En los años 90 causaron furor los pavimentos de madera oscura (nogal, ipé, palo santo) y brillante gracias a la capa de barniz que los cubría dándoles un aspecto amarillento. Moda que más tarde adoptaron los suelos laminados.
SOLUCIÓN: Si no quieres que tu casa se quede anclada en el tiempo, opta por suelos de madera clara (pino, roble), más naturales, y en acabado mate. ¡Ah!, elige tablas anchas y alargadas. Se verán mucho más actuales.
Sofás y mesa de centro, de Arkitektura. Sillón de madera, de Mercader de Venecia. Mesa auxiliar, en La Maison.