Color

Nada como los tonos neutros para lograr ambientes relajados y acogedores. Y en 2022, esta tendencia decorativa sigue al alza. Por eso, si estás pensando en cambiar el look de tu casa, acertarás de pleno si pintas las paredes en una paleta suave de color: blanco roto, beige, rosa palo, tonos tierra o gris clarito son opciones seguras. Añade contrapuntos de contraste a través de los complementos para poner en punto de optimismo.

Si no tienes demasiado espacio para poner un perchero (los de pared ocupan menos que los de pie), esta alternativa puede que te convenza. Se trata de colocar varios colgadores redondos de diferente tamaño y color. De esta manera no te roban espacio y al mismo tiempo crean un efecto decorativo muy original.

¿Qué colores dominan en este tipo de decoraciones? Si quieres que en tu casa domine una estética minimalista súper cálida, es fácil: parte de una base neutra, con paredes y tapicerías en tonos blancos o crudos, y después se añaden pinceladas de contraste en una paleta de colores cálidos: desde el color beige y tonos arena hasta ocres y marrones. 

Aunque no lo creas, el negro es un color completamente válido para un dormitorio juvenil pequeño en el que falta el espacio. Ahora, ha de contar una gran ventana que garantice la luz y combinarse con el color blanco. Así lo hizo la interiorista Paula Duarte en el dormitorio de su hija. 

El círculo cromático nos ofrece diferentes colores fríos con los que decorar el dormitorio sin perder esa atmósfera de paz que tanto buscamos. Y dentro de esa franja de tonalidades, las más oscuras destacan por su personalidad, por su potencia decorativa, que parece superar a los tonos más claros. Sucede con el azul, con el verde y, como podemos ver en la imagen, también con el gris. El tono gris humo de las paredes de esta habitación no puede ser más especial y moderno. Decídete por él y combínalo con cualquier otro color en los muebles o la ropa de cama. ¿Te animas?

Si, además de una atmósfera relajante, estás buscando crear un ambiente acogedor y cálido en tu dormitorio, el color beige es perfecto para las paredes. Aunque no es una tonalidad fría (que son las que transmiten más tranquilidad), tampoco resulta estresante ni atenta contra el descanso. Combínalo con blanco y el efecto será más relajado. Dormirás de maravilla.

En materia de decoración, la serenidad no está reñida con la elegancia. Así lo demuestra el dormitorio moderno que ves en la imagen, perteneciente a la casa de la interiorista Paula Duarte. La pared del cabecero se ha pintado de un color gris grafito, y resulta cosmopolita y actual. Además, por oscuro que sea la tonalidad, continúa transmitiendo paz y relax.

¿Quieres para tu dormitorio un color especial que te traiga recuerdos de la naturaleza? Una forma de lograrlo es pintar la pared del cabecero con un verde oscuro e intenso. Y, sobre todo, sin interferir en el descanso nocturno, ya que el verde, por oscuro que sea, favorece el relax y la tranquilidad. Además, es un color moderno que combina de maravilla con tonos tostados, ocres y con el tono de la madera natural.

Que el verde es una opción perfecta para pintar las paredes del dormitorio y crear un ambiente relajante no es ningún secreto. Sin embargo, hay muchas variantes cromáticas: si unos verdes resultan más refrescantes, otros ganan en naturalidad y otros son más personales. El verde con matices grisáceos que se ha utilizado en el dormitorio de la foto es sereno y elegante. La pared se ha revestido con tablones de madera pintados en este color tan especial, y la ropa de cama del mismo color contribuye a lograr la armonía.

Es uno de los neutros del momento. Un color muy apreciado para toda la casa, porque es luminoso y más personal que el blanco, que puede pecar de demasiada sencillez. Con el gris claro tenemos asegurado un efecto elegante y atemporal muy adecuado para el dormitorio, donde conseguirá acentuar la serenidad del ambiente. Es la alternativa perfecta al blanco y al beige en aquellos espacios en los que no sobran los metros cuadrados.

Si hay un color frío especialmente adecuado para pintar las paredes del dormitorio para fomentar el descanso es, sin duda, el azul. Es el tono por excelencia que transmite más calma, y sobre todo en sus versiones más claras y luminosas, como el azul celeste de este dormitorio decorado por Dara Díaz. Un acierto seguro, especialmente si eliges muebles y ropa de cama de color blanco.

Un azul claro con matices ligeramente verdosos es el color que se ha elegido para las paredes de este dormitorio. Un tono frío que recuerda al mar y que contribuye a crear un ambiente muy sereno. La ropa de cama se ha elegido en tonos tostados y blancos. ¿Te gusta, pero no sabes cómo quedará en tu pared? Hazte con una muestra o tester del color: muchas marcas de pintura los tienen a un precio asequible. Así podrás probar cómo queda realmente ese tono en tu dormitorio: si se ve más claro o más oscuro, cómo le afecta la luz, etc.

Es una opción muy recomendable para pintar las paredes, especialmente de dormitorios pequeños y oscuros. El blanco es un color infalible que te asegura una atmósfera relajante, perfecta para el descanso. Además, tiene otras ventajas: podrás incluir toques de los tonos que más te gusten en la ropa de cama, ya que cualquiera de ellos combinará perfectamente con el blanco.

¿Quieres destacar una pieza especial o sumar personalidad al salón? Juega con el color. Es un recurso fácil, rápido y económico. Inspírate en esta idea: la decoradora Elena Eyre pintó la pared de la chimenea de un personalísimo gris verdoso, llevando todas las miradas a esa pared y, con ello, convirtiendo a la chimenea –una pieza de herencia familiar de gran valor sentimental– en protagonista del salón. 

El rosa fucsia, aunque triunfa en el terreno de la moda y la belleza, no es un color que veamos mucho en decoración. Y es que desde que los tonos empolvados 'subieron a la palestra', no tienen rival: son dulces, aportan mucha luz y son infinitamente más sencillos de combinar. Así que ya sabes, olvídate de este color tan intensito y, sobre todo, aléjalo de los dormitorios (sí, también hablamos de las habitaciones infantiles, porque te aseguramos que no habrá quien se concentre para hacer los deberes, mucho mejor un rosa empolvado).

A lo largo de las últimas temporadas, los colores naturales y orgánicos han ido conquistando poco a poco las paredes y los muebles de nuestros hogares, quizá como una forma consciente o inconsciente de sentirnos más cerca de la Madre Naturaleza. Por eso mismo, el rojo ya no es tendencia en lo que a pintura se refiere, sobre todo si hablamos de dormitorios. Ten en cuenta que al tratarse de un color tan pasional, evoca todo tipo de emociones, pero ninguna de ellas es la calma que necesitas en tu lugar de descanso. Si eres muy muy fan de este tipo de tonalidades, opta por un terracota en su lugar. ¡Es tendencia!

En efecto, con el malva y el lila también debes tener especial cuidado, porque son colores que enseguida generan la sensación de estar en un lugar anclado en el pasado, desfasado. Una forma de introducirlos en tu dormitorio es mediante un papel pintado, por ejemplo, con estampado floral y las hojitas en color verde. De esta forma crearás un ambiente romántico y muy bonito.

En el mundo del interiorismo, utilizar el color salmón para pintar las paredes es como hacer un viaje a los años ochenta. Si quieres que todo lo que hay en esa estancia parezca sacado del catálogo de un anticuario (o de una escena de Regreso al futuro), adelante, pero si quieres que tu casa respire un aire actual y elegante, elige mejor un rosa de la gama de los empolvados.

Las alacenas son piezas decorativamente muy valoradas y, a la vez, muy prácticas para tener a mano el menaje. Además, dan mucho calor de hogar. Si quieres renovarla, atrévete a pintarla con chalk paint y conviértela en la estrella del comedor o del salón este verano. 

Si en tu apartamento pusiste esos muebles que no usabas y están desfasados , ¡píntalos con chalk paint! Estrenarás mueble por muy poco dinero. Y no solo blancos, que siempre funciona. Atrévete con colores en pequeñas piezas, como este aparador en azul grisáceo.

Si cuentas con una ventana-mirador, como la de este salón, aprovéchala con un banco de obra (de 150 cm y de Pladur, unos 500 €). Sumarás plazas de asiento en el salón sin hipotecar las vistas y ganarás un rincón chill-out polivalente. Equípalo con una colchoneta mullida y cojines para que sea más cómodo y aprovecha la parte inferior con cestas para guardar.

La decoradora Dara Díaz se alió con el color, en este caso este suave azul celeste, para vestir por sí solo un dormitorio pequeñito. El azul, además, al dar sensación de profundidad, contribuye a ampliar visualmente el espacio, siendo una muy buena en espacios pequeños.

No temas apostar por un azul intenso, como este Classic Blue, color del año de Pantone 2020. Lo importante es matizar su intensidad, para que no quede demasiado oscuro. Puedes hacerlo con el blanco o con otros azules más suaves. ¿El resultado? Un dormitorio luminoso, relajante y muy personal.

Este dormitorio pertenece a un apartamento en la playa, pero el decorador Roger Bellera quiso huir del típico look marinero pero sin renunciar al azul. Para ello, apostó por este personalísimo azul tan elegante y sofisticado que vira a gris, que matizó con la madera, que da el contrapunto cálido, que reviste la pared del cabecero. 

La psicología del color no deja lugar a dudas: el color azul es el favorito para tu dormitorio. Nos lleva a pensar en el cielo y el agua, y esto promueve que nos relajemos y durmamos mucho mejor. En este dormitorio, la decoradora Begoña Susaeta ha optado por un suave azul turquesa que ayuda a ampliar un dormitorio de pocos metros. 

El azul es un aliado para el dormitorio, porque su efecto sedante lo convierte en una opción perfecta para dar color y, a la vez, preservar una atmósfera de descanso. En sus tonos más suaves, como la ropa de cama de este dormitorio, es luminoso y ligero.

Pocos colores evocan tanto el verano como el azul. Y, si como en este dormitorio decorado por Catalina Socías, lo combinas con el blanco, el efecto no podría ser más fresquito, relajado y zen. 

El rosa empolvado y el verde agua son dos tonos dulces y luminosos que encajan a la perfección. El verano es la época ideal para llevarlos a las paredes de tu salón, ya que es la estación en la que cualquier casa requiere un plus de frescor. Si no te ves capaz de pintar la pared a dos tonos, elige un solo color y añade el otro mediante detalles decorativos como los cojines o los jarrones.

No nos cansamos de repetirlo: verde agua + blanco + madera = flechazo deco. Esta cocina rústica así lo demuestra.  ¿Nuestro consejo? Intenta que el verde se mantenga en la zona inferior (en los muebles) y deja el blanco para la parte superior (en las paredes), de este modo el espacio parecerá más amplio.

Esta antigua cómoda también se reinventó gracias a la pintura decapada en color verde agua. Aunque se sigue viendo como una pieza del pasado, el color ha logrado darle la chispa que le faltaba. Ahora, es la prota del dormitorio.

Es otra manera muy sutil de introducir el color verde agua en tu casa. Con el blanco como fondo, el verde resalta más y hace que las estancias se vean más luminosas, ¡todo son ventajas! Tanto si buscas darle un toque más campestre como si prefieres los aires nórdicos, este truco te llevará al éxito.

Las alacenas vintage siempre nos transportan a esas casas de campo de antaño donde vivían las abuelas. Para recrear el look en tu cocina o comedor, solo tienes que darle unas capas de pintura en un color verde agua (la pintura a la tiza va genial para este tipo de muebles antiguos), y añadir unos tiradores bonitos, por ejemplo, de concha y metálicos con acabado envejecido.

Como puedes observar en este piso decorado por la interiorista Pia Capdevila, el color verde agua utilizado para pintar las paredes, genera ambientes muy sosegados y también luminosos. Acompáñalo siempre de muebles de madera para favorecer su naturalidad y crear un espacio el doble de acogedor.

Este tono entre el gris y el marrón, también llamado ''visón'', se ha colado entre los 10 colores que triunfarán esta primavera para pintar las paredes. Es tan cálido como funcional, ya que puedes combinarlo con un montón de tonalidades. Si lo juntas con el blanco, reforzarás la luz de los espacios. La madera también te ayudará a crear ambientes muy frescos y primaverales, y si añades textiles de lino, ¡obrarás un milagro!

Es bastante más intenso que el azul Cerulean de Pantone, pero te vendrá de perlas para rebajar las altas temperaturas dentro del hogar. No, no tiene propiedades mágicas, pero como es el tono del océano genera un efecto placebo de frescor en tu mente.

La fuerza del color terracota proviene de sus orígenes mediterráneos. Aprovecha su energía para darle un puntito de carácter a tu dormitorio o a ese baño de invitados que resulta tan soso y aburrido, no te defraudará. ¡Prometido!

Una paleta de colores primaverales necesita un contrapunto de equilibrio, y en 2021 será el tono Silencio de Pantone. Esta versión más suavizada del color crema se presenta como el perfecto fondo neutro para cualquier habitación, ya que además de encajar en todo tipo de estilos, tiene propiedades calmantes para el espíritu.

Tampoco podría faltar la tonalidad más dulce y fresquita del verde, es decir, el mint. Acostumbradas a verlo en las habitaciones infantiles, esta primavera también llegará a otros rincones de nuestras casas. En cocinas con offices queda estupendo.