Puffs

Aparte de estar situado junto a la chimenea y a una estantería de obra repleta de libros a todo color, este rincón de lectura conquista por los detalles: el puf trenzado sobre la alfombra de fibras naturales, y la original mesa auxiliar compuesta por un par de libros... ¡Éxito total!

¡Cómo decorar sin arte un salón moderno! Imposible. Cuadros, serigrafías, grabados, láminas y fotografías ponen estilo, elevan el nivel y ayudan a que el ambiente se sienta más moderno. Opta por arte moderno (más o menos abstracto según tus gustos), reproducciones de originales, fotografías… y si son de gran tamaño, ¡mayor impacto!

Si te gusta estirar las piernas y apoyarlas cuando estás en el sofá o bien necesitas asientos extra cuando os reunís en casa, sustituye la mesa de centro por un par de pufs que hagan su función. Eso sí, te ayudarán a organizar el salón si cuentan con capacidad. Levanta la tapa acolchada y guarda dentro lo que necesites.

No es un secreto: en El Mueble nos encantan las cortinas que llegan hasta el suelo. Y para mí también son un must; es más, ¡nunca colocaría unas caídas que no lleguen hasta el suelo! Me gusta la idea de que las cortinas descansen holgadamente hasta el final. Me parece que visten más y arropan el espacio. 

Desde esta casa, las vistas de Les Angles, el lago Matemale y el macizo de Cambre d’Aze quitan el hipo. Pero es que la casa en sí, construida de manera artesana con el propio método de Nordika –quienes además gestionan el alquiler por temporadas de esta casa–, parece de cuento. Además de las vistas, la madera de alerce es la gran protagonista de la decoración. 

¿Hay niños en casa? Elige una mesa de centro –o varias auxiliares– redonda y con una estructura resistente. Por muy bonitas que sean las cuadradas o rectangulares cristal, mejor evitarlas si tus hijos aún son pequeños. 

Seamos realistas, aunque no quieras convertir tu salón en una guardería, los peques son el centro de la casa. Así que lo mejor es disponer de algún cesto en el que guarden sus juguetes cuando no los estén utilizando. Iniciar a los niños en el orden desde pequeños los hará más autónomos y organizados.

Son prácticas, ligeras y versátiles. ¿Lo mejor de las mesas auxiliares? Pues que las podréis mover según os interese o utilizarlas como mesa de centro o para que los peques desarrollen sus dotes como artistas.

Si el salón es pequeño, unos puffs te salvarán la vida cuando recibas visitas. Pero, cuando estéis solos en casa, bajo del mueble de la televisión es el sitio perfecto para que no ocupen espacio. Discreto y superfuncional.

Lo queramos o no, la televisión ocupa un lugar predominante en el salón. Para evitar que su presencia sea más llamativa de lo necesario, coloca un mueble bajo. No es necesario que sea muy llamativo y, mucho menos, grande, ya que se comerá el espacio.

¿Un piso de 50 m² con un salón amplio y una mesa en la cocina? ¡Es posible! La decoradora Natalia Zubizarreta lo logró eliminando el pasillo, que le comía mucho espacio al salón, y tomó prestados unos cm al estar para poder incluir el comedor en la cocina. Y para que los espacios respiraran más amplitud, nada cómo el blanco que lo tiñe todo de luz. 

Las cortinas con rieles son un sistema útil y discreto para vestir las ventanas. Pueden fijarse al techo y una de sus grandes ventajas es que podrás abrir y cerrar las cortinas fácilmente sin importar el peso de la tela. Son una solución más cómoda, aunque menos estética, ya que lo normal es que se vea el riel cuando las cortinas están abiertas. En cambio, la barra resulta más decorativa, ya que te permite dotar de un plus estético a la estancia: hay tantas barras de cortina para elegir como hogares. Además, muchas son personalizables y puedes elegir los remates de los lados según sea el estilo de la habitación. Sea cual sea la opción que elijas, coloca la barra o el raíl a la altura del techo: conseguirás estilizar el efecto de las cortinas y dará la sensación de que los techos son más altos. Y, tanto si lleva barra como si es un riel, la manera de colgar las cortinas es similar.

En la suite las decoradoras recurrieron a un personalísimo papel pintado que simula la piel de potro: "Al contar con poca altura en la pared del cabecero, pensamos que un cabecero quedaría muy encorsetado. Así que lo reemplazamos por este papel, que es un elemento muy de montaña que nos funcionaba muy bien. Pero para no caer en un look demasiado rústico, lo compensamos con unas lámparas modernas y unas minimalistas mesillas voladas". 

Si se ha derramado un líquido, después de limpiarlo, utiliza el secador (sí, el de pelo) hasta que la humedad del interior de las fibras desaparezca. 

Tanto si contamos con un salón pequeño como grande, los pufs y las mesas auxiliares nos ayudarán a tener asientos y espacio extra. Lo ideal, según Olga Gil-Vernet, es apostar por uno de 40x40 cm, de lino, loneta, ratán o fieltro. La ventaja de los pufs, tal y como nos confirma Solange Van Dorssen es que incluso se pueden apilar o guardar mientras no se usan.

Los materiales naturales son los protagonistas de esta zona de trabajo de techos abuhardillados. El escritorio de corte escandinavo y la alfombra mullida crean calidez en esta casa de montaña. 

¿Quién dice que un piso centenario y de arquitectura clásica no puede ser, también, moderno y de diseño? La decoradora Neus Casanova lo tuvo claro a la hora de reformar su piso. De origen, era un piso de 65 m² muy compartimentado. Conservaron los suelos, paredes (algunas) y las vigas del techo. ¿El resultado? “Un mix entre el estilo nórdico y el ambiente mediterráneo, que inevitablemente está presente por la propia arquitectura del espacio”, explica Neus. 

La base del dormitorio, como del resto del piso, es blanca, para ampliar más el poco espacio del que cuenta. Pero para que no se viera demasiado soso, la decoradora optó por pocas piezas, pero con personalidad, como el cabecero de terciopelo en capitoné de un azul petróleo, que se traslada al puff y también a los apliques de pared. 

Otra solución para aumentar la sensación de espacio. Pinta las estanterías, librerías o armarios del mismo color que el techo y la pared. Conseguirás sensación de continuidad, armonía y un efecto equilibrado.

Elegir el mismo material en todas las estancias crea un entorno unificado y armonioso, pero es que, además, amplía también las dimensiones y ayuda a integrar los ambientes. Te ofrecemos 5 propuestas. ¿Con cuál te quedas?

En esta casa reformada por Jeanette Trensig, el vestidor, el baño y el dormitorio principal con escritorio son uno.

La fusión entre lo clásico del techo artesonado con el actual sofá modular y los materiales naturales –tanto las fibras naturales como el lino del tapizado– es ideal. Nada es convencional en este salón, desde el puff como mesa de centro a la butaca de fibras.

No hay duda de que este salón es uno de vuestros preferidos. ¿Lo recuerdas? Es el mismo salón de la foto con más likes. Su abertura al exterior, el mix entre una decoración actual y detalles rústicos como las vigas decapadas y el blanco, que lo tiñe todo de luz y serenidad, son algunas de las claves de este proyecto. No te pierdas estos otros salones blancos, seguro que se convertirán en tus preferidos. 

Las casas de montaña son unas de las que más likes logran en nuestras redes sociales. Y es que este bomboncito en los Pirineos ofrece la mejor de las escapadas. No te pierdas estos 50 salones rústicos en los que estaríamos encantados de que el tiempo se detuviera. 

Cuando más escasean los metros, más se avispa el ingenio... 

De estilo minimalista, este salón de la imagen se acompaña de una sencilla chimenea cerrada, que hace la estancia más cálida y acogedora, y una televisión fijada a la pared, ideal para tener más espacio. 

Las chimeneas son también una excelente solución para separar ambientes, como ocurre con el modelo de esta imagen.

Un porche de sabor tradicional como este pedía una decoración a juego, con mucho rojo y detalles en blanco, desde la decoración del árbol hasta los textiles. Para lograr ese aire campestre juega con la madera y los tejidos de pelo largo o estampado a cuadros. Añade algo de fibra como en una alfombra y disfruta del tiempo en familia.

Con un estilo entre clásico y sofisticado gracias a la combinación de muebles de madera, toques en dorado y colores con intensidad. La ropa de cama en color burdeos y las lámparas con pantallas estampadas que cuelgan del techo sobre las mesitas le otorgan cierto aire étnico al dormitorio. 

En esta casona, durante las fiestas navideñas, la buhardilla pasa a ser el reino de niños. ¡Hasta el punto que cuentan con su propio árbol! Aunque a diferencia del árbol del salón, este está nevado. También la decoración se ha personalizado a su gusto: adornos de renos, bolsitas de chuches, estrellas de fieltro a prueba de niños...

En la línea del resto del piso, el dormitorio se decoró con pocas piezas pero muy escogidas, como el cabecero de terciopelo en capitoné de un azul petróleo, cuyo color ha contagiado al resto de elementos de la estancia, como el puff, los apliques o incluso las mesillas.