Después de haber descubierto los beneficios y un montón de recetas con diversos pescados como el salmón, la merluza o el bacalao, le ha llegado el turno al bonito, uno de los más versátiles y cómodos de utilizar por su habitual presentación en lata listo para consumir: es tan cómodo que te resolverá el eterno dilema de qué hacer de comer. Si lo compras fresco, también podrás transformarlo en apetitosos platos, ya que admite distintas formas de cocinado. ¿Quieres conocerlo más?
Beneficios del bonito: rico en omega-3
El bonito es un pescado azul, por lo que su contenido graso es mayor que el que ofrecen los pescados magros. Como el resto de los pescados, es buena fuente de proteínas de alto valor biológico.
- Omega-3. Su grasa, rica en ácidos grasos omega-3, contribuye a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, además de hacer la sangre más fluida, lo que rebaja el riesgo de formación de coágulos o trombos, tal como informa la Fundación Española de la Nutrición.
- Vitaminas. Al ser un pescado graso contiene vitaminas liposolubles, como la A y la D que favorece la absorción de calcio, su fijación en los huesos y regula el nivel de este en la sangre. Otro aporte muy significativo es el de las vitaminas hidrosolubles B12 y niacina.
- Minerales. Posee cantidades muy significativas de selenio y fósforo, e interesantes de potasio, hierro, magnesio y zinc. Por su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico, no es aconsejable para quienes padecen hiperuricemia o gota.
¿Qué diferencias hay entre el bonito y el atún?
Aunque tienda a utilizarse como sinónimos, el bonito y el atún son dos especies distintas que pertenecen a la familia de los túnidos (Scombridae). Debido a la carne rosa, clara e incluso blanca del atún, suele conocerse también como atún blanco o del Norte, de ahí la confusión generada.
- El atún es un pez de gran tamaño y aspecto robusto y redondeado, mientras que el bonito es más pequeño y estrecho y tiene coloración azulada en la parte superior y plateada en la inferior.
- En cuanto a su sabor, el del atún es más intenso y su carne es más oscura y firme, mientras que el bonito es más suave y su carne más tierna y limpia, ideal para niños.
- En cuanto a sus valores nutricionales, quizá el bonito contenga algo menos de ácidos grasos omega-3, pero el atún tiende a contener más mercurio, lo que lo hace menos saludable si se consume en grandes cantidades.
Cómo debemos consumir el bonito: las opciones más saludables
Para aprovechar al máximo los nutrientes del bonito, se recomienda reducir su consumo en frituras y optar por formas de cocinado más saludables como la plancha, el horno o el vapor. En cualquier caso, controla bien los tiempos para que no se pase y quede reseco.
Si tienes niños te interesa saber que el blanco y jugoso bonito del sur tiene una carne tierna y limpia, ideal para ellos. Su sabor a pescado es ligero y su textura es tan agradable que les gustará tanto fresco como en conserva.
Cómo conservar el bonito
Para conservar adecuadamente el bonito en conserva, tendrás que seguir las indicaciones del fabricante. En caso de que el bonito sea fresco, hay más opciones.
- Secado. Una vez troceado y se expone al sol para que se deshidrate hasta que los gérmenes mueran.
- Salazón. Puede llevarse a cabo en seco o introduciéndolo en una salmuera. Luego se lava y se seca al aire libre.
- Ahumado. Se utilizan plantas aromáticas como el laurel, sal para ahumar o el humo de serrín de madera no resinosa.
- En aceite. Consiste en hervirlo diez minutos y meterlo después en recipientes de cristal. Se cubre de aceite y se pone al baño maría. Conservar en nevera.
- Escabeche. Se enharina una vez limpio para posteriormente dorarlo en aceite. Se cocina a fuego bajo con ajo, laurel y otras hierbas.
- Encebollado. Una receta tradicional con cebolla, laurel y vino blanco que encontrarás al final del artículo.
Recetas con bonito
Si pensabas que el bonito era uno de los pescados más versátiles, estabas en lo cierto. Recetas tradicionales como empanadillas, guisos marineros, platos fríos, opciones para sorprender a tus invitados, pasteles de hojaldre y ¡hasta tortillas! Estas son algunas de las muchísimas posibilidades que te ofrecen las recetas con bonito.