Tu salón... ¿soso? A todos pongo por testigo que jamás volverán a llamarlo así. ¡Pues manos a la obra! Y es que esta es pared de aquí abajo bien podría ser la de tu salón y, los cuadros, los que tienes guardados y hace tiempo que querías colgar. Con un poco de ayuda, como estos consejos que te damos y algún voluntario para echarte una mano, puedes transformar esa pared en tu lienzo XL más personal.
Cuatro pasos para una pared arty
¿Te animas a probar? Sigue estos cuatro pasos y verás lo fácil que resulta:
1. Mix de formatos. Piensa cuántos cuadros caben en la pared que has seleccionado en función del tamaño que tengan. En esta de la foto de arriba cupieron 11 de tres tamaños distintos.
2. ¿Y el líder? La base de la composición tiene que ser el cuadro más grande. En este caso: la lámina en blanco y negro. Colócalo sobre el sofá, algo descentrado, con los demás cuadros alrededor. Deja 30 cm de separación entre el respaldo del sofá y los cuadros.
3. Unifica los colores. Aunque los cuadros sean de estilos distintos, lo ideal es que tengan tonos parecidos. Ganarás armonía. Es importante que la composición te guste a ti, pero evita colgar las obras más oscuras juntas. Es mejor que las alternes con las claritas.
4. A cada cuadro, su marco. Los blancos son más ligeros, pero también quedan genial los de madera natural y en negro. Un consejo: no pongas más de cuatro tipos de marcos distintos o convertirás la pared en un batiburrillo.
Mide y visualiza
Antes de empezar a crear composiciones o agujerear la pared, delimita el espacio que ocupará tu composición. Este marco imaginario te servirá para definir el lugar perfecto para cada pieza.
Las medidas clave
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Entre cuadro y cuadro, deja al menos 5 cm de separación. Así no competirán entre ellos.
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Los cuadros de menos de 75 cm de alto han de ponerse por encima del nivel de los ojos.
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La altura correcta es la de los ojos, para que las imágenes no se deformen. Haz un punto a 1,70 m del suelo y que los cuadros giren alrededor.
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Calcula la distancia entre el mueble y el techo y destina 2/3 para la composición, separada del sofá unos 20 cm.
Pureza simétrica o libre albedrío
Tú eliges. Si te gusta el orden, entonces apuesta por las composiciones en las que rija la simetría. Pero si buscas dinamismo, entonces las composiciones irregulares encajarán mucho mejor con tu personalidad. En este segundo caso, antes de empezar, una muy buena opción es recortar tantas cartulinas u hojas de papel kraft como cuadros quieras colgar y simular la composición en la pared. Así podrás quitar y poner, asignando un cuadro determinado a cada recorte. Las paredes mandan
Si la pared donde vas a crear tu composición es pequeña, coloca cuadros pequeños y medianos. ¡Ojo! Porque si solo pones pequeños podría quedar algo ridículo. Si la pared es muy grande, entonces llénala de cuadros de gran formato. Un consejo: deja 40 cm de margen entre los cuadro más altos y el techo.
Los marcos marcan estilo
De madera. En tonos claros, para un estilo nórdico. Para ambientes rústicos es mejor la madera en tono medio o tirando a oscuro. Si es envejecida, quedará genial en ambientes vintage.
En blanco. Si la pared también es blanca, dará todo el protagonismo a la obra, ya sea una foto, una lámina o un print. Ideal para ambientes minimalistas. Si la pared es oscura, como gris o azul, entonces creará un vistoso contraste.
En negro. Delimitará perfectamente la obra que enmarca. Además, sumará elegancia.
Con molduras. Sumará textura a la composición y a la decoración.
En dorado. Un toque glam o clásico. Procura no abusar de marcos de este color en una misma composición. Mejor que brille por sí solo.
Ideas que funcionan
En blanco y negro. Las fotos familiares, con amigos o los ya tan conocidos selfies decorarán mucho mejor si son en esta combinación blanco y negro.
Colgar sin taladrar. Adiós a los agujeros. Existen alternativas que te evitarán dejar la pared como un colador como los superadhesivos (los hay para más de 2 kg) o las baldas, bastará con colocar un estante y basta, no más agujeros, pues puedes colocar los cuadros apoyados en él.
Antes de colgar. Prueba a colocar los cuadros en el suelo y muévelos hasta dar con la combinación ideal antes de trasladarlos a la pared. Otra opción es hacer un croquis dibujando sobre papel las distintas composiciones que imaginas o hacerlo, si tienes mano, en el ordenador utilizando algún programa de diseño.