Flores

Los techos irregulares pueden convertirse en una característica única -y muy útil- en la decoración tu casa. Aprovecha la doble altura de tu piso para crear un salón y comedor visualmente atractivos. Juega con la luminosidad y considera opciones creativas en la decoración para realzar la elegancia de tu espacio.

Un truco de estilista y decorador para renovar sin gastar demasiado: “los toques de flor cortada, como ramos o centros, ponen una nota de color en cualquier rincón de tu casa” dice Olga López de Vera. Además de color, aportan frescura, y transmiten cuidado y atención por los detalles.

Si quieres que entre el color en tu salón no necesariamente tienes que pintar o empapelar las paredes. La clave está en los accesorios (y algunos muebles), desde las flores hasta los textiles de los cojines o cortinas. Mira cómo cambia este salón según los colores.

Es el rey de las terrazas y jardines en verano y un gran ambientador natural, sus flores crecen de mayo a septiembre. Esta preciosa planta crece con más fuerza durante los meses de calor, los cuales deberás regarla muy a menudo, cada dos días, pero en invierno puedes bajar su riego a una vez por semana.

 Para no recargar visualmente el ambiente, un banco atraviesa el salón. Su función: para sentarse, para almacenar, convertirse en una estantería... Lo tiene todo. Mesa, de Ikea. Entra en este piso de Malasaña y enamórate de él. 

Es una pieza a medida realizada por Mónica Jessen de Muebles Moon y recuerda los armarios antiguos típicos de las casas de campo. El papel pintado de grandes motivos florales refuerza esta atmósfera campestre. 

Con poco más de 35 m², este apartamento ofrece la mejor de las escapadas: está a pocos metros de las playas más agrestes de Formentera. Pero además, cuenta con un porche que amplía los escasos metros interiores y en el que en verano se hace muchísima vida. 

Si algo le siente bien al look natural son las piezas o los complementos artesanales, recuperados o handmade. En este dormitorio, la banqueta, que procede de Catalina House, encaja a la perfección en una atmósfera tan natural como sosegada.  

Sobre un manto de hojas de fieltro, con esta alfombra de Nani Marquina. La composición te transporta al exterior y más si caminas con los piel descalzos mientras hueles las flores frescas sobre las mesas auxiliares. 

Y es que nos encantan y en una casa muebler no puede faltar. Si apuestas por las de temporada serán más económicas. Un consejo: si las flores son pequeñas puedes usar copas y vasos de diferentes alturas como jarrones. Mejor si son de cristal transparente, porque así destaca más el brillo del agua y da más sensación de frescura.

Los jabones de pastilla son un recurso doblemente útil. Colócalos en boles transparentes para que decoren con sus colores y formas diversas y, a la vez, aromaticen el baño.

Personaliza tus celebraciones con detalles creativos: confecciona individuales con papel, originales servilleteros con telas o cintas, pon el nombre de tus invitados en etiquetas realizadas a mano, pon un centro de mesa con flor cortada... Las posibilidades son casi infinitas. Lo más importante es que hagas lo que hagas, la mesa refleje el cariño que le has puesto.

Más agradecida que una hortensia... difícil. Si crees que tú nunca podrás tener plantas con flor en tu terraza porque no le da el sol, ahí están las hortensias para demostrarte que estás muy equivocada. Plántala en tierra ácida y mantenla siempre húmeda. ¡Aguantará años!

Puedes vestir a tu casa con arpilleras, linos y fibras, decorarla con los colores de la naturaleza y hasta poner vigas en el techo. Y que no falten las plantas y las flores, pero no cualquiera. Apuesta por las variedades silvestres para darle ese aire country. 

Rellena y usa botes dosificadores para el champú y el gel. Evitarás 'ruido visual' y te dará más sensación de orden. Además, ahorrarás a final de mes.

Nunca falla, sobre todo en las vajillas, ya que da elegancia y brillo. Esta, de Federica & Co, se ha combinado además con las copas, también con ribete dorado, lo que crea un conjunto delicado y con una pátina vintage. 

La hortensia es una flor ideal para tu terraza o para un jardín. Requiere mucha humedad y para conseguir que sus flores sean de color rosa intenso, debes elegir una variedad rosada y plantarla en una tierra muy poco ácida. A principio de primavera, poda los brotes superiores, los más duros, y conseguirás una mejor floración. 

Las flores nunca están de más, aportan vitalidad, alegría y color y perfuman el ambiente de aromas y buen rollo.

Las decoradoras se inspiraron en la película 'Cuando menos te lo esperas' de Diane Keaton y Jack Nicholson. "Aunque la hicimos ¡en versión sierra de Madrid!", nos comenta Nuria Mateo, la propietaria. (Mira aquí más ideas del 'Estilo Hamptons').

Esta tetera con asa superior es de El Siglo, igual que la azucarera a juego. 

Los muebles y accesorios de madera natural están al alza. Y es que la raw wood queda bien en cualquier rincón y se ha colado en los hogares más trendy para llenarlos de fuerza y personalidad. 

 Si quieres que tu mueble parezca otro y no te importa sacrificar el aire natural de la madera, ¿por qué no lo pintas? Aquí te damos los trucos para renovar muebles de madera solo con pintura.

Ya sea en vistosos ramos naturales, en flores secas a modo de adorno o como motivos estampados, las flores no pueden faltar en una decoración de este estilo. Aquí, el papel pintado con grandes motivos florales procede de Casa & Jardín. 

Las cortinas vaporosas y la lámpara de techo junto con la pérgola tapizada por las enredaderas dan un ambiente romántico que contrasta con las sillas de diseño Panton, de Casa y Campo.

 En este ramo (de floristería Bouquet) combinamos flores y hojas duraderas con colores otoñales: sedum, dalias, hojas de eucalyptus cinereas, clematis, amarantos, skimmias, malus (o manzanos) y abelias. 

Di sí a una mesa otoñal llena de flores y vida. Aquí pusimos el mantel Lauren Hielo de Filocolore (136 €). El plato de postre con flores (5,99 €), el plato llano de loza con flor (7,99 €) y la servilleta (19,99 €) son de Zara Home. El plato llano verde es de Azul Tierra (8,50 €).

Se llevan los manteles y caminos de mesa con estampados florales. Este juego de mantel (desde39 €) y servilletas (17,95 €) es de El Corte Inglés.

Puedes combinar una base de cojines lisos con dos o tres cojines estampados. El cojín colorido de flores es de Zara Home (19,99 €) y el alargado de flores verdes es de Filocolore. La mesa de centro y el bol son de Home Design International.

Los niños y tú podéis recoger ramitas y hojas para decorar o hacer una corona. La lámina Blue Botanical Print es de Pepa Paper (24 €). Las toallas Jacquard Floral son de Zara Home (7,99 €). El espejo y la mesa son de Azul Tierra.

 La Provenza sin las flores no sería la misma. No te cortes e invítalas a participar en la decoración. En la vajilla, en la mantelería, en forma de arreglos o de flor cortada, como aquí... Para que el efecto sea más "auténtico", mejor si eliges flores silvestres o, si tienes jardín, recién cortadas. 

Es un clásico de este estilo. Y si es con motivos naturales o florales, mucho mejor. 

 Las librerías que aprovechan la altura y llegan hasta arriba del umbral de la puerta sacan partido máximo al espacio. El fondo útil necesitará
unos 30-35 cm. Los libros grandes entrarán en unos 35-40 cm de altura. El escritorio de madera de teca es de Mercader de Venecia y la silla, de India & Pacific.

Cuando mires a tu casa no pienses en m2 hazlo en m3, porque un espacio pequeño con techos altos puede crecer en vertical. ¿Y cómo lo aprovecho? Para guardar, planificando armarios o librerías hasta el techo, como esta diseñada por Pablo Álvarez de Lara. ¿Su objetivo? Integrar el almacenaje en la arquitectura. Y para dormir, unas literas que ganan camas a lo alto. Además, si tienes techos de más de 3 metros de alto puedes plantearte sumar metros reales con una entreplanta. En ella puedes ubicar una zona de trabajo, más sitio para guardar o una cama extra para los invitados.

Arrima los sofás a las paredes para no tapar las vistas ni el paso de la claridad. Es un buen recurso para despejar el espacio central y que el salón se vea más grande.Elige colores claros, se alían con la luz, y piezas ligeras y tramadas, como estos pufs de caña, que la dejan pasar. Además tienen la versatilidad en su ADN ya que sirven de asiento y de mesa auxiliar. 

No es necesario contar con una cubertería antigua de plata para que esta luzca como si lo fuera. Las cuberterías de inspiración retro visten de elegancia y singularidad la mesa y, en función de la vajilla o la cristalería con las que las acompañes, la mise en place será más o menos festiva. Esta es de Azul Tierra. 

Poco importa que la comida sea de fiesta o informal, este juego de cubiertos dorados darán una nota de color, elegancia y descaro a la mesa. Además, el acabado oro, igual que el cobrizo, es tendencia. Estos, bañados en oro, son de Zara Home y cuestan desde 4,50 €/u.

"Cuando visto una mesa con flores, siempre prefiero colocar varios jarrones pequeños con una flor o un bol con flores en agua, en vez de un gran ramo, ya que puede entorpecer en la mesa". Monica Klamburg. En este comedor la mesa y las sillas son de Borgia Conti y el mantel de Zara Home.

"Siempre utilizo jarrones de cristal transparente. Destacan el brillo del agua y da sensación de frescor. El tamaño de los jarrones y de los ramos debe ser proporcional al espacio y al sitio donde se van a colocar". Elisabeth Vidri

"Uno de los trucos que siempre funcionan para poner una nota floral a la mesa de comedor o de centro es utilizar algunas piezas seleccionadas a modo de florero o centro de flores. Una sopera antigua, como aquí, o una jarra de cristal tallada decoran mucho más y dan un toque muy personal a la decoración". Cristina Castaño

O más bien para atenuar los olores de casa de forma suave y sana. Pon un ramillete de hojas de laurel en un jarrón mezclado con otros verdes, en la mesa y en cada estancia. También sirve un bol con hojas secas picadas. El laurel es útil también para evitar la aparición de bichitos en la despensa: esparce algunas hojas y los tendrás a raya.

Puedes tener un juego para cada estación, adaptando la decoración que procura su estampado a la época del año en que estés. En primavera, uno de flores como este de Coton et Bois, resulta ideal. En otoño, uno de lino destacará los colores tierra propios de esta estación, que reclama mayor calidez. En invierno, alegra tu mesa para las festividades navideñas con manteles con un toque glitter, lisos pero con un aire sofisticado. Para verano, un mantel de algodón aportará frescura a tu mesa. 

Rosados, blancos, verdes, arenas... Dan luz y suavidad a las chimeneas, que suelen tener mucha presencia y su hueco puede oscurecer los espacios cuando están apagadas. Velas, detalles de fibra, cristal y toques de verde y flor son el pack decorativo ideal para ellas. 

Agua y fuego son antagónicos, pero gracias a las velas flotantes pueden estar (casi) juntos. Colócalas en la mesa de centro del salón. 

Y tamaños y formas... Utiliza velas como accesorios decorativos y muéstralas en estanterías. Juega con la paleta cromática de los textiles de la estancia, los lomos de los libros o incluso de las flores del jarrón. ¡Alucinarás con el resultado!

Cada sofá cuenta con una mesa auxiliar que, a un lado, permite dejar los mandos o la merienda y, al otro, tener los libros a mano y una lámpara de sobremesa (esta es de Sacum). Para que sea práctico, coloca las mesas auxiliares a unos 20 cm del sofá. 

¡Qué tendrá esta casa para que sus dueños autralianos crucen medio mundo para venir a vivir unos meses al año! Conocida como la Granja del Buendios (Ferme du Bondieu) está rodeada de viñas medievales y olivos. Mírala toda entera aquí. Mesa y sillas de hierro antiguas, en color verde. Las encontrara´s parecidas en Fe´lix Lozal.

Si eres amante de las antigüedades y por supuesto de los libros, aprovecha un rincón de la mesa para mostrar algún incunable y así airearlo un poco.

Usa un libro para dejar la taza de café sobre él. Evitarás manchar la mesa y le da un toque muy “intelectual”.

Una combinación de libros más flores da mucho juego: apila algunos libros y úsalos como base para un centro de mesa. ¿La guinda del pastel? Que los lomos de los libros combinen con las flores.