Otoño

Los arándanos son una de las frutas silvestres que más solemos acompañar en yogur o batidos. Es una fruta que previene las enfermedades degenerativas, frenan infecciones de orina y ayuda a la circulación. También se han convertido en los últimos meses en el ingrediente que mejor combina con el famoso 'açai', un superalimento con muchos antioxidantes y propiedades. 

El aguacate se ha convertido en una de las joyas de nuestra alimentación. Una fruta tropical muy seguida y deseada en redes sociales. La podemos ver constantemente en recetas de desayunos saludables. En cuanto a beneficios, el aguacate está cargado de grasas saludables, vitamina E y minerales (calcio, potasio, magnesio, fósforo, cobre, hierro y cinc). ¡Descubre ahora las mejores recetas con aguacate!

La uva es una fruta llena de energía que ayuda a reponernos del cansancio fácilmente. Esta fruta que veremos durante toda la temporada de otoño-invierno, además contiene bastante agua lo que ayuda a aligerar nuestro organismo y a funcionar como un laxante natural. 

Las frambuesas son otras de las frutas silvestres que podemos tener el placer de disfrutar en la temporada de otoño. Estas frutas pequeñas, redondeadas y de color rojo contienen multitud de beneficios para la salud. Entre los más destacables están sus propiedades diuréticas, y la prevención de problemas cardiovasculares. Para consumir esta fruta tan sabrosa, puedes añadirla al yogur o a un bol con fruta.

En dietas para bajar de peso, la manzana está entre las más consumidas. Su poder antioxidante, alto contenido en fibra, minerales y vitaminas, convierten a la manzana es la fruta más elegida en dietas. Además, su poder saciante hace que nos ayude a controlar mejor el peso y evitar así 'picar entre horas'. 

La naranja es la fruta de otoño que más vitamina C nos proporciona. Se trata de uno de los recursos naturales más utilizados para prevenir resfriados y gripes. Además contiene otras propiedades como calcio, fósforo y antioxidantes. Y por supuesto, también ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario. 

La granada es una fruta afrodisíaca y muy singular que podemos usar tanto para recetas dulces como saladas. Esta fruta contiene una amplia variedad de beneficios para la salud, entre los que destaca la prevención del cáncer de mama y de próstata, enfermedades cardiovasculares, además de tener un efecto depurativo. 

El plátano es una de las frutas tropicales más consumidas y uno de los cultivos principales de Canarias. Un 95% del consumo nacional proviene del archipiélago. Sus condiciones climatológicas permiten que esta fruta se dé perfectamente y con todos los nutrientes esenciales. Entre las propiedades que más destacan del plátano está su alto nivel de azúcares, lo que hace que sea una fruta muy utilizada por deportistas con el fin de recuperar la energía gastada. 

De crochet o tricot, nos encantan las que son de súper punto. Siguen estando de moda y son ideales en el entretiempo, cuando las de lana todavía pican. Por supuesto, también nos encantan en versión cojín.

Puedes buscar que las telas y las mantas coincidan con tus colores de mobiliario. Aquí repiten los de la madera, el sisal, la fibra natural... Así también se integran las piezas que podemos considerar más veraniegas.

Ya no solo para el exterior. Cada año van saliendo nuevos modelos de piezas de mimbre, bambú, caña u otras fibras que se convierten en tendencia y que se quedan en nuestro salón. Una manera muy trendy de ponerlas en modo otoño es vestirlas con detalles de pelo largo. 

El impás de estaciones siempre es un poco loco y nunca sabemos si este ya será el último día de calor ni cuando se quedará el frío. Y así vamos navegando, sin hacer el cambio definitivo de look del salón. Para vivir cómodamente en el entretiempo decorativo, los colores ocres y mostazas conservan la vitalidad del verano y ya aportan la calidez que esperamos del otoño.

Sobre todo si son del mismo tipo de tejido y color: florecitas, estrellas... Los colores intensos hacen que los clásicos suenen más actuales.

Si quieres mantener los colores de tu salón, puedes simplemente cambiar de telas. Cuando ya te rindes al frío, abrazar las texturas más explícitas es un placer, ya no pican.

Esta es otra opción para poner de otoño tu salón sin que te juegues un cambio de estilo. Aquí lo vemos con los rosas palos, corales que se van hacia los marrones. 

Los amarillos y naranjas de las hojas. Los beige y los marrones de los frutos secos, las castañas, las piñas... Los rojizos de las granadas... Toda la inspiración está ahí fuera, esperando para entrar en casa, también en su versión original.

Los detalles de felpa, que siguen estando de moda, pueden ser un último recurso para ir calentando en pequeñas dosis tu salón, hasta que llegue el invierno.  

Empiezan a bajar las temperaturas y queda oficialmente inaugurada la temporada de otoño con el "momento manta". Cajas de madera, cestos de mimbre o de ganchillo como el de la foto... Tienes que preparar un lugar para ponerlas y, sobre todo, recogerlas. Porque si te descuidas, con las mantas llega también el "momento caos" en el sofá.

Porque cuando no está encendida, puede seguir siendo nuestra inspiración. Puedes apoyar un cuadro de tonos otoñales y encender unas cuantas velas para tener siempre presente el calor y el color de las llamas. Evidentemente, puedes crear tu rincón inspirador en cualquier espacio del salón. 

La madera sin tratar ni cepillar nos envía directamente con su tacto y olor al bosque. Si no puede ser el cabecero, cualquier pieza, por pequeña que sea, te invitará a recordarlo.

Igual que para los sofás o las sillas. Además de un cambio de look fácil y económico (no se necesita mucha tela y la confección no es complicada), es muy higiénico y saludable poder desenfundar y lavar la tapicería de la zona en la que dormimos.

A veces es tan simple como mirar por la ventana. Los árboles y las hojas dejan el verde para abrazar los amarillos, los naranjas y los marrones. Para hacer una transición del verano al otoño más suave, el ocre es el color ideal.

Pasar del verano al otoño también significa dejar lo fresco para buscar lo cálido. Y en eso la madera no falla nunca. En este caso se han buscado telas que refuerzan los mismos colores. ¡Todo calidez!

Los linos siempre son de fácil combinar, porque acaban dando estos tonos desgastados y rústicos tan interesantes. Fíjate como se van repitiendo todos ellos en el mural.

<p>Una gama cl&aacute;sica que ha funcionado toda la vida. Los complementos de fibras naturales (si no son muy claritas) entran perfectamente en el juego.</p>

Siguiendo el mismo camino que hacen las hojas que van del amarillo, ocre, naranja, marrones y rojos. Estos rojizos son siempre tonos cercanos al marrón (granates, tejas, caldera...) pero que conservan su capacidad para alegrarlo.

Si le sabemos encontrar el punto, claro. Los mostazas, ocres y los dorados viejos no están tan lejos de algunos verdes en la escala cromática. Este color de la pared puede ser muy fresco en verano con el blanco, en cambio, con estos colores, se calienta.

Nos nos cansaremos de adorar, y recordar, el poder transformador de los complementos. Unas flores naranjas, unos cojines, un jarrón... y el otoño ya está aquí en tu dormitorio.

Los contrastes de colores siempre son más frescos e impactantes, son más de verano. Ahora toca trabajar la sutileza de las combinaciones de estampados dentro de la misma gama.

La combinación de cuadritos blancos y negros (¿los ves en la ropa de cama?) con el color mostaza es un triple acierto: masculina, luminosa y sofisticada.

Tonos tierra, medios, verdes y amarillos. ¡El sofá se caldea con una combinación de cojines así! Juega con las texturas (a través de diferentes tejidos) y quédate solo en los lisos o deja que se cuele algún estampado. Si el motivo está relacionado con la naturaleza, tendrás el toque otoñal idóneo. Aquí tienes un artículo sobre cómo decorar con los colores del otoño.

Las hortensias son una de las flores de otoño más deseadas de la temporada. Estas flores ayudan a dar color y presencia tanto al interior como al exterior. Esta es su última floración, llamada la 'otoñada', y lejos de los colores brillantes del verano, ahora transmiten una belleza un poco rústica y muy sofisticada. Es época de secarlas, si te apetece y lucirlas dentro de casa en tus jarrones favoritos. 

Grandes y pequeñas; de hojas estrechas o redondeadas; lisas, rayadas y hasta en tonos rojizos. Pero todas las drácenas ayudan a purificar el aire y además son fáciles de mantener. Solo necesitan bastante luz y riego 3 veces por semana en verano (algo menos el resto del año). Es importante dejar secar la tierra antes de volver a regar.

El otoño nos trae ganas de estar en casa, con colores que nos transmiten paz y ganas de acurrucarse. Mete la naturaleza en casa con detalles como cojines, textiles, cuadros y vajilla con motivos florales. ¡No olvides tener siempre un ramo! La butaca es de Ikea, con manta de lana Jacquard Floral de Zara Home (79,99 €).

 En este ramo (de floristería Bouquet) combinamos flores y hojas duraderas con colores otoñales: sedum, dalias, hojas de eucalyptus cinereas, clematis, amarantos, skimmias, malus (o manzanos) y abelias. 

Di sí a una mesa otoñal llena de flores y vida. Aquí pusimos el mantel Lauren Hielo de Filocolore (136 €). El plato de postre con flores (5,99 €), el plato llano de loza con flor (7,99 €) y la servilleta (19,99 €) son de Zara Home. El plato llano verde es de Azul Tierra (8,50 €).

Se llevan los manteles y caminos de mesa con estampados florales. Este juego de mantel (desde39 €) y servilletas (17,95 €) es de El Corte Inglés.

Los niños y tú podéis recoger ramitas y hojas para decorar o hacer una corona. La lámina Blue Botanical Print es de Pepa Paper (24 €). Las toallas Jacquard Floral son de Zara Home (7,99 €). El espejo y la mesa son de Azul Tierra.

Busca tonos suaves y luminosos, acordes a la estación: ocres, verdosos, anaranjados, violeta... ¡El otoño no tiene por qué ser gris! 

Nuestra casa es el sitio que todos eligen para las cenas, ¡hasta las Navidades de toda la familia las celebramos aquí!”, nos cuenta Sonia, encantada de poder recibir a los que quiere en un comedor amplio como éste. Las sillas, el cuadro y la jarra de cristal son de Sacum. El mantel piedra es de Filocolore. El camino estampado es de In By Be.

En casa de Sonia quisimos celebrar el otoño también en la mesa. Buscamos tonos ocres, que aquí combinan perfecto con el gris verdoso de la pared. 

“Reaprovechamos muchas cosas de su casa anterior, de herencia, que querían conservar, por lo que en realidad la casa es una mezcla de clásico y moderno. El reto era hacerla cálida y acogedora. En el caso del salón, lo logramos con las telas, alfombras y los cojines”, explica Gisela. Los cojines son de Sacum y de In By Be.