Las 10 razas de perros más caras del mundo: estos son los más sofisticados y de lujo

Este perro pequeño y familiar, que debido a su condición braquicéfala tiene dificultades para respirar bien, posee un carácter muy tranquilo, siendo ideal para la vida en pisos de ciudad. De hecho, el bulldog inglés no puede realizar ejercicios extenuantes. Su precio máximo ronda los 2.000 euros.

Esta antigua raza de perros japoneses, famosa porque apenas ladra, es un regalo para la vista. Considerada un tesoro nacional en Japón, llama la atención que también se englobe entre las razas de perros potencialmente peligrosas, algo que se debe a sus grandes dimensiones y a la fuerza de su mordida. ¿El precio máximo del akita inu? En torno a los 4.000 euros.

Aunque lo habitual es pensar que el pharaoh hound procede de Egipto, en realidad es originario de Malta. Se trata de una peculiar raza de perros de la que apenas hay ejemplares, y que se asemeja físicamente al podenco ibicenco. De aspecto elegante y carácter alegre, su precio puede ascender a 7.000 euros.

Hasta 7.000 euros puede costar un perro esquimal canadiense. Esta antigua raza de perros ártica, directamente relacionada con la tribu de los Inuit, infunde respeto y admiración a su paso. Su temperamento, siempre alerta y seguro de sí mismo, se complementa con la lealtad que profesa por sus amos.

¿Sueñas con tener un samoyedo? Pues prepárate para hacer un gran desembolso, porque esta raza de perros rusos puede alcanzar los 9.000 euros. En cualquier caso, lo valen, y es que estos perros hipoalergénicos, de un precioso color blanco, apenas huelen, y adoran la compañía de los niños.

También llamado el dogo del Tíbet, el mastín tibetano es un perro gigante de pelo largo con una historia fascinante. Y es que en sus orígenes, 2.000 años antes de Cristo, la raza se utilizaba para proteger los monasterios tibetanos. También se cree que era el perro del ejército de Gengis Kahn, y que cada uno de los 30.000 soldados poseía un ejemplar.

Lo cierto es que se trata del perro más caro del mundo, siendo habitual encontrar ejemplares por la friolera de 20.000 euros, aunque si eso te parece too much, en el año 2014, un mastín tibetano de color dorado se vendió por… ¡1.700.000 euros!