Los 60 offices más bonitos de El Mueble. ¡Querrás copiarlos todos!

Cuando cuentas con una cocina amplia, como esta, puedes permitirte el lujo de reservar la parte central para el office. Es una opción muy cómoda porque lo tienes todo a mano y, cuando no se usa, puede servir de superficie extra de trabajo, a modo de isla. Enmárcalo con una alfombra para que quede más "recogido" visualmente. 

Este office es imposible que te deje indiferente. Lo más probable es que te arranque un ¡woaw! Y es que la decoradora María Santos lo transformó en un espacio de lo más personal. Empezando por el original suelo con baldosas cortadas en forma de damero, que combina muy bien con el papel pintado. Y qué decir de esas puertas antiguas revestidas de espejo que, además de decorar y multiplicar la luz, ocultan la despensa.  

En esta cocina, proyectada por Santayana Home, el office es el rey. Por su ubicación central y por la cuidada elección del mobiliario, piezas sólidas, con toque tradicional, pero con una vocación de tendencia. Un detalle: ¿te has fijado que se han combinado hasta tres diseños diferentes de sillas? Copia la idea... ¡y triunfa!

Este office es tan pequeñito como coqueto y acogedor. La mesa redonda de madera, las lámparas de fibras y esta agradable luz lo convierten en un espacio lleno de encanto.

En este office nadie se queda fuera. Y es que caben perfectamente 14 personas. Eso sí, para ello es necesario quitar el invento que se ingenió la decoradora Marta Tobella, de Sacum. Un cajón en un extremo que mide unos 15 centímetros de altura y que sirve para convertir la mesa de madera en una isla provisional de cocina, con una tabla de cortar. Cuando hay invitados, se quita y listos. 

Madera y más madera. Así es esta cocina y su office, que se ha integrado en la isla central de trabajo pero en un plano más bajo para que nada interfiera las vistas. La mesa del comedor es de la misma madera con la que se ha realizado la cocina y se han revestido las paredes y el techo, lo que refuerza la sensación de conjunto en esta cabañita en la montaña. 

Mármol parece, porcelánico es. Y es que, sin duda, la mesa de este office es el imán de todas las miradas. No solo porque ocupa una parte central en la cocina, sino por sus dimensiones y su original diseño, confeccionado con un porcelánico que imita el mármol, a juego con el antepecho de la cocina. Además, cuando no se usa como office, sirve de isla de trabajo. 

Esta cocina es pequeñita pero va sobrada de estilo, con sus muebles de laca mate gris antracita y el detalle de madera, que le da calidez. Y el office no podía ser menos. Para la mesa, que se ha adosado a la isla, se ha empleado la misma madera de los armarios y de la original pared de palillería. Y las lámparas, dos piezas de diseño de inspiración Mid-Century son el broche final. 

Así es este office. Y la clave el papel pintado que viste y decora este espacio y le da un encanto especial. La alfombra de fibras enmarca el espacio y, junto con la lámpara, suma calidez. 

No temas mezclar estilos, no solo es tendencia, sino que crea espacios más personales y vividos. La clave es que establezcas un vínculo decorativo entre las diferentes piezas. Aquí, por ejemplo, la decoradora Jeanette Trensig ha combinado una mesa y un banco de madera, de aire rústico, con unas sillas tipo Tolix de estilo industrial. Y ha usado el verde como conexión entre ambas piezas.  

Este office es pequeño, multifuncional ¡y de lo más coqueto! La decoradora Begoña Susaeta ideó una península de roble y DM que sirve de barra de comidas dando cabida hasta a cuatro personas, y aprovechó su estructura con dos cajones y una balda para tener a mano el menaje de uso diario. 

Este piso no iba sobrado de metros, así que la decoradora Marta Tobella decidió integrar "literalmente" el comedor de diario en la cocina. Para ello, adosó la mesa a la península, creando una minibarra decorativa que también puede ser muy útil para apoyarse. 

Este office parece haberse detenido en el tiempo. Y no es casual, porque el decorador Pablo González proyectó este espacio (y el resto de la casa) como eran las viviendas tradicionales de la zona de Segovia. El mosaico hidráulico es recuperado, la alacena se hizo con unas antiguas puertas de paso y el banco del office procede de El Rastro. 

Gracias a un tabique con cuarterones de cristal que, además de recoger el office, lleva luz de punta a punta de este espacio. 

La propietaria de este piso no lo dudó: prefirió renunciar a una terraza más grande en pro de un office. Y es que con dos niños pequeños en casa, la vida de esta familia discurre mucho en la cocina. Para ello, hizo un cerramiento que, además, inunda de luz este espacio. Para el office, optó por una mesa redonda, que se ve más ligera y es idónea en pocos metros. 

Se consigue con piezas especiales, como esta mesa de aire provenzal y sobre de madera, y detalles cuidados, como este papel pintado, de Nina Campbell. 

Aunque este office está integrado en la cocina, un murete revestido de lamas de madera que sirve de trasera del banco hace separación visual entre la zona de trabajo y la de comidas.

Aprovecha cualquier rincón para crear un pequeño office. Aquí, se ha sacado partido al espacio que genera este tabique ancho con una mesa hecha alta hecha a medida. 

Cuando el office se convierte en el comedor de la casa, como en este caso, merece la pena valorar si conviene invertir en una mesa extensible capaz de crecer cuando amigos y familiares vienen de visita. 

Si cuentas con espacio, complementa el office con un mueble de apoyo, como un desayunero o un aparador, como aquí. Evitarás tener que ir y venir de la cocina para montar la mesa. 

Si necesitas muchas plazas de asiento, no lo dudes: apuesta por un office. No solo permiten arrimar más la mesa, lo que contribuye a ganar unos 20 cm extras de paso, sino que caben más comensales y se flexibiliza la zona de asientos. Inspírate en esta idea de la decoradora Carolina Juanes. 

Para las mesas que están a la misma altura que una isla, que es superior a una mesa de comedor normal, es importante equiparla con taburetes cómodos, como se ha hecho aquí. 

La arquitecta Mar Marcos tiró de ingenio para resolver los pocos metros de esta cocina a la que anexionó el comedor de diario. Para aprovechar al máximo el espacio, prescindió de sillas y optó por un banco en "U" y, además, aprovechó uno de los laterales a modo de práctico y decorativo botellero. 

No cabe la menor duda que, en este piso, la cocina es la estrella. No solo disfruta de las mejores vistas, con este gran ventanal en "L" que inunda de luz este espacio, sino que la vida discurre a su alrededor. De hecho, el office-comedor se ha diseñado como una extensión de la isla, ya que la encimera se ha prolongado formando el sobre de la mesa. 

Lo somos porque decoran, dan calidez al office y son muy prácticas. 

En esta cocina, que respira un aire marinero y retro, se ha apostado por el blanco para vestir desde suelos y paredes hasta el mobiliario. Incluso los taburetes. La nota de contraste procede de la encimera de piedra natural, en este cremoso y con marcadas vetas blancas, que sirve, a su vez, de barra de office. 

Con una mesa de madera de roble y una butaca de fibra vegetal, este office tiene mucho encanto. Y es súper versátil, porque debido a su proximidad con la encimera de trabajo, sirve de superficie de apoyo y trabajo extra. 

Una opción muy práctica para habilitar una zona de office si cuentas con una isla es prolongar la encimera un mínimo de 20 cm. Así te aseguras un espacio suficiente para que te quepan bien las piernas y puedas comer cómodamente. Si eliges, como aquí, taburetes sin respaldo, podrás ocultarlos debajo de la barra cuando no los usas. 

Arrimar la mesa del office a la pared es una opción idónea si quieres optimizar al máximo el espacio y mantenerlo el máximo de despejado. Para ello, lo ideal son las mesas rectangulares. Y, en el caso de necesitar más espacio para sentarse, siempre puedes separarla de manera ocasional. 

Este office es un lujo. Además de estar rodeado de ventanales, lo que regala una luz natural maravillosa para comer, se ha equipado como un cómodo comedor de diario. El banco es totalmente tapizado, lo que garantiza una sentada más confortable, y el mueble desayunero permite tener a mano el menaje.

La cocina, en blanco y con un suelo distinto a la madera en la que reina el office, con lámpara de techo de KP. 

La península de esta cocina resulta doblemente práctica. En el lado de la cocina, con gaveteros y en el lado abierto al office, con estanterías y un armario para el menaje.

Esta cocina es pequeñita, pero no se ha querido renunciar a una zona de office. Para ello, se ha adosado una barra volada de la misma madera de la cocina en la península, creando una superficie extra de trabajo y un agradable office. 

Este office es la niña de los ojos de esta cocina. Su mesa recuperada estilo bistró, sus sillas con su colorista tapizado y esa original lámpara de techo son imán de todas las miradas. 

Es el ideal para colocar tu mesa de office. Redonda, ayudará a estimular la comunicación y el espacio se verá más amplio. 

Esta es una de nuestras cocinas modernas favoritas. Además de por su look atemporal, nos gusta la combinación de microcemento en este elegante color visón y de madera, que da el contrapunto cálido. Para crear el office ha bastado con liberar una zona de armarios y disfrutar de una completa barra de punta a punta. 

Lo hemos mencionado muchas veces: el papel pintado está de moda. Pero no solo eso, sino que tiene la capacidad de transformar por completo un espacio. Basta con empapelar las paredes con un papel especial, como este, para que un espacio soso se convierta en súper especial.

Si planificas un banco, como aquí, protege las paredes con un arrimadero o con o papel vinílico. 

Permitirá guardar utensilios de cocina pero, sobre todo, todo lo que uno puede hacer en una mesa de office multifunción. 

A la hora de planificar la cocina, reserva la zona más luminosa para el office, como ha hecho aquí la decoradora Marta Prats. Lo agradecerás a la hora de comer. 

Con unas sillas en el mismo tono que algunas de las piezas de la baldosa de la cocina. Es una forma de unir visualmente los dos espacios. 

Aquí no hay espacio para más pero, siguiendo el mismo estilo del mobiliario, de MJ Figueroa, el resultado es así de bonito. 

En madera y metal, la mesa destaca y se separa visualmente de la cocina. Y tras la puerta de cristal, al otro lado del salón, parece más un comedor. 

¡Nos encanta esta idea! Si no quieres tener la cocina totalmente abierta a la zona de día, una buena opción es abrir un pasaplatos, que conecte visualmente ambos espacios. Si lo rematas con una barra, tendrás, además un office de lo más práctico.

Con un arrimadero y este llamativo papel pintado que enmarca la zona del office.

Es una ubicación de lujo. Tienes luz natural y, si las vistas son bonitas, mucho mejor. En estos casos, aprovecharás mejor el espacio con un banco, como se ha hecho aquí. Dale intimidad con una persiana.

Se lo da el mobiliario en madera oscura y la alacena empotrada. 

Con una mesa ligera como esta, diseño de Abag. 

Sirve para trabajar y, a la vez, para comer. 

Abre la cocina y haz un alerón para taburetes en la península. 

Con sillas de aspas, que dan un punto más romántico y campestre. 

Tanto, como la península. Se consigue prolongado la encimera unos centímetros, con 20 basta para poder comer sin estrecheces.

Otra opción para ganar un rincón de office es prolongar la encimera en un lateral a modo de mesa volada, como se ha hecho aquí. 

Esta cocina es pequeñita, pero no se ha querido renunciar a un rincón de office. Para ella, se ha prolongado la encimera para disfrutar de una zona de barra sin renunciar a superficie de trabajo. 

Adosado a la península, un banco que da paso al office.