Cómo pintar

El gris es un color que puede obtenerse de forma acromática o cromática. El gris acromático se consigue mezclando negro sobre una base blanca, mientras que el gris cromático, mezcla cian, magenta y amarillo. Es por eso que el color gris es un neutro con tantos matices. Versante Mate Gris quedará como el de esta consola. También muy recomendable un neutro grisáceo como Venice Mistique aunque con matices verdosos muy sutiles. El bote de 1 l tiene un PRECIO de 35,95 €.

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Vintage Casablanca es perfecto para actualizar ese mueble recuperado de madera oscura. Un diseño con historia y encanto que en tu casa quedaría demasiado marcado, pero que se transformará por completo con un tono blanco Chalk Paint como Casablanca, un blanco medio, entre el Bright White y el Blanco Antiguo. ¡Cómo destaca aquí entre paredes de tono intenso! El bote de 1 l satinado tiene un PRECIO de 48,95 €.

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Otra opción para decorar dormitorios es pintar la pared del cabecero en un tono verde agua, como ha hecho aquí la interiorista Pía Capdevila. La ropa de cama en azul cielo lo refresca y le da paz y sosiego. Una mezcla perfecta para relajarse y descansar. Si te fijas, un tercer color se ha colado en la estancia: el romántico rosa pone calidez a los fríos verdiazulados. ¡Apuesta por él!

Otra opción para combinar azul y verde pasa por el reciclaje de muebles. En este salón había una cómoda clásica en caoba oscuro que le echaba años encima. La interiorista Dafne Vijande la ha rejuvenecido con pintura chalk paint en un azul de efecto desgastado. El toque verde lo pone la maceta con porta macetas de fibra. ¡Ahora el mueble derrocha personalidad!

Los frentes de armarios de cocina puedes envejecerlos, si quieres conseguir un look vintage o actualizarlos si, por el contrario, deseas quitarles años. Es lo que ha hecho la interiorista Lourdes Pérez en esta cocina. Sus puertas originales eran de madera oscura, algo que le echaba años encima. Se decidió lacarlas en un tono gris claro. Gracias a él, la cocina ha ganado en amplitud y luminosidad. Los tiradores antiguos también se sustituyeron por unos cromados, más modernos.

Si te gustan las molduras clásicas pero quieres darle un aire moderno a tu dormitorio ¡mira la propuesta que hace Miriam Barrio! La interiorista presenta los ornamentos lisos y transversales para dinamizar las paredes y, en lugar de lacarlos en blanco, lo ha hecho en un tono azul grisáceo que les da personalidad. Los detalles en dorado y la ropa de cama en color caldera reavivan la estancia.

Además del uso del gris, el estilo scandi adora dos materiales: el lino y las fibras que le aportan calidez y frescura, a partes iguales. En su dormitorio, la interiorista Paula Duarte optó por pintar la pared de un gris intenso y añadir beis en el cabecero y los textiles de lino.  ¿Te has fijado en los apliques dorados? Junto con la fibra del banco y los individuales de la pared le dan a la estancia un punto de luz y sosiego.

Sus personajes de dibujos favoritos o escenas bucólicas pueden también formar parte del dormitorio de los más peques. En este de la imagen, se ha pintado un mural decorativo muy tierno: un grandioso árbol preside la zona de juegos con pajaritos en sus ramas y las hojas cayéndose poco a poco. ¿Te has fijado en las flores que han crecido sobre los enchufes?

¿Prefieres los acabados homogéneos? Entonces te encantará la propuesta de la interiorista Elena Eyre para este pasillo. Ha pintado las paredes en dos tonos de gris, uno más claro arriba y otro más oscuro abajo creando un falso arrimadero. Este además lo ha rematado con una repisa estrecha para colocar cuadros. De esta forma se ve más decorado. Las puertas y el techo foseado se han pintado de blanco para darle más luz.

¿Quieres darle un soplo de aire fresco a tu pasillo? Elige un color turquesa para pintarlo y lo lograrás. La interiorista Begoña Susaeta ha combinado pintura y papel pintado en las paredes con el color aguamarina como base y blanco en techos y carpintería. Ambos materiales, pintura y papel, los ha separado con una moldura creando un falso arrimadero. ¡Este es el espectacular resultado! Bonito y desenfadado ¿no te parece?

Si percibes tu salón oscuro y anticuado puede que intervenga la carpintería en madera de caoba que tiene puertas, rodapiés, marcos de ventanas… Recurre a la pintura -para no enfrentarte a la obra que implica el cambio- y aclara el tono. Según el estilo decorativo, puedes probar con alguna tonalidad pastel, como en este salón.

No solo blanco. Decora un piso pequeño con cualquier color que no sea ni estridente ni oscuro ni demasiado intenso. Esa es la elección segura. Pero puedes jugar con los colores que quieras hasta una intensidad media, plomiza, que resulta elegante. Además, un punto destacado con un tono más fuerte o un revestimiento marcado (papel o texturas) hará que crees efectos visuales de profundidad, ensanche, altura…

En el frente de esta cocina la interiorista Pía Capdevila decidió dividir la pared en dos mitades: la inferior la pintó de blanco y la superior de gris. Ambos colores al ser neutros tienen un mismo objetivo: captar la luz natural. Para recalcar la pared bicolor, puedes colocar una moldura fina justo en el cambio de color que también te ayudará para disimular posibles imperfecciones.

Los suelos en 2022 se presentan bien abrigados con modelos sencillos, elegantes y muy confortables. Va a ser el año de las alfombras minimalistas donde el liso se impone, mientras que los estampados se reducen a su mínima expresión. Rectangulares o redondas seguirán en auge las de fibra y las de pelo, según la estación. Eso sí, ambas "en tonos neutros que encajan con la decoración de cualquier espacio"—afirman desde Leroy Merlin. La interiorista Paula Duarte ha elegido para este salón una alfombra de diseño geométrico con fondo beis y ha pintado la pared del sofá en un gris azulado siguiendo la tendencia de los colores inspirados en la naturaleza.

Los tonos neutros en techos y paredes (blancos, beis y grises) siguen su auge en 2022. Aunque este año van a tener que compartir parte de su protagonismo con colores más intensos que van a dominar una pared del salón. Su objetivo es focalizar esta zona, bien sea el comedor, el sofá o la zona de trabajo. La interiorista Sandra Vergara ha elegido un tono verde para llamar la atención del fondo del salón donde ha ubicado el escritorio. ¿Quieres saber las tendencias que pronostican otras interioristas?

Elegir el color perfecto para las paredes de tu casa es la manera perfecta para empezar a decorarla. Y si aún no sabes qué tono le va mejor a cada estancia, el blanco es una opción infalible con la que nunca te vas a equivocar. Resulta luminoso en espacios reducidos y muy adecuado si buscas una decoración en tonos neutros.

Si su dormitorio no fuera grande, a la interiorista Paula Duarte no se le hubiera ocurrido pintar la pared del cabecero en un tono oscuro. Pero como lo es, este es el maravilloso resultado. Y para que ese gris no quede tan frío, mira lo bien que lo ha acompañado con unos manteles individuales de fibra. En el resto del mobiliario y la ropa de cama ha optado por tonos neutros para equilibrar.

Pinta un tramo de pared con pintura de pizarra. Que, por cierto, no tiene por qué ser siempre negra. También la encontrarás en una paleta de colores neutros, más suaves y versátiles. Para limpiarla, basta con pasar un borrador o un paño humedecido en detergente neutro.

La interiorista Marta Torres ha decorado esta escalera sin barandilla con unos botes de cristal con asas a modo de prácticos portavelas. ¿Te has fijado en la originalidad de la construcción? Un primer tramo con peldaños volados de madera natural se une a un segundo módulo lacado en gris. Marta ha creado bajo la escalera una zona de almacenamiento extra. 

Pintar una pared de un color diferente al de las demás es una idea perfecta para realzar la decoración. Lo más habitual es aplicar este recurso en el salón, en la pared del sofá; en el comedor, para delimitarlo visualmente de la zona de estar, y en el dormitorio, en la pared del cabecero. Pero no siempre tiene por qué ser así. También es una práctica muy utilizada para destacar la pared de la chimenea o elementos arquitectónicos como pilares y columnas.

Rojo y verde. ¿A qué te recuerda esta combinación cromática? Indiscutiblemente a la Navidad. La interiorista Jeanette Trensig ha optado por pintar las paredes de este comedor en un verde musgo. Una forma de diferenciarlo del salón con el que comparte espacio. Para dinamizar el sofá blanco ha colocado unos cojines de cuadros rojos de diferente intensidad. Buen anuncio de la proximidad de las fiestas.

Pintar las puertas es una renovación exterior del armario -que cuenta y mucho-. Si pintas tú las puertas del armario puedes hacerlo con pintura Chalk Paint. El esmalte es otra opción, pero nunca es al agua (no se limpia con esta los utensilios). Si quieres lacar, deberían llevarse las puertas y pagarás por ello en el presupuesto. Con unos nuevos tiradores, la transformación será total. También puedes incorporar molduras de poliuretano pegadas y pintarlas en el mismo tono.

De cara al invierno, renueva la pintura del salón. Por completo o solo una de las paredes. El precio es de 12 €/m² por pintar una pared con pintura plástica lisa en buen estado. El tipo de pintura también encarece el presupuesto. Si la pintura es con efecto sube a 20-25 €/m². Si quieres una pintura ecológica, también deberás pagar más porque solo el producto cuesta 25 €/l.

Hay colores que invitan al descanso. Por eso la interiorista Cristina Mas Mir decidió pintar el dormitorio principal en un tono verde grisáceo que lo llena de sosiego. Un banco a los pies tapizado hace juego con el cabecero blanco. Los textiles y la butaca en mostaza dinamizan el espacio. 

Más fácil no puede ser: elige un color que te despierte buenas vibraciones, busca una pared de tu cocina que necesite un poco de energía y… ¡a pintar! Solo con este gesto le habrás quitado a la cocina unos cuantos años. Para hacerlo bien, elige una pintura específica para cocinas y baños: más resistente y duradera. Aplica dos manos y a disfrutar de tu nueva pared.

Si te preguntas cómo dar profundidad a una habitación pequeña, toma nota: pintar determinadas paredes como la que queda más al fondo y el techo en el mismo color (con cierta intensidad) da sensación de profundidad. Y si lo que quieres el que la estancia parezca más alta -y, por tato, más espaciosa- pinta la pared del cabecero hasta 10 cm por debajo del techo.

¿Tienes un mueble en tu recibidor de color oscuro que lo envejece? Actualízalo con una mano de pintura. Las pinturas a la tiza o Chalk paint cuentan con una paleta de colores tan bonita que te costará decidirte. La estilista Solange Van Dorssen optó por un tono azul pastel, pero en turquesa o gris claro te quedará igual de bonito ¡y súper actual con ese acabado empolvado! Como no hace falta lijarlo, en apenas media hora estrenarás mueble y recibidor. 

¿Qué el gris no te convence y tienes miedo de cansarte pronto de él? ¡No importa! Actualiza tu recibidor pintando solo una pared de un cálido tono arena. Es más parecido al blanco y no te causará tanta impresión. Con una consola súper moderna en madera y metal quedará fantástico. La interiorista Paula Duarte la ha decorado con unas cestas de fibra, por abajo y un espejo redondo de madera, por arriba. En apenas media hora, tu recibidor como nuevo.

¿Te gustaría darle color a tu recibidor blanco? Opta por un gris suave, es tendencia y no le restará luminosidad. La interiorista Elena Eyre lo ha llevado a cabo en este de la imagen y lo ha decorado con madera y fibra para darle calidez. Entre 50 y 60 minutos, tus paredes hablarán otro idioma.

¿Conoces este término? La pintura sectorizada en un concepto que se aplica en decoración y que sirve para usar la pintura y el color para delimitar espacios. Bien aplicando un tono diferente en la pared principal de un ambiente o bien usándola para definir o enmarcar un mueble concreto en una pared. Es lo que se ha hecho aquí a través del verde para separar el escritorio.

Otra idea para separar ambientes, relacionada con el uso de la pintura, es esta que se aplica en este proyecto: un vano o embocadura sin puerta comunica el salón y el recibidor. Este elemento y el uso de dos tonalidades marcadas diferentes de pintura, definen los espacios.

Otra manera sencilla y rápida de modernizar tu dormitorio es dándole una mano (o dos) de pintura. Al igual que con el papel pintado, puedes lacar solo la pared del cabecero para convertirla en centro de atención. Elige pinturas de secado rápido y en media hora la tendrás lista. ¿Quieres ir un paso más allá en tu proceso de actualización? Haz como la interiorista Paula Duarte que no solo se decantó por un color gris intenso sino que decoró la pared con unos manteles individuales de fibra para restarle seriedad. ¿No te parece una idea estupenda?

¿Tienes un aparador, una cómoda o un escritorio antiguo en tu salón que lo envejece? Modernízalo pintándolo de un color claro que le de luminosidad. Es lo que se ha hecho con la cómoda de este salón, antes de caoba y ahora gris, perteneciente a la influencer María Fernández-Rubíes.

¿Tienes una alacena, cómoda o aparador en el salón que has heredado? Te gusta su estilo vintage pero su color oscuro no te llega a convencer.Y además, envejece la estancia. ¿Solución? Pinta el mueble en cuestión. Para ello, abre las ventanas. Protege el suelo para no mancharlo y elige lacas en aerosol de secado rápido o pintura a la tiza chalk paint en tonos neutro o pastel. Quedará tan bonito y rejuvenecido como esta cómoda, del Estudio Milans del Bosch.

¿Tu salón necesita un plus de luminosidad? ¡Píntalo! Elige un color neutro, blanco, beis o gris, ¡y verás cómo lo notas más resplandeciente y limpio! Recuerda que cada 4 ó 5 años deberás repetir esta operación para mantener las paredes en buen estado. Tanto si eres tú la que pintas o acudes a un profesional, en una hora tu salón estará como nuevo. La interiorista Paula Duarte eligió un suave gris en este salón.

¿Quieres modernizar tu cocina clásica en un santiamén? Píntala de un color suave si la quieres lacar al completo o emplea un tono atrevido, si solo deseas llamar la atención de una pared. Fue lo que hizo la interiorista Begoña Susaeta en esta cocina dinamizada con ese audaz color pistacho que, sin duda, le hace parecer otra. Elige pinturas de secado rápido por si necesitaras darle una segunda mano.

Entrar en esta cocina y llenarte de energía es todo uno. La interiorista Begoña Susaeta se atrevió con un verde manzana en la pared de la isla con office. Una buena manera de delimitar espacios y de alegrar una zona en la que cada vez hacemos más vida. Una composición de cuadros de fauna y flora la decoran.

¿Quieres llamar la atención en una zona concreta de tu casa? Utiliza la pintura o el papel pintado en los revestimientos de pared ¡y solucionado! En este recibidor se han empleado los dos recursos: papel pintado con rayas verticales en verde para la zona superior y un arrimadero lacado en un tono más fuerte para la inferior. ¡Juega con las intensidades y darás en el clavo!

Gracias a la intensidad del color verde de las puertas, este pasillo ha cobrado vida. ¡No tengas miedo a pintar! Con resultados como este ¡habrá válido la pena! Si es luminoso, coloca plantas en él y conviértelo en un vergel interior.

Si eres amiga de dar segundas oportunidades, hazte con un mueble y cambia su aspecto pintándolo de verde: un aparador, una mesa, un asiento... ¡cualquiera vale! Mira qué bien ha quedado esta cama dispuesta en el jardín, como diván para sestear o leer. ¡Fantástica!

Si te gustan los colores fuertes, te encandilará este dormitorio cuyas paredes se han pintado en un tono arena potente llegando a alcanzar el grado de ocre. Eso sí, si lo utilizas rebaja las tonalidades de la ropa de cama, elige blancos y beis claritos ¡y darás en el clavo!

Si te gustan los tonos más anaranjados del color arena, esos que te invitan a soñar con los desiertos de Jordania, Australia o con el mismísimo planeta Marte, puedes llevarlos a tu salón a través de la pintura pero también ayudándote de los textiles: fundas de sofás, cojines... ¡Mira lo bien que armoniza con grises y toda la gama tierra!