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Manillón clásico

Es el modelo Bronce Inglés de Manistil que combina una estructura de bronce en acabado envejecido con una parte central de cerámica blanca. 

2.

Dual

La combinación de dos acabados, uno mate en la parte central y en los extremos de acabado brillante, hace de este manillón una pieza singular, como singulares son sus puertas acristaladas de madera.     

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En acabado níquel

Esta manilla, similar al modelo 1075 de Manistil, es una opción que encaja tanto en decoraciones contemporáneas como clásicas o de campo.

4.

Con detalles florales

Este pomo con placa decorativa es una pieza recuperada que destaca por su decoración floral y su acabado envejecido. 

5.

Una pieza recuperada

La singularidad de esta manilla radica, sobre todo, en su diseño artesanal de formas orgánicas y sinuosas. Dará un toque especial a cualquier puerta. 

6.

De inspiración modernista

 Este manillón resulta decorativo tanto en puertas contemporáneas, que le dará un plus de elegancia, como en decoraciones de corte clásico. Es similar al modeno Modernista de Bolibar. 

7.

Pomo de porcelana

Destaca por su diseño discreto y sencillo y con un matiz vintage, ya que recuerda los típicos pomos de las casas de campo de nuestros abuelos. Similar al modelo Polo de Manistil. 

8.

De líneas rectas

Este manillón destaca por su diseño minimalista de líneas depuradas, cediendo el protagonismo a la propia puerta, un diseño empotrado con cuarterones acristalados. Similar al modelo 217M Sketch de Groël. 

9.

Un clásico

 Y es que esta manilla, o su bisabuela, ha acompañado a diferentes generaciones de puertas, tanto en decoraciones más actuales como de carácter tradicional o en casas de campo. Es similar al modelo Antares de latón natural de Arcón. 

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Dorado

¿Y por qué, no? Aunque el acabado dorado se asocia tradicionalmente con los diseños clásicos y la ostentación, en una decoración actual y, como aquí, dominada por el blanco, da un matiz muy personal. Manillón similar al modelo 827M Log.gic de Groël. 

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Con llave

Es un diseño antiguo de latón en acabado brillo que integra en su placa una cerradura, siendo una opción tan práctica como decorativa. 

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A juego...

Con la puerta. La roseta de la manilla parece reproducir los motivos vegetales labrados en la puerta, creando un conjunto artesanal y único de lo más elegante. 

Renueva las manillas y estrena puertas. Así de fácil. Así de barato. Así de rápido. Y es que pocas "reformas" son tan eficaces e instantáneas como la de cambiar los pomos y manillas de las puertas de casa. Tus puertas parecerán otras en un abrir y cerrar de ojos. Pero antes de ponerse a ojear catálogos conviene conocer bien la nomenclatura para que no haya sorpresas a la hora de ponerse manos a la obra.

No me llames manilla...

Y es que a veces con el nombre de manilla lo englobamos todo. Y no es lo mismo manilla, que pomo o manillón. Descubrimos quién es quién.

Manilla

Es la palanca que sirve para accionar el mecanismo de apertura y cierre de una puerta y las hay de dos tipos: con placa (la palanca está compuesta por una placa alargada) y con roseta (la palanca se completa con una base pequeña, que es la que va sujeta a la puerta).

Pomo

Es una pieza de superficie normalmente esférica que permite abrir una puerta girándolo de un lado a otro.

Manillón

Es un tirador y su uso más habitual es en puertas correderas, para poder abrirlas y cerrarlas con comodidad y con el mejor agarre posible, sobre todo si son macizas, ya que suelen ser pesadas.

Compatibilidad y agujeros

Querer es poder y puedes pasar de pomo a manilla y viceversa sin (apenas) problemas. Según quieras tener que ocultar agujeros o, simplemente, quitar la manilla vieja y poner la nueva.

De pomo a manilla

Si cuentas en casa con pomos antiguos y quieres renovarlos por manillas con roseta, puedes hacerlo sin problemas mediante adaptadores especiales. Y es que, en general, el diámetro de la base del pomo es mucho mayor que el diámetro de una roseta de manilla convencional. Gracias a estos adaptadores, con rosetas de hasta 65 mm de diámetro, puedes reemplazar los antiguos pomos por manillas sin tener que preocuparte por los agujeros.

De manilla con placa a pomo o manilla con roseta

Te va a tocar tapar agujeros. Pero no te apures, es fácil: basta con un poco de barra de reparación, una lija de grosor medio y pintura. Y nunca está de más, una pizca de maña.