Cabeceros

"Al crear un gran espacio abierto, el reto fue la distribución. Teníamos tantas ventanas, ¡que nos faltaban paredes donde apoyar la cama! ¿La solución? Colocarla en medio y convertirla en el eje de las diferentes zonas. Poner un cabecero de obra que es a su vez un murete divisor fue la clave: sirve de cabecero, separa la cama del tocador y da privacidad, porque desde la entrada no se ve la cama, que queda oculta", recuerda la decoradora. 

Un tabique de cristal separa la zona de cama y el rincón de estar del baño, a la vez que deja pasar la luz. Unas cortinas de lamas dan privacidad a la zona de la bañera cuando se desea.

Los papeles pintados florales llevarán a cualquier estancia un look delicado, femenino y que está directamente relacionado con el descanso. Y lo mejor es que, gracias a la cantidad de modelos y colores en los que los puedes encontrar, encajará sea cual sea el estilo del dormitorio. 

Los papeles pintados con efecto textil son un recurso perfecto para llevar la calidez a las paredes. Lo mejor es elegirlo en un tono neutro que combine con cualquiera que sea la decoración. Aquí se ha empleado para enmarcar la pared del cabecero. 

Si decoras una pared con papel pintado, ten en cuenta que no necesitará ningún elemento más para darle vida. Su efecto es tan decorativo que cualquier cuadro u objeto recargaría su efecto delicado. Aquí se ha combinado con un cabecero tapizado con lino azul realizado a medida y que va de pared a pared, imitando a un arrimadero. 

¿Que prefieres los números pares a la hora de decorar la cama? Entonces te encantará esta propuesta de Solange Van Dorssen, más metódica y ordenada. Ha optado por colocar dos filas paralelas con tres cojines cada una, de mayor a menor tamaño. Fíjate en que, en cualquiera de las propuestas, impar o par, siempre quedan los modelos blancos detrás y delante los de color, ya sean lisos o estampados. 

Puedes colocar las mantas y plaids perfectamente doblados a los pies de la cama o, como nos gusta en El Mueble, perfectamente desordenados. Da una apariencia más natural.

Una vez ubicada la cama, el siguiente paso será la elección del cabecero. Si eres fiel lectora de El Mueble habrás notado que nos encantan los modelos tapizados con algún toque de estilo como capitoné o tachuelas. La interiorista Gabriela Conde ha elegido un modelo en capitoné en un suave tono gris muy al estilo de la revista.

Y una vez determinados los distintos estilos El Mueble para decorar la pared del cabecero, vamos con los trucos para hacer la cama más utilizados por nuestras estilistas. Coloca una sábana bajera ajustable y una encimera a juego. Si son de lino o algodón, mejor.

Si optas por colocar, de momento, una colcha de entretiempo, fíjate en cómo lo ha hecho aquí la interiorista Dafne Vijande: llega justo al suelo y en lugar de extenderla hasta arriba, la ha doblado hasta la mitad de la cama.

¿Más ideas para conseguir una cama decorada? Sí, en El Mueble apostamos también por el papel pintado en la pared del cabecero y si es de un estampado atemporal, mejor. Natalia Zubizarreta eligió este delicado papel rayado en gris con cabecero tapizado y ropa de cama en azul intenso, a juego. Otro de nuestros favoritos para empapelar son los diseños botánicos.

Escalonar piezas, jugar con diferentes texturas (terciopelo, mohair, acolchado...) y elegir colores cálidos es otra característica muy El Mueble. La interiorista Asun Antó vistió esta cama con tres capas cuyos colores van del más claro al más oscuro, siguiendo una misma gama.

Los cabeceros de obra son los más habituales en la decoración de los dormitorios modernos de El Mueble. Prueba de ello es este diseñado por las interioristas Toya Trías de Bes y Sandra Gibert con hornacina de madera en el cabecero y banco a los pies. El tono claro de la madera da calidez y armoniza con la ropa de cama en beige y rosa empolvado.

El cabecero es la estrella del dormitorio y es el que marcará el estilo del resto de elementos. En El Mueble somos muy de madera, por eso, no es de extrañar que sea otro de los modelos que más verás en nuestras zonas de descanso. La interiorista Asun Antó optó por este súper cabecero de madera que llega hasta el techo dotando al dormitorio de calidez.

Junto con el cabecero, otro must para conseguir una cama decorada es el piecero. En El Mueble nos decantamos por bancos, bien tapizados o de madera, que suelen ir a juego con el cabecero. Resultan súper prácticos a la hora de guardar cojines y plaids que no se utilicen al dormir. Asun Antó eligió en este dormitorio dos piezas tapizadas para decorar los pies de la cama. Su color gris contrasta con el plaid acolchado en color mostaza.

Otro truco para decorar la pared del cabecero de una cama de matrimonio es elegir un modelo de obra realizado a medida. Tras los tapizados más clásicos, estos dan un toque de modernidad y los encontramos en los dormitorios más actuales de El Mueble. Este diseñado por la interiorista Beatriz Hernández, en blanco y madera, integra repisa y mesillas. Ideal para aprovechar bien el espacio.

"No quería que la decoración del dormitorio compitiera con el exterior, por eso es muy minimalista. Unas baldas de madera, unas mesillas discretas y el cabecero, tapizado de un cálido color topo", recuerda la decoradora.

¡Una pareja joven tiene que atreverse! Así que la decoración del dormitorio puede añadir una nota de contraste y atrevida a través del color. Una pared de acento que rompa con los tonos claros y neutros. Puede ser la del cabecero o la que coincida con un rincón especial con un espejo de pie, tocador o zona de trabajo.

Si quieres una decoración original, ¡permítetela con una pequeña reforma! Haz del dormitorio tu refugio especial. Para ello, tira tabiques para ganar espacio, integra con cerramientos de cristal, y crea una distribución única con una cama en mitad de la estancia y cabecero exento que divida espacios. ¡Funciona!

A modo de suite en un hotel, el dormitorio de una pareja joven sin hijos necesita más que ningún otro esa conexión con el cuarto de baño. Sin puertas, con vanos amplios, con lavabos integrados en la zona de descanso… ¡Conecta los dos ambientes visualmente! Para ello, piensa en reducir los elementos de separación y también ganarás espacio.

Como idea para decorar un dormitorio de una pareja joven sin hijos ten en cuenta la opción de crear una mini zona de estar. Una butaca y una mesita auxiliar, una butaca con su reposapiés o un par de asientos. Completa con la iluminación adecuada del ambiente. Se trata de un espacio con entidad propia, aunque quede junto a la cama. Será el lugar en el que relajar, leer o charlar antes de ir descansar.

¿Y qué complementos se llevan para este otoño? Siguiendo la estela de la conexión con la naturaleza, priman los accesorios de fibra natural. Los vemos enmarcando espejos, en incombustibles cestas o decorando paredes. La interiorista Paula Duarte ha elegido manteles individuales para adornar el cabecero de su cama pintado en gris oscuro. 

Te presentamos un mix que te encantará por su frescura, dulzura y encanto vintage. Consiste en elegir un cabecero tapizado en lino blanco y decorar la pared con un papel pintado con diseño botánico. A continuación, elige ropa de cama en tonos empolvados y añade una mesita de noche de tintes Shabby Chic. ¡Listo!

Una manera genial de modernizar un cabecero demasiado clásico, o de darle vidilla a un cabecero soso y aburrido, es empleando remaches decorativos en el contorno. Podrás combinarlo con otros elementos más modernos, como la mesita de madera con estructura metálica o el delicado papel pintado con motivos de plumas. 

Un cabecero de cama que causa un gran impacto visual es este, realizado a partir de lamas de madera. En realidad, el diseño es de lo más sencillo, pero lo que importa es el efecto que produce, llevando el protagonismo a la zona de la cama.

La combinación de la madera y la rejilla de ratán sigue siendo una tendencia absoluta en decoración. Si las llevas al cabecero de cama de tu habitación, el dormitorio se inundará con su calidez. Como ves, también le sienta estupendamente el papel pintado con motivos botánicos.

Decorar con papel pintado la pared del cabecero es otra idea estupenda que te ayudará a crear un dormitorio más vivo y estiloso. Nuestro consejo es que combines los motivos del papel con el cabecero de cama para favorecer la armonía visual. En este caso, además, se ha colocado un modelo a medida de lino que va de pared a pared. 

En dormitorios de estilo clásico, los cabeceros con tapizado capitoné son un must. También se pueden usar en dormitorios modernos para generar contraste con el resto de elementos. Por ejemplo, en esta propuesta se ha combinado con unos apliques negros de pared. 

Con un marco realizado en DM de color blanco y un interior tapizado en color natural, este cabecero de cama se ha convertido en el protagonista indiscutible del dormitorio. Si lo que quieres es resaltar esta pared en concreto, aplica la idea.

Usar muebles y elementos recuperados es un clásico de la decoración que siempre otorga gran personalidad a las habitaciones. Si no nos crees, fíjate en este cabecero de cama, realizado a partir de una antigua puerta de madera. ¡Precioso!

Loa cabeceros de fibras naturales sirven para relajar la estética del dormitorio. Aquí, se utilizó una alfombra de yute para revestir la estructura del cabecero, que combina a la perfección con la ropa de cama blanca y ocre, que instala a este dormitorio en un eterno verano.

Si quieres generar un efecto WOW en tu dormitorio, puedes revestir la pared del cabecero con molduras decorativas. En esta habitación, el color verde actúa como un fondo natural que aporta tranquilidad al ambiente (y mucha elegancia).

Si quieres diseñar un dormitorio moderno, puedes revestir la pared del cabecero con listones de madera. Fíjate en lo bonita que queda la mezcla de la calidez de la madera con el toque señorial de las paredes, decoradas con molduras a cada lado.

Si tu dormitorio es muy pequeño y no dispone de suficiente espacio para colocar unas mesitas de noche al uso, te recomendamos optar por un cabecero a medida con hornacinas. En ellas podrás guardar libros y objetos como el despertador. Además, los cabeceros XL son tendencia en el dormitorio. 

Los cabeceros orejeros se han puesto muy de moda. Este tipo de elementos crean una sensación envolvente de intimidad y recogimiento que es perfecta para el descanso, aunque son más recomendables en habitaciones con espacio. Si los eliges en tejidos naturales y colores neutros, acertarás seguro.

¡Apuesta por un cabecero en capitoné de terciopelo rosa! Es un color atemporal que siempre está presente en las tendencias de decoración, aunque es cierto que cada año domina en una tonalidad distinta. Por otro lado, el terciopelo es un tejido suave y amoroso, imprescindible para crear estancias románticas con mucha elegancia.

En un dormitorio pequeño es básico ampliar la percepción visual con cualquier recurso. Por este motivo, lo habitual es que el blanco sea el color predominante. Pero eso no está reñido con un cabecero de color que se convierta en la nota discordante. Combinado con unos textiles en tonos anaranjados, también garantizarás la calidez. 

El impoluto blanco de este dormitorio de invitados se ve interrumpido por la cama en amarillo suave que consigue un aire veraniego y refrescante. La madera de los marcos y la lámpara y las fibras naturales de la alfombra llevan la calidez. 

Otra opción para llevar el color a tu dormitorio es empapelar la pared por completo. Si es de un cabecero de obra como el de esta habitación, el resultado será discreto, pero eficaz. 

Completamente decorado en tonos neutros, este dormitorio garantiza su atemporalidad y sobriedad. El blanco de sus paredes y el sencillo cabecero en color gris se aúnan con las molduras y la mesita de noche para llenarlo de elegancia y un inconfundible estilo clásico. 

El punto de color en un dormitorio blanco, también lo puede poner un cabecero de madera como el de esta propuesta. Llevado de pared a pared, no solo da color, sino que también carácter y calidez. Para suavizar su intensidad, se han incluido una lámpara y textiles decorativos totalmente blancos.  

Este dormitorio en el que reina el blanco cuenta con un original revestimiento en la pared en la que se apoya la cama. Por un lado, el cabecero de lino azul que va de pared a pared y que hace de pseudo arrimadero combina con el refrescante papel pintado con florecillas. Así el color, la frescura y la personalidad están garantizadas. 

Aunque el burdeos es una tonalidad con fuerza y que, en grandes dosis y en el dormitorio puede ser agobiante, llevándolo en discretas pinceladas, el resultado es muy acertado. Así el color del cabecero llega hasta el otro lado de la estancia gracias al estampado de cuadros burdeos y blancos de la silla del tocador. Incluso lo vemos en las flores o en pequeños motivos de la ropa de cama.

Si te has cansado de tu cabecero y quieres incluir un punto de color en un dormitorio blanco, hazte con una funda de lino. Podrás elegir un estampado de rayas como este, en color gris, que haga que tu cama se convierta en el centro de las miradas. Para subir la temperatura, en esta habitación, se han añadido pinceladas de un tono más cálido mediante algunos textiles. 

En este dormitorio blanco, es el cabecero en capitoné de color beige el que aporta el punto cálido, así como cierto dinamismo en una estancia en la priman las líneas rectas. La ropa de cama verde se une al cabecero para contribuir con su colorido. 

Esta idea de Iñaki Mujika es una de nuestras soluciones preferidas para aprovechar al máximo, sin recargar, un dormitorio pequeño. El interiorista convirtió la pared del cabecero en un gran centro de almacenaje que integra armarios en la parte superior, el cabecero, a modo de hornacina y las ingeniosas mesillas de noche, que cuentan con una balda extraíble cuando se necesita y, cuando no, no suponen un estorbo. ¿Quieres ver el resto de ideas de esta casa?

Aquí el recurso estrella es el papel pintado. “Lo hemos puesto en la mayoría de las estancias, pero aquí es donde cobra mayor protagonismo, por el color. Los papeles que elegimos tienen tonalidades suaves y claras, con hojitas azules en el dormitorio o con unas rayas muy finas en el recibidor. Así no te cansas”, explica la propietaria.

“Como en tantos apartamentos setenteros de playa, las habitaciones son muy pequeñas”, explica Marta Tobella. ¿La solución? “Tiré todo abajo e hice verdadero encaje de bolillos: el armario de una es el cabecero de otra”, responde. 

"No es necesario gastarse mucho dinero, hay sitios, como Muro (www.themurolab.com), donde hacen cuadros decorativos a bajo coste”, nos cuenta Pia Capdevila. En otras ocasiones, nos dice Asun Antó, “no es necesario sustituir el cuadro, solo cambiar un marco que ha quedado anticuado”. 

Un cabecero de capitoné con unos apliques de brazo extensible de color negro, o una pared de color oscuro con unas mesitas redondas y ligeras con estructura dorada. Al decorar el dormitorio es que puedes permitirte alguna licencia a la que te resistes cuando haces lo propio en el salón. Así, no tengas miedo a combinar elementos de distintos estilos que actualicen la decoración y la hagan más personal. 

Cuando el espacio escasea, una buena solución para integrar las mesitas de noche y que no ocupen espacio al decorar el dormitorio son los cabeceros de obra. Pueden hacerse con pladur y que vayan de pared a pared, acogiendo la cama y albergando las mesitas a modo de hornacina.