La decoradora mantuvo la estructura pero el resto lo cambió todo. Desde las carpinterías, que eran negras, y el suelo, hasta el color de las paredes y por descontado el mobiliario, que se planificó a medida para sacar más partido al espacio. "Opté por una base neutra muy natural, que crea una atmósfera relajante y acogedora, y le di color con los textiles y alguna pieza destacada, como el sofá verde, que le da energía y vitalidad al espacio. Además, el verde tiene la ventaja de combinar muy bien con diferentes tonos de este mismo color, como la lámpara del comedor", explica.