Butacas

Rayas y más rayas, anchas o finas, blancas o azules... ¿Qué te parece un cambio de fundas para recibir como se merece a la primavera? La interiorista  Verónica Mimoun se ha inspirado en el mar de fondo y lo ha trasladado al interior de este salón fresco y jovial. Cojines, tapicerías, jarrones, lámparas... ¡todo se rinde al paisaje marinero!

¿Te imaginas tener sitio en el salón para guardar la ropa de mesa, la vajilla y todos tus libros? Este armario empotrado ha sido capaz gracias a sus 4,5 metros que van de pared a pared. Es un diseño de Bárbara Sindreu con frentes lisos lacados en blanco que llegan hasta el techo. ¿Te contamos un secreto? También oculta la televisión y, como está cerca de la cocina abierta, cuenta con despensa.

¿Qué otros tipos hay de puertas para armarios empotrados? Aquí tienes otras peculiares. Son un ejemplo más de que las puertas, además de lisas, también se llevan con textura. La interiorista Clara Joly D'Aussy eligió para este dormitorio un armario con originales puertas de persiana.

¿El resultado? Un ambiente tropical muy cálido enfatizado por la presencia de fibra en la butaca y motivos étnicos, en la alfombra.

Si el espacio lo permite, incorpora en el dormitorio una butaca, sillón o chaise-longue. Un espacio de lectura o de estar en el que uno pueda relajarse mientras el otro se arregla o prepara para ir a la cama. Una lámpara de pie y una mesa auxiliar suman. Jugad con las alfombras para delimitar ambientes aunque estén en el mismo ambiente.

Con el paso del tiempo, es normal que la tapicería del sofá o las butacas se desgaste y que haya manchas imposibles de eliminar. Pero no hace falta que renueves la pieza por completo. Lo más económico es colocar una funda de lino que, además de dar un nuevo look a tu salón, si no que le dará un aspecto más natural. 

Un consejo: mide bien cómo es tu sofá o butaca antes de hacerte con la funda. Y si no encuentras ninguna que encaje con lo que tienes en mente, encarga una a medida. Será más cara, pero el resultado merecerá la pena. 

Este dormitorio es una invitación al relax, con textiles naturales y una paleta cromática muy suave, dos principios básicos de una decoración slow. Y las cortinas, con caída y de un cálido blanco roto, refuerzan esta atmósfera. No solo visten el gran ventanal a pie de cama, sino que corridas crean un agradable efecto de pared entelada.  

Las decoradoras Sandra Vergara y Laura Rodríguez decoraron este salón moderno con una combinación de minimalistas estores tipo screen y cortinas más clásicas, que ayudan a vestir más el espacio y a regular la entrada de luz. En este sentido, han reservado para las cortinas la tela más tupida y para darle un plus decorativo, la han completado con un faldón en contraste. 

Mira qué forma tan elegante de transformar una antigua boiserie en un mueble de salón actual. El Estudio Martínez Elorza tuvo la magnífica idea de sustituir el tono oscuro de la madera —que avejentaba el salón— por un verde cálido "para darle personalidad". Ahora luce así de bonito y ¡con 20 años menos! ¿Quieres ver nuestro top de salones El Mueble?

¿Te gusta el estilo clásico porque no pasa de moda? Apuesta entonces por la madera en su versión natural. El equipo de Interior Facelift ha decorado este salón con unas butacas con estructura de madera y una cómoda en el rincón que derrochan clasicismo. Las mesas de centro, aunque son de jardín, quedan fenomenal en el interior.

Si además de darle un toque cálido a tu salón, quieres mantener el orden aplica la regla de simetría de Isabel Flores: colocar dos muebles de madera idénticos con capacidad de almacenaje. Ha elegido un par de vitrinas antiguas. Para actualizarlas las ha pintado de blanco, excepto las puertas acristaladas que mantienen su tono natural. Una excelente manera de proteger y lucir la vajilla en el salón. 

En todas las estancias de la casa se pueden encontrar piezas únicas y antiguas que le dan el toque de estilo rústico a la casa. El dormitorio no podía ser menos, "a mi marido le encantan las antigüedades y en esta casa hay varias repartidas aquí y allá. Las mesitas de noche, por ejemplo, vienen de China", indica Leija. 

El sabor a cortijo se palpa inmediatamente cuando entramos en la casa. Los techos son altísimos, a dos aguas con vigas de madera, y la balaustrada de hierro que se asoma por el falso techo del salón es tan andaluza como la parcela llena de buganvillas y vegetación local. 

Tener y mantener orden en el salón es crucial. ¿Y qué mejor que con una estantería blanca a medida? La interiorista Asun Antó diseñó esta empotrada en la pared con baldas arriba y armarios abajo, que favorece la organización.

Si quieres realzar un elemento determinado, por ejemplo, unos cuadros, puedes instalar en la parte superior unos apliques o focos que les den el ansiado protagonismo.

A la interiorista Cristina Mendoza se le ocurrió hacer una hornacina en la pared que llenó con tres baldas. Suficientes para colocar libros, objetos decorativos, fotos y plantas.

El éxito de su decoración reside en el equilibrio: no hay que sobrecargarlas de piezas pero tampoco dejar huecos libres para evitar una sensación de abandono.  

La decoradora Gabriela Conde partió de una base neutra, en un suave camel, para decorar este salón y vistió las paredes libres de mobiliario con un zócalo de madera que pintó en un luminoso verde grisáceo, creando contraste y aportando un toque diferente y único, muy original.

Estamos en Málaga y este recibidor rinde tributo a esa esencia andaluza tradicional, con piezas recuperadas que suman estilo y personalidad a un espacio de arquitectura diáfana que se abre a su maravilloso jardín. ¡Cómo no iba a ser uno de nuestros preferidos de este de febrero! La arquitecta de interiores Annika Bullus apostó por materiales naturales, como la piedra del suelo, y decoró el espacio con piezas antiguas y recuperadas. 

"En cuanto a los dormitorios, hicimos uno para las niñas y otro idéntico para los niños. Tienen 6 camas cada uno repartidas en dos literas con cama nido debajo. Todo el mundo me pregunta por qué, teniendo espacio, no hicimos más habitaciones. Y es que en Madrid los niños duermen todos juntos y les encanta. Aquí, además, no tienen que estudiar y apenas pasan tiempo en la habitación", explica. "¿Os cuento otro secreto? Antes de adquirir el terreno, ya tenía compradas las sábanas de los niños: 6 rosas y 6 azules. ¡Y solo tenía 3 hijos! Estaba escrito que vendrían más", bromea la influencer. 

Otra opción igual de actual y vistosa pero más cómoda en su mantenimiento es la elección de cortinas de lino + poliéster. Se arrugan menos, apenas hay que plancharlas y el aspecto es muy similar. La interiorista Sandra Vergara eligió en este dormitorio moderno y luminoso unas cortinas con mezcla en blanco roto. ¡Perfectas!

Actualizar un salón clásico y hacerlo atemporal es el objetivo de muchos de los salones de El Mueble. Este de la imagen partía con buena base: un mueble tipo boiserie cuya madera oscura lo desmerecía. El Estudio Martínez Elorza le sacó todo su jugo pintándolo de un atrevido y sosegado color verde para darle personalidad. Al sofá blanco lo acompañaron de butacas modernas y un par de mesas bajas y discretas.

"Si los cojines son un básico para vestir el sofá o la cama, los plaids y mantitas no pueden faltar tampoco. En la cama, ayudan a dulcificar y dar volumen a una superficie muy plana, y a su vez, la decoran. Y algo similar ocurre con el sofá o una butaca. Colocadas de manera casual en el brazo, sobre todo si este es de líneas rectas, o en el asiento, haces el espacio más vivido, personal y cozy", según la decoradora Pia Capdevila. 

Las cortinas blancas son luminosas, atemporales y frescas. Pero también pueden parecer algo sosas. Para evitarlo, elígelas con trama. Hay tejidos tipo panamá o que imitan a la arpillera, el tweet o el chevriot que crean un efecto de falso liso. ¡Tenlas en cuenta! Mira qué bien han quedado estas junto a esta zona de lectura tan neutra.

"Las puertas batientes resultan muy incómodas en lugares reducidos y en estancias a las que se accede por un pasillo estrecho. Las puertas correderas son una gran solución, ya que amplían el espacio y aportan mayor libertad de paso. Si el espacio lo permite y piensas hacer una reforma, las puertas correderas ocultas entre tabiques, tipo Krona, además hará que queden camufladas", recuerdan desde El Ático de Daniela.

Para salones anchos, gana asientos enfrentando los sofás. Añade auxiliares a cada lado para aumentar las plazas. En función del tamaño de la mesa de centro, deja más o menos espacio entre ello, basándote en una distancia mínima de 150 cm entre cada sofá.

Formado por armarios arriba y abajo y una balda central, este mueble de salón se integra con la pared gracias a la combinación de tonos tierra: beige en el mueble y topo en el papel pintado, a juego con la mesa. ¿Más trucos para una mejor fusión? Prescindir de tiradores. Es un diseño de Gloria Borrás, original, discreto y elegante.

Una manera de actualizar un mueble de salón clásico es recurrir a la pintura. Esta boiserie que ocupa toda una pared, con armarios, chimenea, hornacinas y repisa, resurgió de su anonimato con ese color verde luminoso. Ahora luce mucho más original y personalizado. Y todo gracias al inconfundible estilo del Estudio Martínez Elorza.

Si quieres que tu salón parezca más grande y luminoso, utiliza espejos interesantes. De pared, de pie o en los frentes de los armarios. Como los de este mueble de salón con chimenea incorporada. ¿Te has fijado en la butaca tapizada en blanco por delante y en verde por detrás? Otra pieza la mar de original.

"La librería del salón tiene una base clásica, pero este verde antracita la actualiza y da muchísima identidad al espacio", explica la decoradora Olga Gil-Vernet. Una opinión compartida por Cristina, que participó de manera muy activa en todo el proceso. De hecho, es suya la idea de ocultar el televisor. ¿La solución? Un panel corredero que, sobre la chimenea, la esconde. 

Este salón respira un sabor clásico y atemporal, que la mesa de centro refuerza. Se trata de una pieza cuadrada de metal de acabado envejecido, que le da un look recuperado y mucho encanto. Su sobre de cristal aporta transparencia y "neutralidad", ya que no condiciona la decoración. 

¿Clásica o actual? ¡Ambas! Y es que esta mesa de centro tiene la capacidad de encajar de manera armónica tanto en salones modernos como de base más tradicional. La clave es su diseño atemporal de líneas puras, y la combinación de materiales: cristal y acero en acabado oro mate, un mix de tendencia. Además, sus dos sobres acristalados aportan transparencia sin ocultar la bella alfombra que enmarca el estar. 

"Queríamos una decoración atemporal y por ello buscamos tonos provenzales, verdes, beiges, para dar claridad, y detalles de madera", explica Meritxell.

Para actualizar el salón comedor la decoradora jugó con el color de las paredes –el tono 02N6 de Valentine–, que viste de elegancia el espacio; renovó algunas piezas que se veían anticuadas o resultaban demasiado frías, como la mesa de centro que ahora es de madera y la antigua tenía el sobre de cristal; y cambió la iluminación. Las butacas, en negro, siguen el enlace decorativo del negro, que ya veíamos en el recibidor, y que se irá repitiendo en toda la casa. 

Los textiles son súper importantes a la hora de dar personalidad a un dormitorio. Y no solo la ropa de cama, también las alfombras, las cortinas o los estores. En este dormitorio de planta irregular se han colocado unas ventanas blancas de cuarterones que le dan un toque muy british. Sobre ellas, unos estores a rayas le dan ese punto personal de discreta elegancia.

Un dormitorio donde reinen el lujo y la opulencia no estará completo sin una butaca de terciopelo de estilo francés. Colócala en una esquina de la habitación, decórala con un cojín elegante y disfruta de tu rincón de lectura particular.

Además del metal dorado, el cobre, con su característico tono rosado, también protagoniza la tendencia del lujo y la opulencia. Cuando se combina con un tapizado en terciopelo, como es el caso de estas butacas rosas, el resultado es sobresaliente.

Según el Pantone Color Institute, el color magenta predominará en el mundo de la moda y el diseño de interiores en 2023. ¡Fue elegido el color Pantone 2023! Junto con el blanco, el gris, el negro y los tonos tierra, este atrevido color quedará de fábula en la decoración de tu casa.

¡Toma buena nota!

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Buena parte de la transformación de este salón se debe, también, al estilismo, nos cuenta Olga. "Jugamos muchísimo con el estilismo: ramos de verde, la decoración de las estanterías y los textiles. En este sentido, optamos por cojines de tonos azules combinados con colores naturales y toques de negro, siguiendo este hilo conductor con la chimenea y las mesas de centro. Los pequeños detalles hacen mucho para lograr un ambiente cálido y confortable", resume la estilista y decoradora.

La clave en un salón pequeño para diseñar una estantería es integrarla en la pared, es decir, que no se "vea" su fondo desde un lateral. Así se integrará en el espacio. Además, como en este diseño, el color se fusiona con el de las paredes, lo que hace menos pesada su presencia.

El color gris suele ser el responsable de la modernidad de las estancias, y este salón no es la excepción. Al combinarlo con el blanco roto, Gemma ha conseguido transmitir sensación de limpieza y orden sin llegar a ser frío. Los toques de madera y dorados que encontramos en la butaca, por un lado, y en las mesas y bandejas por el otro, nos demuestran que dichos materiales también encajan en la decoración moderna siempre y cuando los muebles sean de líneas sencillas y sin artificios. 

Otro de los elementos clásicos que elevan el nivel decorativo del salón es la elección de las piezas de estilo, como es el caso de las dos butacas que miran a la ventana y de la librería realizada a medida que está situada en el fondo del salón. La decoradora decidió lacarla en blanco para que reflejara la luz sin resultar invasiva, unos armarios bajos que facilitan el orden. Sin duda, este mueble es el encargado de reforzar el conjunto de aire clásico actualizado. 

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Si tu piso es pequeño y no te cabe el clásico modelo para tres o más plazas, apuesta por su versión sillón. El hijo pequeño del Chéster es un asiento cómodo y estiloso que gracias a sus brazos recoge todo el cuerpo. Muy acogedor. Y es que su diseño es tan popular que, poco a poco, ha ido trasladándose a otros muebles. Las butacas imitan a la perfección su diseño. Con el respaldo y reposabrazos a la misma altura y el característico tapizado en capitoné. Pero también en el asiento de los bancos, chaise longue y hasta puffs.