"Algodón, bambú o lino son tejidos idóneos para épocas de calor. Los tejidos más confortables para los frioleros –y más propios del invierno– son la franela, la coralina y el poliéster", nos explican desde La Mallorquina. "Siempre debe ser apetecible, porque la cama es la que genera esa agradable sensación de dormitorio. Nuestra recomendación es colocar las almohadas, dos cojines de 60 x 60 cm y, según el tamaño de la cama, dos de 50 x 50 cm. Y un plaid o una colcha a pie de cama", apunta Zubizarreta. "Los tonos neutros (blancos, grises y piedra) vuelven con fuerza. Resáltalos añadiendo color en los complementos, como cojines y plaids", según Textura.