Realmente, son cuatro maderas superpuestas pero ¡qué exitazo han tenido! ¿Por qué? Porque con ellas puede hacerse realmente de todo. Es cuestión de ponerle imaginación y de eso, está claro que no falta en el mundo del diseño y la sostenibilidad. Con ellos, se crean desde detalles tan pequeños como farolillos, hasta camas de lo más personales. ¡Mira qué ideas!
Un mueble a medida con palés
Una imagen vale más que mil palabras. ¿Has visto? En este mueble de recibidor no falta de nada.
Un banco para descalzarse, unos colgadores agarrados a las lamas para dejar los abrigos, estanterías para bolsos o lo que tú quieras... Y además, es ideal para espacios pequeños porque el color blanco y sus aperturas lo hacen muy ligero.
Madera "Hulk": muebles de exterior con palés
Pensados para transportar grandes cargas, son los "increíbles Hulk" de la madera. Lo resisten todo. Incluso el mal tiempo. De ahí que muchas terrazas se decoren con ellos a modo de sofás, tumbonas, mesas de exterior, incluso jardines verticales.
Son ligeros pero resistentes. Duraderos y económicos. Y muy, muy versátiles
Un guerrero domesticado: palés para muebles de interior
¡Quién le hubiera dicho al inventor del palé, que su lift truck platform (plataforma elevadora para camiones) de 1924 se convertiría en el siglo XXI en una pieza decorativa de diseño! La creatividad y la necesidad de ser sostenibles han transformado su uso y de transportar material militar durante la Segunda Guerra Mundial han pasado a llevar jarrones con ramos de flores.
En este salón, una estructura de palés usados se convierte en un mueble separador con ruedas que puede dar intimidad con unas plantas encima a cualquier rincón de la buhardilla, y un palé decapado, también con ruedas, se convierte en una mesa movible que puedes dejar frente al sofá o llevarte a la terraza.
Palés para todos los estilos
Realmente, sirve para todo y encaja en todos los estilos. Pertenezcas al Baby Boom o a la Generación X, seas Millennial o nativo digital, el palet puede convertirse en una pieza decorativa más en tu casa. Y es que puedes darle el aire que quieras con pequeños cambios. ¿Un ejemplo? Sigamos con el de la mesa de centro.
A cada estilo, su mesa de centro
- Estilo clásico: pinta el palé de blanco y ponle un cristal encima.
- Estilo vintage: pinta el palé de oscuro, luego dale una mano blanca de pintura chalk paint y hazle pequeños decapados para darle aire envejecido.
- Estilo industrial: al palé de color natural, le añades unas ruedas de hierro negras, grandes.
- Estilo eco: un palé o varios apilados, envejecidos, sin ruedas.
Ideal para zona de juegos
Un palé con una colchoneta puede ser un cómodo rincón para sentarse y leer cuentos o jugar. Y lo mejor, es tan ligero que lo podrás trasladar donde tú quieras de tal modo que se convierta en un asiento extra en el salón si tienes visitas o si tu peque es de los que prefieren jugar cerca de ti. Mira qué bien queda en la galería de fotos y cópialo en la habitación de tu peque.
No hay límites para crear
El palé es tan básico como un lienzo en blanco y esto es lo que lo hace perfecto para dejar volar la imaginación. En horizontal, puedes hacer todo tipo de superficies de apoyo y en vertical, sus huecos permiten guardar, casi de todo: botellas, platos, colecciones, zapatos, libros...
En este dormitorio, los palets en horizontal son un somier y en vertical, un cabecero que pone límite y da cobijo a las almohadas. Una estructura airosa que gana más ligereza todavía colgada del techo por gruesas cuerdas. ¡Creatividad al poder!
Si quieres seguir inspirándote, entra en nuestra galería de imágenes. Encontrarás piezas "paleteras" que querrás tener ¡pero ya!