Porches

Las alfombras de fibra natural (sisal, jacinto de agua, yute...) son ideales para el exterior porque son frescas y casan muy bien con los muebles outdoor. Puedes colocar una única alfombra rectangular sobre la que apoyar asientos y mesas, como en este porche. O también una sobre otra de diferentes tamaños y formas. Acuérdate, tanto si las pones en interior como en exterior, de asegurarte de que cuenta con reverso antideslizante para evitar resbalones inoportunos.

El entorno natural de lujo de esta vivienda, con árboles y verde hasta donde alcanza la vista, fue lo que convenció a los propietarios. "Dudaban, porque realmente estaba muy desfasada. Así que me llamaron para ver qué me parecía. Cuando la vi les dije que adelante: si tienes unas vistas tan chulas como estas y el entorno merece la pena, que la casa sea un horror poco importa, porque con una buena reforma puede salir un gran proyecto", resume la decoradora Marta Prats.

El comedor se ha mantenido en la misma ubicación. Pero con la reforma ha quedado frente a la nueva cocina, lo que facilita mucho el día a día, sobre todo cuando llega el buen tiempo y la vida en esta casa se traslada al exterior. 

De hecho, en verano los propietarios de esta cabañita hacen vida en el porche: desayunan, comen y cenan aquí, rodeados del verde de los prados y del azul intenso del mar.

Si buscas acompañar la lavanda de otras plantas, el romero es una muy buena opción, como se ha hecho aquí, porque ambas necesitan unas condiciones similares para crecer: sol y un riego poco abundante. 

Este porche disfruta de unas vistas espectaculares a un campo de lavanda, que además de color regala un aroma suave y fresco. Para que las plantas crezcan sin problemas necesitan mucho sol, siendo perfectas para climas mediterráneos. 

Aunque el hábitat natural de la lavanda son los terrenos secos, pedregosos y soleados, puede plantarse sin problemas en macetas, creando composiciones coloristas con las que decorar el exterior. Debes saber que para su buen crecimiento lo ideal es que las macetas tengan un diámetro de entre 30 y 40 centímetros. 

“En el tejado, en el paisajismo y en las contraventanas mallorquinas (que pintamos de verde para mimetizar con el paisaje), hemos buscado mantener la esencia de las construcciones típicas de Mallorca”, relata Olivia Reina, interiorista de LF9, sobre esta casa.

En los porches queda muy decorativo y da mucho encanto enmarcarlos con plantas trepadoras, como se ha hecho aquí con dos buganvillas. A medida que crezcan darán un efecto de cascada en flor muy atractivo y agradable. 

Las buganvillas no solo son un gran aliado para cubrir fachadas, sino que al ser un arbusto, pueden servir también para regalar intimidad, a modo de seto, como aquí. Con el plus que regalan color durante los meses de floración. 

El mar al fondo, las buganvillas en flor y una apetecible sombra donde disfrutar de las vistas y del fresco. ¡Qué más se puede pedir! Y es que este porche es la estampa del verano. ¿Sabías que lo que llamamos flores de la buganvilla son, en realidad brácteas? Las flores son mucho más pequeñas y blancas y están protegidas por estas coloristas brácteas, que son las que hacen tan llamativa la buganvilla.  

¿Por qué nos gusta tapizar las fachadas con plantas? No se trata solo de colorear las paredes, sino de hacerlas menos "duras" y convertirlas en un elemento más del paisaje, sobre todo si contamos con un jardín, como aquí, donde los arcos del porche se han vestido con frondosas buganvillas. 

Este porche está pensado para disfrutarlo sin tener en cuenta las estaciones. La clave es su cerramiento acristalado, que resguarda el estar del viento y la lluvia. La buganvilla que preside el jardín ofrece una nota de color y alegría durante los meses de veraniego, mientras que en invierno, al perder las hojas, ofrece una visión despejada del jardín. 

Las buganvillas son una muy buena opción para confeccionar una cubierta vegetal de una pérgola, porque si bien durante los meses de calor son muy frondosas gracias a su colorista y abundante floración, durante los meses más fríos pierden las hojas, por lo que puedes disfrutar del sol cuando más se agradece y de sombra cuando el calor aprieta.

Aunque las buganvillas son un arbusto trepador, conviene fijar las ramas con alambres durante el crecimiento si queremos que se sostenga en vertical, como en este porche donde se busca que la buganvilla cubra el techo de la pérgola desde el interior.  

Este porche no sería el mismo sin las buganvillas que lo resguardan del sol y, a la vez, lo colorean, creando una estampa bucólica y relajante. Sin embargo, es importante tener en cuenta que posee abundantes espinas que, a su vez, provocan urticaria. Por lo que conviene evitar plantarla si hay niños o animales domésticos en casa. 

Las buganvillas son un clásico de los porches y jardines mediterráneos, porque llenan de color y alegría fachadas y pérgolas. Pero, ojo, porque con el paso del tiempo la buganvilla acaba formando un tronco, como se aprecia en este porche en el que esta trepadora da sombra y color. 

La buganvilla es una trepadora rústica, porque necesita poca agua y pocas necesidades de suelo rico en nutrientes. Pero su principal enemigo es el frío y las heladas. Por lo que en invierno, en climas muy fríos, es mejor protegerla con una manta térmica. Solo así te asegurarás que sobreviva el invierno y puedas disfrutar de sus colores en verano, como en este comedor de exterior. 

Casita en el campo parece, piso urbano es. Y es que este dúplex, que cuenta con un agradable porche rodeado de verde, se ha proyectado con un look muy mediterráneo. Y ecléctico, fiel reflejo del mix de nacionalidades de la familia que lo habita, y vintage, muchas piezas proceden de diferentes rastros de aquí y de allí. 

Además de ser el manjar preferido de los osos panda, el bambú en la cultura oriental es símbolo de prosperidad y buena suerte. ¡Así que no debe faltar en tu jardín!

Plantas trepadoras

Buganvilla: cuidados, poda y todo lo que necesitas saber sobre la planta de exterior más bonita

Esta preciosa casa, que apareció publicada en el número 661, es una de nuestras preferidas del año 2017. Y es que si no te ganan sus amplios y confortables espacios interiores, lo hace su exterior, integrado por varios porches y zonas ajardinadas.

El primer paso fue meterle mano al porche, con una gran abertura a modo de ventana en la zona del comedor: “Así ganamos luminosidad y, a la vez, aumentamos la visibilidad del resto de la casa. Además, aprovechamos para crear un gran banco de obra de doble uso, porque está pensado también para poder poner elementos decorativos, como farolillos”, explica la interiorista Meritxell Ribé. 

La amplitud del porche permitió organizarlo en dos zonas: la de comedor y la de estar, con muebles ligeros "y con una paleta de colores que continúan la misma línea que en el interior, con tonalidades azules incluyendo los verdosos y los terracota". 

Hace lustros esta casa era una granja y todos los espacios respiran ese aire como de otra época, como este encantador porche decorado por piezas recuperadas antiguas con cierto sabor decadente. Una belleza imperfecta que nos cautivó y que vuestros likes demuestran que estábamos en lo cierto. 

"De aquí no me muevo", es probable que sea lo que has pensando al ver esta foto y darle al like de manera impulsiva. Y es que, si disfrutar del exterior en verano es ya un lujo, poder hacerlo cobijado por una glicina como esta, es un sueño.   

Velas, lámparas solares, guirnaldas o estacas decorativas son buenas alternativas para iluminar una comida en verano en el exterior. No solo ahorrarás en la factura de la luz, sino que crearás una atmósfera única, como en este comedor que tantos likes le disteis. 

Este espectacular porche apetece siempre. Y vuestros likes así lo demuestran. En verano porque nos imaginamos disfrutando de estas vistas de ensueño y en invierno porque nos entra la nostalgia de las vacaciones y el calorcito. Si este porche te ha gustado, espera a ver la casa...  

Es verlo y darle al like. Y es que este porche es tan apetecible que es imposible no imaginarse en él, ya sea en verano o incluso en los meses más fríos del año bien arropado por una mantita.

Tradicional, pero no tanto. Y es que el color verde con el que se ha pintado su estructura de madera lo convierte en una pieza totalmente actualizada. En este porche sirve, además de asiento, como mesita auxiliar extra. 

Si la madera es una de las señas de identidad de los comedores rústicos, ¡este se lleva la palma! En las paredes, en la mesa, los bancos hechos con troncos o el baúl a medida. Y para potenciar la luz, la madera del techo se ha pintado de blanco. Por cierto, ¿te has dado cuenta de que es un comedor en exterior? Mira el resto de este viejo pajar transformado en casa rústica.   

Mantas abrigadas, cojines mullidos, portavelas de madera que llenan de encanto este porche alpino y unas vistas de lujo no solo al jardín sino al salón, con su gran árbol de Navidad. ¿Qué más se puede pedir? Si hay continuidad visual entre el interior y el exterior, puede que no necesites más que disfrutar de la decoración navideña que has preparado dentro.

Si cuentas con un porche como este, que al estar acristalado se convierte en una estancia más de la casa, ¿por qué no vestirlo de Navidad como si del salón se tratara? Aquí no hay que recoger ni temer si se levanta aire o llueve. Se ha decorado con un gran a´rbol, guirnaldas, coronas y centros con velas que decoran sus muebles de fibras, madera y metal. Es una opción perfecta para disfrutar del exterior, resguardado y con la decoración más completa.

¡A esta entrada no le falta detalle! Una guirnalda y una corona de acebo enmarcan la entrada. Y el porche cuenta tambie´n con su propio a´rbol de Navidad, rodeado de plantas y velas. Una propuesta muy apetecible para disfrutarla durante el día, antes de que se enciendan las luces. No dudes en apostar por las plantas. Las artificiales también son una opción. Hoy hay reproducciones muy realistas.

En este porche se han usado los textiles para reforzar el look navideño: cojines con copos de nieve, corazones o con el mismísimo Santa en el trineo, mantas de estrellas... Y es que, además de decorar, los textiles son un aliado indispensable para abrigar el porche en invierno. ¡Suma calidez fuera como dentro! Aprovecha para hacerlo con estampados muy Christmas.

Si cuentas con un amplio jardín, una manera muy resultona de decorarlo sin esfuerzo es crear un camino de luces con velas -recuerda que las de luz LED son muy seguras- o usarlas para enmarcar visualmente espacios, como se ha hecho aquí con el porche. Además de crear un ambiente mágico, servirán de divertida guía para tus invitados.

Un porche de sabor tradicional como este pedía una decoración a juego, con mucho rojo y detalles en blanco, desde la decoración del árbol hasta los textiles. Para lograr ese aire campestre juega con la madera y los tejidos de pelo largo o estampado a cuadros. Añade algo de fibra como en una alfombra y disfruta del tiempo en familia.

Esta casa, de nueva construcción, atestigua su historia en los muros de piedra que rodean el patio, que se conservaron de la centenaria construcción original. "Creo que antes había sido un granero, después pasó a ser una casa que tenía ganado... Tuvo varias ocupaciones, pero cuando nosotros nos la encontramos de la vivienda solo quedaban unas pocas ruinas. Conservamos las que pudimos, como las que rodean el patio", recuerda la propietaria. 

Esta casa es como las de antes. Está construida con técnicas tradicionales y materiales recuperados. ¡Parece una masía sacada del siglo XIX! y tiene aire rústico. En el exterior se levantaron muros de piedra recuperada con revoco de cal. Bajo la pérgola, este rincón de comedor desprende paz.

El gran porche cubierto, abierto mediante arcos al jardín, permite usarse muchos meses al año. Aquí se ha creado un gran comedor con mesa de madera. Al fondo, una barbacoa de obra, con encimera de cemento alisado y armarios bajos con frentes de madera reciclada. Descubre la casa del porche.

Se encuentra en Girona, casi en la frontera con Francia, y antes era un granero. Ahora tiene lo mejor de las casas de l'Empordà y la Provenza tanto dentro como fuera.

Tanto dentro como fuera, donde la fachada de piedra con ventanas de madera se prolonga en un techado de madera que acoge el comedor de exterior. Aquí la mesa y los bancos, también de madera, invitan a largas sobremesas al aire libre.

Con tejas de pizarra y madera, en esta casas rústica no falta la luz y las vistas al campo gracias a los amplios ventanales que se abren en la fachada. Con este entorno maravilloso, ¿quién no saca el comedor al porche cada día?

Un tejadillo de madera protege el porche de esta casa de tres alturas y tejado a dos aguas, revestida en piedra y con ventanas y contraventanas de madera. Es el lugar perfecto para sentarse a tomar un café o ver pasar el tiempo en cuanto sale el sol.