25 trucos para decorar tu casa en verano: más de 25 FOTOS e ideas refrescantes y estilosas

Para decorar tu casa este verano, empieza por el recibidor. Apórtale un toque fresco para que te reciba de forma agradable cuando las temperaturas calientan. Comienza cambiando los complementos por otros de fibras naturales, más veraniegos, y mueve alguna de tus plantas lejos de la ventana, donde pueden quemarse.

O a la piscina. Y es que es tiempo de chapuzones y tardes al sol. Por eso, guarda abrigos, bufandas y chaquetas (aportamos que queda alguna suelta por ahí) y saca los capazos y cuélgalos en el mueble de la entrada. ¿Ya tienes todo preparado para una tarde refrescante? Además de para usar sombreros y capazos, ¡también son un excelente recurso decorativo!

¿Cómo? Añade algún jarrón con flores que lo alegren, unas plantas verdes que le den vida. Puedes incorporar notas de color también con esos jarrones: amarillos, aguamarina, verde, azul…

No solo porque refleje más luz (ahora que vas a pasar gran parte del día con las persianas bajadas), sino porque decorar con mucho blanco aportará un toque de mayor frescura que los colores oscuros, que relacionamos con las épocas más frías del año. Combínalo con el color beige y complementos de fibras naturales: no faltará frescura, pero el espacio tampoco se sentirá frío.   

Para transformar el sofá de invierno en el de verano. Una funda en blanco o blanco roto. Lavable, para que te olvides de las manchas o rozaduras y disfrutes del efecto refrescante que aportan en el salón.

¡Pues sí! ¿Por qué no decorar un comedor urbano con detalles marinos, marineros o navy, que te recuerden a tus mejores momentos de las vacaciones? Unas acuarelas con unos corales, un mantel en tonos azules y blancos y alguna flor azul, como las hortensias, que decoren la mesa y parecerá que vuelves a estar en tu apartamento de la playa. 

No solo debes aprovechar para decorar de verano el salón con fundas de cojín en los colores que hemos mencionado, sino que sus tejidos también cuentan. Hay que dejar los más ásperos, tupidos y abrigados para el otoño-invierno, y sustituirlos por algodón y lino principalmente.

Además del azul, la gama de los corales es perfecta para dar a tu casa ese toque veraniego que te hará creer que estás junto al mar (aunque estés en la ciudad). Combinado con azul queda genial. También con el verde. Y si el sofá es blanco, el coral se lucirá con estilazo. Como en este salón de verano. 

Abusa de plantas verdes de hojas bonitas y de las flores. Con estas últimas pones la nota de color y con las primeras la frescura inherente a la naturaleza. No dudes de que en verano es el momento de hace que ese guiño al exterior esté dentro de casa.

En tonos claros, blanco y beis, principalmente. Las cortinas también se aligeran en verano. Retira las caídas del ventanal y deja solo el visillo o los estores. O cambia las cortinas más pesadas de invierno por visillos. Se trata de retirar tela y colores oscuros. La bonita luz del verano quedará tamizada pero llenará toda la estancia de luminosidad.

Y lo más sencillo para hacerlo es incorporar una o varias alfombras en tonalidades claras. Pueden ser de algodón o de fibra. Las de material sintético como el polipropileno o las que son in & out, se limpian fácilmente a pesar de ser claritas.

O el porche. Pero que la terraza esté lista para usarse. Así dará la sensación de ser siempre verano en tu casa, de estar siempre en situación de disfrutar de un rato al aire libre, lo que tanto se presta en la época estival. Para ello, escoge textiles y complementos que se puedan lavar y que soporten las condiciones exteriores. Y si todo queda protegido por una zona de sombra, ¡mejor!

Eso significa que no solo la terraza o porche debe estar preparada para salir, como indicábamos antes, sino que el ventanal debe conectar los espacios. Hay que prolongar el interior en ese espacio que hay fuera. Es una continuidad de la casa.

Y si mencionábamos que son perfectas en el salón, también en otras estancias de la casa. Incorpora pantallas de fibra vegetal en la cocina y en las habitaciones. Es muy sencillo cambiar una pantalla. Incluso, si quieres, puedes añadir un punto de luz sin instalación gracias a las bombillas recargables. ¿Imaginas el cambio que puede dar el pasillo o el recibidor con un par de pantallas de este tipo colgadas del techo en un rincón?

Un mantel de lino con una bonita caída y de un color cálido, como ocre o mostaza, es ideal para darle a tu comedor un aire más veraniego y refrescante. Saca tu vajilla más colorida para que haga contraste. Unos bajoplatos de fibras y una vajilla colorida harán el resto.  

Sustituye las pantallas por unas maxi de fibra, como estas. ¿Recuerdas que te hablábamos del poder que tiene este detalle? Pero además, para lograr un efecto más informal, también puedes jugar con bancos o taburetes combinados con sillas con respaldo alrededor de la mesa.

Sucede como en el caso de la zona de estar, el comedor tiene que estar listo con todas las comodidades para usarse. Pon la mesa con detalle y mimo. Y disfruta de comidas y cenas fuera. Mucho lino en la mantelería, algunas plantas, salvamanteles, sillas cómodas y una alfombra para que al pie descalzo sea más agradable el tacto.

Unas sábanas blancas no fallan en verano y, si son de algodón, mucho mejor, ya que traspiran mejor y regulan la temperatura. Si en tu zona refresca por las noches, añade una colchita de lino. Así, si tienes frío por la noche, te la podrás echar por encima sin necesidad de levantarte de la cama.  

Sin renunciar al color, las notas en verde y azul refrescan. Con el blanco la combinación es perfecta. En este dormitorio todo encaja con frescura: una base blanca que no se siente básica gracias a los textiles en color y el papel pintado. Suma una alfombra de fibra.

Si no haces más que golpearte el pie con el ventilador cuando te levantas por las noches, ¿por qué no poner un ventilador de techo que, además, decore? Los hay muy decorativos, con luz y hasta con rotación inversa, para que también calienten el dormitorio en invierno. Es una climatización sana. Y el efecto brisa en los modelos que cuentan con este modo te transportará a las noches junto al mar.

Menos cojines, solo unas ligeras caídas o visillos en las ventanas y un plaid en lino o algodón. Nada de mantas a la vista. Todo este cambio en los textiles hace que se sienta el dormitorio más agradable y fresco.

Guarda las toallas afelpadas y saca las que tengas de nido de abeja o de piqué, son más finas y más fresquitas. Así que, además de dar al baño un nuevo look, al salir de la ducha la sensación será más agradable y refrescante. 

Para darle a tu baño un toque más veraniego y refrescante, pon en el baño un jarrón con plantas de interior verdes o con flores, ¡o las dos cosas! En tu baño se respirará un ambiente más natural y fresquito. Si se dan las condiciones adecuadas, el toque exuberante de una planta exótica es perfecto.