Donde la vemos, antes era el estudio del hijo de los propietarios, pero tras emanciparse, decidieron recuperar este espacio. "Ahora es un refugio relajante para descansar al volver del trabajo, con un vestidor, un escritorio y un estar. Quería tener una sensación de desconexión y darle un aire luminoso, fresco y limpio", explica la propietaria y decoradora Elena Jiménez.
Cabecero de lino de Yutes, apliques Tolomeo de Artemide y mesitas, baúles y cesta de Azul-Tierra.