¿Cómo podemos definir el color beige? Es el rey de la calma, del estilo natural, de la calidez, de la sensación de espacio, de la luminosidad. Es el marco ideal para muchos estilos y materiales. En resumen, es un dechado de virtudes, un todoterreno decorativo. Pero bajo este nombre caben muchos matices de tonos que van cambiando sutilmente con la luz y las tendencias, pero que podríamos decir que recorren desde el marrón clarito al crema.

Y también caben muchos nombres que lo han ido adaptando a épocas, estilos y modas: castaño claro, blanco roto, crudo, topo, arena... En cualquier caso, siempre es un buen telón de fondo para muchas escenas diferentes. Aunque tiene fama de soso, también tiene la suerte de combinar con casi todo. ¡Lo demostramos!

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¿Por qué nos gusta el color beige?

Salón con pafredes y sofás beige y cojines con detalles en negro y mostaza.

Salón con sofás y mesa de centro, de Coton et Bois.

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El neutro elegante. El beige es un color versátil que encaja en cualquier estancia en la que se quiera un extra de calidez y armonía. Y su gran cantidad de matices –desde blanco sucio a ocre anaranjado, pasando por un castaño claro– hace que combine perfectamente muchísimas tonalidades, también neutras. 

2.

El origen del color beige

Salón con arrimadero blanco, paredes de color tostado y sofás beige.

Salón con sofá y estores, en Matèria. Butacas, en capitoné, en Coton et Bois. Mesa de centro y mesa auxiliar, en Becara. Lámpara de pie, en Sacum. Alfombra, en Francisco Cumellas.

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Esta curiosa palabra procede del francés, que significa ‘sin teñir’. Y es que el referente original de este color era la lana original sin teñir. Si tuviéramos que definirlo podríamos decir que es un naranja muy muy claro, con una saturación muy débil. 

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La innegable calidez del color beis

Salón con paredes y sofá beige con cojines lisos y estampados.

Salón con sofá, de Miki Beumala. Mesa de centro, de India&Pacific. Mesa auxiliar, de Coton et Bois. Alfombra, de Carolina Blue. Lámpara de pie Tolomeo Mega, de Artemide. Mesa auxiliar, de Coton et Bois.

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Escríbelo como quieras: beige o beis. La RAE acepta ambas opciones. Y úsalo también como quieras. El beige en las paredes será un éxito, pero también si lo utilizas en la tapicería del sofá. Y no falla si empleas ambos consejos, como se ha hecho en este salón. Mientras que para las paredes se ha elegido un beige con un matiz más oscuro, el sofá luce un blanco roto que se acerca peligrosamente al beige. ¿El resultado? Luminoso y cálido a partes iguales. 

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Beige: elegancia y simplicidad

Salón con sofá blanco y paredes de color  beige.

Sofá con puffs y sofá, de Gervasoni.

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Esta tonalidad, siempre de moda, destaca por la sensación de acogimiento que ofrece, calentando los ambientes con su simple presencia. Incluso, si se emplea solo en los textiles decorativos. De hecho, en cortinas y cojines es un color que siempre acierta. Se trata de una alternativa perfecta al color blanco y, en sus tonalidades más suaves, es uno de los favoritos para salones atemporales. 

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El beige también es moderno

Salón con paredes y sofá rinconero de color beige y mesa de centro de madera.

Salón con sofá rinconero, de Veneris. Mesa de centro, de madera y metal, de Pilma, lámpara de pie, alfombra y sillón de mimbre, en Sacum.

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Aunque está asociado a decoraciones sobrias, de corte clásico y un aroma a pasado, encaja igual de bien en ambientes más modernos y contemporáneos, en los que los artificios están de más. Como en este salón. Tanto las paredes como los muebles lucen esta delicada tonalidad que, con el verde agua de los cojines y las lámparas –tanto la de pie como la de sobremesa–, ve refrescado el ambiente y consigue un punto más moderno.

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El color perfecto para el dormitorio perfecto

Dormitorio con paredes beige y ropa de cama blanca y en tonos tostados.

Dormitorio con cabecero de DM con las mesillas integradas, diseño de Pia Capdevila. Aplique de Faro y cuadros de Sacum.

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Color arena, piedra, arena, caramelo, cáscara de huevo o tostado. Al beige lo llamamos de mil y una maneras, pero siempre pensando en la armonía y calidez que transmite. Además, con la combinación adecuada elevará el nivel del dormitorio y aumentará su elegancia.

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El color beige es un gran recurso para los rústicos

Salón rústico decorado en beige con muebles y decoración en fibras naturales.

Salón con sofás de Gemma Berenguer, mesa auxiliar y alfombra de India&Pacific, butaca de Crimons y espejos de Sacum.

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Aporta luz en espacios con ventanas pequeñas, puede extenderse a los techos, como en este casa, sin perder altura, es ideal para paredes con textura o técnicas decorativas... De hecho, si se dan todas estas condiciones, es cuando más luce su atractivo.

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Dale un toque de ocre

Salón con paredes beige y sofá blanco, con cojines de color mostaza.

Salón con sofá, butaca, mesa de centro, mesa auxiliar y papel pintado de Casamance Instan en Acevedo Muebles. Alfombra de Deco&Living.

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Algunos creen que es un color un poco soso o sin personalidad. Pero si eres tan fan que te va el total look, necesitarás un pequeño contrapunto. Si tu beige tiene amarillos, le irán de perlas los ocres y los mostazas. Así ganará vitalidad. 

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Le puedes añadir casi cualquier color

Salón con sofá beige y cojines de color pastel rosas, amarillos, azules y verdes.

Salón con mesa de centro de Meritxell Ribé en The Room Estudio y cuadros de Sol Fábregas.

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Y esta foto demuestra esta teoría. Si te gusta el arte, el color beige también es un buen marco para hacer lucir los cuadros.

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Si te pierde el blanco, ponle beige

Salón con paredes en beige y muebles blancos.

Salón con alfombra de Gancedo, mesa de centro y auxiliar de Calattini y lámpara en La casa de la abuela.

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Si te encantan los sofás blancos, las cortinas blancas, los muebles blancos... elige el beige. Los resaltará sin quitarles ni un ápice de protagonismo.

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Destellos dorados y sofisticados

Detalle de mesas tipo nido con estructura dorada.

Salón con mesas tipo nido de Zara Home.

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No te creas que el beige no se puede poner de gala. Parece que no, pero también le pegan los acabados brillantes, y más si se junta con piezas doradas.

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Acompañando a los tierras

Sofá beige con cojines de tonos cálidos.

Sofá beige con cojines de tonos cálidos.

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Ese es su entorno natural. Un sofá beige revive con: los naranjas, rojizos, ocres... Con un toque étnico.

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Para cubrir, decapar o envejecer la madera

Comedor con paredes paneladas de color beige.

Comedor con mesa y lámpara de techo de AzulTierra, sillas de Ikea y alfombra de Gra.

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Es, sin duda, la mejor opción si queremos conservar parte de la calidez que nos regala la madera. Reforma realizada por Cristina Carbonell.

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Un lugar para la calma

Dormitorio blanco con cabecero de color beige.

Dormitorio con cabecero de Union Square, mesitas de noche, lámpara de pie y alfombra de Rivièra Maison.

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Eso será un dormitorio donde convivan el blanco y el beige. No hay mejor color para una manta.

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Alfombras luminosas y sufridas

Salón con sofás blancos y alfombra de color beige.

Salón con alfombra de lana de KP, sofá, mesa, cortinas de Lares Decoración.

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Evidentemente, muchas alfombras de fibras vegetales también se visten de beige, pero si te gustan las de lana y no te atreves con el blanco, son la alternativa perfecta.

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Un sofá tan versátil como el blanco o más

Salón con sofás beige con cojines de color rosa deslavado.

Salón con butaca de Ikea tapizada con tela de tercipelo de Gancedo. Sofá de Caravane en Filocolore, mesas de centro de La Maison, alfombra de BSB.

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Podemos jugar con todas las gamas de colores y estilos. ¡Incluso con los rosas! Y con un plus, nos facilita el trabajo en invierno cuando buscamos calidez. 

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El beige hace buena pareja con...

Salón beige con una pared pintada en gris.

Salón con mesa de centro y sofás de Gimeno Mobiliario, y tapizado de Güell-Lamadrid. Alfombra en Gra.

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Si buscas destacar una pared con otro color, el beige también puede ser una buena compañía, especialmente para los tonos naturales. 

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Una alternativa al blanco en la cocina

Cocina de color beige con encimera blanca.

Cocina con mobiliario de Topcuines, encimera de TST y taburetes de Cristina Carbonell.

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Porque sigue aportando la sensación de amplitud y limpieza que tanto nos gusta. Con un plus de carácter y calidez.

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También le va lo industrial

Salón con cristalera que lo separa del pasillo.

Salón con sofá a medida según diseño de Júlia Casals, con tela de Güell Lamadrid. Mesa y sillas, de Arxe. Lámparas flexo, de Punto Luz.

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Incluso los muebles de diseño. Úsalo para compensar, para calentar, espacios que podrían quedar demasiado fríos o para evitar contrastes muy duros. En este caso, se ha evitado el juego de blanco y negro para crear una atmósferas acogedoras una zona de trabajo que no recibe la luz directa. 

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El color beige lo tiene todo: es cálido y luminoso

Salón con chimenea y estantes en color beige.

Salón y comedor con sillas de la Silla Colonial.

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Por eso es un básico en decoración. Es igual de luminoso que el blanco y es mucho más cálido, especialmente si contiene un poco de amarillo en su composición.

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Beige: un color con mil matices y nombres

Salón con paredes, sofá y butacas de color beige.

Salón con mesas de centro diseñadas por el estudio Del Pino & Del Valle, alfombra de KPY mesa auxiliar en DM Interiors.

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El beige es un color difícil de definir que navega entre el marrón y el naranja claro. Un blanco roto o sucio, un castaño claro, un crudo, arena... 

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Un gran amigo de la luz

Comedor con paredes y sillas tapizadas en beige y mesa de comedor de madera.

Comedor con sillas y cortinas de Alfonso Torredeflot y mesa de Mercader de Venecia.

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Todos los colores se transforman según la luz que reciben, pero la familia de los beige más. Pueden pasar tan desapercibidos como un blanco si reciben mucha luz o verse anaranjados con el atardecer, pasando por el amarillo o el gris. 

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El beige es también un gran todoterreno

Salón con paredes beige y muebles de madera y butacas de fibras naturales.

Salón con butacas y alfombras de Sacum, suelo de roble de Parquets Nadal.

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Funciona en todos los espacios de la casa, con o sin luz, grandes y pequeños. Y se adapta a mil tonos de materiales y madera. En ese sentido es mejor que el blanco que puede contrastar demasiado con maderas oscuras, por ejemplo.

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El beige se crece junto al blanco

Salón con paredes y muebles de color beige.

Salón con sofá y velador de Velafusta, mesa de centro y sillas de Cottage Little House.

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Cuando el color beige es muy claro prácticamente pasaría desapercibido si no le pusiéramos un poco de blanco al lado. Crean una composición sutil y de suma elegancia. 

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Los naturales y neutros

Salón con paredes y sofá en beige con butacas de color gris.

Salón con sofá de India& Pacific, mesa de centro de Cottage Little House, butacas de Isa de Luca, baúl de mimbre de Sacum.

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Uno de los grandes logros de este color es que es muy fácil de combinar con éxito. Dentro de la llamada gama de los naturales o neutros, puedes moverte entre lisos y estampados, claros y oscuros, y funcionará, creando suaves matices.

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Pero también se puede poner radical

Sofá beige con cojines con detalles negros.

Sofá beige con cojines con detalles negros.

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Como el mundo del gris le queda muy cerca, el sofá beige puede lanzarse a las combinaciones en blanco y negro. 

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Y luce bajo los clásicos

Zona de paso con cómoda y estrella.

Zona de paso con cómoda de madera y, sobre ella, una estrella de Madrid in Love.

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Los tonos crudos que contienen algo de negro y se acercan a los tonos grises acogen sin frialdad las piezas más especiales como esta cajonera antigua. 

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El lino natural es un básico

Detalle de mesa de centro de madera junto a un sofá beige.

Detalle de mesa de centro de madera junto a un sofá beige.

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Una de las telas más utilizadas en cortinas y tapizados. Aporta un poco de textura, deja pasar un poco la luz y tiene este bonito color intermedio que juega con blanco, con tierras, con grises...

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Un clásico a rayas

Dormitorio con cabecero tapizado y pared con papel pintado de rayas.

Dormitorio con cabecero y mesita de noche de Coton et Bois, lámpara de sobremesa de India&Pacific.

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Verticales, anchas y combinando dos tonos de beige, es una de las combinaciones más usadas para dar vida a una pared, en este caso el frontal del dormitorio. Podemos pintarlas, pero existen muchos papeles pintados como en esta caso.

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Para huir de los estereotipos de color

Dormitorio infantil con papel pintado de rayas.

Dormitorio infantil con papel pintado, lámpara flexo y alfombra de Acevedo Muebles.

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Si no quieres entrar en los juegos de colores de niño y de niña , como buen color neutral, será ideal para las habitaciones infantiles. Y después, le puedes añadir toda la alegría que quieras. Aquí, un papel pintado a rayas de colores lo consigue. 

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Para calentar una cocina blanca

Cocina con paredes beige y muebles blancos

Mobiliario de Cubic, encimara de Silestone y grifería de Franke.

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O como color para contrastar el mobiliario blanco de tu cocina. También puede ser una buena excusa para introducir aires más campestres, como la campana.

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El baño ideal

Baño con azulejos de color beige.

Baño diseñado por Clara de Castro, el lavamanos integrado es de Silestone, el pavimento hidráulico de Zelart y el revestimiento de Azulejos Peña.

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Es perfecto para espacios pequeños con poca luz. No solo en piedras y mármoles clásicos, muchas colecciones de cerámicas lo contemplan. Y también funciona con materiales más actuales o rústicos como el microcemento.

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Si te gustan los zócalos, los resaltará

Salón con arrimadero blanco y pared beige con acceso a la escalera.

Salón con escritorio, silla de mimbre y lámpara flexo de Coton et Bois.

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De forma sutil, claro. Como el resto de carpinterías en blanco, puertas, escaleras... 

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Dar vida a los techos y molduras con beige

Salón con sofás blancos y paredes beige.

Salón con mesa de centro de Mercedes Urquijo. Cuadro del pintor ruso Badri y estrella de Madrid in Love.

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El cambio de color los destacará y los convertirá en protagonistas, así como las carpinterías clásicas en marcos, puertas y ventanas. En las paredes, puedes conseguir que cojan más volumen y presencia en beige, que si las pintas en blanco.

Ventajas del color beige en decoración

El color beige lleva décadas en nuestra paleta. Tomado en ocasiones como un color serio y aburrido, lo cierto es que es versátil, acogedor, cálido y muy luminoso. De hecho, es la mejor alternativa si el color blanco resulta demasiado frío y una de las estrellas entre los neutros.

Y entre sus virtudes no solo destaca por su amplio abanico de posibilidades, sino también por la cantidad de tonalidades que ofrece. Desde las más suaves y delicadas, que bien podrían confundirse con alguna tonalidad más oscura del blanco; a las que se presentan con más fuerza en tonos tierra, que casan con soltura con tonos marrones, pero también fríos como azules o verdes.

Consejos para decorar tu casa con color beige

Si quieres incluir el color beige en la decoración de tu casa tienes varias formas de hacerlo: bien como color predominante o como complementario de otro. En cualquiera de los casos, ayudará subir el nivel de la estancia, haciéndola más elegante, pero también la calidez. Si te quieres lanzar, te proponemos varias opciones:

  • Color beige en las paredes: si tu salón rebosa luz natural, una buena alternativa al blanco (que puede resultar luminoso en exceso) es el beige en las paredes. Tanto si tu sofá es gris, como blanco, marrón o negro, el resultado será cálido y no perderás luz en la estancia. Además conseguirás hacerla algo más elegante y sofisticada. El beis es lo que tiene.
  • Color beige en los textiles: en el sofá, la ropa de cama o las cortinas. El beige será un complementario perfecto para unas paredes blancas. El truco está en añadir algún color más en los detalles, como adornos, jarrones, cuadros, cojines o la manta del sofá. El negro es una opción si persigues la sobriedad, pero si quieres añadirle luz, mejor amarillo o verde.
  • Color beige en los detalles: esta opción funciona a la perfección cuando la base es otro neutro con la misma fuerza. En un sofá blanco o negro, el efecto será similar: suavizará su imagen y calentará la estampa.
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10 tonalidades que combinan con el color beige

Una de las grandes virtudes del color beis es que encaja igual de bien con colores fríos como con calientes. ¡Pero también con los neutros! Hacemos un repaso de sus mejores parejas de baile:

  • Beige y blanco: es la elegancia garantizada. Tanto si quieres suavizar el beige como si quieres darle más calidez al blanco, esta combinación no falla. Ambos aportan luminosidad y agrandan los espacios. Y funcionan en cualquier estancia: desde la cocina, pasando por el salón y hasta el dormitorio.
  • Beige y gris: sobriedad en su justa medida. Si te gustan los ambientes serios, elegantes y sofisticados, esta es tu mezcla. Lo ideal es emplear una tonalidad de gris más oscura, aunque también queda estupendo con los más suaves. El beige servirá para dar la calidez a los espacios que muchas tonalidades del gris no son capaces de lograr.
  • Beige y negro: conseguirás un toque moderno y aplicas toques de negro a una base beis. Aunque siempre conviene incluir algún color más. Lo ideal es que sea un beige más oscuro, como un tono tierra o castaño. ¡Verás qué estilazo!
  • Beige y marrón: al fin y al cabo, el mismo color pero en gradaciones muy diferentes. Y se combinan a la perfección. Esta mezcla conseguirá ambientes muy naturales, acogedores y cálidos.
  • Beige y azul: perfecta combinación para refrescar un ambiente elegante e, incluso, dotarlo de un punto muy vital. El uno aporta lo que le falta al otro. Y puede emplearse de diferentes maneras: con un beige claro con un azul oscuro el ambiente será muy elegante; mientras con un beige más oscuro, tirando a tierra, y un azul medio o pastel el ambiente será fresco y muy natural.
  • Beige y amarillo: el beige no deja de ser un amarillo muy muy muy suave. Por eso, con los tonos más potentes de amarillo consigue dotar de luminosidad al beige sin perder su elegancia propia.
  • Beige y rosa: la mezcla más romántica por excelencia. La suavidad y delicadeza del rosa encuentra la calidez en la elegancia del beige. Y lo mismo vale un rosa fuerte que uno más suave. El resultado será arrebatador.
  • Beige y rojo: elegante y actual, pero con un punto clásico. Si te asusta incluir el rojo, un color con mucha presencia y vitalidad, su combinación con el beige suavizará el efecto.
  • Beige y verde: funcionan igual de bien que el beige y el azul, con resultados similares en términos de elegancia, frescura y calidez. Pero si quieres que en la estancia haya una conexión más presente con la naturaleza, esta es tu mezcla. Arena y verde, no falla.
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La batalla con y contra el blanco

Son los dos colores básicos en decoración para pintar, para las telas... Si te cuesta decidirte, algunos de los beneficios del beige sobre el blanco son:

  • Admite muchos colores jugando a la combinación o al contraste.
  • Convive con todos los tipos de madera y materiales, algo que no puede decir el blanco.
  • Aporta calidez.
  • Más sensación de luz cuando no hay luz.

Y podríamos seguir... Pero para qué discutir si juntos forman la pareja perfecta.

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