Para este proyecto, se ha creado una estructura puente con armarios altos y bajos, librerías y altillos, para aprovechar toda la pared entre comedor y cocina.
Los armarios altos tienen una profundidad de 40 cm, suficiente para almacenar piezas grandes de vajilla, bandejas y mantelerías sin robar mucho espacio al comedor. Arriba, los altillos se aprovechan con cestas en un lado, y colecciones de libros que se consultan meno, en el otro.
La mesa se ha colocado a la izquierda de la puerta, en línea con el armario vajillero, para no obstaculizar el paso a la cocina. Los bajoplatos de fibra y las servilletas mostaza quitan seriedad a la mesa y sillas clásicas, que son el contrapunto al diseño actual de la estantería.