Cojines

En este salón moderno estilo El Mueble, el sofá es el mismo que en el anterior, el modelo Färlov, pero cubierto con una funda Djuparp. Su color gris oscuro combina con estilo con la pared, de un gris más claro, mientras que la madera y las fibras del resto de piezas calientan la estancia. 

La luz ha sido clave para apostar por el color en este salón. Desde la pared de la chimenea, en este acogedor topo, hasta el sofá, tapizado en terciopelo gris, que da un toque elegante y actual. El conjunto es personal, muy cálido y estiloso. 

Consigue un matiz más cálido en el color gris eligiendo un tono con toques de verde oliva que lo refresque y que se dé calidez. Ahora, pinta solo una pared de este color y el resto de un tono luminoso, como el blanco. 

Una buena manera de estrenar cojines sin necesidad de cambiar las fundas es añadirles unas figuras muy otoñales. Recorta en fieltro una ardilla, una piña, una hoja o una calabaza y cóselas a las fundas. También puedes comprar las piezas ya hechas, de esas que se pegan con solo pasar la plancha caliente sobre ellas. ¡Quedarán ideales sobre el banco del recibidor!  

Y casi, casi del invierno porque son súper calentitas. No solo en el suelo como alfombras, también sobre el sofá para taparte mientras ves tu serie favorita o cubriendo las sillas a la hora de sentarte a comer. ¡No te prives de ellas! Añade cojines de lana, piezas de madera y velas y ya tendrás preparado tu salón de otoño. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Isabelle Mattera.

Pues incorpora un bonito cesto con tapa en el que dejarlas y las tendrás a mano al llegar a casa. Colócalo junto al banco y, además, lo harás con toda la comodidad. Las cestas también pueden quedar debajo del banco y colocar una por cada miembro de la familia, por ejemplo.

Puesto que una cama nido no cabía, la interiorista se decantó por un modelo con cajones para conseguir más espacio de almacenaje. Una gran solución en dormitorios infantiles pequeños. 

Los cojines con texturas son los grandes aliados de los sofás a la hora de aportar estilo, y en el otoño, los tejidos de arpillera o los que están inspirados en las telas de saco, actuarán como enlace entre el verano y el invierno.

El blanco es el color básico por excelencia. Da igual que estemos en verano, primavera, otoño o invierno, porque elegir textiles en blanco siempre es un acierto, y si no que se lo digan a las sábanas. Escógelas en algodón 100% (y a poder ser, orgánico) para tener dulces sueños.

Los textiles de lino en colores empolvados también son una excelente opción para dar la bienvenida al otoño. Al tener tonalidades más apagadas, generan ambientes sosegados muy propicios para el dormitorio.

Inspirados en un estilo boho muy relajado, los textiles con acabados en borlas, pompones y flecos que vimos a lo largo de estos meses de terraceo, también decorarán nuestros hogares en otoño. Nos gustan por ese espíritu de slow life que resulta tan acogedor y hogareño.

Las rayas son uno de esos estampados clásicos que siempre vemos temporada tras temporada, y en otoño no iba a ser para menos. ¿Nuestro consejo? Elígelos en complementos como cojines en tonalidades neutras o terrosas. Sí, las mismas que usabas en verano y que armonizan con los tonos cálidos propios del otoño.

Como decíamos, en los últimos años el otoño se ha convertido en una estación más cálida de lo normal, por eso te animamos a que sigas eligiendo plaids de lino y algodón para decorar el pie de cama. Por si las moscas, siempre puedes combinarlos con mantas de punto. Así también le darás volumen a la cama.

Los estampados florales son atemporales, aunque es cierto que varían en forma y color en función de la estación. Durante el otoño, te seguirán acompañando los que cuenten con fondos de color cálidos, como ocres y mostazas.

Triunfaron en primavera, siguieron teniendo protagonismo en el verano, y seguirán haciéndolo en otoño. ¿Por qué? Porque son cálidos y en cierto modo, alegres. No lo dudes: en cojines, mantas, plaids o tapizados, los tonos ocres y mostazas quedarán de ensueño esta temporada, tanto lisos como estampados.

Como toda fibra natural, el lino es un tejido fresco que siempre se asocia a la primavera y al verano, pero... ¡Sorpresa!, también es válido para el otoño (sobre todo si tenemos en cuenta que últimamente el otoño es una estación mucho más cálida que de costumbre). Una opción para incluirlo en la decoración del salón es mediante una funda de sofá. Esta temporada, el azul es tendencia, y como se trata de un color muy relajante, te ayudará a mantener el ánimo en calma cuando los días se hagan más cortos. ¡No te fallará!

Si durante las vacaciones de verano, tus plantas han pasado a mejor vida, es hora de sustituirlas por otras. Tu salón recobrará de nuevo ese aspecto acogedor que tanto te gusta. Elige variedades de interior resistentes a los cambios de temperatura, colócalas en un lugar cerca de la luz pero alejadas de las fuentes de calor. Coloca la maceta en una cesta decorativa, como ha hecho aquí la decoradora Elena Eyre. ¿Te has fijado en el cojín tipo étnico? Toma nota, porque este otoño van a arrasar.

Con un simple cambio en las fundas de los cojines, tu salón respirará la esencia de la decoración de otoño. Los tonos caldera, teja y toda la gama de marrones ganan fuerza y aportan calidez. Además, funcionan estupendamente sea cual sea el color del sofá, blanco, beis y hasta gris. 

Usa un grupo de cojines de base en blanco o color lino y añade toques de contraste: estampados con fondo blanco, cojines de tonos claros o dorados... También funcionarán las telas que den brillo, como son las sedas.

Clásico donde los haya, el color beige forma parte de la gama de los neutros, pero gracias a su matiz cálido es idóneo para la decoración de otoño. Esta temporada, se convertirá en el lienzo perfecto sobre el que componer el resto de elementos. Como verás a continuación, hay muchos tonos que puedes combinar con el beige y que, gracias a su presencia, resaltarán aún más.

La intensidad del azul Rhodonite es muy útil para dar profundidad a las estancias y jugar con los volúmenes. ¿El truco para que funcione? Contrastarlo con el blanco para ganar luz y hacer que el azul destaque. Por otro lado, la madera te ayudará a añadir equilibrio y un punto de calidez.

Aunque no será el color que más veremos, el mostaza también tendrá su momento de gloria este otoño. Al fin y al cabo, se trata de un tono muy cálido que encontrará en el terciopelo su mejor aliado. ¡Elegante y chic!

Según Pantone, este otoño el azul Mykonos será uno de los protagonistas tanto en decoración, como en moda y diseño. ¿Por qué lo han elegido? Porque es una tonalidad fría y acorde a la bajada de temperaturas, sin embargo, es un símbolo de confianza y tranquilidad (por algo está inspirado en el mar Egeo). Combinado con el blanco, es un color estupendo para decorar tu dormitorio, ya que ganarás mucha luz (algo imprescindible en otoño) y la sensación será de calma y sosiego, casi como si volvieras a estar de vacaciones.

Aportan el calor real al sofá y la cama, pero también el toque vivido, el movimiento. Y la posibilidad de jugar al contraste sin tener miedo a equivocarte: elígelos de tonos lisos pero intensos.

Verdes con naranjas, azules con amarillos... Según la interiorista Natalia Zubizarreta, "si te gusta probar mezclas nuevas, intenta calentar o envejecer tus colores preferidos con un poco de marrón".

Cuando tienes una base de color blanco en el salón, puedes permitirte el lujo de elegir una pieza más atrevida, como la alfombra con motivos florales que protagoniza esta estancia. De esta forma, lograrás que destaque y le darás ''vidilla'' al ambiente. No olvides elegir los textiles en la misma gama de colores.

Los textiles en el salón dan mucho juego. Nada más barruntar el cambio de estación, cambia las fundas de los cojines. Elige tejidos más frescos en verano (lino y algodón) o más abrigados, en invierno (lana y pelo) ¡y demostrarás que tu salón está al día! En apenas diez minutos, sofás y butacas se adaptarán como un guante a la temperatura exterior. ¡Mira las fundas tan vistosas que ha elegido la interiorista Katy Linder!

Dejar la terraza recogida y lista para la temporada de frío, es esencial si no queremos que nuestro mobiliario se deteriore de una temporada a otra.

Los cojines en blanco y beige dan luz al sofá en azul y los de estampado floral Euforia ponen la nota de color. Hemos jugado con distintos materiales y texturas para darle todavía más vida y movimiento el sofá. 

Otro truco que funciona a la hora de potenciar la luminosidad: elegir textiles de colores claros para el salón, tanto para la tapicería de sofás y butacas como para los cojines e, incluso, para las alfombras. Como en este salón obra de la decoradora Natalia Zubizarreta, en el que dominan las telas de tonos suaves y luminosos con algún toque de azul más intenso.

Los colores que dan vida al interiorismo de la vivienda también lo hacen en la terraza, donde Celia diseñó un banco en L a medida para sacar provecho de los escasos metros cuadrados. El resultado es un espacio outdoor con un estilo boho de lo más acogedor, y con gran protagonismo de la madera.

A pesar de que 8 m2 es un espacio sumamente reducido, los arquitectos lograron exprimir cada centímetro diseñando un banco a medida en L en un luminoso color blanco, y añadiendo un suelo de lamas de madera que aportan mucha calidez y crean un ambiente muy cozy. Mira cómo es el resto de este piso de 52 m2.

Las cestas de fibras son pequeños elementos capaces de elevar al infinito el ambiente acogedor de un dormitorio y, además, también sirven para guardar cojines, mantitas y todo tipo de complementos. Si tu habitación es amplia, puedes permitirte el lujo de jugar con distintas formas y tamaños.

Si bajo las ventanas no tienes los radiadores, aprovecha ese espacio para crear zonas extras en el salón. Con estanterías bajas como nos ha enseñado Pía Capdevila o bien con esta otra idea que firma la interiorista Asun Antó: crear un banco con almacenamiento que también sirva de mirador con tan solo colocar sobre él unas colchonetas.  "Planificamos un banco tipo arcón en forma de L ganando una zona de descanso, charla o lectura súper agradable" —comenta Asun.

Las camas con dosel de forja blanca siempre conciben dormitorios románticos de tintes campestres y vintage. Nos encantan por su dulzura y porque son aptos para todo tipo de habitaciones, ya sean infantiles o de adultos.

El estilo decorativo que define este salón podría ser un rústico actualizado con estilo. Ciertas notas de sofisticación pero en un conjunto de materiales naturales y nobles. ¿Encaja el televisor? Si eres de los que no quiere verlo, el mueble puede esconder este elemento. Aquí, sobre la chimenea, unas puertas lacadas en el mismo color que la pared lo ocultan.

Es importante que la iluminación sea relajante cuando te vayas a dormir. Por eso debes elegir las cortinas para el dormitorio adecuadas. Tanto para que den privacidad -fundamental que si hay vecinos sientas que no estás expuesta- como para que te permitan oscurecer la estancia cuando quieras. Si hay persianas o contraventanas no tendrás problema.