Ropa de cama

Elige la ropa de cama en la misma gama cromática y juega con las texturas para lograr un resultado más dinámico. Combina cojines de varios tamaños y opta por una colcha con buena caída.

Como es un tono neutro, el topo es muy sencillo de combinar con otros colores. En la ropa de cama, no te prives de los estampados y las texturas, añade blancos y beiges como fondo y juega a crear volumen.

En El Mueble somos muy fans de las cortinas largas de lino, de esas que caen con estilo sobre el suelo. Si no sabes qué color escoger, acertarás con el topo o taupé, un neutro que dará luz y elegancia a salones y dormitorios.

Por supuesto que hay que tener en cuenta cómo de luminoso es un espacio para decorar (elegir colores, por ejemplo). Pero además, la entrada de la luz. Evita muebles que se interpongan en recorrido de esta desde la ventana y sentirás el dormitorio más espacioso.

El sueño de una noche de otoño es dormir bajo un techo abuhardillado de madera, ante una chimenea chispeante y arropada por unas cálidas mantas estampadas con cuadros: el look cabaña ideal. Pero este dormitorio supera con creces esta escena, la madera oscura de las vigas vistas, la butaca tapizada de cuadros y las mantas amontonadas por capas en vivificantes tonos rojizos le añaden una personalidad y una fuerza única, inesperada.

La cama es una gran superficie dura y plana, la manera de quitarle dureza y convertirla en una cama gustosa y apetecible, como las que nos gustan en El Mueble, es vestirla con diferentes capas de ropa de cama, combinando texturas y materiales, es decir, si el nórdico es de lino, que el edredón sea de terciopelo. Al darle volumen, la vida adquiere "vida".

Las fibras naturales se pueden emplear todo el año, lo único que debes tener en cuenta es qué textiles y colores las acompañan. En dormitorios de otoño debe reinar la calidez, por eso los ocres y los tostados son infalibles.

Las casas de montaña son propias del otoño y el invierno. La madera siempre suele estar presente, pero también los textiles cálidos, así que, ¿por qué no unir los dos para decorar el pie de cama? Fíjate en el calorcito que da la manta de pelo sobre el banco con solo mirarla, ¡apetece sentarse en ella!

Las cestas son grandes aliadas de los dormitorios pequeños a la hora de decorar el pie de cama. Son elementos con mucha capacidad de almacenaje y siempre potencian la calidez y el look hogareño. Elígelas de fibras y no fallarás.

¿No tienes mucho espacio en la habitación? Prueba con una butaca a pie de cama. La que aquí te mostramos es de fibras con acabado trenzado y resulta muy ligera a la vista. También puedes utilizarla como rincón de lectura.

De nuevo, un amplio banco de madera protagoniza el pie de cama. Esta propuesta es una de las más cómodas, puesto que el asiento tapizado en tela es acolchado (además, combina con los tonos del dormitorio).

Otra idea que funciona en dormitorios pequeños, es decorar el pie de cama con un puf. Se trata de una pieza muy versátil que lo mismo sirve para sentarse que como punto de apoyo. En esta habitación se eligió en el mismo color neutro que acompaña a los colores empolvados de la ropa de cama, ¡un acierto!

En este dormitorio de otoño, para decorar el pie de cama se eligió un banco de madera con el asiento de piel trenzada. Además de quedar estupendo como motivo decorativo, el trenzado consigue una sentada más acolchada.

¿Existe algún tejido más cálido y acorde con el otoño que el terciopelo? Sabemos que no, por eso nos parece ideal para decorar el pie de cama. ¿Cómo? Con un banco tapizado en terciopelo, por supuesto.

La madera es el material por excelencia en los dormitorios de otoño, ya que resulta cálido y acogedor. Llévalo a tu habitación con un banco a pie de cama en el que puedas descalzarte y dejar el bolso. ¡Encaja en todos los estilos!

Sí, en dormitorios pequeños también se puede decorar el pie de cama. Un mini taburete de madera con estilo rústico y un farolillo decorativo con una vela es todo lo que necesitas para aportar la calidez requerida durante el otoño.

Es muy fácil y transformará por completo el look de tu dormitorio. Un truco para que tu cama se vea mullida es vestirla a capa y alternar diferentes telas, ni todo linos ni todo algodones. Además de la sábana o la funda nórdica, es básico contar con un plaid a pie de cama, te ayudará a dar movimiento a la cama, evitando un look rígido de hotel. Un truco que crea un efecto muy "fluffly" o esponjoso es doblar un edredón por la mitad y colocar encima el plaid. Pruébalo, ¡verás qué gustoso! 

Parece mentira pero elegir una ropa de cama gustosa cambia por completo el aspecto de un dormitorio, de soso a actual. Para modernizar el tuyo, el truco está en superponer varias capas en la cama: sábanas eco, plaids o mantas de diferentes materiales y texturas y fundas de cojín de distintos tamaños y formatos. La interiorista Sandra Vergara ha elegido aquí tejidos cálidos en mostaza que dinamizan el dormitorio y lo actualizan.

El blanco es el color básico por excelencia. Da igual que estemos en verano, primavera, otoño o invierno, porque elegir textiles en blanco siempre es un acierto, y si no que se lo digan a las sábanas. Escógelas en algodón 100% (y a poder ser, orgánico) para tener dulces sueños.

Las mantas de punto de algodón también sirven como transición entre el verano y el invierno. Aunque no abrigan excesivamente, su textura es cálida y reconfortante, siendo un complemento imprescindible de esta época.

Los textiles de lino en colores empolvados también son una excelente opción para dar la bienvenida al otoño. Al tener tonalidades más apagadas, generan ambientes sosegados muy propicios para el dormitorio.

Inspirados en un estilo boho muy relajado, los textiles con acabados en borlas, pompones y flecos que vimos a lo largo de estos meses de terraceo, también decorarán nuestros hogares en otoño. Nos gustan por ese espíritu de slow life que resulta tan acogedor y hogareño.

Las rayas son uno de esos estampados clásicos que siempre vemos temporada tras temporada, y en otoño no iba a ser para menos. ¿Nuestro consejo? Elígelos en complementos como cojines en tonalidades neutras o terrosas. Sí, las mismas que usabas en verano y que armonizan con los tonos cálidos propios del otoño.

Como decíamos, en los últimos años el otoño se ha convertido en una estación más cálida de lo normal, por eso te animamos a que sigas eligiendo plaids de lino y algodón para decorar el pie de cama. Por si las moscas, siempre puedes combinarlos con mantas de punto. Así también le darás volumen a la cama.

Otra opción muy otoñal para vestir la cama es optar por tonalidades ocres en mantas, plaids y cojines. Quedarán ideales si el cabecero tapizado es de color gris. Así los ha elegido la interiorista Sandra Vergara en este dormitorio. ¿A qué quedan fantásticos?

¿Vas notando que te tienes que tapar por las noches? Acurrucarse en la calidez de las sábanas es uno de los mayores placeres que puede haber. Por eso, si aún no quieres sacar el edredón de invierno, coloca a los pies una colcha. Seguro que más de un día haces uso de ella de madrugada. La interiorista Marta Tobella colocó en esta cama dos colchas ligeras en tonos marrones.

Siguiendo la estela de los azules, el tono Spring Lake oscila entre el azul y el gris para dar forma a estancias donde reinan la paz y el sosiego, con un toque de sobriedad, por eso nos gusta cómo queda en dormitorios.

La inspiración de este color tierra es la corteza del árbol Sassafras, y nos parece ideal para el otoño por su calidez y su relación con la naturaleza. En dormitorios, queda estupendo en compañía de otros tonos cálidos como tostados y mostazas, y también casa a la perfección con grises, topos y blancos.

"Me gusta mucho mujar con los cojines, porque ayudan a que la cama no quede tan rígida, como si estuvieras en un hotel. No tienen por qué ser una composición de dos, dos y uno al centro, más pequeño. Atrévete con diferentes tamaños, formas, texturas... Le das informalidad a la cama y se ve más apetecible y personal", opina Olga. 

Lino, lino, lino. "Apuesta por una buena funda nórdica de lino en colores neutros (blancos, piedra...). Y un plaid y cojines lenceros que armonicen y den confort y serenidad", te sugiere Isabel Flores.

Deberás limpiar a fondo el mobiliario antes de guardarlo o colocar las fundas de protección.

Si es un loft, es un loft hasta las últimas consecuencias, por ese motivo, la decoradora decidió aprovechar un entrante para ubicar el dormitorio, que queda separado de la cocina por un tabique. En esta estancia, dadas las dimensiones, se prescindió de armario y tan solo se añadió un tocador en una de las paredes. ¡Una solución brillante! No te pierdas el resto del loft.

Si pensabas que las ideas de distribución terminaban en la planta baja, sentimos decirte que te equivocas. Como el dormitorio de los padres era pequeño, la interiorista diseñó un cabecero de obra a medida y lo decoró con un espejo tipo ventana para potenciar la luz. Luz que también se ganó gracias a las tonalidades beiges y azuladas de los textiles y a la terraza privada. ¿Te has quedado con ganas de ver el dúplex completo?

Al tratarse de una casa de playa, los invitados y las visitas inesperadas se dan por hecho. ¿La solución? Quitar metros al salón para poder añadir dos literas a un dormitorio. Si te estás preguntando cómo se consiguió, la respuesta está en la viga estructural, y es que las literas se acoplaron a ella y de paso ganaron dos mesitas de noche. ¿Verdad que es increíble? Continúa disfrutando con house tour de este pequeño apartamento de playa.

En El Mueble somos muy fans de decorar las paredes con espejos, porque aparte de darles estilazo, multiplican el espacio visual y las habitaciones se tornan más acogedoras. Para elegir un tamaño u otro has de fijarte en las dimensiones de tu dormitorio. Si es amplio, puedes optar por un espejo tipo ventana, y si es pequeñito, puedes diseñar una composición con dos o tres espejos tipo sol.

Si la pared de tu cabecero está vacía, el dormitorio se verá soso y aburrido. Para solucionarlo, nada como añadir un bonito cuadro de un paisaje relajante, o pequeños detalles decorativos como jarrones, macetas y libros.  

El azul es uno de los colores más calmantes que existen, ya que recuerda al mar y eso significa que fomenta la creación de espacios muy acogedores. Te recomendamos añadirlo a tu dormitorio si quieres dormir cuál angelito.

Las cestas de fibras son pequeños elementos capaces de elevar al infinito el ambiente acogedor de un dormitorio y, además, también sirven para guardar cojines, mantitas y todo tipo de complementos. Si tu habitación es amplia, puedes permitirte el lujo de jugar con distintas formas y tamaños.

Elegir los textiles prestando atención a los tejidos y a los colores es otra forma de hacer que tu dormitorio se vuelva más acogedor. En épocas de calor, el lino y el algodón serán tus aliados, y durante el invierno, ¡que no falte la lana! No olvides seleccionar una gama cromática que genere armonía visual, por ejemplo, basándote en el tono sobre tono, como en este dormitorio.

Y si la banqueta al pie de la cama es de madera o de fibras naturales, ¡mucho mejor! Este simple gesto logrará que tu dormitorio se vea más completo y ganará calidez a la par que frescura. Ideal para conseguir ambientes relajados.

Algo tan sencillo como escoger una cama con dosel de madera dará un giro radical al look de tu dormitorio. Por un lado, los doseles siempre otorgan ese halo de romanticismo a las estancias, y al optar por un material tan cálido como la madera, crearás un ambiente el doble de acogedor. ¡No falla!

Se acabaron los colores suaves y las tonalidades que relajen. ¡Tus adolescentes están en plena efervescencia! ¿Por qué no colocar una ropa de cama de un vibrante mostaza, como aquí? Añade algún elemento del mismo color y el resultado será tan decorativo como en este dormitorio juvenil.

Las camas con dosel de forja blanca siempre conciben dormitorios románticos de tintes campestres y vintage. Nos encantan por su dulzura y porque son aptos para todo tipo de habitaciones, ya sean infantiles o de adultos.