40 salones clásicos muy actuales, ¡qué elegantes!

Ni todo moderno, ni todo clásico. En decoración las mezclas de estilos son un acierto. Como demuestra este salón, cuya arquitectura señorial se ha actualizado con piezas de madera y fibras naturales que suman ligereza y un look actual y renovado.

El precioso techo artesonado, la carpintería de las ventanas, las molduras o el arrimadero con molduras visten de personalidad este salón de esencia clásica que se ha modernizado con piezas de corte más actual, como la butaca y el sofá chaiselongue, que regalan ligereza y un aire más relajado. 

La chimenea con embocadura de molduras, la butaca y el espejo con cuarterones dan un matiz clásico a este salón decorado con una clara vocación atemporal. Los sofás, de líneas rectas y en blanco, y las mesas de centro de latón, un acabado de tendencia, son la nota actual. Y si eliges unas cortinas para el salón, ¡que sean dobles!

Cuando cuentas con un espacio tan singular como el de este salón, ¡conviértelo en protagonista de la decoración! Aquí se ha optado por pocas piezas y fácilmente integradas, para que nada compita con el espacio. El blanco, que lo baña todo, nos recuerda a los salones nórdicos.  

Los salones tipo mirador son todo un clásico que nos recuerda a las antiguas casas victorianas. Este de la imagen da al jardín y toda su cristalera circular está protegida por visillos largos que tamizan la luz. El cerramiento corredero en forma de arco y los tiradores y uñeros vintage sirven de acceso a esta zona de estar tan peculiar. El uso de la fibra y las alfombras de diseño geométrico lo traen al presente.

El sofá chéster y las mesas gemelas doradas son, con permiso de las vistas, las piezas estrellas de este salón al que la decoradora Cristina del Valle ha dado un look clásico pero actualizado. Los toques de azul, en sintonía con el mar próximo, regalan ligereza y frescor al salón y le restan sobriedad. 

Una entrada arqueada da acceso a este salón clásico de bellas molduras donde la protagonista estelar es la fantástica lámpara suspendida de araña. La luz que entra por las ventanas proyectará sobre sus múltiples cristales un curioso juego de luces que será ¡todo un espectáculo! 

La carpintería de madera oscura en puertas y ventanas da estilo a este salón que combina sofás de diseños y colores diferentes, muebles nórdicos y algún que otro guiño vintage. ¿Quieres rejuvenecerlo por arte de magia? Elige una pieza de color llamativo, como esta butaca bicolor cuyo asiento en rojo dinamiza el salón.

¿Tienes unas láminas en blanco y negro o unas fotos familiares en color sepia? Serán perfectas para decorar tu salón y enfatizar ese aire clásico que le dan las molduras del techo. Añádele un par de butacas altas, de esas que te abrazan cuando te sientas y ¡listo! El sofá blanco, la mesa de centro en madera y metal y la alfombra de diseño geométrico ponen la nota moderna.

El sofá chester es un must en todo salón clásico que se precie. Aquí va acompañado de una cómoda de estilo afrancesado, adquirida en una tienda de antigüedades. Piezas en cristal y dorado —tan de tendencia— traen al presente esta escena del pasado. Y es que modernizar el salón con muebles clásicos es fácil si los combinas con elementos más actuales o en tendencia. ¡No perderá su esencia!

Las molduras decorativas en los salones clásicos son una delicia para la vista. ¡Y si no fíjate en las de la imagen cómo lo engalanan! En este salón, para contrarrestar la seriedad del techo y la frialdad del suelo de mármol se ha optado por vestir el sofá con textiles en tonos mostaza y mesas auxiliares en dorado que revitalizan el salón.

Las molduras recuperadas y la impresionante lámpara de araña de cristal copan todo el protagonismo de este salón de arquitectura señorial. La butaca con respaldo capitoné realza el carácter clásico de la estancia rejuvenecida por la elección del blanco. ¡Todo un acierto!

En las casas centenarias suele haber contraventanas de madera que protegen del frío y del calor. Si la tuya es así de "mayor" y has decidido respetarlas ¡te aplaudimos! Puedes actualizarlas pintándolas de blanco a juego con las puertas de cuarterones. ¡Nos encanta la mesa de centro de cristal que rejuvenece el salón!

El blanco se impone en este salón donde sus ventanales en arco que lo abren al jardín suman estilo y personalidad al espacio y, a su vez, articulan el espacio. Por un lado, la zona de estar, con un confortable sofá rinconero de líneas rectas y, por el otro, la de lectura, con una chaiselongue de estilo que da carácter a un espacio muy neutro.

Traslada esa butaca recuperada del dormitorio al salón, colócala junto a tu sofá chéster de cuero marrón ¡y verás cómo la estancia gana puntos! En el techo, una versión de lámpara de araña en clave moderna con pantallas de tela y ¡bombillas led, por supuesto! y en el centro, una mesa de líneas rectas y sobre de cristal logran el equilibrio entre pasado y presente.

Pocas piezas, eso sí, escogidas, bastan para decorar este salón, en el que su arquitectura señorial viste por sí sola el espacio. Molduras, techos altísimo y un arco que comunica el salón y el comedor suman elegancia y personalidad a este salón. 

¿Te acuerdas de los cuadros con escenas de caza que copaban antiguamente los salones clásicos? En este de la imagen, que comparte espacio con el comedor, se han renovado con unas láminas de ciervos enmarcadas mucho más agradables. Bajo ellas, una consola de madera de cerezo y dos pufs anchos separan visualmente ambos ambientes.

¿Quieres darle a tu salón clásico un porte señorial? Apunta lo que no debe faltar: un suelo de mármol, una butaca barroca con reposapiés a juego y una cómoda de cajones en maderas nobles. Los tonos neutros, el espejo de líneas rectas y la presencia de flores actualizan esta estancia ante tanta sobriedad.

¿Crees que a tu salón clásico le sobra tanta formalidad? Utiliza alfombras de fibra o respeta la madera natural de las contraventanas, como aquí, para crear un ambiente más cálido. Elige cojines en colores vivos que le den cierto desenfado y una mesa de centro metalizada para aligerar el conjunto. ¿A qué ahora te gusta mucho más?

La arquitectura clásica que predomina en este salón, con molduras y carpintería semicircular, se ha neutralizado ipso facto con los toques green en textiles, plantas y láminas botánicas que lo trasladan a la más reciente actualidad.

¿Tu salón solo tiene espacio para un único sofá? Enfréntalo con un par de butacas o, como aquí, con un sillón y una chaise longue de estilo clásico. Envejecerás más la escena si pintas el espejo, colocado sobre la chimenea, de un blanco roto y le das un acabado envejecido. ¡Verás qué cambio! Una mesa de centro, maciza y de madera, decorada con objetos de cristal y velas le darán el toque actual.

Si tu salón es de planta alargada, coloca los sofás en forma de "L" para no restarle espacio. Contrarresta la estructura clásica de los sofás con un tapizado en terciopelo, superactual. En la imagen, la puerta corredera de madera acota el salón y logra un efecto acogedor, si permanece cerrada, mientras que si se abre le dará más profundidad a la estancia.

¡Qué gusto da sentarse en torno a la chimenea encendida cuando la temperatura exterior cae a plomo! Si dispones de dos sofás enfrentados, puede que una sola mesa de centro sepa a poco. Coloca mejor dos tipo nido para aumentar o disminuir su longitud según convenga, o unos modelos similares unidos, como las de la imagen. El toque verde de cortinas y cojines refrescan el look señorial de los pufs de terciopelo con faldones.

¿Es posible mezclar varios estilos en un mismo espacio sin perder la cordura? Sí, y prueba de ello es este salón que combina el estilo rústico de las vigas de techo a la vista y el suelo cerámico, tipico de las casas antiguas de pueblo, con el toque clásico que imprimen las butacas restauradas y los aires de modernidad que traen la mesa de centro nórdica y el cuadro multicolor, al fondo.

¿Quieres conseguir ese look tan peculiar de las grandes bibliotecas de antaño con estanterías de suelo a techo y escalera para llegar a la última balda? Aquí tienes un ejemplo de ello, eso sí actualizada gracias a su acabado en blanco. Si lo acompañas de un par de cómodas butacas orejeras te transportarán a la sala de cualquier ateneo. Las paredes en tono topo y el doble techo con focos ponen el toque actual ante tanto clasicismo.

Si te enamoran las lámparas chandelier, con brazos tipo candelabro y rematadas en lágrimas de cristal, te gustará este salón clásico con dos ambientes: uno más recogido con butaca, cómoda y espejo con molduras que desemboca en un mirador luminoso de aspecto relajante y repleto de plantas. ¡No es de extrañar que se haya colocado aquí la chaise longue! Se adivinan largas siestas.

La elección de objetos decorativos logran sumar o restar años a una estancia. En este salón, por ejemplo, los marcos envejecidos, el globo terráqueo, los candeleros vintage avejentan la escena pero no lo suficiente. Ahí están al quite letras de madera, cajas contenedoras, ramas de eucalipto y portavelas en forma de farol para estabilizar la edad final.

Si tu salón es tan amplio que te caben dos sofás, elígelos en estilos distintos: uno más clásico y otro más moderno. Colócalos en forma de L o enfrentados, según la distribución. Las mesas de centro tapizadas y los jarrones de cristal ponen la nota moderna a este salón mientras que la lámpara de techo de corte oriental le da un toque de exotismo.