Cretonas, toile de jouy, rombos, tartán, cuadros... Hubo una época –y no hace mucho de esto– en que veíamos una tela con estos estampados y sacábamos los ajos y el crucifijo. Pero hoy, han vuelto demostrando que con ellos se consiguen espacios más personales y atrevidos, y no solo aplicados a cojines y mantitas. No, no. Y si no te lo imaginas... sigue leyendo.