Alfombras

El azul eléctrico lleva en el top varias temporadas y todo apunta que en esta se va a mantener. La fuerza cromática y el diseño que destila este sofá no deja indiferente a nadie. Se trata de un tres plazas de lo más práctico. Añádele un reposapiés y ¡lo convertirás en chaise longue al instante!

Sí, aunque no lo parezca, estamos en el elegante recibidor de una casa de campo. Está en La Cerdaña y de su reforma se encargó la decoradora Chone de la Sotilla, de Deulonder. Espacios abiertos que comunican la casa con su maravilloso exterior, mucha madera para sumar calidez y arropar los amplios espacios, muebles a medida y detalles muy especiales que suman estilazo, como la pared entelada con una tela de tacto tipo saco rústico que enmarca y destaca la consola, son algunas de las claves de esta maravillosa casa, que apareció publicada en el El Mueble de abril. 

La estilista Eva Baena nos sugería en la revista nº 717 del mes de marzo una fantástica idea para agrandar visualmente un piso pequeño: prescindir de los marcos de las puertas y abrir tabiques hasta el techo. Con ello, se logra mayor sensación de espacio.

Además, Eva nos daba más ideas que aplicó en este piso pequeño de Madrid: poner los rodapiés blancos o del color de la pared,  revestir el pasillo y el salón con el mismo tipo de suelo para hacerlo crecer y, si este es de parqué, elegir lamas anchas.

Los salones neutros se llenan de color con los complementos. La interiorista Ajanta Velasco eligió una alfombra Viva Magenta 18-1750 en este de la imagen, dinamizándolo y llenándolo de energía.

"Yo estudié arquitectura de interiores, por eso he volcado mi pasión y he decorado yo misma toda la casa. Aunque me quedan algunas cosas por acabar, estoy contenta con el resultado", afirma la propietaria. Muchos de los muebles y complementos son importados de Londres, porque a los dueños gustaba la idea de dar un toque de campiña inglesa.

La casa tiene inspiración inglesa, pero los toques castizos están muy presentes. Las puertas de anticuario y los muebles de maderas oscuras estaban ya en la casa. En el recibidor, la original estructura hace de perchero y zapatero a la vez. Es de madera con detalles de papeles pintados, y fue hecha por un carpintero.  

Por último, en el dormitorio principal, el sofá-diván estilo Luis XVI ya estaba, en una tapicería de terciopelo azul, que no le terminaba de gustar a Natalia, pero lo retapizó en verde para que fuera a juego con el original cabecero y las cortinas de terciopelo. El sofá era de raso sintético y ahora está con una tela maravillosa de Coordonné.

"En cuanto a los sofás del salón, son de IKEA y les hice fundas con telas compradas en Londres. Me apasionan las telas, ¡tengo muchas fundas diferentes! En invierno pongo unas verdes de terciopelo y ahora, por ejemplo, he puesto unas de rayas blancas y rojas", explica ilusionada. Los cojines son un básico para jugar con los colores, y Natalia los ha incluido en toda la casa en verde y azul.

En la chimenea, en la escalera, bajo el árbol, en el alféizar de la ventana... Sea donde sea dónde coloques los regalos, no te olvides de poner un zapato encima. Así no habrá confusiones al abrir los paquetes. Dice la tradición que los Reyes Magos saben qué regalo dejar, según el tamaño y estilo del zapato. ¡Toma nota!

Colocar los regalos alrededor del árbol de Navidad es la manera tradicional de presentarlos. Puedes apilarlos unos sobre otros, separarlos por destinatarios con envoltorios diferentes o crear con ellos mágicas figuras ¿qué tal un mini árbol? Sea cual sea la forma que elijas, ¡resultará súper decorativa!

Si la abuela tiene un asiento reservado exclusivamente para ella, dejarle todos sus regalos en su butaca favorita. Así, podrá abrirlos con calma y de la manera más cómoda. Procura que los envoltorios no sean complicados para que pueda desenvolverlos con facilidad.

Toda la barandilla de esta escalera blanca se ha adornado con ramas de abeto y bayas rojas. Verde y rojo, siguiendo el mismo estilo que la decoración del árbol de Navidad colocado en su hueco. Un cesto repleto de piñas es el elemento perfecto para ensalzar un ambiente navideño.

Contra un suelo oscuro o anticuado, tienes varias opciones. Si es de parqué, puedes llamar a un profesional para que lo lije, acuchille y aplique una o dos capas de barniz al agua hasta dar con el tono deseado. También puedes optar por un vinílico o laminado de los que se instalan sin necesidad de obras sobre el pavimento original. Y por último, pero lo más sencillo y económico, cubrir el suelo con una alfombra, bien de fibra vegetal (que va bien con todo), bien de lana o algodón en un color que coordine con el resto de los textiles.

Precisamente por esa tendencia a lo mate, los espejos y, principalmente, las superficies espejadas no están en el radar de los decoradores para dar vida a un salón en 2024. Los espejos aportan cierto brillo, así que es lógico que se sustituyan por láminas y cuadros enmarcadas.

Entre las tendencias a las que decir adiós en el salón este 2023 está la de buscar la continuidad visual no solo en cuanto a espacios conectados, sino a los materiales del suelo que evitan juntas. Por eso se tiende a los formatos maxi que las reducen. Lamas de suelos de gran tamaño, baldosas XXL o superficies continuas. Las texturas se dejan en mayor medida para las paredes. El truco, usar alfombras lisas de gran tamaño a modo de moqueta.

Una alfombra en el baño dará un toque fresco a la decoración de tu baño. Más si la eliges de fibra vegetal. Los modelos en tonalidades naturales son fáciles de combinar con el resto de la decoración. ¡Van bien con todo y, además, son tendencia! 

No sólo puedes poner una alfombra a los pies de la escalera, también en los diferentes tramos para hacerla más acogedora. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Jeanette Trensig: decorar el descansillo con un kilim en tono neutro y un mueble blanco para colocar una lámpara de sobremesa. 

¿Quieres darle un toque otoñal a tu escalera? Empapela su pared con un papel pintado de cuadros, como este elegido por Sylvia Preslar. La arquitecta e interiorista, además, ha protegido la parte inferior con un arrimadero gris, a juego con el papel y la escalera metalizada.

Gabriela Conde nos brinda esta fantástica idea de almacenamiento a medida en el recibidor. Se trata de una estructura única de madera alistonada, formada por banco, perchero y estante superior. Para darle un toque rústico ¡qué mejor que pintarla de un verde provenzal!

Otra forma de cambiar la decoración de tu recibidor y que deje de ser aburrido es proteger el suelo con una alfombra divina. ¿De fibra o de pelo? La que más te guste, pero que no deje indiferente a nadie. Como esta en azul eléctrico, de lana y artesanal. ¡Perfecta!

Otro pequeño cambio que hará que el baño se sienta reformado y renovado. Y con una inversión bastante controlada. Una alfombra en el centro del espacio y un estor en la ventana. Lamas de madera, fibra o tela (lavable). Para la alfombra, una vinílica o de polipropileno; las hay de algodón lavable en lavadora o un modelo de fibra natural.

A la hora de darle un toque moderno al salón, no podemos olvidarnos de las alfombras. Más allá de los diseños lisos y de colores naturales, ideales para crear una base discreta en la que destaque la decoración, hay propuestas muy originales y de diseño que pueden convertirse en un piezas de estilo, como esta alfombra de Paola Lenti. 

"En otoño es clave hacernos con textiles que sustituyan a los que tenía nuestra casa decorada en verano. Y las alfombras abrigaditas son un básico. Me gustan mucho las de cuadros en lana o yute mezclados con otras fibras son mi obsesión para esta temporada", se sincera la decoradora Paula Duarte. 

En los meses más fríos, la lana viene en nuestra ayuda. En forma de alfombras o mantas ¡qué gusto da acurrucarnos en ellas! Y para acompañarlas, otro de los tejidos naturales estrella: el algodón, suave y transpirable, es perfecto para vestir la cama en invierno y verano.

La interiorista Aurora Monasterio ha elegido terciopelo en el cabecero y en la butaca color mostaza, y lana en la alfombra para hacer la pisada mucho más cálida. Si además optas por colores suaves, lograrás una armonía absoluta.

Sí, las alfombras son también para la cocina. Es increíble cómo puede llegar a cambiar una cocina con una simple alfombra. No solo protege el suelo –sobre todo en la zona de los fogones, más expuestos a salpicaduras–, sino que decora y suaviza la posible frialdad de la cocina, donde los textiles no suelen abundar. "Para despreocuparte del mantenimiento, apuesta por una alfombra vinílica, las hay de muchos diseños chulos (tipo damero, suelo hidráulico...)", explica la responsable de Vestir tu casa.

"Me gusta utilizar alfombras de pelo cuando quiero crear un ambiente más cálido y acogedor", afirma Rober Quiñones-Her. Además, este tipo de alfombras nos ayudan a aislar mejor acústica y térmicamente". "Para el otoño -continúa el interiorista- me decanto más por las de pelo, en colores tierra (beige, marrón o anaranjados). Son ideales para dar calidez, sobre todo, si se mezclan con materiales como la madera. Además, se pueden conseguir infinidad de combinaciones de colores y estilos". 

Las alfombras grandes dan personalidad y calidez a cualquier salón. Para la interiorista María Just, estas alfombras son sus favoritas. En concreta la que se ve en la imagen, "la alfombra de sisal de Cotlin BCN en gran formato. Es el complemento ideal para una zona de estar o para una zona de paso... El hecho de que sea un material natural, confiere al espacio que decora de mucha calidez, y a la vez lo hace cercano y acogedor". 

Con el otoño, llega el momento de colocar la alfombra en el salón. Si tienes que comprar una nueva, apunta: los diseños geométricos sobre un fondo neutro están al alza.

Si eres de las que no cambias la alfombra independientemente de la estación en la que estemos, entonces un modelo de fibra te valdrá para todo el año. Una decisión válida para aquellas casas donde los otoños son cálidos. La interiorista Emma Arenzana eligió esta amplia alfombra de fibra que cubre todo el salón.

Para quienes prefieran una pisada más gustosa o vivan en un lugar frío, entonces mejor colocar una alfombra de pelo para decorar el salón. Así nos lo sugiere Eva Mesa, de Tinda's Projects: "Para este otoño me decanto por alfombras de pelo corto con texturas acogedoras y cálidas, diseños atemporales y colores terrosos que nos recuerden la estación". 

Aquí hay discrepancias. Mientras unos interioristas apuntan que esta tendencia ha perdido fuelle, otros son partidarios de ellas. "Salvo que haya que marcar algún espacio en especial por problemas de distribución, no las suelo utilizar nunca", dice Eva Mesa. Del mismo modo piensa Raquel González: "fue una tendencia puntual, que apenas se lleva ya. Además, me parece algo incómodo". A Rober Quiñones-Her, de RQH Studio, en cambio, le gusta esta idea. "Eso sí, en espacios grandes y evitando alfombras muy gruesas, ya que pueden entorpecer el paso. Hay que saber combinar bien distintas formas y tonalidades", indica.

¿Otro punto que los interioristas tienen en cuenta a la hora de elegir un tipo de alfombra u otro? "Si se va a pisar con pies descalzos o no", confirma Eva Mesa. "Y a nivel estético, valoro dónde va a estar antes de elegir el estilo, el material o el color", apunta. En los dormitorios, donde nos descalzamos con frecuencia, ¡qué bien queda una alfombra de pelo suave al tacto!

¿Vives en un sitio con poca probabilidad de lluvia? Entonces decántate por alfombras de pelo para el otoño. Así no se ensuciarán tanto. Pero siempre de pelo corto. "No suelo usar en mis proyectos alfombras de pelo largo", comenta Eva Mesa, de Tinda's Projects. "Me parecen poco funcionales a nivel de limpieza y, a nivel estético, hacen unos efectos que no me acaban de convencer", añade. Una alfombra de pelo corto de diseño escandinavo es la que ha elegido la interiorista Estela López en este recibidor.

¿Qué es lo que más influye a los interioristas a la hora de escoger una alfombra de fibra o de pelo? No hay duda, son unánimes. La estancia donde va a ir colocada.  Si vives en un sitio lluvioso, prepara tu recibidor con una alfombra de otoño resistente. Las de fibra natural serán las más prácticas. ¿Qué las alfombras de fibra lisas te parecen un poco sosas? Elígelas con dibujo, como este modelo de diseño geométrico por el que optó Asun Antó.

Lo más práctico es que uses unas baldas especiales para cuadros, como estas que son más estrechas (miden 10 cm) y tienen un reborde que impiden que caigan. Para que no se muevan también puedes fijarlas con tiras adhesivas de doble cara. Si las colocas detrás del sofá, asegúrate de que quedan una distancia de unos 45 cm del respaldo. 

¿También existen camas altas juveniles? Sí. Y este ejemplo es buena prueba de ello. Se trata de una base alta con almacenamiento sobre la que se apoya el colchón. Una especie de tatami juvenil. La interiorista Mercedes Pérez colocó dos estructuras en perpendicular. Ambas cuentan con almacenamiento inferior y estanterías en los laterales y el cabecero. 

Como en el caso de la distribución que hemos visto con dos camas en paralelo con un cuadro entre ellas; este espacio pequeño cuenta con dos camas individuales adosadas a las paredes más largas de la habitación. Entre ellas queda la ventana y se aprovecha para ubicar allí un banco, cómoda o mesita de noche. Es posible poner dos camas abatibles en una habitación pequeña en paralelo, adosadas -como aquí- a las paredes largas.

Nada como una alfombra mullida y gustosa de lana para dar la bienvenida al otoño en el recibidor. Si eres de las que tienes dos alfombras: una más fresquita y ligera para el verano y otra más abrigada para los meses más fríos del año, ha llegado la hora de sacarla del armario. Recuerda: las alfombras de pelo son las más gustosas, pero son las que requieren más mantenimiento, por eso conviene elegirlas lavables. 

Las alfombras en el dormitorio dan mucho juego. Depende del modelo, el material y el color lograrás distintos efectos: natural, si es de fibra o más elegante, si es de pelo. En ningún caso, dejarán indiferente. Fíjate en esta alfombra romántica y femenina que ha colocado Dafne Vijande: de pelo corto, con un sencillo estampado geométrico y en un rosa empolvado ¡resulta deliciosa!

En el dormitorio podemos colocar las alfombra de distintas maneras: poner una sola alfombra que cubra toda la base de la cama, incluyendo o excluyendo las mesillas; usar una alfombra a cada lado de la cama o una al pie de la cama. En cualquier caso, no cometas el error de elegir una alfombra pequeña. ¡Mejor pecar por un tamaño demasiado grande que por quedarse corto!

A la hora de decorar un espacio, lo ideal es que la tonalidad de las paredes vaya con el resto de colores de la estancia. Tenlo en cuenta también a la hora de escoger una nueva alfombra, especialmente si las paredes de habitación donde vas a colocarla ya están pintadas o empapeladas. Ikea tiene alfombras en una amplia gama de tonos, por lo que te resultará fácil dar con un modelo que encaje con la decoración.

En los salones grandes es frecuente utilizar alfombras para delimitar la zona de estar del comedor, aunque no tienes por qué renunciar a colocar una tercera alfombra para lograr un resultado más atractivo y dinámico. En este caso, se apostó por una alfombra redonda de Ikea, del mismo material y acabado que las otras dos.

Si tus hijos han dejado de ser bebés y su habitación necesita un cambio, es hora de decir adiós a los motivos infantiles y apostar por textiles acordes a su edad. En el catálogo de alfombras de Ikea encontrarás modelos lisos en tonos neutros que funcionan con todos los estilos y encajan a la perfección en cualquier estancia.

Suaves y acogedoras, las alfombras de pelo largo son siempre una opción perfecta tanto para el salón como para el dormitorio, estancias en las que se agradece una pisada mullida y cómoda. Además, el pelo permite unir varias alfombras sin que se vean las costuras y amortigua el ruido.

El papel pintado es un recurso fácil y económico para dar a tu pasillo una imagen completamente nueva si estás pensando en reformarlo. Los modelos textiles harán que tu pasillo resulte más cálido y acogedor. Y la amplitud del espacio no se verá comprometida si dejas el techo y las carpinterías en blanco.  

Nada como una alfombra para vestir, sumar calidez y hacer más acogedor cualquier un pasillo en blanco. Elígela de pelo corto –atrapa menos la suciedad que las tipo shaggy–, lavable y sufrida. Las de fibras naturales, como esta, son un must, porque son cálidas en invierno, fresquitas en verano y son fáciles de mantener.