Flores y jarrones

En este recibidor la decoración navideña, de aire vintage y muy romántico, se ha reservado para los arreglos florales, ya sea del ramo de la cómoda como de la corona de la entrada, confeccionados con ramas de abeto y de hiedra, paniculata y rosas de pitiminí. 

Sí, el rosa también es un color navideño. Crea atmósferas delicadas, en clave femenina y con un halo romántico si optas por un rosa empolvado y más descaradas  si apuestas por los tonos blush más subidos. En esta mesa, el rosa del mantel y de centro natural de flores se ha combinado con una vajilla en blanco, que suaviza su intensidad y llena la mesa de luz.

No importa la estación, un ramo de flores siempre alegra e ilumina el salón. Un consejo: pon un jarrón tipo copa, sin mucha altura, para que no tape la vista. Este ramo es de la florista Sally Hambleton.

Si usas la regla del tres, seguro que triunfas. Y es que si quieres hacer una pequeña composición de jarrones, suelen quedar mejor en número impar que par. Y tres es perfecto, porque no es no ni mucho ni poco. Aquí se ha optado por un diseño que integra varios jarroncitos que, al quedar en diferentes planos, también funciona muy bien, porque crea un conjunto más dinámico. Para este tipo de composiciones lo ideal es escoger jarrones pequeños y decorarlos con una sola flor que tenga mucho protagonismo. 

“Pon varios juntos, en mesas de centro, veladores o cómodas. Con poca flor, pero marcada y estilizada, y mucho verde, para que den un aire desenfadado”. Dafne Vijande. Mira más ideas con jarrones. Agrupar sobre un mantel individual o bandeja crea sensación de orden.

Se van los rosas primaverales y llegan los amarillos, ocres y naranjas. Las hojas de las parras las acompañan.

Necesitas una bandeja de madera (búscala similar en Maisons du Monde por 29,99 €) y varios jarrones mini, combinados en formas y alturas. ¡Ese es el truco de estilista! H&M Home y Casa Shops los tiene desde 2,99 €. Haz que tu centro de mesa sea a prueba de caídas: pega cinta adhesiva en la base de los jarrones y no se moverán. Solo te llevará medio día.

Sus ricos olores y deliciosos aromas no son más que sustancias químicas que se instalan en la atmósfera de nuestras casas. Mejor emplea ambientadores caseros o utiliza trucos para que tu casa huela siempre a limpio, como colocar jabones o saquitos con lavanda en los armarios o en el baño. Olerá incluso mejor. 

Es uno de los pilares del Feng Shui. Y también de Marie Kondo. Y verás cómo notas los resultados en tu día a día. Al fin y al cabo, esta ciencia milenaria mejora tu energía positiva, tu estado de ánimo y tu relación con los demás, entre otros muchos beneficios. 

Los paqueto suelen confeccionarse con tejidos ligeros y transparentes, tipo visillo. Los de lino 100% son muy demandados, aunque tienes que tener en cuenta que siempre encoge entre un 1 y un 3% en cada lavado y se arruga bastante. Ahora, en los plegables se emplean telas más pesadas, con una mezcla de poliéster y lino o algodón, que facilitan el doblado cuando se recoge.

Sillas, en Sit Down. Lámpara de techo, de Marset.

Dependiendo de cómo estén confeccionadas, cambiará el precio de las cortinas a medida. Tienes diferentes opciones: ollaos, cinta fruncidora, lazos, trabillas, pinzas… La diferencia de precio entre unas cortinas con cinta fruncidora y otras con ollaos es mínima, pero si las quieres con trabilla oculta te costarán entre 60 y 90 € más, lo que dependerá del tejido. 

Si no las has leído aún, muy importantes no son. Y lo único que hacen en el recibidor es coger polvo y hacerte sentir culpable cada vez que las ves esperando a que las abras. Revisa que no hay nada importante y… ¡al contenedor del papel!

Pasa un poco lo mismo que con los zapatos. Si están colgados en tu recibidor muertos de la risa y nunca te los pones, ¿para qué los guardas? Si te da pena tirarlos, prueba a meterlos en una caja y, si en unos meses no los has echado de menos, líbrate de ellos. ¡Ni te enterarás! Insistimos: en el recibidor solo tienen cabida las cosas de uso frecuente. ¿Has visto la sensación de orden que transmite el perchero de la fotografía? Sigue su ejemplo y evitarás que el tuyo parezca a punto de descolgarse.

Tanto si son de sol como de ver, seguro que están llenas de rayones y las patillas ensanchadas. Ya no valen ni para una emergencia. Más que nada porque no vas a ver tres en un burro. 

Sí, esos que te dieron en las fiestas de tu pueblo hace varios veranos. Deja solamente los tipo Panamá o cannotier que decoran colgados en el perchero o sobre un estante. 

Un ramo de flores nunca puede faltar en casa. Es un detalle con el que mimar la casa y hacerla, a la vez, mucho más vivida. Si no quieres gastarte mucho dinero, apuesta por flores de temporada, son mucho más económicas, y completa el ramo con verde, dará frescor y volumen por muy poco dinero. El eucalipto, por ejemplo, aguanta mucho tiempo y además desprende un aroma muy agradable. 

La cerámica, ya sea en jarrones, vajilla o en detalles decorativos, es tendencia. Muy en sintonía con este revival por lo artesanal y lo natural. Estos jarrones, por ejemplo, decoran por sí solos, sin necesidad de completarlos con un ramo o flores.

Si el mantel es importante, también lo es el centro de mesa. Elígelo proporcional a la mesa y que no sea un estorbo para los comensales. También puedes retirarlo una vez empecéis la comida. Un consejo: si eliges flores y piensas dejar el centro durante toda la comida, mejor que no sean muy perfumadas porque pueden interferir con los aromas de los platos.

Los tríos en decoración funcionan a las mil maravillas. Tres crean un conjunto más armónico que dos, que puede quedar un poco pobre, sin llegar a llenar en exceso. Aquí, por ejemplo, se han combinado tres jarrones, que comparten diseño y material, lo que refuerza la sensación de conjunto.

Son un detalle que cuesta muy poco, sobre todo si eliges flores de temporada, pero que dará color, luz y personalidad a cualquier rincón de la casa. Si son pequeños, como estos, puedes combinar varios para que tenga más empaque. 

Recupera algún jarrón o cántaro de cerámica artesanal que tengas y verás que decora por sí solo aportando un toque rústico y natural.

El blanco de la sopera como base es perfecto para que luego el ramo sea una explosión de colores. Coloca primero las flores más grandes, rellena con las pequeñas y, al final, el verde.

Del rosa palo al púrpura pasando por el rosa chicle o el blush. En lugar de un gran ramo reparte ramilletes de flores en jarrones distintos a lo largo de la mesa. La llenarán de delicadeza.

El blanco con detalles de fibras, como los individuales, es otra combinación infalible. Por último, realzamos el aire sofisticado y delicado a la vez con las ramas de magnolio. 

Aprende a combinar bien los muebles envejecidos con complementos actuales y con flores, muchas flores silvestres. ¡Mira qué bien quedan!

No acumules 20 frascos de perfume casi terminados. El contacto de la fragancia con el aire que queda dentro del envase hace que su composición pierda calidad e incluso que se estropee (es cuando cambia de textura y de color). De hecho, deberías guardarlos fuera del baño, ya que lo recomendable es tenerlos en un lugar seco (también alejados de la luz solar).

Presta atención a tu cepillo del pelo, si ves que le faltan cerdas o que estas están maltrechas y sucias, es hora de comprar uno nuevo. Lo mismo ocurre con los peines, en los que se acumulan cabellos y restos de los productos de styling entre las púas. Somos muy fieles a este tipo de objetos para la higiene personal cuando nos sentimos plenamente satisfechas, pero ya es hora de actualizarse.

Ponlas en el techo para enmarcar espacios y acotar zonas, como las alfombras.

Este ramo se ha confeccionado con rosas ramificadas y ramas de viburnum y para que el arreglo tenga forma desenfadada intercala ambas flores y combina rosas más abiertas y cerradas.  

El color rosa es el nexo de unión entre dos arreglos, tan delicados y románticos como femeninos. En el arreglo más pequeño se han escogido calas de un rosa empolvado y para el más grande, dalias, de llamativas flores.   

¿Quién dice que un ramo, para ser espectacular, debe tener flores? Esta propuesta demuestra que, con solo verdes, se puede obtener un ramo super especial. Se han combinado ramas de eucalipto, que además darán una aromática bienvenida a casa, con hojas de magnolio. Colócalos en una copa alta, como aquí, para que el arreglo resulte aún más llamativo. 

¿Un ramo con frutas? ¿Y por qué no? Las frutas combinan muy bien con los ramos de verde, como en este caso, que se ha confeccionado un ramo de diferentes verdes con ramas de limonero con limones. Entre los verdes que se han usado encontramos el clavel verde, el asparagus plumosus, hojas de helecho u hojas de lirio. 

Estos dos arreglos son delicados, originales y de temporada, gracias en parte a la flor de almendro, que le da un contrapunto silvestre. Las rosas de jardín se han elegido en dos tonos, blanco y rosa, para que el conjunto no resultara monocolor. 

Si buscas dar una nota de color y originalidad a la mesa, con este ramo darás acertarás seguro. Lo componen coles o repollos ornamentales, que se caracterizan por sus hojas rizadas de un intenso color morado, y uvas, a modo de pequeños racimos. 

Si buscas un centro de mesa alegre y vitalista, inspírate en esta propuesta. Para confeccionarlo se han combinado francesillas, tulipanes, mimosas y ramas de eucalipto, que le dan un punto de verde y de frescor. 

Si quieres combinar diferentes flores en un mismo ramo, elígelas de diferentes tamaños y de tonos coordinados, como se ha hecho aquí, donde las hortensias blancas se han combinado con rosas carmín y francesillas rosas. Y para dar una nota de verde, se ha optado por un aromático eucalipto, que da frescura a un ramo de sabor romántico.

Desde los tonos más empolvados de rosa, tan de moda, hasta los más intensos, este ramo de rosas será el protagonista de cualquier rincón donde lo coloques. Y más fácil de confeccionar, imposible. Si eliges un recipiente de boca ancha, como este, deberás contar con más flores para llenarlo y que no queden huecos vacíos. Un consejo: intercala rosas de diferentes tonalidades, para que el conjunto se vea más dinámico.

Las rosas de pitiminí destacan por su pequeño capullo, que se abre como máximo 2-3 cm. Las hay de una gran variedad de colores y tamaños y para confeccionar este ramo se eligieron en un suave rosa.

Elegantes y delicadas, las calas son unas flores muy apreciadas para confeccionar ramos por su belleza y su espectacular gama de colores. Y es que aunque las más habituales son las blancas, las podemos encontrar en tonos que van del amarillo al negro, pasando por tonos burdeos o anaranjados. El único pero de las calas es que son una flor de temporada, que solo se encuentra durante los meses de primavera y verano.

Este espectacular ramo será el robamiradas de dónde lo coloques. Para confeccionarlo se han empleado rosas Sweet Avalanche, que dan la nota más delicada; crisantemos en malva; los frutos rojos de la falsa pimienta y la caída de los racimos de amarantos. Un truco para hacer este ramo: haz un ramillete con las rosas y los crisantemos, que ocuparán la parte central del ramo. Y para darle caída, coloca en los extremos el amarantos y la falsa pimienta en cascada. 

Si no quieres arriesgarte a la hora de confeccionar un ramo, apuesta por una única flor, como se ha hecho aquí. Acertarás seguro. Si quieres que el conjunto resulte más armónico, optar por un solo color, en este caso amarillo, que transmite alegría y energía.

Las hortensias tienen dos grandes ventajas a la hora de confeccionar un ramo: su multitud de colores, incluyendo tonos antiguos, morados, rosados, blancos, cremas, verdes e incluso azules; y sus grandes flores, lo que permite crear un bello ramo con muy poquitas flores. Fíjate en este: han bastado seis flores, que se han elegido de diferentes colores para hacerlo más llamativo.  

El blanco es el gran protagonista de este ramo, romántico y muy delicado, a base de flores blancas y casi sin presencia del verde. Se ha optado por francesillas, espuela de caballero y amni majus, colocados a distintas alturas. Precisamente la espuela de caballero se ha usado para darle caída al ramo y el amni majus para que tenga una forma más desenfadada.

Colorista, primaveral y con sabor a campo, este ramo se ha confeccionado con tulipanes, peonias de diferentes tonos y ranúnculos rizados. Un conjunto colorista perfecto para acompañar una comida informal al aire libre. 

Más fácil de confeccionar, imposible. Aquí se ha reunido varias rosas, de un tono rosa viejo, y para que el arreglo luzca más se han agrupado en una jarra, que le da más altura y un plus decorativo. 

Este ramo transmite frescor y un aire desenfadado gracias a sus pequeñas flores que lo llenan de vida. Las más vistosas son los racimos de alhelí, en rosa y morado. Las flores de cera en blanco dan cuerpo al ramo y los cardos japoneses, de color carmín, ponen la nota más intensa. 

Los liliums o las azucenas son consideradas por expertos las flores más bonitas del mundo. Y es que sus grandes y decorativas flores se convierten en las protagonistas de cualquier arreglo. Además, las hay de multitud de colores.

Las mezclas suman. Así que no temas combinar flor cortada de temporada con flores silvestres del campo. Crearás un conjunto vital, descarado y desenfadado, como este. Si quieres que el ramo se vea más armónico, unifica las gamas de colores. Acertarás seguro.