En los meses más fríos, la lana viene en nuestra ayuda. En forma de alfombras o mantas ¡qué gusto da acurrucarnos en ellas! Y para acompañarlas, otro de los tejidos naturales estrella: el algodón, suave y transpirable, es perfecto para vestir la cama en invierno y verano.
La interiorista Aurora Monasterio ha elegido terciopelo en el cabecero y en la butaca color mostaza, y lana en la alfombra para hacer la pisada mucho más cálida. Si además optas por colores suaves, lograrás una armonía absoluta.