Chimeneas

Para actualizar un salón que se siente anticuado, deshazte de las molduras más ornamentadas o recargadas, también rosetones alrededor de los puntos de luz. Se llevan las molduras, pero depuradas. Y en ambientes que quieres decorar en un estilo moderno, mejor no abusar y solo dejar las molduras más rectilíneas.

La decoración de este salón es singular. La interiorista que lo proyectó, Asun Antó, ideó una inusual embocadura de madera para la chimenea que lo llena de calidez. Sobre ella, un espejo de cuarterones atrapa toda la luz dándole amplitud.

Los salones neutros ganan puntos cuando se revitalizan con una pared subida de tono. La interiorista Jeanette Trensig ha lacado en un verde oscuro la estantería con chimenea integrada. El verde es atrevido pero no cansa y trae la naturaleza al interior. ¿El resultado? Darle personalidad al estar.

¿Qué tendrán los salones típicos de montaña que inmediatamente nos trasladan a lugares cálidos y acogedores? La interiorista Carme Caubet ha conseguido enamorarnos con esta deliciosa estancia revestida de madera.

Cuenta con espacio para sentarse a charlar, disfrutar de las vistas, tumbarse a descansar... ¡Y todo bien calentita gracias a la presencia de la chimenea recuperada y textiles gustosos! ¿Se puede pedir más?

Es la estampa por excelencia de un salón de invierno: una chimenea encendida en torno a la cual se organiza la zona de estar, y es que los sofás se colocan para contemplarla y disfrutar de la magia del fuego. Por eso, este punto focal tiene el poder de elevar o arruinar el look de cualquier espacio.

Un diseño depurado como el de este salón, decorado por Marina y Laia Reguant, sumará modernidad al espacio. Pero, ¿qué pasa si la chimenea tiene una embocadura de ladrillo visto o demasiado clásica? La interiorista Laura Martínez lo solucionaría, bien instalando con un cassette a medida, bien pintándola de blanco.

En lámparas, complementos e incluso en muebles y auxiliares, los acabados metálicos salpican las decoraciones de este nuevo scandi. Dorados, plateados y detalles de latón llenan de color y brillo los diferentes espacios de la casa.

Transformar las paredes y dotarlas de encanto propio es el objetivo que se persigue en el salón de la fotografía, en el que la pared principal hace gala de un acabado en cemento de lo más decorativo. El resultado es interesante y original, gracias a la textura irregular de la superficie y a su color gris suave.

El techo de este salón se cubrió con cañas "atadas una a una por un artesano local", recuerda Paula Rombys, la interiorista responsable del proyecto. Sobre ese tejido natural se instalaron vigas de madera inclinadas del mismo color. La cubierta sostenible resulta fresca en verano y abrigada en invierno. El techo forrado de cañizo fue una técnica muy utilizada en la Antigüedad gracias a su resistencia a la intemperie y la humedad. 

Las paredes bicolor también se utilizan para separar ambientes que comparten un mismo espacio. Es el caso de este salón comedor ideado por Asun Antó. La interiorista ha dividido ambas zonas empleando un murete bajo con chimenea integrada y dos colores: gris suave para el comedor y blanco para el salón. Una buena manera de personalizar cada estancia.

Ahora las paredes bicolor se reúnen en una misma estancia. Y con un objetivo claro: resaltar un mueble concreto. En la decoración de este salón, la interiorista Adriana Farré ha querido poner el foco de atención en la boiserie que integra la chimenea y ocupa toda una pared. ¡Lo ha conseguido con ese azul grisáceo! Y sin perder un ápice de luz ya que el resto de paredes se han pintado de blanco.

Hormigón, hierro, cuero, madera sin tratar... Todos son materiales habituales de las construcciones fabriles que dan sentido al estilo industrial.

Este salón era estrecho y alargado. Para evitar su forma de tubo la interiorista Asun Antó diseñó un mueble bajo de obra que lo acorta y lo separa del comedor con una chimenea decorativa. En el centro dispuso un sofá blanco de líneas curvas que dan dinamismo a una estancia donde priman los trazados rectos.

Y es que a los pies de la cama del dormitorio principal (que por cierto, tiene salida al jardín), se ha creado un rincón de lo más acogedor con una chimenea encastrada en una estantería a medida, un velador vintage y dos sillas tipo Malawi.

Durante un tiempo el viejo baúl de tu abuela te ha dado juego. Incluso lo pusiste de mesa de centro pero sientes que ahora ya no te llena tanto. Además, quieres actualizar tu salón y sueñas con una mesa de centro de sobre de madera y patas metálicas. Su capacidad de almacenamiento puedes sustituirla por un banco bajo una ventana, mucho más actual.

En salones grandes, un espejo de generosas dimensiones será el elemento ideal para multiplicar la luz. Sobre la chimenea siempre es una buena ubicación, ya que juntos se convierten en el elemento central que acapara todas las miradas. Pero si, además, hay un techo tan original como el de este salón, no dudes en apoyarlo sobre la repisa, de forma que quede un poco inclinado y puedas disfrutar de la belleza del techado sin levantar la cabeza.  

Las chimeneas de bioetanol funcionan con un combustible ecológico que no produce contaminación, su calor es discreto y, al carecer de tubos, apenas generan residuos de humo. La interiorista Asun Antó la ha elegido en este salón alargado por un doble motivo: su carácter estético y para evitar el efecto tubo. Integrada en un mueble bajo de obra que separa el salón del comedor, es capaz de calentar ambos ambientes.

El acero de las chimeneas puede dar un aspecto un tanto lúgubre y oscurecer el salón. Para evitarlo, el estudio Luderna pensó en integrarla en una pared de piedra clarita que ilumina la estancia de forma mágica. Dos sillones frente a ella animan a la conversación... o al silencio mientras sus llamas te hipnotizan.

Integrada en una columna rinconera, esta chimenea tipo insert ofrece una doble visión del fuego en el frente y en un lateral. Así su presencia  se ve desde cualquier ángulo del sofá. Su parte inferior se ha aprovechado como leñero mientras que en su lateral se ha creado un práctico banco con almacenamiento interior.

En las casas tipo cabaña se hace imprescindible la presencia de una chimenea. Lejos de elegir una de estilo clásico, la interiorista Lara Vallés, de Space Stage, se decantó por un modelo insert súper moderno: integrado en la pared y revestido con un papel pintado que simula piel de potro. Para aligerar su aspecto, a cada lado colocó unos estantes flotantes y leñeros en la parte inferior. ¡Hasta la cabeza de trofeo es especial! Solo unas astas la decoran.

Eficaz y discreta así es esta estufa de leña rinconera que llega hasta el suelo con su estructura de acero, hogar acristalado y leñero inferior. Cuenta con tubo para salida de humos. Existen modelos de acumulación que conservan el calor hasta 8 horas después de la última carga. Coloca junto a ella una butaca y disfruta de una cálida zona de lectura.

La presencia de una chimenea —verdadera o falsa—potencia la sensación de intimidad. En este salón, al carecer de tiro, se optó por poner solo la embocadura. Un modelo vintage que pintaron de blanco inmaculado para dar a la estancia más luminosidad. Su repisa sirve para disponer objetos decorativos, ligeros y de cristal transparente. En el suelo puedes colocar cestos de fibra con mantas o apilar libros.

Una chimena falsa puede ser algo más que una pieza decorativa. En este salón la interiorista Miriam Barrio la ha convertido en un lugar extra de almacenaje donde guardar sábanas y mantas para el sofá cama. Unas puertas de madera con lamas superpuestas ocultan su interior.

El papel pintado de cuadros y la presencia de madera dan algunas pistas del estilo de esta chimenea: rústica. Revestida de roble otorgan al salón un extra de calidez, similar a los refugios de montaña. Pero no queda sólo ahí. La repisa y el hogar en color forja oscuro aportan un puntito industrial. A sus lados una librería moderna con estantes flotantes son un buen acompañamiento.

Otro ejemplo de chimenea minimalista es este que presenta la interiorista Carla Catalán en este salón rústico chic. El cassette cerrado de leña  está insertado en la parte inferior de este bloque blanco. Carla sacrificó las librerías por las vistas y, en su lugar, decidió crear unas pequeñas hornacinas a los lados del tubo de la chimenea que hacen las veces de estanterías. La chimenea va apoyada en un banco de obra que va de pared a pared y sirve de asientos extra.

La boiserie, ese mueble encastrado en la pared con librerías a los lados y la chimenea de leña en el centro, es la manera más habitual de ubicar el calor en los salones clásicos. Aquí todo el mueble se ha lacado de blanco para darle, además de calidez, luminosidad.

Con sus líneas rectas y simples, materiales nobles (aluminios pulidos o hierros forjados) y diseño elegante y limpio se presentan las chimeneas modernas eléctricas. El hogar cuenta con unos troncos decorativos con efecto de leños ardiendo que dan absolutamente el pego. La interiorista Bárbara Sindreu ha elegido este tipo de chimenea para calentar este salón moderno y urbano. Integrada en la pared, ha lacado el muro en un gris oscuro convirtiéndola en foco de atención.

De nuevo, lo rústico y lo moderno se mezclan en la decoración de este salón. Las interioristas Laia y Marina Reguant han elegido una chimenea de leña en hierro lacado que aúna el estilo industrial con el rústico reflejado en el revestimiento de piedra que la envuelve. La chimenea ha sido diseñada con leñero en su parte inferior y una repisa lateral, a modo de bancada.

Si eres de las que te encantarían tener un salón con chimenea, pero no dispones de salida de humos, puedes aparentar que la tienes. La sensación de calidez resulta igual de gratificante aunque no escuches el crepitar del fuego. En este salón, la interiorista Elena Eyre optó por conservar la embocadura de la chimenea con gran valor sentimental: "era una pieza realizada por el abuelo de la propietaria", explica. Para remarcarla aún más se lacó la pared en un gris verdoso que la convierte en la estrella del salón.

En las casas de montaña, la madera es el material por excelencia. En este salón, la chimenea de leña, recuperada y diseñada a medida, se presenta con un look moderno. La interiorista Carmen Caubet la ha revestido de madera integrando el leñero con el fin de conservar su esencia rústica. La estructura de madera se prolonga en un lado con un banco a medida y estantes flotantes en la pared.

Fíjate qué forma tan ideal de aprovechar un rincón en el salón: suspender una chimenea tubular de leña que destila diseño. La ha elegido para su segunda residencia la interiorista María Lizarraga. Su color negro contrasta con el resto de la estancia, en blanco nórdico. Este tipo de chimeneas son perfectas para casas de montaña, estudios y superficies murales pequeñas. Las hay también de gas.