Dormitorios

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Dormitorio con cabecero de crochet 00425922

Cabecero de Fina Badia Knit Studio. Mesilla de Cottage Little House. Ropa de cama, en Matèria.

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Un cabecero de ganchillo que puedes hacer tú

Si sabes hacer punto o ganchillo puedes tener un cabecero original como este. De trapillo, cuerda, lana... elige el material y el color que mejor se adapte a la decoración de tu dormitorio y a la ropa de cama. Aquí un trapillo en tono piedra combina a la perfección con las fibras naturales y la mezcla de blanco y beige. Para que no se mueva, se ha colgado de unos ganchos. 

00544932 Dormitorio con cabecero azul y revestido papel pintado

Cabecero diseñado por Deco&Living con terciopelo de Gancedo. Puf de La Redoute.

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Un cabecero de de terciopelo azul de pared a pared

Elegante y cómodo: así es este cabecero de terciopelo azul índigo que enmarca la cama en este dormitorio luminoso y relajante. El cabecero tapizado es mullido, por lo que resulta cómodo para recostarte a leer. El terciopelo es agradable al tacto y brillante y su color azul tiene un efecto relajante en el dormitorio. Su tono encaja a la perfección con el papel pintado con motivos naturales que reviste la pared. 

Dormtorio blanco con cabecero gris y ropa de cama en tonos ocres.

Dormitorio con cabecero, de Collection. Lámpara, de Eichholtz.

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Tonos tierra, grises y crema

El protagonismo en la decoración de tonos más neutros tiene que ver con la demanda de interiores más amables y sosegados y, sobre todo, conectados con la naturaleza. A principios del mes de octubre, nos hemos dado una vuelta por Decorex, en Londres, para descubrir en los estand del recinto ferial de Olympia mucho terracota, ocre y, en general, tonos tierra, neutros y suaves que contribuían a dar una sensación general agradable.

Armario de dormitorio abuhardillado con puertas correderas tapizadas con tela.

Armario de dormitorio abuhardillado con puertas correderas tapizadas con tela.

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La ropa de otras temporadas...

Gana espacio al techo abuhardillado (la zona donde es más bajo) con armarios con puertas correderas que aprovechen toda la pared. Hazte con unas buenas perchas para prendas como abrigos y chaquetas: así no se deforman. La ropa se guarda limpia y sin planchar en cajas de tela para que respire. Un saquito con lavanda o una pastilla de jabón rallada hará que huela bien el armario.

Dormitorio con zona de trabajo bajo la ventana.

Mobiliario realizado a medida por Marina & Co.

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Armarios hasta el techo

Y si son del mismo color que paredes y techo, mejor que mejor. Esa sensación de continuidad visual contribuirá a una percepción de mayor altura. 

Dormitorio con cabecero de capitoné y molduras en pared

Dormitorio con cabecero de capitoné y paredes decoradas con molduras.

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Decorar con molduras también te ayudará a ganar altura

Decorar la pared con cuarterones de molduras a diferentes alturas es otro recurso infalible para que un espacio parezca más alto, sobre todo si los paneles son alargados.

Dormitorio con cabecero tapizado en azul y papel pintado de rayas.

Dormitorio principal con cabecero de TC Collection. Papel pintado de Gastón y Daniela. Lámpara de Zara Home.

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¡Déjalos a rayas!

Verticales, eso sí. Porque si las horizontales dan la impresión de que una habitación es más ancha –apúntate este truco para decorar pasillos estrechos-, las rayas verticales crean sensación de mayor altura. Así que ya sabes: una idea estupenda es decorar la pared principal del salón o del dormitorio con un bonito papel pintado con este estampado.

Cabeceros tapizados en dormitorios.

Cabecero, de Calse. Aplique, de DCW. Sofá, de Crearte.

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Cabeceros tapizados en dormitorios

"Los dormitorios deben ser lugares en calma donde relajarnos. Para amueblarlos nos gustan los cabeceros tapizados en colores neutros, textiles cálidos y sí, aquí también, cómodas antiguas como mueble de almacenaje. En este de la imagen, las molduras en paredes, además, lo elevan de nivel", hace hincapié Natalia.

Cabecero de madera.

Dormitorio principal con cabecero, de puerta de madera. Mesita, de IKEA. Ropa de cama y cojines, de Pepe Peñalver. Lámpara, en Mandrágora. Manta, de El Corte Inglés.

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Ancho, de granero e imponente

Un cabecero tiene que llamar la atención si queremos que resulte original. Así lo concibieron las decoradoras de Alto Interiorismo en este dormitorio veraniego en tonos mostaza. Una gran puerta de granero antigua actúa como cabecero de forma imponente y no pasa desapercibido. Es un elemento de estilo rústico que crea el ambiente cálido y relajante que le faltaba a esta blanca y fresca habitación. 

televisor en el dormitorio

Dormitorio principal con butaca, de Crearte, con tela de Yute's. Lámpara de sobremesa y banqueta, de Blanc D'Ivore. Pavimento de gres cerámico que imita la madera.

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En el centro de una pared bien aprovechada

El televisor debe estar en la pared frente a la cama, pero eso no significa que no la aproveches. En este caso, un mueble a medida con poco fondo aprovecha el espacio con armarios y cajones, a la vez que unas estanterías sirven para colocar libros y decoración. De esta manera, el televisor se integra mejor que si está "solo" en una pared.

Como si fuera un cuadro

Dormitorio con colcha, plaid blanco y cojines, en Sacum. Edredón, de Haomy, en Catalina House. Suelo de madera de roble, de Neoparquet.

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Empotrada en el tabique

En este caso, la solución ha sido una hornacina en la pared, diseñada a medida. Su efecto es sobrio. a tono con la estantería a su lado. Lo importante es que esté a la altura de la vista cuando estáis tumbados.

En estanterías empotradas

Vestidor, con puerta corredera acristalada que separa el dormitorio del vestidor.

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En estanterías a medida

Si tienes estanterías en tu habitación, este es otro lugar innovador para instalar una televisión. Intenta incorporarla entre otros elementos decorativos, como plantas, libros, jarrones o cuadros para que se integre de manera natural.

Cerca de asientos o sillones.

Dormitorio con tocador, con televisor en la pared.

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Colgada entre dos armarios

Si tienes en tu dormitorio dos armarios, una buena idea que aconsejamos mucho en El Mueble es poner un estante que sirva de escritorio. Precisamente sobre este rincón, el televisor aprovecha genial el espacio.

Escondida dentro de un mueble.

Dormitorio principal con escritorio, de Taller de Las Indias. Silla y lámpara de flexo, de Triggo. Armario con televisión escondida, diseño de Sol Van Dorssen.

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Escondida dentro de un mueble

Esconder la televisión dentro de un mueble del dormitorio es una opción muy práctica si quieres mantenerla fuera de la vista mientras no la estés viendo. De esta forma, las puertas del mueble se pueden cerrar cuando no se está usando, ocultando completamente la pantalla a la vista. En este caso, un mueble a medida es la mejor solución, porque además se ocultan los cables, un detalle muy importante.

Como si estuviera expuesta en una galería.

Dormitorio principal, con mueble de pladur y chapa de madera. Alfombra de lino, de Sacum.

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Colgada, pero acompañada de cuadros

Otra opción para colocar una televisión en un dormitorio es colgarla en la pared como si fuera un cuadro expuesto en una galería. Puedes poner cuadros o fotografías a su alrededor o focos arriba para darle un toque decorativo.

Continuidad mediante el color y juegos de espejos

Espejo de cuerpo entero de estilo minimalista.

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Estilo minimalista

Las líneas limpias y los marcos sencillos aportan un look sobrio. Además, los espejos de estilo minimalista son versátiles y resultan elegantes en cualquier tipo de ambiente.

Dormitorio en tonos beige y blanco, con puertas correderas al baño.

Cabecero de Maison Decor Zaragoza, y mesita de noche y lámpara, de Sofía Martín.

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Hacia el baño

Las correderas dobles son una gran elección en dormitorios con baño en suite. Empotrada, en blanco y con las mismas molduras que las paredes, se funde con estas. Es un diseño de Sylvia Preslar (1480 €).

Dormitorio infantil en tono verde claro con puertas correderas

Cama a medida por Seawashed, apliques de Colmore. Alfombra de Casa Viva y textiles de Zara Home.

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Empotrada y con color

Aprovecha el cuarto infantil. Sus molduras le dan elegancia y el lacado en verde mint y los tirantes negros, un toque actual. De Carde Reimerdes. Mide 225 x 250 cm y cuesta unos 4800 €.

dormitorio, suelo de madera, armario empotrado, vestidor, pared color piedra, ropa de cama estampada, banqueta, mesitas de noche, lámparas de mesa, velas, cojines estampados, cojín azul, cojín, beige, arco, butaca tapizada, cortina

Ropa de cama de Zara Home. Alfombras a rayas de Teklassic. Butaca tapizada mod. Bergere de Becara.

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Un dormitorio al que se llega por el vestidor

En el dormitorio principal tomaron otra acertada decisión: "En lugar de poner cabecero, pintamos la pared de un color más oscuro, en la misma gama de tonos tostados que hay por toda la casa. Es una pared cálida y nos sirve para dar protagonismo a la cama y a las mesitas de noche afrancesadas, con su pátina blanca", asegura Mar. Las vistas desde la cama son infinitas: entre arcos se encuentra el vestidor, blanco, con unas puertas altas y con molduras muy románticas, y a través de él se accede a un pequeño despacho (donde aguarda la cuarta chimenea) y que, por supuesto, está conectado al jardín. 

Dormitorio decorado con papel pintado.

Cabecero, de El Corte Inglés. Papel pintado, de Leroy Merlin.

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¿Qué tal si empapelas?

Ya se trate de la pared del sofá en el salón, o del cabecero en la cama, anímate a decorar cualquiera de estos frentes con un papel pintado que te enamore (a ser posible a rayas verticales o con discretos estampados para no recargar el espacio) y pinta el resto en uno de los tonos del papel.

Dormitorio con techo abuhardillado.

Cabecero y mesilla de roble, de Space Stage. Lámpara, de Ideal Lux. Cojines, en Margarita Ventura y La Maison.

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La ropa de cama

En el dormitorio toca renovar los textiles. Una apuesta segura es partir de una base neutra, es decir, que predominen los tonos blancos, beis o cremas muy suaves, y después añadir pinceladas de contraste a través de los cojines, plaids y mantas. Así que, quizás solo tengas que comprar los complementos textiles.

Dormitorio con visillos y cortinas de lino.

Cama, de Flexform. Ropa de cama, de Society. Cojines, de Calma House y Llabrés. Plaid de lino, de Libeco.

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Lino, el tejido estrella en el otoño 2023

Su textura natural y rústica, unida a ese toque elegante, pero relajado y casual a la vez, que pone a cualquier espacio, hace del lino una elección popular para cortinas en una variedad de estilos de decoración. Si es tu elección para este otoño 2023, no te equivocarás.

Dormitorio con ropa de cama blanca y verde.

Dormitorio con cabecero, banqueta tapizada, estor de lino blanco, lámparas de aplique, diseño de Coton et Bois. Láminas, en Carolina Blue. Alfombra, de Papiol. Pintura de las paredes, de MC Pinturas.

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Decorar las paredes con láminas sin personalidad

Colgar algún cuadro en las paredes del dormitorio puede ser una buena idea, siempre que no recurras a las típicas láminas sin personalidad que encuentras en cualquier tienda de decoración. No hace falta gastar un dineral y, aunque no seamos dueños de ninguna obra de arte cotizada, existen algunas ideas para decorar las paredes con cuadros que reflejen nuestra forma de ser. Aquí van algunas sugerencias que pueden ayudarte: los dibujos de tus hijos, fotos de familia en color o en blanco y negro (seguro que tienes miles que te encantan), composiciones elegantes, ese póster que tanto te gusta y que encontraste en el mercadillo, un grabado o una lámina especial que esté bien escogida, etc.

Dormitorio con cabecero de obra y apliques.

Dormitorio con aplique modelo Tolomeo, de Artemide.

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No diseñar la iluminación

O diseñarla mal, que es aún peor. Este es uno de los fallos que puede hacer que nuestro dormitorio se vea barato y poco acogedor. Hay un abanico completo de errores que deberías evitar, desde elegir luminarias demasiado frías y blancas, hasta poner únicamente una lámpara de techo. Las luces intensas y muy frías hacen que el dormitorio parezca desangelado y poco acogedor. Es conveniente optar por luces cálidas, de entre 2.800 y 3.500 °K. Tampoco es conveniente contar solamente con una lámpara de techo. Es mejor contar con varios puntos de luz, como lámparas de sobremesa para las mesillas o apliques en la pared, e instalar reguladores de intensidad para poder bajar o subir las luces según el momento.

Dormitorio con pared verde y cabecero de madera.

Dormitorio principal con cabecero, con espacio de almacenaje, diseño de Meritxell Ribé. Apliques, de Vibia.

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Usar colores estridentes y chillones

El dormitorio es un espacio de descanso y, como tal, ha de decorarse con colores serenos y neutros, capaces de favorecer la relajación. Optar por pintar las paredes de un tono demasiado fuerte y estridente no solamente hará que te cueste más dormir, sino que devaluará la decoración del espacio, que se verá mucho menos estiloso. Esto no quiere decir que optemos siempre por el blanco para las paredes. En el dormitorio de la foto se ha pintado la pared del cabecero de color verde oscuro y el resultado no puede ser más elegante. La clave está en elegir tonalidades tranquilas y neutras, y mejor frías, aunque las usemos en sus versiones más oscuras.

Dormitorio con cabecero capitoné.

Dormitorio, diseño de Calamita. Mesita, de Crisal. Banco de madera antiguo. Alfombra, de Salgueiro. Cortinas, de Lizzo. Colcha, de Zara Home.

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Poner una alfombra muy pequeña

Las alfombras son elementos muy recomendables en el dormitorio, ya que aportan confort en un espacio en el que solemos andar descalzos, amortiguan el sonido de los pasos y, además, añaden estilo a la decoración. Pero para lograr este último punto y no caer en un error debemos saber elegir el tamaño adecuado. Una alfombra de tamaño XXL es una buena idea decorativa, si sobresale un poco por ambos lados y también por la parte de los pies de la cama. Si queda raquítica, mejor no la pongas porque hará que tu dormitorio se vea poco estiloso.

Dormitorio con cabecero de madera.

Dormitorio principal con butaca, de La Maison. Taburete de cuerda y lámpara de flexo, en Sacum.

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Poner muebles demasiado grandes

En ocasiones cometemos errores de bulto, por no mantener la cabeza fría y ser razonables. Puede que te hayas enamorado de ese conjunto de muebles de dormitorio que has visto en la tienda, pero si tomas medidas y compruebas que son demasiado grandes para tu habitación, no los compres. Cabecero, mesillas de noche, cómoda, armario... ¡Todo no cabe! El resultado es un dormitorio abarrotado, hostil y con muy poco estilo.

Dormitorio con papel pintado en paredes y techos azul.

Cómoda y papel pintado de Laura Ashley, en Federica&Co.

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Elegir estampados grandes y utilizarlos sin medida

Elegir estampados con patrones de tamaño XXL para las superficies amplias del dormitorio, como son paredes, techos, cortinas, etc., solo está justificado en casos contados. La mayoría de las ocasiones termina por hacer que el espacio se vea barato y sin estilo. Si te gusta el papel pintado, por ejemplo, y quieres elegir un modelo estampado, prioriza los tonos neutros y suaves para lograr un efecto menos estridente.

Dormitorio con ropa de cama amarilla.

Dormitorio principal con cama y mesita de noche, en Muebles Palafurgell. Papel pintado, de Cole & Son.

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Optar por ropa de cama de dudosa calidad

No hay nada como deslizarse entre las sábanas de una cama fresca y recién hecha... si estas son de calidad. La ropa de cama es uno de esos elementos en los que merece la pena invertir. Es cierto que el mercado ofrece opciones muy económicas y con diseño, pero por lo general no tienen buena calidad y eso se nota. Es preferible tener dos juegos de sábanas buenos, que muchos malos. A la hora de elegir las sábanas procura que sean de 100% algodón egipcio y que tengan, como mínimo 300 hilos. O pueden ser de lino. La clave está en optar por tejidos naturales, ya que transpiran mejor y son más frescas en verano.

Dormitorio con muchos elementos antiguos.

Dormitorio principal con cómoda, butaca, espejo y maniquí, antiguos.

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Elegir todos los muebles a juego

¿Qué necesidad hay de acompañar al cabecero de la cama de las mesillas, la cómoda y  el armario, todo a juego? Ninguna en absoluto. Al final, nuestro dormitorio se parecerá a cualquier otro en el que hayan instalado la misma serie de muebles. No caigas en este error que hará que el espacio parezca barato y le restará todo atisbo de gracia. Mejor combina piezas distintas, de orígenes, acabados y estilos diferentes, siempre siguiendo tu propio instinto decorativo para no caer en mezclas imposibles.

Dormitorio con banco bajo ventana.

Dormitorio con cabecero, de Interiorismo AC. Espejo, taburete, cesto y cojín a rayas, de Sacum. Lámpara de pie, de Muy Mucho.

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¡Ojo con el desorden!

Este es uno de los errores que más se suelen cometer, debido a la dificultad de mantener los espacios ordenados. Sin embargo, por muy estiloso que hayas decorado el dormitorio, si en él reina el caos, se verá muy poco acogedor y cero elegante. Así que, una vez hecho el trabajo decorativo, revisa el equipamiento de los muebles para poder organizar todo lo que tienes que guardar, establece una rutina de limpieza y orden y no te la saltes nunca. Solamente así podrás disfrutar de tu dormitorio soñado.

Un dormitorio infantil en tonos claros.

Habitación de bebé con cuna, mesita de juegos y detalles decorativos infantiles.

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Tonos claros pero detalles a color

Por lo general, siempre se suelen escoger tonos claros y neutros para decorar las habitaciones de los bebés. Dan mucha luminosidad y esto a su vez permite que se respire mucha más tranquilidad. No obstante, esto te lo contaremos con detalle más adelante. Lo que sí que queremos decirte en este caso, es que introducir detalles decorativos con colores suaves, puede dar vida a la estancia, así como la hace más divertida y alegre.

Dormitorio infantil con tipi y butaca en tonos blancos.

Un dormitorio infantil en tonos blancos, luminoso y con pocos muebles.

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Un dormitorio sin muchos muebles

Para evitar la sobrecarga visual y que haya muchos trastos o juguetes por medio, lo mejor es contar con un dormitorio que tenga los muebles justos y necesarios para el bebé. Por eso, intenta evitar incluir muchos muebles que terminen siendo molestos o haciendo el dormitorio mucho más pequeño y agobiante. Además, luego te explicaremos por qué los colores neutros y claros juegan un punto a favor en este tipo de dormitorios. ¡Sigue leyendo!

Dormitorio en azul con cabecero de madera

Aparador, de Luzio. Banqueta, de Crearte Collections tapizada con tela de Yutes. Alfombra, en La Maison.

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Bajo la ventana del dormitorio

Si te gusta la idea, mide bien el espacio disponible bajo la ventana para asegurarte de que el aparador se ajuste perfectamente. Cuida que su altura no bloquee las vistas ni el paso de la luz natural y que tampoco sea un incordio cada vez que quieras abrir o limpiar las ventanas.

Cabecero en blanco tapizado, tipo orejero.

Dormitorio con cabecero, de Sandon.

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Tipo orejero

Grande y muy estiloso, da un acogedor efecto envolvente y arropa la cama, convirtiéndola en la protagonista de la estancia. En blanco, resalta sobre la pared y multiplica la luz. Los cabeceros de estilo orejero centran muy bien el espacio y son ideales para crear un ambiente acogedor. 

Cabecero recuperado a partir de una puerta antigua.

Cabecero recuperado a partir de una puerta antigua.

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Recuperado y moderno

En El Mueble somos siempre partidarias de recuperar piezas antiguas y darles una segunda vida, para conseguir una decoración con esencia y personalidad. ¿Se te había ocurrido que una antigua puerta pudiera transformarse en un cabecero así de bonito? Pues ahora sí, pues una vieja puerta se ha reconvertido en este cabecero único. Con un barniz incoloro luce toda la belleza de sus vetas llenas de historia. Si la puerta es demasiado grande, toma nota: puedes buscar unas mesitas de noche que sean bajas y resulten lo más neutras posible.

Cabecero blanco de madera decapada con diseño romántico.

Dormitorio con cabecero blanco de madera decapada, similar en El Corte Inglés.

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Afrancesado

De madera decapada, tapizado y de línea suaves, es una pieza de sabor clásico que da un aire romántico y mucho encanto al dormitorio. Un cabecero como este encaja a la perfección con cualquier estilo decorativo.

Cabecero blanco con ribete negro.

Cabecero blanco de Kenay con ribete negro, de elegancia atemporal.

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En blanco y ribeteado

"Para que se vea bonito y luzca, lo ideal es que el cabecero sobresalga al menos 5 cm a cada lado de la cama, y que quede a unos 130-140 cm respecto al suelo. Con esto te aseguras que, aunque vistas la cama con cuadrantes, el cabecero tendrá protagonismo", apunta la decoradora Natalia Zubizarreta. Además, los diseños grandes son tendencia: una opción intermedia, estilosa y más ligera, es que el cabecero recoja, al menos, las mesillas de noche. En este, el ribete negro enmarca el cabecero creando un contraste sofisticado. Al ser de un color delicado, elígelo desenfundable. 

Cabecero blanco de líneas elegantes con tachuelas.

Cabecero de líneas elegantes, de Estudio de Pino & Del Valle.

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Clásico y chic

Para una decoración de elegancia minimalista, escoge un cabecero de diseño limpio, clásico, con un toque especial: en este caso, la clave son las tachuelas, que le dan un toque muy llamativo. Elegante y de líneas suaves, es un diseño del Estudio del Pino & Del Valle.

Cabecero tapizado el lino y cojines en mostaza.

Cabecero de tapizo en lino, en tono beige, de Biombo Decoración.

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Muy natural

Los diseños tapizados son un clásico que siempre funciona. Intenta optar siempre por un tejido antimanchas y con textura: disimula mejor los roces que uno liso. Hay tejidos técnicos que imitan las texturas naturales, pero sin su mantenimiento. El lino, por ejemplo, es un básico de los cabeceros tapizados por su look casual y atemporal. Se llevan de lino lavado y rústico. 

Cabecero blanco con friso decorativo en habitación de paredes verdes.

Dormitorio verde con cabecero blanco con friso decorativo, de Carillo.

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En blanco y campestre

Con un friso decorativo que puede servir de mini repisa para apoyar algún cuadro o lámina, y cuarterones, es atemporal y decorativo por sí solo. Centra el espacio y calma los colores de paredes y ropa de cama, algo más atrevidos. Una pieza clásica y simple, pero efectiva, como esta queda bien en cualquier dormitorio

Dormitorio con cojines en tonos mostaza y marrones.

Cabecero y mesita de noche de madera, realizados a medida por Carpintería Terral.

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Que no falten los cojines

No hay nada que haga más confortable acogedor un dormitorio que una cama con cojines. Tanto para decorar como para sentirnos mucho más cómodos, los cojines siempre darán una sensación a nuestro dormitorio de más calidez, sobre todo si escoges unos textiles en tonos mostaza, marrones y blancos.

Dormitorio con mesilla y flexo.

Dormitorio rústico y acogedor con mesilla de madera y textiles en neutro y rosa.

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Añade lámparas de mesa o pie

Una luz cálida, cuando cae el sol, convierte la estancia en un espacio embriagador y muy acogedor. Por eso, si quieres conseguir este efecto, una buena idea es que integres lámparas o apliques en tus mesillas o en formato de pie.

Dormitorio con chimenea, vigas de madera, cabeceros tapizados, cómoda, escritorio y butaca

Cabecero restaurado. Ropa de cama, en Pepe Peñalver. Manta, de Zara Home. Mesa de escritorio antigua.

El Mueble/Fernando Bedón

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Dormitorio con chimenea ¡qué calentito!

"Cada uno de los 7 dormitorios que hay en La Casa de Los Robles es diferente", explica Carolina. Dos de ellos —como el de la imagen— tienen una bonita chimenea que los diferencia pero también tienen elementos en común, como los cabeceros tapizados que he restaurado junto a mi compañera Isabel Pérez, cómodas, escritorios, secreteres antiguos...".

Dormitorio con cortina blanca con ribete negro.

Cabecero con tela de Casamance. Cortinas, cuadros y pantallas de lámparasen Sandra Vergara Studio. Mesitas, de H&M Home. Banqueta, de zara Home. Ropa de cama, de Aiguavista. Cojines, de Filocolore. Alfombra, de KP.

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Las cortinas con un moderno ribete

Llevamos viendo las cortinas con ribete durante todo el año. Y este otoño se mantienen entre las tendencias más in para la decoración. Y, en el dormitorio, donde dejamos que la decoración sea más personal, es una alternativa que conferirá al entorno un look moderno y muy actual. Estas en beige con un ribete en negro son nuestras favoritas. 

Dormitorio con pared de piedra y cabecero de obra.

Lámpara flexi, de Dadá Interiors.

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Se va: las letras decorativas

Si a estas alturas aún no te has despedido de esas figuras con las iniciales de vuestros nombres, ya va siendo hora de que lo hagas. Tienen muchos otros recursos ideales para poner ese toque personal en la decoración de tu dormitorio. Pero puestos a elegir: quédate con alguna pieza bonita de barro o cerámica hecha a mano. Ese tipo de detalles siempre suman. 

Dormitorio decorado en tonos rosas.

Mesita de noche, de Hanbel. Papel pintado Emma, de Wallpaper.

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Se va: el rosa

Fue bonito mientras duro, pero la tendencia "Barbiecore" ha tenido poco recorrido. El rosa deja paso a los colores del otoño: verdes, amarillos, ocres y rojos.

dormitorio-con-muebles-blancos.

Cabecero, de Eichholtz. Ropa de cama, de El Corte Inglés. Mesita de noche, de Crisal. Lámpara, de Maisons du Monde. Alfombta, en The Art - Interior Design.

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Se va: los muebles de líneas rectas y depuradas

Son muy elegantes y encajan a la perfección en dormitorios contemporáneos y modernos, pero de momento las formas orgánicas siguen siendo las que mandan en el mundo del diseño de mobiliario. ¡Apúntatelo!

Dormitorio decorado en tonos neutros con cabecero de macramé.

Banqueta de madera y lámpara de pie, de MIV Interiores.

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Se va: los cabeceros de macramé

Sí, sabemos que tienen un rollo muy especial, pero a los cabeceros de macramé les ha llegado su hora. Este otoño se llevan los diseños XXL, tapizados, de líneas envolventes… En cualquier caso, si tienes una de estas piezas de estilo boho, no la guardes muy lejos, ¡las modas siempre vuelven!

Dormitorio con listones de madera en el cabecero.

Proyecto de Pia Capdevila. Lámpara, de Maisons du Monde.

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Se queda: las paredes con textura

Y si esa textura se la das con unos listones de madera, mejor que mejor. Como ves en este proyecto de Pia Capdevila, es un recurso genial para decorar la pared del cabecero y, ya de paso, hacer que el dormitorio parezca más alto.