Puffs

Piedra, madera y fibra son los materiales elegidos en esta casa de campo rústica ubicada en lo alto de un cerro. En su porche con arcos de piedra y cubierta de madera se ha instalado el acogedor saloncito separado por un puf del comedor. Ambos cuentan con fantásticas vistas a un mar en calma. ¡Fíjate en el suelo de barro cocido, todo un clásico! Protégelo con productos hidrofugantes invisibles o aceite de linaza. 

Lo mismo que ocurre con la amplitud y sencillez que aportan las puertas lisas para lograr un dormitorio moderno, se aplica en la unidad de los materiales. Crear una base en la que predomine un color y mantenerlo en el mobiliario también es una característica del estilo moderno. Y no es frío o monótono si se "rompe" en la dosis justa -como en esta estancia- con otros tonos y acabados.

Esta estantería es como una navaja suiza: parece básica a simple vista hasta que despliega todo el abanico de posibilidades. Y es que lo que parece una librería a simple vista integra, a su vez, una mesa plegable y dos puffs con espacio para guardar a modo de bancos del comedor.

Nos lo has escuchado cienes de veces. Que si la calidez por aquí y la calidez por allá. Si añades algún elemento en fibras naturales, como una alfombra, un puff o unas cestas para las macetas o bien un mueble de madera al natural, lo entenderás rápidamente. ¡El cambio puede ser espectacular!

En este ejemplo, el dormitorio se comunica con el vestidor por un gran vano abierto convirtiendo este en una guarida perfecta para hacer llamadas clandestinas o invitar a las amigas a tomar esa última copa. Sí, porque este espacio además de almacenar ropa tiene alma de clóset y como todo aquel que se precie se ha decorado con armarios empotrados, un espejo de cuerpo entero ( si te fijas es una puerta de cristal reciclada) y un asiento compacto y versátil. Añádele un tocador y un diván ¡y será perfecto!

La distribución más usual de un vestidor es colocarlo junto al dormitorio separado por un tabique o creando un espacio independiente. Eso es lo que ha hecho en este proyecto la interiorista Pía Capdevila donde los armarios se han empotrado en ambas paredes en paralelo dejando un pasillo entre ellos. ¿Quieres aligerarlos visualmente? Haz como aquí, píntalos en blanco para darles luminosidad y continuidad y si acristalas uno de los frentes y colocas un espejo en la pared, lograrás que el espacio parezca más amplio.

Este vestidor, formado por unos discretos armarios empotrados en blanco, resulta un espacio de relajación total gracias a la chaise longue que, colocada en el centro, se convierte en único foco de atención. Un puf a modo de mesa auxiliar y una alfombra, perfecta para andar descalza, le acompañan. Alfombra, de Sacum y puf, de Coco-Mat.

Si no te molesta la presencia de la tele, al menos los cables sí que deberían estar ocultos. Si va anclada en la pared, intenta que las conexiones estén cercanas para que los cables no queden colgando. Pero si va apoyada en el mueble, utiliza cajas y cestas para esconderlos. Aquí tienes más ideas para esconder los cables.

Es otra manera de esconder la televisión sin comerse demasiado la cabeza. Elige un color oscuro para la pared, como el gris de la imagen, y cuando esté apagada sufrirá el ‘efecto camaleón’ y su presencia será ínfima.

Una distendida barra de desayunos con taburetes separa con gracia esta cocina abierta al salón. El sofá queda en un segundo plano gracias a la estantería que remata la barra y que a su vez delimita el pasillo. Una prueba más de cómo los muebles sirven para zonificar espacios.

¿Y qué pasa cuando la cocina no está ni delante ni detrás del salón sino en línea recta con él? En este caso, lo mejor es levantar un pequeño tabique que mida justo el ancho de la cocina. Así mientras estáis sentados en el sofá, quedará semi oculta por él. También puedes zonificar y crear espacios diferenciados colocando una alfombra en el salón, a modo de frontera visual.

Ubicado junto a una estufa de leña antigua de estilo vintage, este rincón de lectura se compone por una butaca de madera con asiento trenzado, y un puff de color blanco roto ideal para utilizar como reposapiés, asiento o mesa auxiliar.

Clásico, elegante, chic... El tapizado capitoné nunca pasará de moda, y es que su diseño es capaz de realzar cualquier estancia, por eso lo vemos tanto en cabeceros de cama y sofás, pero... ¿sabías que también sienta estupendamente en las butacas?

Al igual que ocurre con los taburetes, utilizar un puff como mesita de noche te ofrece varias ventajas. Por un lado, ganas un rincón donde colocar tus libros y objetos; y por el otro, tienes un asiento extra a tu alcance siempre que lo necesites.

¡Qué gusto da sentarse en torno a la chimenea encendida cuando la temperatura exterior cae a plomo! Si dispones de dos sofás enfrentados, puede que una sola mesa de centro sepa a poco. Coloca mejor dos tipo nido para aumentar o disminuir su longitud según convenga, o unos modelos similares unidos, como las de la imagen. El toque verde de cortinas y cojines refrescan el look señorial de los pufs de terciopelo con faldones.

¿Te acuerdas de los cuadros con escenas de caza que copaban antiguamente los salones clásicos? En este de la imagen, que comparte espacio con el comedor, se han renovado con unas láminas de ciervos enmarcadas mucho más agradables. Bajo ellas, una consola de madera de cerezo y dos pufs anchos separan visualmente ambos ambientes.

¿Crees que a tu salón clásico le sobra tanta formalidad? Utiliza alfombras de fibra o respeta la madera natural de las contraventanas, como aquí, para crear un ambiente más cálido. Elige cojines en colores vivos que le den cierto desenfado y una mesa de centro metalizada para aligerar el conjunto. ¿A qué ahora te gusta mucho más?

Si tu salón es de planta alargada, coloca los sofás en forma de "L" para no restarle espacio. Contrarresta la estructura clásica de los sofás con un tapizado en terciopelo, superactual. En la imagen, la puerta corredera de madera acota el salón y logra un efecto acogedor, si permanece cerrada, mientras que si se abre le dará más profundidad a la estancia.

En las casas centenarias suele haber contraventanas de madera que protegen del frío y del calor. Si la tuya es así de "mayor" y has decidido respetarlas ¡te aplaudimos! Puedes actualizarlas pintándolas de blanco a juego con las puertas de cuarterones. ¡Nos encanta la mesa de centro de cristal que rejuvenece el salón!

Pocas piezas, eso sí, escogidas, bastan para decorar este salón, en el que su arquitectura señorial viste por sí sola el espacio. Molduras, techos altísimo y un arco que comunica el salón y el comedor suman elegancia y personalidad a este salón. 

Las mismas teorías que sirven para el interior de tu casa pueden trasladarse al exterior. Y cuando no hay espacio suficiente para colocar unas butacas o asientos, la mejor alternativa es poner unos puffs. Los de fibras vegetales, además, confieren un toque fresco y natural.  

En este recibidor se ha apostado por una consola que, siendo capaz, es muy liviana y discreta, cediendo el protagonismo al espacio en sí, con sus paredes con molduras y el precioso suelo en espiga. 

Aunque como hemos comentado la cocina cuenta con un estilo diferenciado, un consejo para distribuir un espacio abierto es que haya una unidad estética con el comedor y el salón. Así todo el conjunto resultará equilibrado. Juega con la línea de los muebles y/o con la paleta cromática.

Para conseguirlo hay que eliminar obstáculos visuales. Hablamos de las puertas. Esas que nunca cierras. Y la del salón es algunas de ellas. Eliminándolas, unirás esta estancia con la contigua o con el pasillo de tu casa, consiguiendo que el salón parezca mucho más grande y amplio. 

Para que ese efecto visual se vea acentuado, evita colocar muebles que obstaculicen la percepción del espacio. Deja libre el espacio ante las ventanas y abre las cortinas. Así la mirada se verá libre de obstáculos e, inconscientemente, se dirigirá al exterior. Percibirás el espacio más grande y, además, entrará mucha más luz.

Este tipo de fibras sintéticas destacan sobre otras porque “impiden que penetre la humedad, lo que las convierte en alfombras ideales para exterior”, explican desde Alfombras KP. “No obstante, es importante que además tengan alguna protección contra la luz solar y contra las manchas”, matizan. Las alfombras de polipropileno mantienen su color inalterable ante la luz solar y se secan con facilidad, lo que las hace perfectas para zonas cercanas a la piscina o para colocarlas sobre el césped.

El yute es la fibra más económica, aunque no es muy resistente al tránsito, al contrario que las de coco y las de sisal, que se recomiendan para zonas de alto tránsito al ser las más resistentes al desgaste. Por su parte, las de algas marinas son las que mejor soportan los ambientes húmedos, y las de bambú se confeccionan con pequeñas tablillas y son antibacterianas.

Situada en la ladera de una montaña en Pollensa, esta finca es de nueva construcción, aunque huele a tradición. LF91 es la firma todoterreno que se ha encargado en este caso del paisajismo, la construcción, la decoración, el diseño de la mayoría de los muebles y la venta (sí, ¡esta joyita busca dueño!) de esta casa. “Buscábamos un estilo mediterráneo en tonos neutros muy fresco, a través de materiales nobles”, dice la interiorista. Por eso la madera natural es el material de casi todos los muebles y casi puede acariciarse en las vigas de roble americano del salón.

Son más ligeros y perfectos para salones pequeños. Además, si tiene ruedas podréis trasladarlo por la habitación cómodamente cuando sea necesario.

“Con esta opción y sin ningún otro elemento, tendremos que poner algo más en la pared, bien un papel pintado o pintar la pared de un color más oscuro para que no nos parezca que esa pared está vacía. También se pueden añadir un reloj, unos estantes o algún elemento que le dé un poquito de vida a esa pared”, explican desde PortobelloStreet.es.

Después de decidir en qué pared va a ir tu tele, mide la pared. “Así podrás decidir si lo que quieres es un mueble de pared a pared o uno individual y así colocar una librería o una vitrina a un lado o a ambos. Así tenemos algún elemento más de decoración y utilizar más almacenaje”, dice Torres.

La decoradora y estilista de El Mueble Sol van Dorssen optó por un tono suave piedra para dar calidez a este salón y, a la vez, decorarlo sin recargarlo visualmente. Lo llevó a las cortinas y las tapicerías, con la única nota de contraste de los puffs, de un color mostaza de moda, y para el mobiliario se alió con las maderas de tonos naturales.

Pocas piezas pero con personalidad. Es por lo que optó la decoradora Natalia Zubizarreta para decorar este salón, que equipó con una butaca clásica, dos puffs y un sofá moderno y una mesa de centro con mucha personalidad con el sobre tipo bandeja.