Cocinas

La propietaria quería un verde vistoso para la cocina. "El color lo obtuvimos del colorímetro de una app, a partir de algunas telas del salón, del comedor y el papel del aseo. Es el Cumbre mate de Procolor. Lo pintó Pinturas Goryekaray", señala Begoña.

Un detalle: rebajaron la dureza de este color con el papel pintado efecto saco. De hecho, "es una estancia que nos encanta. Es una cocina abierta, muy bien integrada al comedor, con una isla muy práctica que divide ambas estancias. Los electrodomésticos están integrados y no hay campana visible, algo importante porque la cocina se vea desde el salón", indica Laia.

Instalar unas tiras de luz led en la isla de la cocina o debajo de los armarios altos, por ejemplo, le dará al ambiente un aspecto mucho más cálido, además de que permite disfrutar de una luz más homogénea sobre las zonas de trabajo. También se puede instalar en la despensa o en un armario vitrina para ver mejor lo que hay dentro o, sencillamente, resaltarlo. Los leds suponen un importante ahorro frente a las bombillas tradicionales y su vida útil es mayor. En la cocina, nuestra recomendación es elegir luz natural o fría. 

Al abrir una abertura que comunica con el pasillo, la decoradora Natalia Zubizarreta logró obtener una cocina de concepto abierto, con mayor amplitud y luminosidad. Este cambio también contribuyó a que el pasillo reciba más luz y parezca más espacioso. La elección de un esquema de color completamente blanco permitió a Zubizarreta añadir calidez y estilo mediante la utilización de un papel pintado con textura.

Las cocinas pequeñas también pueden ser acogedoras. Y como ejemplo valga esta de la imagen que nos propone el Estudio Alto Interiorismo. Pensada al milímetro, su forma de U la hace cómoda para trabajar. En la zona opuesta a la encimera han creado un office con bancos, perfecto para reunir a amigos y familiares en torno a la mesa. El color azul klein elegido para los muebles y textiles, además, la hace bonita y atrevida ¿no crees?

Este coqueto office tiene todo lo necesario para desayunar en familia y todo en un espacio de, apenas, 120 cm de ancho. El papel pintado que lo enmarca lo llena de personalidad, mientras que el banco corrido saca partido al espacio y permite arrimar la mesa a la pared. Se trata de un espacio creado por Laura Masiques, de Mardalba Interiors, que queda justo al lado de las gavetas donde se guarda el menaje en la cocina. La zona de office se completa con unos taburetes que cuando no se usan se guardan bajo la mesa. 

¡Nada como un buen tirador para darle a la cocina un golpe de acento! Tras unos años en los que los armarios de cocina de estilo minimalista y apertura tipo push han sido protagonistas, vuelven con renovada fuerza los tiradores (especialmente dorados y de cobre). Su auge encaja con ese interés por cocinas más coloristas y acogedoras en las que no se pierda el elemento táctil.

En la cocina de 2024 lo mini se han puesto de moda. Triunfan las mini despensas o los mini cajoncitos para tener a mano el aceite, las especias, el café o el té. Además, también se demanda cada vez más contar con un espacio específico para guardar los electrodomésticos de uso diario, como la cafetera, el tostador o el hervidor de agua. Y como nos gusta que todo esté ordenado, los frentes de armarios con puertas escamoteables son ya una tendencia imparable en las cocinas de 2024.

Por pequeño que sea un trozo de pared que queda libre, siempre existe una oportunidad para maximizar su uso y añadir funcionalidad a tu cocina. Plantéate instalar unos estantes volados que se adapten perfectamente al espacio disponible. Te resultarán muy prácticos para guardar pequeños electrodomésticos, especias, utensilios de cocina, o incluso crear un rincón de exhibición para elementos decorativos. 

Aprovechar el espacio con diseños en esquina es una estrategia inteligente para maximizar la utilización de cada centímetro en una cocina pequeña. Si has decidido prescindir de armarios altos por miedo a que se coman el espacio, puedes instalar una serie de estantes a lo largo de dos paredes para guardar platos, tazas, vasos y otros utensilios.

En cuanto a los muebles inferiores, salva la esquina con un módulo o cajonera en la que puedas almacenar ollas, sartenes y otros utensilios de cocina. En su interior, instala sistemas de estanterías giratorias o extraíbles para acceder fácilmente a su contenido.

Quizás nunca se te hubiera ocurrido reservar el espacio que queda junto a la escalera para ubicar la cocina, pero, ¿y si descubrieras que el hueco que queda debajo es un potencial espacio de almacenaje? Con armarios a medida que se adaptan a la inclinación de la escalera, ganarás zonas para guardar desde utensilios y alimentos, hasta electrodomésticos. 

Aunque no lo creas, en cualquier cocina, por pequeña que sea, es posible montar una zona de comedor. La clave está en adaptar la planta y dimensiones de la estancia a los muebles y soluciones que mejor encajen: desde baldas a adosadas a la pared hasta mesa abatibles. ¡Posibilidades hay! Así que estudia la distribución de tu cocina. Seguro que tienes una pared (en el mejor de los casos) o un pequeño tramo libre de muebles. Aprovéchalo con una pequeña encimera adosada a la pared acompañada de un taburete para crear un office perfecto.

Con los muebles y electrodomésticos a lo largo de tres paredes conseguirás, no solo mucho almacenamiento, sino también un amplio espacio para cocinar y preparar alimentos. No pienses que las cocinas en forma de U están reservadas a estancias amplias: lo importante es que entre los dos frentes más largos quede una distancia de algo más de un metro para que os podáis mover cómodamente.

Si no tienes espacio para colocar muebles de 60 cm de fondo en todo el frente, puedes completar la zona de trabajo (de 60 cm de fondo) con armarios o baldas de 35-40 cm. En esta cocina, la interiorista Natalia Zubizarreta combinó muebles bajos con estantes en los que guardar botes y piezas del menaje.

En un piso pequeño es buena idea apilar la lavadora y la secadora. De esta forma, los electrodomésticos ocupan menos metros cuadrados. Además, a menudo queda espacio sobre ellos para un pequeño espacio de almacenaje donde colocar la plancha, el detergente, los suavizantes, etc. Fábrega cree que veremos cada vez más puertas escamoteables para conseguir un espacio visualmente uniforme; sobre todo "en el módulo compacto de cocina para que cuando estemos relajados en el sofá no veamos el reloj del horno o del grifo de la cocina", apunta el arquitecto.

Acompañados en todo momento por las vistas al jardín llegamos a la cocina con su mobiliario con molduras en añil clarito y unos tiradores de concha. "El fregadero de mármol es de una sola pieza y está hecho a medida por un marmolista —cuenta Carolina—. Es práctico y da un toque original a la cocina". ¿Te has fijado en las flaneras que decoran la pared?

"Las cocinas abiertas al salón son lo que más nos piden los clientes. En el estudio optamos por instalar puertas correderas a medida para comunicar los espacios. Permiten el paso de luz pero, a la vez, aislan de ruidos y de humos. Así, se abren o cierran, según necesidad", explica Natalia.

La gran puerta corredera de cristal y hierro abre la cocina en este proyecto de Coton et Bois. La puerta acristalada (de Zentrum) no tiene guías en el suelo: de esta manera el parqué es continuo.

Esta puerta corredera, con gruesos cuarterones en blanco, se convierte en una gran pared de cristal cuando está cerrada. Mide 200 x 250 cm, lo que asegura el paso de la luz y la comunicación visual. 

Un gran cerramiento da luz y amplitud a la cocina. "Por un lado, la abre al comedor mediante una gran puerta corredera con cuarterones. Y, por otro, al salón con un cerramiento acristalado tipo guillotina que recorre todo el frontal de la barra", explica la decoradora Anna Vendrell.

La cocina es muy luminosa gracias al cerramiento acristalado y los muebles blancos que multiplican la luz. De hecho, para conseguir que fuera grande y tuviera una isla, en la reforma se anexionó el recibidor. "Combiné unos módulos bajos laminados y lisos, muy resistentes y más económicos, con los altos con molduras y lacados, más delicados. Estos, junto a los taburetes de fibras, hacen acogedora y estilosa la cocina", indica la interiorista Natalia Zubizarreta.

En esta pequeña cocina azul, entre la barra y la cristalera hay una zona de office con una mesa de madera y unos bancos que son la clave para sumar calidez y aprovechar el espacio. Las lámparas suspendidas, blancas y sencillas no entorpecen nada las vistas. 

La barra de madera recuperada, mide más de 200 cm y da un toque rústico a una cocina con un total look en blanco –desde los muebles hasta el antepecho de baldosas tipo metro–. "Para sumar calidez, flanqueé la gran campana de acero con un par de baldas de madera, y opté por unos taburetes muy estilosos a juego con las sillas del comedor". Esto, junto con el mismo suelo cerámico, refuerza la continuidad visual.

Una mesa ligera. "La cocina es estrecha y no cabía una isla. Por eso ideé esta península que continúa a la misma altura que la encimera de Dekton. Esta solución permitió ganar un office ligero y con espacio para todos. Completé ese rincón con un par de baldas que aprovechan la pared y le dan un plus deco", explica la decoradora Bàrbara Serra.

La singularidad de esta cocina está en el contraste de materiales. "Combiné unos armarios lacados en gris antracita con un frente en chapa de nogal que, con sus nudos marcados, da mucha elegancia y estilo. Las puertas correderas de cristal hasta el techo cierran la cocina y dejan paso a la luz natural", señala Serra.

En la cocina también se pueden añadir detalles de estilo industrial, como la lámpara de hierro o los taburetes de isla, mientras que la alfombra de fibras y más cortinas blancas se ocupan de relajar el ambiente. También lo hacen los frentes de madera de roble de los armarios. 

En esta cocina abierta, el suelo es un porcelánico de pequeño formato en dos colores en damero. El techo está desnudo para que se vean las vigas metálicas (que se pintaron de blanco y retroiluminaron con tiras led), y la encimera de cuarcita Paraná, una piedra blanca espectacular de aspecto envejecido. Es un ejemplo claro de que, con frecuencia, la mayor expresión de la elegancia se consigue a través de la selección de materiales de buena calidad.

Un recurso para ampliar y llevar la luz a una cocina pequeña y oscura es abriendo sus paredes. Y, si bien una opción es abrir por completo la cocina al salón, también puedes cambiar los tradicionales tabiques por unas paredes de cristal que dejen pasar la luz desde otras estancias sin renunciar al concepto abierto.  

Frente a un lineal de mobiliario de cocina con fregadero, placa y electrodomésticos, completar la distribución de una cocina estrecha con un frente de muebles de fondo reducido es una idea perfecta. Puede tratarse de un mueble de suelo a techo (o casi) como despensa o para organizar artículos de limpieza. O bajo -como en esta cocina- que además de muebles, suma encimera de apoyo (importante cuando falta) y una zona volada de barra con taburetes.

Abrir ese cristal fijo en una cocina estrecha asegura continuidad visual con el salón-comedor y luminosidad. La sensación de tubo de la cocina o de espacio angosto desaparece inmediatamente con un vano acristalado. Este puede quedar sobre la zona de trabajo (manteniendo un espacio entre encimera y cristal que evitará que se manche este al trabajar) o en la pared contraria, según sea la distribución final.

Lo importante es que predomine la superficie de cristal, pero a la hora de diseñar el cerramiento para una cocina estrecha, puedes optar por un vano ligero sin perfilería, a modo de ventana panorámica; o un elemento extra decorativo con barrotillo.

Ten en cuenta que para realizar esta reforma, otra de las que más se hacen en la cocina, hay que abrir el vano en el tabique para instalar el cerramiento fijo o bien levantar un medio tabique en el que apoyará ese cerramiento, y esas actuaciones también conllevan un incremento del presupuesto, bien por el derribo y desescombro, bien por la creación con ladrillo o paneles de cartón yeso. Y de nuevo, sumar la pintura y/o recubrimiento de ese medio tabique.

Para dar unidad, una de las reformas que más se hacen en la cocina es la de instalar una encimera que se prolonga en el mismo material en el salpicadero o antepecho, es decir, en la zona de pared que queda entre encimera y muebles altos. Con un material sin juntas la continuidad es total y la limpieza mucho más cómoda. Este cambio se puede realizar en una reforma integral de la cocina, o solo para actualizarla y ganar en funcionalidad. El antepecho se puede instalar sobre los azulejos existentes.

Cambiar el mobiliario de una cocina, con una distribución deseada de mobiliario en forma de L, de 7 + 5 m, con un frente de muebles bajos y altos (solo el mobiliario sin encimera) con fregadero y placa. Y el frente corto de 5 m que sea con mobiliario de almacenaje en columna; tendría un presupuesto desde 8.000 € sin electrodomésticos, solo incluidos fregadero y placa. Y estaríamos contemplando un acabado liso mate antihuellas para los muebles (no laca ni con dibujo especial). 

"El presupuesto para la misma cocina pueda variar en función de la composición, si cuenta con más armarios con puerta que con cajones o gavetas (que elevan el precio), por ejemplo", nos recuerda Javier Pardo de Dos Design. Que el tirador esté integrado o no, también modifica el presupuesto final. Cada accesorio que incorpores al mobiliario para favorecer el orden y la organización interior, también cuenta (¡por supuesto, en presupuesto!). La calidad de los electrodomésticos puede disparar mucho el presupuesto final. Precisamente, la empresa Dos Design nos ayuda con unos precios de gama media:

• Fregadero: 250 €.
• Placa de inducción: 450 €.
• Horno pirolítico: 600 €.
• Lavavajillas: 500 €.
• Microondas integrado: 350.
• Frigorífico combi de 200 cm de alto: 850 €.

"Las puertas abatibles siempre son más económicas, ya que las correderas tienen que llevar otro tipo de herraje. También se puede optar por el hierro y el cristal, pero saldría más caro y resulta más pesado", nos detalla Marta Sánchez del estudio de arquitectura MAC3 Studio & Design. ¿Imaginas un efecto así en tu casa? Ten en cuenta que las puertas correderas llevan guías que pueden ir empotradas en el techo o vistas. En el caso de las puertas abatibles, hay un recorrido que realizan y que tiene que quedar despejado.

Javier Pardo del estudio de diseño de interiores Dos Design nos ayuda a saber cuánto cuesta derribar el tabique que separa cocina y salón. Nos propone un ejemplo de derribo de 10 m² de tabique sencillo. "El coste aproximado sería de 250 € más el desescombrado, que sumaría otros 85 €", señala. Él también nos explica que "los remates de enrasar paredes y techo, si están a la misma altura, cuestan unos 170 €, y si hubiese que hacer una moldura para disimular ese encuentro, 80 € más. Respecto a suelo, depende mucho del material de las superficies. Nivelar con pasta autonivelante tiene un precio de unos 14-16 € por m² y mm de grosor. Si se instala un pavimento porcelánico el coste es de unos 24 €/m².

Instalar un cerramiento de cristal entre cocina y otra estancia contigua, a media altura porque se mantiene una zona inferior de tabiquería ciega, es otra de las reformas más demandadas en la cocina cuando se reforma. "El cerramiento de cristal puede ser de aluminio y vidrio. En una medida de 1,30 x 2,50 metros tiene un precio aproximado desde 1.200 €, contando con el arreglo del tabique lo aloja", señalan desde MAC3 Studio & Design.

Es una de las reformas que más se hacen en la cocina: derribar tabiques para integrar ese ambiente en el salón o en el comedor. Se puede dar continuidad al suelo, jugar con dos revestimientos para demarcar, mantener algún pilar, crear un espacio diáfano… Hay muchas posibilidades en cuanto al acabado y los detalles, pero eliminar el tabique conlleva unas tareas mínimas de derribo y desescombrado, igualar techo y suelo y pintar. Además, Marta Sánchez, arquitecta de MAC 3 Studio & Design, recuerda que hay que "poner atención a las instalaciones de dicho muro, ya que habría que desviarlas".

Cubrir la pared de la zona de trabajo, tomando como referencia una cocina con una distribución en L del mobiliario de 12 metros lineales (una L de 7 + 5 m de mobiliario), la encimera y antepecho con material tip Silestone o Corian tiene un presupuesto aproximado de 550-600 €/metro lineal. "Dependerá el precio final de los grosores de la piedra, por ejemplo -detallan desde MAC3 Studio & Design- ya que los hay desde 2 mm en adelante. Los porcelánicos también son muy prácticos para este tipo de cocinas. Y los hay más finos todavía (desde 1,2 mm)".

Cel-Ras Arquitectura equipó sólo una pared de esta cocina con mobiliario en blanco y madera, a juego con el techo. Se logró luminosidad y calidez a partes iguales. Los electrodomésticos se panelaron para integrarlos mejor al salón abierto. En medio de ambas estancias se instaló el comedor en paralelo con vistas al jardín.

Si quieres llevar el espíritu rústico a tu cocina en línea, fíjate en esta distribuida en dos frentes. Realizada por completo en madera resulta súper cálida. Los muebles sin tiradores le dan uniformidad. El fregadero se ha dispuesto a un lado y la vitro en otro.

Recuerda que si dispones de muebles de 60 cm de fondo en ambos lados, la cocina tiene que tener de mínimo 2,10 cm de ancho para que te quede un paso de 90 cm. Otra opción sería elegir en un lado muebles de 60 cm y en el otro de 35 cm, por ejemplo.