No insistas, mantener las paredes de tu casa en un blanco impoluto ya no se lleva. Y no te digo nada si las tienes de ese color vainilla que hizo furor en los 90. El blanco puro más que iluminar, deslumbra.
SOLUCIÓN: Tu casa se verá más actual si decides pintarla en un tono blanco roto que tienda ligeramente al beige, en tonos arena mucho más cálidos o en un gris claro, súper elegante. Para la decoración de este salón, la interiorista Estela López eligió un blanco roto que le hace mucho más acogedor.
Sofá, de Joquer, en La Oca Selezione. Mesa de centro, de Taller de las Indias. Butaca y puf, de K.A International. Cómoda, de Rue Vintage 74. Cuadro, de María Miralles.