Aquí hay discrepancias. Mientras unos interioristas apuntan que esta tendencia ha perdido fuelle, otros son partidarios de ellas. "Salvo que haya que marcar algún espacio en especial por problemas de distribución, no las suelo utilizar nunca", dice Eva Mesa. Del mismo modo piensa Raquel González: "fue una tendencia puntual, que apenas se lleva ya. Además, me parece algo incómodo". A Rober Quiñones-Her, de RQH Studio, en cambio, le gusta esta idea. "Eso sí, en espacios grandes y evitando alfombras muy gruesas, ya que pueden entorpecer el paso. Hay que saber combinar bien distintas formas y tonalidades", indica.