Color

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Salón con vigas vistas pintadas en blanco y pared naranja con sofás contrapuestos y mesa de centro sobre alfombra 438066

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Naranja Marigold de Pantone

Si el amarillo Illuminating se coronó (junto al Ultimate Gray) como el color Pantone del año 2021, no es de extrañar que el naranja Marigold esté tan presente en las tendencias de color para esta primavera. Alegre y vibrante, este tono no es apto para todo el mundo, pero quedará precioso si lo utilizas para pintar una de las paredes del salón.

Sofá, de Miki Beumala. Mesa auxiliar, de Foimpex. Cojiines, de Cado, Marina&Co y Matèria. Alfombra, de Gra. Lámpara de pie, de Parlane. Mesa de centro, de Becara.
Salón con pared pintada de color rosa 00421417

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Rosados

Primavera tras primavera, el rosa se cuela entre las tendencias de decoración. Este color resulta dulce y fresco de por sí, y crea espacios luminosos y armónicos. Aunque Pantone se decanta más por el tono Brunt Coral, puede quedar un poquito intenso, logrando que te canses de él en un abrir y cerrar de ojos. En su lugar, nos quedamos con una gama de rosas suaves y primaverales. ¡Nunca fallan!

Sofá y alfombra, de Westwing. Mesa de centro, de Nordicthink.
Habitación infantil con armarios altos a medida y zona de juegos en el centro sobre alfombra

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Color berenjena para una habitación elegante

Combinado con el gris, el color berenjena (más apagado que el violeta o el lila), es perfecto para habitaciones infantiles tirando a juveniles. Vamos, que si tienes una niña a punto de convertirse en adolescente, este color la hará sentirse más segura durante la transición.

Dormitorio infantil con paredes blancas y detalles en verde 341140

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El verde pastel dulcificará y aportará luminosidad

Antes hablábamos de que los tonos pastel son capaces de calmar hasta a los niños más revoltosos. El rosa y el azul son dos de las opciones con más tirón, aunque el verde pastel (que a veces se convierte en mint) es el rey desde hace varias temporadas. Puedes usarlo para pintar toda la habitación o tomar ejemplo de este precioso cuarto donde se pintaron las vigas y algunos detalles de las puertas de los armarios.

Armario, de Lope Nogalera. Silla, en La Rústica.
Dormitorio infantil pintado en color rosa con mobiliario blanco y cama tipo nido 00412101

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Rosa, el color más dulce de la paleta

Si buscas colores para pintar la habitación de una niña, no te vamos a engañar, el rosa sigue siendo uno de los favoritos. Lo bueno de este color es que se puede jugar con distintas intensidades y matices para generar el efecto deseado. En este dormitorio, por ejemplo, los tonos empolvados y sosegados aportan romanticismo y dulzura junto al mobiliario de color blanco. Sin embargo, no resulta nada cursi. La clave está en los textiles y en los elementos decorativos. Ellos pondrán el broche final al estilo.

Mobiliario, diseño de la decoradora Laura Ehlis, realizado a medida. Papel pintado, de Dijous. Pavimento, de madera.
Detalle de habitación infantil con cama de hierro en blanco y paredes en azul

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Aguamarina, un color que transmite serenidad

Entre el verde y el azul, el color aguamarina tiene lo mejor de ambos mundos. Elígelo en una intensidad suavizada para pintar las paredes de la habitación de los niños, y lograrás duplicar su luminosidad. ¿Quieres más luz? Opta por muebles en blanco.

Dormitorio infantil con litera blanca y pared pintada en color verde oscuro

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Verde oscuro para una habitación muy natural

Con un verde oscuro en las paredes que los traslade directamente a la selva amazónica. Utilízalo si la habitación tiene mucha luz natural. Y combínalo con muebles de color blanco y piezas de fibras naturales para crear un ambiente vivo y alegre. Muy acertado como color para habitaciones de niño. ¡Descansarán como angelitos!

Litera de madera blanca, de Kibuc. Fundas nórdicas, manta, cojines, cestos, alfombra de yute y guirnalda con banderines, de Filocolore. Mesa y sillas, de IKEA.
Habitación infantil con pared pintada en color amarillo

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Luz y energía con un punto de amarillo

Es un color 100% vital pero también delicado. Utilízalo en una pared concreta y matizado para "apagarlo" un poco, ya sea con pintura o papel, ya que un amarillo muy vibrante puede volverse en tu contra y generarle nerviosismo.

Cama nido, de IKEA. Escritorio y silla, de Filocolore. Alfombra, de Gra.
Salón con sofás grises y textiles mostaza.

Salón con sofás, de Kibuc. Mesas auxiliares y lámpara de pie, de Kave Home.

El Mueble

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Mostaza + gris + blanco

El mostaza se ha convertido en tendencia en las últimas temporadas. Este color tan alegre y vistoso es capaz de aportar calidez, y destaca mucho más en compañía de los grises. El blanco, como puedes comprobar en este salón, se encarga de duplicar la luminosidad del conjunto. Por otro lado, esta mezcla se lleva bien con la presencia de estampados.

Salón con sofá azul oscuro, sofá gris y elementos verde pistacho.

Salón con sofá azul, de Asunción Latorre. Mesas de centro y sofá gris, diseño de la decoradora.

El Mueble

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Azul oscuro + verde pistacho + gris

En este salón, la intensidad del azul oscuro viste la pared y el sofá del fondo, ampliando el espacio visualmente. Los tonos más claros como el verde pistacho de la mesa de centro o el gris del sofá, se sitúan al principio creando un efecto degradé que juega con los volúmenes mientras concibe una estancia luminosa y enérgica.

Salón rústico abierto con comedor y vigas expuestas.

Salón con sofás de IKEA. Mesa auxiliar y cojines de terciopelo de Rue Vintage 74. El de cuadros es de Maisons du Monde y el de rayas de Sacum.

El Mueble

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Verde oliva + naranja intenso + beige

La calidez y la fuerza del verde oliva y el naranja intenso, alcanzan su plenitud cuando se encuentran con la neutralidad del beige. Se trata de colores perfectos para las estaciones más frías del año, en tejidos como el terciopelo o la lana. Un consejo: utiliza con mesura el verde y el naranja en complementos para lograr que destaquen con elegancia.

Salón decorado en tonos rosa, blanco y mint.

Salón con sofá y mesas auxiliares, de IKEA. Lámpara de pie, de Cottage Little House. Cojines y jarrones, de Kenay Home.

El Mueble

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Mint + rosa + blanco

Mint, rosa y blanco: probablemente, la combinación de colores más fresca que existe, ideal para potenciar la dulzura y darle un toque tan femenino como delicado a los ambientes. Además, también resulta muy luminosa, así que si no cuentas con mucha luz natural en el salón, esta mezcla le sentará estupendamente.

Salón con sofá, mesa de centro cuadrada y alfombra de fibras.

Salón con mesa de centro, de Habitat. Puf, de Zara Home. Sofá y alfombra, de IKEA.

El Mueble

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Naranja pálido + verde + violeta

¿Te apetece jugar con el contraste? Toma nota de este salón donde el naranja pálido actúa como fondo y los textiles en tonos verdes y violetas completan la gama cromática. Piensa que si el naranja fuese más intenso, el look resultaría demasiado cargante y, aparte de cansarte a los dos días de la decoración, tus nervios se verían afectados.

salon blanco con himenea cerrada cristal 00480600

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Un estor gris que da color a un salón en blanco

La decoradora Pia Capdevila reservó el color de este salón para los estores y cortinas. Sobre una base blanca que se impone en todo el espacio, destaca el gris del estor, que rompe con tanto blanco y da un punto de tendencia a un espacio decorado con una vocación atemporal. Y es que las cortinas para el salón son un elemento más con el que jugar para colorear esta estancia. 

Sofá de Casadesús con tapicería de Froca. 
Salón blanco con butacas de terciopelo rosa_00521437

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Dos butacas de estilo que colorean un salón en blanco

Las reinas de este salón son, sin duda, las dos butacas retro que cierran el estar. Más allá de su diseño está su color, un rosa blush muy de moda que colorea el salón sin temor a cansarse. La decoradora Lucía Mariñas llevó ese mismo rosa a algunos de los cojines decorativos.

Sofá y mesa de centro de Lucía Mariñas Interiorismo. Butacas de Westwing Now.

Salón con gran ventanal al porche con perfilería en gris azulado_00525560

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Dar la nota (de color) con las ventanas

En este salón, decorado por Camilla Falconer de Interior Facelift, el color se reservó para las ventanas, que se pintaron con el original color Down Pipe de la firma Farrow and Ball que es maravillosamente versátil, ya que a veces parece un gris verde y otras un gris azul, según la luz.

Sofá de Tot Interiors y butacas de Maisons du Monde. 
Salón con techo artesonado en color terracota_0511530 O

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Cuando el color viene del techo

Cuando tienes un precioso techo artesonado como este, ¡qué menos que convertirlo en protagonista del espacio! Y esto es lo que hizo la decoradora Lara Pujol, que para que nada compitiera con esta maravilla, optó por piezas de tonos neutros y fibras naturales. 

Sofá y puff de Lovely Home. 
Salón con chimenea con tiro en negro_00519620

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Con una escultórica chimenea en negro

La decoradora Bárbara Sindreu apostó por una unidad de neutros en el salón, pero para que no quedara demasiado soso, se reservó un as en la manga: pintó de negro todo el tiro de la chimenea, que ocupa una posición central en el espacio. Solo con este toque de color el salón se ve más elegante y personal. 

Sofá de Gems Barcelona. Butacas de Taller de las Indias. Mesas de Coco-Mat.

Salón abierto al comedor con vano 00521468

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Jugar con los textiles para dar color

Los textiles son los grandes aliados para colorear el salón. Aquí, donde se impone una base neutra, se ha jugado con los cojines y los plaids para dar color, dinamismo al espacio y sumar una nota de tendencia, con los tan de moda mostaza y verde caqui. 

 Sofá de Miki Beumala y mesa de centro de Taller de las Indias.
 
Salón clásico con pared azul_00516814

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Un salón con una pared azul de acento

Apostar por un color más atrevido en una pared del salón, como se ha hecho aquí, siempre suma personalidad a cualquier espacio y es una oportunidad para arriesgar un poco en la decoración. En este caso se ha optado por el color Gris Denim Ultra Resist de Bruguer, que llena de sofisticación el estar. Además, su intensidad destaca aún más los muebles de madera clara.

Sofá de Gloss&Raffles y mesa de centro de Cidón.
Salón moderno con cuadro abstracto_00513102

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Un cuadro que colorea el salón

En este salón decorado por el interiorista Rubén de Matea, el toque de color se ha reservado para el gran cuadro que preside la pared del estar. Un cuadro que se hizo ex profeso para este salón y en base al cual se eligieron los complementos textiles, como los cojines del sofá. 

Sofás, mesa de centro, butaca, alfombra y cuadro hecho a medida por Decolab.

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Trío de color en el salón

Este salón proyectado por la decoradora Begoña Susaeta se ha planificado en blanco, para multiplicar su luminosidad, y se ha hecho un uso muy decorativo del color. En cortinas y tapicerías se ha jugado con el rojo y un azul grisáceo, creando un salón atemporal pero a la vez moderno y personal. 

Sofás y butaca diseño de Sube Interiorismo hechos a medida en Deco Lur. 

Salón regio con sofá mostaza de terciopleo_00495396

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Con un sofá de terciopelo de color mostaza

En este salón de esencia clásica, la arquitecta Sylvia Preslar ha usado el color para destacar una pieza especial, como es el sofá antiguo restaurado y retapizado en terciopelo de un llamativo color mostaza

Sofá y puf de color mostaza de El Taller de las Cortinas. 
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Un salón en blanco y negro

Black & white es una combinación de tendencia que, además, nunca pasa de moda. Sobre todo si optas por el blanco como base y reservas el negro solo como nota de contraste, como se ha hecho en este salón. 

Sofá cama de Ikea y mesa de centro de Sacum.

 

Salón con librería de suelo a techo y trasera de color azul_00474699

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Cuando la trasera de la librería es la nota de color

En este salón proyectado por el decorador Pepe Llaudet, la librería es la gran protagonista del espacio, abarcando de pared a pared. Para darle un plus decorativo, el decorador pintó la trasera de uno de los módulos de color azul, integrando incluso el radiador. 

Butacas de Baladia & Valklein, en Mercader de Venecia. 
Salón con sofá en "U" con todo el rosa_00493540

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Rosas: delicadeza, personalidad y versatilidad

El color rosa hace tiempo que ha dejado de ser cursi y (solo) femenino para convertirse en una gama de moda con mil y un matices. "Dada su variedad de tonalidades, se pueden crear atractivos contrastes gracias a su versatilidad. Por ejemplo, usando verdes o azules empolvados se consigue un look vintage", sostienen desde Valentine.

Cocina con comedor con paredes ocres_0358061

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Tonos tierra: los imprescindibles del otoño

"Los naranjas y los tonos tierra se asocian al entusiasmo y a la acción y reflejan ánimo, emoción y calidez. Se recomienda utilizar tonos suaves y confortables para evitar el exceso. Los anaranjados y tierra son perfectos para revestir las zonas donde predomina la paz y la bondad, inspirando así los espacios que hablan de emociones", sostienen desde Valentine.

Salón con paredes azules y grandes ventanales_00511431

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La versatilidad de los diferentes tonos de azul

Los azules son colores que evocan calma, aunque en sus tonalidades más profundas pueden resultar energéticos. Según Valentine, "como color inspiracional, fomenta la concentración y el reposo. Los tonos más intensos son ideales para las zonas de trabajo; en cambio, los tonos más claros son perfectos para las zonas de descanso".

Dormitorio clásico con paredes de color verde_00500538

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¡El verde también es para el otoño!

La gama de los verdes también está presente entre las propuestas para este otoño. Y razones no le faltan: "Inspirados en las plantas y los bosques, en un estilo de vida orgánico, en la sencillez y el confort… El verde aumenta el bienestar, el equilibrio y la armonía y proporciona la sensación de frescura y vivacidad. Se trata del color más relajante para el ojo humano, por lo que resulta ideal para dormitorios y salones. Pero también puede usarse en espacios más funcionales como la cocina o el recibidor", sostienen desde Valentine. 

salón de casa de campo con techo con vigas de madera y de color topo_00519956 O

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Un techo muy decorativo destacado con el color

Aunque lo habitual es pintar el techo en blanco o del mismo color de las paredes si buscas un "efecto de bombonera", en este salón se le quiso dar protagonismo pintándolo de un color topo que contrasta con el blanco de las paredes. 

salón con comedor al fondo con pared verde_00519696

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Un salón en blanco con una pared en verde

Aunque el blanco es el color que se impone en la decoración de este salón, la mirada se va a la pared del comedor, que la decoradora Laura Ehlis destacó pintándola de un verde muy fresco que contribuye a aligerar visualmente el peso de los armarios. Los toques de verde se repiten en los textiles del sofá.  

Un salón en blanco con la carpintería en verde grisáceo_00500700

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Un salón clásico en blanco con la carpintería en verde grisáceo

En este salón de corte clásico se ha jugado con dos colores: el blanco como base y un verde grisáceo para la carpintería, el arrimadero y la librería, destacando así con el color los elementos señoriales originales. 

salon y comedor con pared en color verde y mueble a medidad 00503815

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Un toque informal con una pared en verde

La decoradora Paz de Tord quiso darle a este salón, cuyas paredes se pintaron con una base en blanco, un toque más informal y cañero, por eso se decidió a pintar la pared del comedor y la trasera de la librería de este verde que da vitalidad y alegría al espacio.

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Una pared de color tostado que contrasta con el blanco

El juego entre blanco y tostado está presente en este salón no solo en la pintura, sino que se repite también en los textiles, desde las cortinas hasta los puffs. Los sofás, al apoyarse sobre la pared de color tostado, destacan delimitando visualmente la zona del estar. 

Salón clásico con paredes de color verde_00515718 O

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Un salón clásico actualizado con el color

Este salón de arquitectura modernista se ha renovado con el color, dándole un look más actual, fresco e informal con el verde con el que se han pintado las paredes. El blanco, por su parte, se ha reservado para el arrimadero y la carpintería. 

salon cona pared y un sofa gris_00472458

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Un salón en blanco con una pared gris marengo

Para romper con el blanco que homogeniza paredes y techos y darle punch a este salón se optó por pintar la pared del sofá de este intenso gris marengo, a juego con el sofá, que parecen fundirse. No solo da personalidad, sino que hace más acogedor y envolvente el espacio. 

Salón blanco y gris_00493792

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Un salón muy elegante en gris con el blanco como contraste

La luminosidad de este salón ha permitido apostar por una base en gris, que suma elegancia al espacio, mientras se ha reservado el blanco como color de contraste, realzando la chimenea de obra. 

Salón pequeño con paredes topo y arrimadero en blanco_00438260

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Un salón de color topo con un arrimadero blanco

En este salón se ha apostado por un acogedor y atemporal color topo para las paredes y, para destacar y darle protagonismo al arrimadero, este se ha pintado en blanco, siendo un elemento decorativo más del espacio.

Dormitorio con paredes verdes y ropa de cama blanca_00515304 O

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Un dormitorio de campo y sabor vintage

Blanco y verde son una combinación serena y luminosa, siendo una opción muy indicada para el dormitorio. Si no te atreves con las paredes, como se ha hecho aquí, resérvalo para la ropa de cama. En este dormitorio, además, los tonos arena de la madera y el suelo de microcemento ponen el contrapunto de calidez.

Dormitorio beige con textiles de color verde_00516832

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Un dormitorio beige con textiles en diferentes gamas de verdes

Apostar por el verde para la ropa de cama dará un aire muy natural al dormitorio. Aquí, al combinarse con beige se logra una atmósfera muy luminosa y atemporal. Si quieres que el conjunto se vea más dinámico, combina diferentes variantes de verde. En este dormitorio se ha jugado con este color desde el verde agua hasta el jade.

Dormitorio campestre con paredes y armarios verde_00515291 O

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Un verde grisáceo muy elegante para un dormitorio rústico

Ahora que están de moda el verde y el gris, la combinación de ambos es todo un acierto, porque crea atmósferas serenas y sofisticadas. Si, como aquí, lo llevas incluso a los armarios, crearás unas sensación envolvente muy agradable. 

Dormitorio pequeño con papel pintado de color verde agua_00511437

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Un relajante dormitorio en verde agua

El verde agua es muy versátil, ya que se lleva de maravilla con maderas blancas o de tonalidades claras, pero también con propuestas más subidas de tono. Además, es un color cuya baja carga cromática lo hace ideal para dormitorios, ya que invita al relax y al descanso. 

Dormitorio con boiserie pintada en verde suave_00500538

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Con una boiserie en un suave verde oliva

Este dormitorio es clásico y, a la vez, actual, con una boiserie que decora por sí sola la pared del cabecero. La elección de un suave verde oliva para las paredes suma elegancia y versatilidad, porque es un color que puede aportar sobriedad y también frescura, en función de con qué mobiliario y otros colores se combine.

Dormitorio con pared del cabecero verde_00480533

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La versatilidad del verde caqui

El verde caqui es un color terroso, de hecho, está a medio camino del verde y el marrón, de ahí que sea muy versátil y fácil de combinar, ya que encaja bien con maderas de tonos más oscuros, por su vinculación con la tierra y la naturaleza, y maderas más claras o incluso lacadas en blanco.

Dormitorio blanco con detalles en verde-00488804

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Un dormitorio muy primaveral con textiles y detalles en verde

El verde es un color perfecto para refrescar y darle un aire primaveral al dormitorio, sobre todo si cuentas con una base blanca o neutra, como aquí. Resérvalo para la ropa de cama y los cojines, que son fáciles de renovar. 

Dormitorio de casa  de montaña con paredes verdes_ 497892

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Un dormitorio de montaña muy acogedor en verde oliva

A los propietarios de esta casa les gustaba mucho lo bien que se llevaba el verde oliva con las casas de montaña, ricas en madera. Y no lo dudaron al elegir este color para vestir toda la casa, dormitorio incluido. El resultado es una habitación acogedora, envolvente y con mucho carácter. 

Dormitorio con paredes con lamas de madera pintadas en verde_00490681

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Un dormitorio muy natural en verde grisáceo

También conocido como verde "dusty", el verde grisáceo es un color que se ha popularizado mucho en los últimos años a raíz del boom por el gris. Reúne el frescor y el vínculo con la naturaleza del verde y la elegancia y versatilidad del gris. En sus tonos más suaves, como aquí, resulta muy agradable y sereno, siendo ideal en dormitorios. 

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198.

Un dormitorio alegre y vitalista en Greenery

El Greenery fue color del Año Pantone en 2017 y destacaba por ser chispeante y refrescante, con matices de amarillo, convirtiéndolo en un color alegre, vitalista y con un matiz informal. En este dormitorio se ha llevado, además de la pared del cabecero, a los textiles y detalles decorativos, como la lámpara de sobremesa. 

Dormitorio con paredes verdes y textiles y carpintería en blanco_00364465

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Verde y blanco, una combinación ganadora en el dormitorio

Si apuestas por un verde profundo, como en este dormitorio, compénsalo con muebles de maderas claras o en blanco y textiles en tonos suaves. El contraste verde blanco enfatiza e ilumina el verde, a la vez que aligera el espacio.  

Dormitorio en verde_00446965

200.

Muy refrescante y con sabor vintage en verde menta

El verde menta es un color que se hace querer porque es muy fácil de combinar. Encaja en cualquier tipo de decoración, pero es en un entorno retro o clásico donde saca lo mejor de sí mismo. Es un color divertido y suave que proporcionas unas agradables notas de frescura.