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1.

Verde y mostaza, win-win

No te cortes, mezclar complementos mostaza con verde es siempre un acierto. Si apuestas por los tonos más pálidos del verde, darás más vida al mostaza y crearás un cojunto informal y fresco, como aquí. Cojines de Calma House.

2.

Sabor nórdico

Blanco como base + toques de mostaza es perfecto para potenciar la sensación de amplitud y claridad en pocos metros y, a la vez, sumar calidez en decoraciones de inspiración nórdica. Aquí, los toques de mostaza "suben" la temperatura visual del dormitorio.

3.

El reino de los (no tan) niños

Alíate con el mostaza y huye de los colores convencionales para su cuarto. Combinado con un azul intenso crea ambientes actuales y un tanto sobrios. Puedes equilibrar su "seriedad", como aquí, con el blanco, el marrón y las rayas, que dan un toque más desenfadado.

4.

Tradición puesta al día

Unas sillas de enea... ¿modernas? Sí, basta con pintarlas de color mostaza. ¡Y parecerán otras! En este office, además, son la nota cálida y alegre en una cocina sobria que aúna tradición y vanguardia. Sillas, en Amparo Garrido.

5.

Para los más tímidos

Cocina blanca con frontal para la vajilla y zona de desayuno - 00388264

¿No te atreves a darle alas al mostaza? Empieza por pequeños detalles y ponte a prueba. Aquí se ha reservado para entelar el armario del vajillero y para la vajilla, que da un toque divertido y actual a una pieza tradicional. Tela de Akin&Suri.

6.

¡Nos complementamos tan bien!

Azul y mostaza, que parecen destinados a no entenderse, son colores complementarios. Lo que significa que combinan a las mil maravillas. Prueba de ello es este salón, donde la butaca –de Ikea– crea un atractivo contraste con el azul suave que domina el ambiente.

7.

Transforma con el color

¿Un dormitorio en blanco? ¡Genial! Tienes la base perfecta para colorearlo a tu gusto y transformarlo con solo cambiar la ropa de cama. Aquí, por ejemplo, el mostaza suma calidez y un look elegante a la vez que informal. Manta bicolor, de Loani.

8.

Toques de color con los cojines

Reservar el mostaza para los cojines es siempre un acierto: son pequeñas pinceladas que, en el conjunto del sofá, dan color y rompen con la monocromía de esta pieza, pero sin llegar a ser una apuesta arriesgada.

9.

Alegre y luminoso

dormitorio infantil con litera y guirnalda de banderillas amarillas

Una silla, unos cojines, un plaid, unos banderines... No temas apostar por detalles en mostaza en su cuarto. En sus tonos más amarillentos, como aquí, serán puntos de luz y vitalidad. Combinados con colores más sosegados, como los neutros, el conjunto se verá más equilibrado.

10.

¿Una lámpara de color mostaza?

¿Y por qué no? Este color no tiene porque estar reservado solo para los complementos textiles. En una decoración con una base neutra, como este comedor, las notas de color crean espacios personales y descarados.

11.

Una estantería DIY

¿Te gusta? Puedes hacerla tú mismo con unas cajas de madera, imaginación y papel pintado de colores. Si temes que el mostaza tenga demasiado protagonismo, resérvalo para menos cajas, como aquí. Cajas, de Leroy Merlin.

Las modas vienen y van. Unas se van con más pena y otras con más gloria. Y unas pocas privilegiadas deciden quedarse. Pues bien, este es el caso del color mostaza, que desde hace unos años es tendencia tanto en moda como en decoración. El sanbenito de la mala suerte que tanto se le achaca al amarillo parece no haber calado en fashionistas,coolhunters y gurús de tendencias, que han declarado su amor incondicional a este color. El mostaza sigue pisando fuerte, así que apúntate a esta tendencia: te decimos cómo combinarlo para acertar.

En función del color con el que combines el mostaza, lo iluminará llenándolo de vida o lo apaciguará

El mostaza lleva un poco de marrón y de dorado, de ahí que sea un color cálido, luminoso –pero no tan brillante como el amarillo– y alegre. Pero a la vez es descarado, muy intenso y con un matiz vintage. De hecho, el mostaza era un color muy de moda en los 70's.

Con moderación resulta elegante y sofisticado, pero debido a su gran poder visual conviene no abusar de él, porque puede saturar y crear decoraciones "pesadas" o barrocas. En función de lo atrevido que seas, puedes optar por pequeñas notas de color en detalles o complementos o por convertirlo en el centro de atención, pintando una pared de este color, por ejemplo.

Cómo combinarlo con acierto
  • Colores. Queda muy bien con blanco, gris en cualquiera de sus tonalidades, crema, tierras y marrones, además de azul marino e incluso negro (si buscas un contraste muy marcado), verde o granate.
  • Con efecto. Si quieres dar más vida y movimiento al espacio decorado con mostaza, lo mejor es optar por complementos de colores vivos y coloridos. Atrévete con algunas rayas y, por qué no, flores. Por ejemplo, en los cuadrantes de la cama vestida con un plaid mostaza, hará el conjunto más interesante y elegante.
  • Mobiliario. Creará contrastes de muchísima fuerza con muebles desde tonos miel hasta los más oscuros.

Ahora que ya sabes cómo combinarlo, no dudes en introducir detalles (o no tan detalles) de este color en tu casa si quieres estar a la última. Y es que al mostaza aún le queda cuerda y va a dar muuucho de qué hablar. ¡Apúntate al mostaza!