan matizados por un suave color arena. Se trata de un trío relajante, luminoso y femenino, perfecto para el dormitorio. El secreto está en que la ropa de cama tenga una base blanca.  No te pierdas todos los trucos para hacer la cama perfecta. 

"Otras piezas las compramos en tiendas artesanas en Ronda. Y de los viajes a Marruecos nos trajimos las alfombras, las lámparas y la cerámica", nos cuentan. Esta cama procede de un anticuario. 

En nuestros dos looks, hemos tapizado el cabecero y la banqueta con la misma tela y es este juego textil el que marca el carácter de cada estilo. Para la primera propuesta, el cabecero, la banqueta y el faldón se componen de una tela gris, un estilo urbano, confeccionado con la tela Lands de KA International. ¡Queda ideal!

Para esta segunda opción de dormitorio, se ha apostado por un cabecero de cama tapizado por una tela de lino rosa que enmarca la cama vestida por una base clara, con un faldón en blanco y una funda nórdica cruda. 

La mesita de noche en realidad una mini cómoda (de Malana's Workshop). Tiene sobre color roble y frente de madera lacada en color crema con molduras. De estilo afrancesado, queda muy bien con la lámpara de sobremesa de madera y pantalla de lino. El toque de dulzura final y de color lo pone el jarrón con flores, en verde y fucsia.

Los cojines combinan estampados y lisos en rosa y el toque actual de las rayas. 

La mesita de madera pone el contrapunto de calidez. De Little House, combina madera y hierro y tiene un aire industrial y moderno. Sobre ella, el ramo de flores y la lámpara con pie tallado añaden un toque delicado.

La funda nórdica de rayas, también en blanco y gris, pone un toque moderno, mientras que los cojines en tonos mostaza dan un aire sofisticado y el cojín de cuadros dulcifica el resultado. 

El suelo es otro recurso a tener en cuenta a la hora de decorar un dormitorio pequeño. Así, solo con crear continuidad visual eligiendo el mismo pavimento para toda la casa, ya ganarás amplitud.  "En cuanto al color, dependerá mucho del resto de tonos usados en la estancia. Si predominan las tonalidades claras y el dormitorio es luminoso, podrás permitirte un suelo de madera en un tono oscuro o intermedio. A mí me gustan mucho los suelos de madera natural neutra en Punta Hungría o con alguna forma geométrica para crear juego de volúmenes", dice Marta.

"Para que un dormitorio pequeño resulte visualmente más amplio, lo suyo es vestir la cama con textiles lisos y jugar con diferentes texturas para ganar riqueza y personalidad. Y si queremos añadir algún estampado, cuando más sutil, mejor", apunta Eva Mesa.

"En espacios pequeños, donde cada centímetro cuenta, conviene evitar textiles tupidos y apostar por tejidos lisos y ligeros como el lino, que nos encanta, ya que permite el paso de la luz natural, además de crear un ambiente más cálido en la estancia", apunta Eva Mesa.

Las texturas pueden agregar profundidad e interés visual a un espacio, pero es importante mezclarlas de manera equilibrada para evitar una decoración demasiado abrumadora.

Una cómoda blanca es perfecta si quieres rebajar su presencia y ganar claridad. La de la imagen es de estilo gustaviano, muy delicada con su decapado y sus tiradores de latón. En realidad es una pieza restaurada por la propietaria de esta casa decorada por Carolina Sánchez-Vadillo. Lo ideal es colocar la cómoda apoyada en la pared o bajo la ventana, como aquí. Su altura no interfiere con los estores. Además, su tono se ha engamado con la butaca.

Uno de los consejos de la interiorista para dormitorios pequeños es abusar del blanco. Es lo que hizo Zubizarreta en este dormitorio, en el que el cabecero de lino blanco se funde con la pared. ¿Y cómo llevar la personalidad? Con las lámparas y pequeños detalles. Aquí el carácter lo imprime la lámpara de techo de estilo art decó.

Con una base blanca que ayude a ampliar el espacio (fíjate que aquí tanto las paredes como las sábanas como la alfombra son blancos), la madera es básica para aportar calidez. La interiorista también invita a llevar algo de color mediante la ropa de cama. 

Otra de las ideas que propone Natalia Zubizarreta es dejar la pared despejada para ayudar a aportar mayor amplitud al dormitorio. Para darle más personalidad y ayudar a enmarcar la cama propone, igual que ha hecho en este dormitorio, con unas molduras pintadas del mismo color que el cabecero. 

Al poner un espejo, se añadirá amplitud visual. Si lo quieres enmarcado, busca una moldura estrecha. Los marcos blancos y dorados son tendencia. En la foto, puedes encontrar un espejo similar en Pauline (180 x 90 cm), 139'90 € en Maisons du Monde. 

Elige un espejo que cubra toda la pared. Puedes hacerlo con paneles cuadrados adhesivos de 30 x 30 cm (Blodlönn de Ikea, 7'49 €/4 unidades). 

Si quieres que el espejo sea reciclado, puedes buscar espejos grandes de segunda mano en tiendas vintage o en aplicaciones como Wallapop.

Coloca lamas de pino pegadas de suelo a techo en la pared más ruidosa: reducirás el sonido en un 20 %. Friso de pino natural, 9'45 €/m². Adhesivo de montaje, 7,45 €. Todo, en bricodepot.es.

Otra opción son las placas vinílicas. Imitan madera en espiga, similar a la de la foto. Son ligeras y fáciles de poner y sirven de aislante acústico. Revestimiento de Roble Vintage de WallArt, 18'57 €/m², en manomano.es. 

Si hay desniveles que no se pueden arreglar, un estampado hará que queden disimulados. Sobre una pared clara aplica una pintura suave con un rodillo relieve (32,31 €, en etsy.com). Trabaja en franjas verticales de arriba abajo. Practica sobre una tabla antes de pintar. 

Los espejos en tamaño XXL son un "must have" para dar un toque de estilo a cualquier estancia de la casa. Una moda que no nos puede gustar más, y no solo por la luz y amplitud que regalan estos objetos, sino también porque resuelven de forma sencilla y efectista la decoración de las paredes. ¿A qué estás visualizando la pared de tu cama?

Si lo tuyo es el estilo boho chic o simplemente quieres darle un punto exótico a un rincón de tu casa, te proponemos decorar la pared con un tapiz de macramé. Y si queda algo "desangelado", acompáñalo de una composición de cuadros o láminas en los tonos de la decoración. ¿Te animas a hacer tu propio tapiz de macramé? Solo tienes que seguir este paso a paso.

Apostar por un bonito papel pintado es, sin duda, una de las opciones más recurrentes a la hora de decorar el frente de la cama. Más aún en dormitorios pequeños en los que, en ocasiones, no queda más remedio que prescindir de cabecero. Una buena idea es sustituir este mueble por un zócalo que recorra la pared y cubrir la parte superior con un papel pintado que refuerce el estilo de la decoración.