Aparadores

En los recibidores estrechos hay que jugar con las medidas y adaptar los muebles para que encajen como un guante. En este, la interiorista Belén Ferrándiz ha elegido un escueto aparador de madera y fibra. El toque original lo ponen las lámparas de techo de estilo industrial y la deco de pared rústica con las cabezas de toro de esparto que, fijadas a diferentes alturas, le dan movimiento.

¿Cómo hacer que las entradas de las casas sean originales? Eligiendo un mueble especial que llame la atención, una lámpara peculiar o una alfombra que se salga de lo normal. En este recibidor, al aparador estrecho y vintage —que recuerda a los antiguos taquillones— le acompañan una lámpara suspendida y una alfombra en color añil, diferente.

Ya sea una cómoda o un aparador si cuentas con espacio, o una consolada o balda volada en recibidores pequeños. Para Sol es clave contar con un mueble o una pieza auxiliar que sirva de apoyo del recibidor. Siempre que puedas, elígelo con cajones, porque favorecen el orden, y si cuentas con baldas, puedes equiparlas con cestas para tener más espacio para guardar, como se ha hecho aquí. 

Un papel pintado con textura textil y un arrimadera de madera lacado en blanco visten las paredes de este recibidor de esencia señorial, creando un espacio súper acogedor y decorativamente muy cuidado. El aparador de madera y el espejo redondo completan un espacio muy elegante. 

Este recibidor es uno de nuestros preferidos. De él nos gusta absolutamente todo. Su amplitud, su elegancia señorial y su personalidad, con piezas escogidas y de estilo, como la gran lámpara chandelier de cristal o el aparador antiguo. La distribución simétrica de los elementos decorativos –los dos espejos y lámparas de sobremesa gemelas– contribuyen a reforzar la elegancia y encanto de este espacio.

En El Mueble somos fans de las cortinas extralargas, que descansan holgadamente en el suelo. Porque esos centímetros de más dan un plus de elegancia y confort visual. En este salón, decorado por Sol van Dorssen, las cortinas, además, se han llevado de lado a lado del estar, convirtiéndose casi en una pared tapizada. Este efecto envuelve el salón y sube de inmediato su nivel decorativo.

"El recibidor debería ser un espacio limpio y ordenado, ya que es lo primero que vemos al llegar a casa. Por eso no dejaría nunca cajas de almacenaje apiladas, zapatos a la vista o acumulación de cosas en desuso en el recibidor", apunta Sol van Dorssen. 

Aparte de duplicar la luz y ofrecerte un lugar para verte antes de salir a la calle, los espejos también actúan como elementos decorativos capaces de marcar un antes y un después. Nunca deberían faltar en el recibidor. Puedes colocarlo apoyado sobre la pared, encima del aparador, y combinarlo con otros objetos. Intenta que no acapare todo el espacio, que forme parte de un bodegón en el que puedas jugar con los volúmenes y las alturas.

¡Nos colamos!

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El gris, como color neutro que es, se lleva bien con (casi) todo. Pero en las tonalidades más intensas, como la elegida por el decorador Roger Bellera para este dormitorio, hace un tándem de lujo con la madera, que compensa su seriedad. Aquí, el gris lo baña todo, incluida la carpintería de las ventanas y las puertas. Pero la madera, que reviste la pared del cabecero enmarcándolo, le da el contrapunto cálido y acogedor. 

Es difícil no enamorarse de este aparador, que aúna elegancia y funcionalidad. A su diseño sobrio, depurado y de aire retro se suma su capacidad, ya que cuenta con dos cajones interiores y dos baldas regulable en altura. Realizado en chapa de madera de nogal, sus medidas son 160 x 40 x 81 cm y tiene un PRECIO de 499 €. 

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La lámpara Octo de Secto es un clásico del diseño escandinavo que dará un look natural, estilo y atemporalidad a cualquier estancia de tu casa. Están confeccionadas a mano por artesanos finlandeses con listones de abedul laminado. Disponibles en diferentes acabados y tamaños, TIENE UN PRECIO de 924 € en Nordic Nest. 

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Una pieza singular es la estrella de este recibidor moderno. La decoradora Marta Noguera Trías ha elegido un original mueble de imprenta para vestir este espacio, que respira un aire muy actual gracias a la gran puerta acristalada con marco de hierro negro que separa el hall del salón moderno, también. 

Cuando cuentas con un sofá de diseño como este, apostar por una alfombra neutra y discreta es la mejor opción. Así evitas que compita visualmente con él. Del mismo color que el sofá, enmarca el estar, regala confort pero desde la discreción. Si, como en este caso, es de tonos muy claros, un consejo: elige una alfombras lavables. Lo agradecerás.

Lo has visto, un espejo de cuarterones se adapta a los espacios como un guante. Y en este comedor moderno, ¡también! Colocados en pareja, sus finas líneas suavizan la dureza del aparador, con un acabado más tosco.  

Este elegante y delicado espejo contrasta con la naturalidad de la madera al natural del aparador. Y es que la combinación elegida por la decoradora Marta Tobella para este recibidor es infalible.

¡Tus visitas a los mercadillos han dado su fruto! Te has hecho con un mueble vintage que te encanta y ya sueñas en cómo lucirá en tu recibidor. Para que te hagas una idea, fíjate en este aparador elegido por Catalina Socías en madera decapada y decorado con cierto aire marinero. ¡Ideal para tu piso de la playa!

Este comedor decorado por Asun Antó es moderno, pero también tiene un aire señorial, marcado por el espacio, y toques industriales y vintage, con esta gran lámpara metálica y el aparador recuperado. Un mix que funciona para dar personalidad y un look atemporal al conjunto.

La madera es la que se impone en este comedor proyectado por I loft you y que, siendo actual, respira un aire rústico urbano. Desde la mesa y el aparador, hasta el marco del espejo o los cuadros y las sillas. 

Truco para hacer crecer los metros de un salón pequeño: el acabado de los muebles. Juega a favor si escoger tonos blancos y maderas claras. Para darle movimiento mete texturas que enriquezcan y combina. No renuncies a una nota de color, pero mejor de intensidad media más que oscura. Y si introduces color, hazlo en piezas ligeras o auxiliares de menor tamaño.

Apoyar un cuadro o unas láminas decorativas en una cómoda o un aparador hubiera sido impensable hace un tiempo. Y ahora, en cambio, es un must, sobre todo cuando se trata de láminas o dibujos. En el caso de los óleos o las grandes obras, lucen mejor colgadas y con una iluminación puntual adecuada. Aquí, este cuadro contribuye a crear una composición con mucho encanto en el salón. 

Las cortinas para el salón han de ser las adecuadas para vestir las ventanas sin restar luz. La idea es tamizar sin perder luminosidad. Tejidos ligeros y en colores suaves (al menos para las cortinas que cubren la mayor parte de la ventana), así no apagan ni "colorean" la luz que entra en el salón. Mejor visillos o visillos y caídas a los laterales que ya pueden jugar algo más con estampados y colores. En el caso de estores, de telas lisas.

Una cómoda heredada, una alacena adquirida en un mercadillo o un aparador restaurado son esos muebles con carácter que le darán a tu casa un toque diferente. Si tienes posibilidad de hacerte con uno, ¡no lo dudes! En este salón la interiorista Solange Van Dorssen ha colocado en este rincón del salón un bonito aparador de madera con puertas de rejilla que encaja como un guante.

¿Tienes el suelo del recibidor o un pasillo en mal estado? Renuévalo con pavimento de vinilo. Es una solución rápida y económica para renovar la imagen de tu hogar. Puedes instalarlo pegado con cola o cinta de doble cara o con sistema clic. Va sobre el suelo original y puedes elegir entre varios acabados que imitan la madera o la cerámica. Empezarás quitando los rodapiés —numéralos si vas a volver a ponerlos—, barre y limpia bien el suelo con alcohol para que no quede grasa ni polvo. Toma medidas del suelo para recortar el vinilo y añade 10 cm más de largo y ancho. Corta la pieza con cúter y fíjala al suelo por zonas con cuidado de no dejar bolsas o burbujas. En este salón comedor, la interiorista Marta Tobella ha instalado suelo vinílico que semeja a la madera.

La ventaja de colgar un cuadro en la pared a pie de cama, como se ha hecho en este dormitorio decorado por Ajanta y Chituca Velasco, es que desde la misma cama puedes disfrutarlo. Aquí, además, se ha creado una decorativa composición con dos piezas de estilo, como ese precioso aparador de estilo retro y la butaca tipo bergère. 

En El Mueble somos fans del papel pintado, ya sea para vestir de personalidad, un espacio especial de casa o para regalar textura y sumar calidez. En este sentido, los papeles pintados con efecto textil son uno de nuestros preferidos, porque los hay muy logrados que crean un acogedor efecto de pared revestida de tela, como se aprecia en este pasillo. 

¿Te ha sobrado un trozo de papel pintado con el que has decorado el dormitorio o la cocina? ¡Utilízalo como lámina y enmárcalo para alegrar tu salón! Si no puedes invertir en una obra de arte porque se sale de tu presupuesto, al menos esta creada por ti te dará el mismo grado de satisfacción. Prueba también a decorar una pared con un Scrabble gigante con palabras que se entrecrucen y te arranquen una sonrisa, cuelga del techo lucecitas que caigan como lluvia, fija cestos de fibra natural o recrea algún patrón decorativo con los cables que cuelgan de la lámpara de mesa.

¿Hay algo mejor que abrir la puerta de casa y ver nuestras fotografías favoritas? Sabemos que no, pero te recomendamos que no las coloques justo enfrente de la puerta principal. De este modo, evitarás que las imágenes estén expuestas a la continua entrada de energías externas.

Según los principios del Feng Shui, los espejos frente a una puerta consiguen que la energía escape al exterior, ¡y no queremos eso! Lo ideal es situarlos en una pared lateral de la entrada, pero si tu recibidor es un pasillo largo, puedes colocar el espejo en medio para calmar la velocidad de la energía y volverla positiva.

Un salón con una base clásica como este necesitaba una decoración navideña a su imagen. Por eso escogimos apostamos por detalles en plata y oro, para decorar el impresionante árbol de Navidad y para vestir la mesa de fiesta. El gris y los toques de blanco también están presentes en la decoración de fiesta de este salón. 

Un espejo envejecido porque hace el espacio más vivido y resulta visualmente más cálido, una lámpara de cuentas, una gran mesa de madera con un toque rústico, el papel pintado... Todo en este comedor está más que pensado, lo que le da ese look acogedor que suma encanto. ¿Quieres ver el resto de la casa? 

Un retranqueo en la pared puede ser la excusa perfecta para crear un recibidor. Este mini aparador de obra, montado con baldas en su interior y puertas lacadas en gris, resulta lo suficientemente práctico para mantener el orden a la entrada. Un cuadro y un jarrón con flores decoran escuetamente la repisa y, en el suelo, una alfombra redonda de fibra le aporta calidez.

La lámpara de lágrimas de cristal, el aparador antiguo con acabado envejecido y los espejos simétricos enmarcados en negro dan a este recibidor una apariencia majestuosa que ni el frío invierno logra rebajar. Las velas y la alfombra blanca con motivos dorados atemperan la estancia. 

Los muebles de madera maciza con acabado artesanal le dan un encanto especial a los recibidores. La interiorista Marta Tobella ha elegido uno de ellos para este de la imagen por su carácter atemporal. Solo se sabrá en qué estación estamos por la alfombra elegida: de pelo en invierno o de fibra en verano. Marta lo ha decorado con un espejo en cuarterones y una planta de interior XL.

En este otro dormitorio se apostó por una versión diferente: un aparador lacado en blanco con puertas y sin tiradores que da cobijo a sábanas, mantas y plaids. Se aprovechó el retranqueo junto a la ventana para acomodar un mueble a medida, del mismo ancho de la columna que cae justo bajo la perfilería. Así, se ganó en amplitud y luminosidad porque nada entorpece el paso de luz.

Si quieres un salón desahogado, elige un mobiliario ligero como este mueble bajo que fichó la interiorista Pía Capdevila. Su superficie sirve de repisa o de asiento informal en un determinado momento. Así lograrás prolongar la zona de tertulia con el banco dispuesto bajo la ventana y el sofá. Puedes utilizar sus cajones y armarios para guardar libros, cargadores de móvil, vajillas... Y descongestionar la estantería o la vitrina.

La generosidad de metros de este comedor exigía piezas voluminosas y con estilo que dieran personalidad a un espacio dominado por el blanco. La gran mesa redonda lacada en blanco viste por sí sola el espacio, y las icónicas sillas Vitra y la lámpara gigante suman estilo. ¡Guárdate esta idea porque es estupenda para comedores modernos! 

Si no te atreves con una pared entera, puedes empezar incluyéndolo en la decoración dando una mano de pintura gris a un mueble. El resultado no defrauda: actualiza el ambiente y se transforma en una pieza con presencia y carácter. Como se hizo en el salón de la influencer María Fernández-Rubíes.

Como es el caso de la idea que decora esta pared de un comedor, sobre el aparador: sencillas láminas tamaño DIN-A4 enmarcadas con molduras rectilíneas combinadas en marcos colgados directamente o con cadena.

Como aquí en una columna. Otra forma de colgar las fotos y que las paredes se vean decoradas es optar por imprimir recuerdos familiares o retratos en soportes originales como metacrilato, lienzo o metal. No necesitan marco y el resultado es ligero. Además, se imprimen con técnicas que garantizan que la imagen se mantendrá en buen estado.

Otra manera de decorar el recibidor radicalmente opuesta a la anterior imagen: deja las paredes en blanco y coloca un aparador bajo de color marrón oscuro, como este de nogal. Réstale seriedad con una decoración informal: unas damajuanas en un tono ahumado, un cuadro apoyado en la pared que armonice... Importante: cuanto más oscuro sea el color marrón, más difícil será su combinación con el negro. Inclínate mejor por los camel. Si vas a mezclar ambos, házlo con mesura, como aquí donde el negro en el marco o en la estructura del mueble es casi imperceptible.

Otra propuesta de éxito para lograr una decoración vintage en el recibidor es la que sugiere la interiorista Pia Capdevila en esta imagen: colocar un aparador vintage superatractivo de madera patinada y decorar la pared con un cuadro de motivos geométricos. También surtirá efecto una mesa tocinera recuperada y una composición de fotos familiares en blanco y negro enmarcadas en madera.  

Este aparador, que destaca por su diseño original que combina cajones con puertas de frentes alistonados, y una parte inferior con armarios, suma mucho espacio para guardar y estilo al salón. Además, su superficie se aprovecha para crear una composición de cuadros y objetos decorativos que da vida a la pared y viste el salón. 

Este aparador aúna un diseño sobrio de aire nórdico, con mucho espacio para guardar, gracias a su armario inferior y a su gran cajón que aprovecha todo el ancho del mueble. 

El contaste es la clave decorativa de este salón, donde la arquitectura clásica y modernista del espacio contrasta con el mobiliario, que combina piezas actuales con otras de diseño. Mientras que el aparador aúna lo mejor de ambos estilos, porque aunque es una pieza moderna el diseño de sus puertas se inspira en los parqués tradicionales franceses con su diseño de espiga.