"Para que se vea bonito y luzca, lo ideal es que el cabecero sobresalga al menos 5 cm a cada lado de la cama, y que quede a unos 130-140 cm respecto al suelo. Con esto te aseguras que, aunque vistas la cama con cuadrantes, el cabecero tendrá protagonismo", apunta la decoradora Natalia Zubizarreta. Además, los diseños grandes son tendencia: una opción intermedia, estilosa y más ligera, es que el cabecero recoja, al menos, las mesillas de noche. En este, el ribete negro enmarca el cabecero creando un contraste sofisticado. Al ser de un color delicado, elígelo desenfundable.