Cortinas

El estilo rústico de los algodones y los linos gruesos van a ser otra de las tendencias fuertes de este verano, nos desvela Natalia Zubizarreta. "Los tejidos estarán muy presentes en cortinas que harán las veces de separación de espacios, en lugar de tabiques". La organizadora profesional Genoveva Núñez decidió decorar con cortinas de lino su casa de verano para dar más frescura a las estancias. 

Las cortinas estampadas cada vez están menos presentes en las casas de El Mueble, así que si tu salón aún las conserva, lo mejor es que las cambies por unas lisas, de lino o algodón, en un tono claro y neutro. En este salón, además, se han combinado los tonos de las cortinas con los dos grandes cuadros de mariposas que decoran la pared del sofá y también se ven desfasados. Así que le convendría una buena limpieza de estampados y dejar las paredes más vacías. Te recordamos las claves para elegir las cortinas del salón. 

La lujuria puede hacer que descuides la privacidad de tu dormitorio, lo cual es esencial para un espacio íntimo. Viste las ventanas con cortinas y estores o visillos que proporcionen cierta intimidad o de lo contrario, te arriesgas a crear una sensación incómoda.

"Huye de caídas brillantes o recargadas, ropa de cama en rasos brillantes… Los tejidos tienen que ser naturales y mates, pues aportan mucha más calma", dice la interiorista.

"Me produce claustrofobia un salón con poca luz natural y por eso tengo manía a las cortinas oscuras, da igual cómo sean", señala Marta. Y se suma Olga a esta verdad absoluta.

Graciela no soporta que haya paredes sin decorar en el salón. "Me resultan muy impersonales y el salón en un espacio para sentirse bien". Y, por otro lado, Sandra, señala que "¿por qué hay gente que satura las paredes del salón? Necesitan que haya algo en cada una. No, en su justa medida. Puede quedar una pared desnuda y no pasa nada". ¿Dónde te encuentras tú?

Acabamos en el dormitorio: "Como la dueña quería un estilo ‘muy El Mueble’, utilizamos molduras para las paredes y capitoné para el cabecero, un guiño clásico, lo mismo con las caídas", nos informa. ¿Un último secreto para que el piso se vea más grande? “Crear un punto focal hacia las ventanas. Que la luz sea protagonista”, revela Natalia. ¡Reto conseguido!

El vestidor se ha habilitado en el acceso al dormitorio, aprovechando el espacio y ganando intimidad. Los ventanales a pie de cama, que abren la suite al porche, se han vestido, como en el resto de la casa, con generosas cortinas de lino, creando un confortable efecto de pared entelada.

Volviendo al arrimadero del salón, este tiene una balda de roble que da un plus de calidez. Esta madera se va repitiendo en varios elementos a lo largo de la casa, como las mesas de centro, la mesa de comedor (que mide nada más y nada menos que 3 metros) y algunos muebles de la cocina.

Máxima transparencia y un aire liviano y más actual es lo que consigues al vestir tus ventanas con visillos. Estos proceden de Ikea y son confeccionados, con lo que resultan más económicos que unos visillos hechos a medida. Su desventaja es que deberás ceñirte a los tamaños estándar (entre 1,20- 1,50 m de ancho y 2,50-2,80 m de alto). Y tendrás que ajustar el largo de la tela a la altura que necesites. En esta cocina, los visillos combinados con una barra en negro, quedan más modernos, contrastan con el blanco y el resto de tonos neutros de la decoración. Y, además, van a juego con las carpinterías en negro. 

Unas cortinas largas son una gran ayuda para hacer que un salón pequeño se sienta más amplio y acogedor. Primero porque, al colgarlas del techo hasta el suelo, se crea sensación de verticalidad y amplitud visual, y segundo, su textura sumará calidez.

"En espacios pequeños, donde cada centímetro cuenta, conviene evitar textiles tupidos y apostar por tejidos lisos y ligeros como el lino, que nos encanta, ya que permite el paso de la luz natural, además de crear un ambiente más cálido en la estancia", apunta Eva Mesa.

Una forma atractiva y muy práctica de vestir un cerramiento de puertas correderas que conduce al jardín es instalar un estor en cada hoja. De esta forma, cuando la puerta esté abierta podrás subir uno y dejar el otro bajado para tamizar la luz.

Si en decoración de tu salón dominan los tonos neutros, no descartes apostar por algo por algo más arriesgado en las cortinas (todo lo arriesgado que tú quieras). Grandes motivos en tonos vivos y alegres quedarán igual de bien que unas cortinas decoradas con diseños discretos sobre fondo neutro o en la misma tonalidad que la pared. 

Si no te gusta que las barras de las que cuelgan las cortinas queden a la vista, tienes muchos recursos para ocultarlas: desde las clásicas molduras decorativas hasta soluciones más actuales y minimalistas. En este salón, entre el techo y el ventanal queda un cajeado que se ha dejado para ocultar el sistema de las cortinas.

¿Cuánto deben medir las cortinas de ancho? Mide el ancho de tu ventana y a esta medida, añade entre 15 y 20 cm más por cada lado. Ten en cuenta que una distancia demasiado corta entre la ventana y el final de la cortina no queda bien. Incluso, si quieres engañar al ojo, hacer más grande la ventana y a su vez al abrirla, con facilidad y que nos quede una visión más limpia y despejada, bien del ventanal, bien de unas puertas acristaladas, puedes añadir entre 20 y 25 cm por cada lado. En este salón, invaden parte de las paredes que flanquean el cerramiento.

Y ganarás riqueza visual. A la hora de escoger el color de las cortinas es importante tener en cuenta el de la paredes, bien para crear un ambiente armónico en el que nada desentone, bien para crear contraste. Lo cierto es que si las paredes de tu salón son de color blanco, lo tienes muy fácil: cualquier color será una buena opción para las cortinas. Aunque eso sí, mejor que esté en la misma gama que las tapicerías, que exista un hilo conductor que dé unidad al conjunto.

El buen tiempo nos pide tejidos ligeros en tonos claros, muy claros, tanto que el blanco sigue siendo el color preferido a la hora de vestir las ventanas. Pero en ese objetivo por darle flow al salón, te proponemos acompañarlos con unas caídas en uno de los colores presentes en la decoración. En este caso se optó por repetir el tono de la butaca de la zona de estar.

Combinar cortinas y estores para vestir las ventanas del salón sigue siendo una de las opciones preferidas de muchos interioristas. Y no es de extrañar, ya que esta pareja ofrece un sinfín de combinaciones posibles. Puedes elegir ambos tejidos en el mismo tono, en colores contrastados, jugar con lisos y estampados, apostar por el mismo tejido para cortinas y estores, confeccionar las caídas en lino o algodón y los estores de screen o fibra vegetal… 

El comedor es la zona más extensa e iluminada de la casa, conectando con la cocina y el salón. Sus grandes ventanales se abren a balcones con vistas a París. Destaca el suelo de parqué de chevrón en toda la casa, fácil de identificar por su forma en V. Este tipo de suelo es propio en viviendas elegantes y clásicas.

Se puede ver claramente las molduras en la pared, una bonita vitrina de exposición y una iluminación en las cornisas del techo, aportando una luz indirecta muy sofisticada. Pero lo que verdaderamente llama la atención, son las sillas y la mesa del comedor de estilo moderno Art Decó en tonos grises y patas doradas, en armonía con el textil de las cortinas.

Si cuentas con ventanas en el pasillo, favorece el paso de la luz minimizando los obstáculos, ya sea con muebles que las tapen o con cortinas muy tupidas. Si quieres vestirlas con cortinas, elige telas livianas, de trama abierta y apuesta por colores claros, como se ha hecho aquí. 

Este dormitorio rústico sintetiza a la perfección las claves de la slow deco: un luminoso y relajando blanco como base de la decoración, materiales naturales, toques de artesanía, madera, luz natural... Y las cortinas, de lino pero muy ligeras, contribuyen a reforzar este look, ya que tamizan de manera muy agradable la luz y dan intimidad, pero sin bloquear las vistas, que llevan la naturaleza dentro de casa.  

Este dormitorio es una invitación al relax, con textiles naturales y una paleta cromática muy suave, dos principios básicos de una decoración slow. Y las cortinas, con caída y de un cálido blanco roto, refuerzan esta atmósfera. No solo visten el gran ventanal a pie de cama, sino que corridas crean un agradable efecto de pared entelada.  

Las decoradoras Sandra Vergara y Laura Rodríguez decoraron este salón moderno con una combinación de minimalistas estores tipo screen y cortinas más clásicas, que ayudan a vestir más el espacio y a regular la entrada de luz. En este sentido, han reservado para las cortinas la tela más tupida y para darle un plus decorativo, la han completado con un faldón en contraste. 

De sabor campestre, este dormitorio respira una atmósfera relajante que invita al descanso. El techo de madera envuelve el espacio de calidez, y el gran ventanal que abre el dormitorio al jardín se ha vestido con unas cortinas muy vaporosas de lino rústico. Sujetas a la barra por trabillas, dan un toque casual al espacio. 

Unas cortinas de lino en tonos naturales son un infalible en una decoración slow. Aquí, los grandes ventanales que abren la zona de día al jardín se han vestido con caídas de lino. Si te gusta que tengan movimiento, elígelas de un lino poco tupido y de trama abierta. 

Estas cortinas, confeccionadas con el doble de tela, visten de manera muy estilosa el ventanal de este dormitorio. Al confeccionarse con el doble de tela, recogidas adquieren más volumen y más fruncidos, lo que da un plus de calidez y elegancia al espacio. 

La decoradora Lara Vallés completó la decoración de este salón de montaña con unas ligeras cortinas de lino rústico, de aspecto muy natural y con textura, que visten el espacio sin frenar la entrada de luz. Para integrarlas en la decoración, se han elegido de un tono tostado que, además, al filtrar la luz, da un efecto más acogedor. 

Apostar por una doble cortina es una opción tan elegante como práctica para vestir un espacio. Reserva, como aquí, la tela más clara y ligera para el visillo, y la más tupida y decorativa para la sobrecortina. Así, mientras el visillo regula la entrada de luz, la cortina suma calidez e intimidad. 

Además de proporcionar intimidad y tamizar el paso de la luz, las cortinas harán que todas las estancias de tu casa parezcan mucho más vestidas y elegantes. Elige cortinas para ventanas grandes y cuando no haya muebles bajo ella, en cuyo caso será mejor decantarse por unos estores. 

Un consejo: si quieres acentuar su caída, deja que tus cortinas arrastren un poco por el suelo. El efecto será mucho más elegante. 

En todas las estancias de la casa se pueden encontrar piezas únicas y antiguas que le dan el toque de estilo rústico a la casa. El dormitorio no podía ser menos, "a mi marido le encantan las antigüedades y en esta casa hay varias repartidas aquí y allá. Las mesitas de noche, por ejemplo, vienen de China", indica Leija. 

Los dormitorios infantiles necesitan luz y color para lograr un look moderno y atrevido. Por eso, el equipo de Alto Interiorismo eligió en este de la imagen unas cortinas de lino ligeras y en un color azul, a juego con las camas. El ambiente playero y de vacaciones se palpa aunque no estemos en ese modo on, todavía.

¿Quieres darle un toque contemporáneo a tu dormitorio? Decóralo en gris y azul. El interiorista Roger Bellera pintó las paredes de este en un azul suave y para las cortinas eligió un lino en gris claro. Un modelo atemporal y discreto, ideal para ganar luz y divisar el paisaje aunque estén echadas. Con el mar de fondo, sería un pecado no disfrutarlo.

Las cortinas en los dormitorios actuales también se llevan extra largas, del mismo modo que las cortinas de un salón moderno. Si quieres darle ese punto chic colócalas a ras del techo y déjalas caer con gracia 15 centímetros. Es lo que ha hecho en este dormitorio juvenil el equipo de Proyecto 3 Interiorismo.

¿Otra combinación de éxito en los dormitorios modernos? Acompañar las cortinas con otro tipo de filtradores de luz, como los estores. En este caso, la interiorista Anna Vendrell ha elegido un screen vegetal, mucho más moderno. Este además de tamizar la luz, es un excelente termoregulador de la temperatura. Junto con la cortina en un beige muy suave dan calidez y un look natural, sin restar un ápice de luz. 

Si ves tu dormitorio demasiado clásico, modernízalo con los complementos, como ha hecho aquí la interiorista Lucía Casaus, de GC Studio. Para ello se ha decantado por textiles en tonos marrones que van desde los arenas en la cama hasta los más ocres en las cortinas. Así se asegura calidez y dinamismo. ¿Otro truco para actualizarlo? Utiliza el mismo color de las cortinas en el canapé de la cama.