Si tu dormitorio es tan pequeño que, a veces, te sientes prisionero en él, abre vanos. Elimina la puerta de acceso y haz en su lugar un arco o dibuja un medio vano, como el de la imagen, con doble función: el dormitorio respirará al darle profundidad y, en este caso, el vestidor recibirá luz natural gracias a esa mágica abertura.
Mesita de noche, de Tiendas Pardo. Lámpara, de Sareka.