Flores y jarrones

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Un romántico arreglo de peonias y paniculata

La delicadeza de las peonias combina a la perfección con las florecillas blancas de la paniculata, que dan un toque romántico a este arreglo tan sencillo de confeccionar como bello. 

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Un informal ramo de rosas

Para confeccionar este ramo, se han combinado rosas de jardín de diferentes colores creando un arreglo informal y desenfadado. Para realzar la frescura y naturalidad del ramo, se ha optado por un jarrón de cristal transparente.

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Tres ramos, mejor que uno

Una manera muy decorativa y natural de vestir la mesa del comedor es con un ramo. O, como aquí, tres, que es el "número mágico" en cuanto a composiciones según nuestras estilistas. El grande, que ocupa la parte central y es el protagonista de la composición, combina lisianthus y fortinias. Mientras que en los medianos destacan las azucenas.  

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Un centro muy frutal con sabor otoñal

Este original centro de mesa tiene rosas, ranúnculos, bolitas de nieve (symphoricarpos albus) y... ¡calabazas! Sí, porque los frutos de otoño también "van" con las flores. 

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Dos bouquets a diferente altura

Una opción original en vez de un solo ramo, es poner un par a dos altura diferentes. En este caso, se ha jugado con la peonia, la jeringuilla y el falso pimiento. Un truco para lograr su forma de ramo abierto es atándolo a la altura del cuello del recipiente y descansando sobre él. 

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Un desenfadado ramo de dalias en tonos empolvados

Extravagantes, glamurosas, atractivas, exuberantes... Las dalias, con sus llamativas y grandes flores, nunca pasan desapercibidas en un ramo. Y aquí se han acompañado de syringas y hojas verdes. Los tonos empolvados de este ramo, que van del blanco al rosa maquillaje, le dan un look romántico. 

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Un arreglo con los colores del otoño

En este ramo combinamos flores y hojas duraderas con colores otoñales: sedum, dalias, hojas de eucalyptus cinereas, clematis, amarantos, skimmias, malus y abelias. Nuestro consejo: haz primero el ramo con las hojas, y luego añade las flores. 

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Un llamativo ramo de gerberas

Las gerberas, con sus grandes flores fucisas, son las dominantes de este ramo, que cuenta también con francesillas, flor de hinojo y paniculata y flor de ajo. Para confeccionar este ramo se ha empezado por colocar el verde –hojas de eucalipto– por todo el perímetro del jarrón. Después se ha colocado la gerbera, que se ha completado con la francesilla. Y al final, los huecos vacíos se han rellenado con flor de hinojo y paniculata. ¿Y el toque final? Un poco de verde o flores silvestres, como la flor de ajo, en la parte superior central del ramo.

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Un bouquet de francesillas y tulipanes

Los tulipanes, de flores estilizadas, combinan a la perfección con las francesillas, de flores más voluminosas y carnosas. Puedes completar el conjunto con verde, que le dará un plus de frescor y presencia. Elige un jarrón transparente, como aquí, para un efecto más ligero. 

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Tres arreglos a dos alturas

En lugar de un gran ramo, ¿por qué no confeccionar tres más pequeños? Esta es una opción que resulta muy decorativa para decorar una mesa de centro o incluso como centro de la mesa del comedor. Lo ideal es partir de un ramo principal y complementarlo con dos pequeños arreglos más informales, como se ha hecho aquí. Las francesillas, en blanco y rosa, han sido las flores escogidas. 

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Un improvisado arreglo de mimosa y eucalipto

¡Del campo a casa! Así de fácil. Este arreglo, colorista y vitalista, se ha confeccionado con mimosa, con sus características y aromáticas bolitas amarillas, y brotes de eucalipto y hojas verdes, que le dan cuerpo. La mimosa, que cae en cascada, le da movimiento a un ramo con claro sabor campestre. El jarrón refuerza este look un tanto rústico. 

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Un gran ramo silvestre con flores multicolor

La idea de este ramo es que fuera desenfadado y con sabor a campo. Para confeccionarlo se han usado rosas de varios colores, flor de cera y verdes silvestres para darle más cuerpo y presencia. Un truco: para que las rosas luzcan más, colócalas en la zona exterior y usa la flor de cera y el verde para darle un aspecto más salvaje y 'movimiento' hacia arriba y los lados.

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Un ramo primaveral con sabor romántico

Las rosas gravity de color melocotón son las grandes protagonistas de este delicado ramo. Se han combinado con francesillas en blanco y melocotón y el brillante verde de las hojas de acacia. El toque más etéreo lo ponen los ramilletes de panicum que le dan un aire casi de bouquet nupcial.

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Un arreglo muy aromático y de campo

Romero, hierba luisa y lavanda componen este ramo tan silvestre como aromático. Debes saber que la lavanda está en su mejor momento en junio y julio, así que aprovecha la temporada para llenar de color y aroma tu casa. Pero ojo, ten en cuenta que sus racimos lilas serán los grandes protagonistas del ramo que confecciones. 

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Un espectacular ramo de rosas

Para confeccionar este centro se han combinado tres tipos de rosas: una más fucsia (Ensemble), otra en rosa palo (Djoema) y una de menor tamaño más pálida (Sudocu). Se ha jugado con las tres variedades, en diferentes tonos de rosa, sin usar más hoja verde que la propia de las rosas, porque así queda más natural. 

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Un elegante y sobrio centro de rosas blancas

Para confeccionar este centro de blanco y verde, se han combinado tres rosas de tres blancos diferentes: Avalanche (blanco puro con una abertura grande), Cameo (en tonos beige con los pétalos externos de blanco roto) y Green (una rosa cuyos pétalos blancos tiran a un verde amarillento). Precisamente estos destellos de verde se han enfatizado con brotes de Hypericum, con sus frutos pequeños, que además de en verde también se encuentra en rojo y salmón, y se han acompañado con hojas de Salal, que aguantan frescas mucho tiempo.

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Un ramo vibrante y muy elegante

Este espectacular ramo lo componen unos treinta tallos: Ammi Majus, una planta herbácea de dos tipos, una más verdosa y pomposa, y otra más blanquecina; Trachellium, una flor silvestre en blanco y en lila; y Lisianthium, una flor blanca parecida a la rosa, muy habitual en los ramos de novia. Sus tallos largos han permitido crear un ramo muy estilizado y a su vez con mucho movimiento, lo que le da un toque más natural y desenfadado.

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Un bouquet de rosas dulce y asilvestrado

Las rosas nunca fallan para confeccionar un ramo. Aquí se han combinado dos variedades, la gran rosa Cool Water, cuyos pétalos de tonalidades lilas combinan a la perfección con los tonos rosados empolvados de la rosa Sanaa. Para completar la dulzura de este ramo se ha recurrido al Viburnum, un verde muy parecido a la flor de la hortensia, de porte redondeado y con caída, que asilvestra con su presencia el arreglo. El jarrón, con malla metálica, refuerza este look campestre.

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Un elegante centro de peonias

Considerada por muchos la reina de las flores –con permiso de la rosa–, la peonia se asocia con elegancia y delicada belleza. Disponible en muchos colores, para confeccionar este ramo se optó por peonias blancas, que se han combinado con un verde transparente (Thalpsi), hojas de Hoya, hiedra y hortensias verdes, todas ellas entrelazadas para crear un efecto más dinámico.

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Un ramo romántico y muy femenino

Este ramo campestre tiene, además de la brillantez de los verdes, detalles coquetos como los frutos del Symphoricarpos, que van desde el rosado malva al blanco, y las flores blancas que lo llenan de luz. Para rellenar el ramo, se ha optado por la avena que, con sus tiras verdes y finitas, da el toque silvestre con su transparencia plumosa.

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Un campestre ramo de lathyrus

Esta bellísima flor, de tallo corto y suave fragancia, es también conocida con el nombre de “guisante de olor”. De muchísimos colores, no tiene casi verde, salvo unos pequeños zarcillos que resultan muy decorativos. Su aspecto silvestre y su gran variedad de colores la hacen perfecta para confeccionar ramos desenfadados. 

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Un arreglo en rojo y blanco

La rosa, por su belleza, es una flor de gran protagonismo en un ramo. Y en rojo, ¡más aún! Por lo que conviene combinarla con una flor que, sin competir con ella, la complemente. Como se ha hecho aquí, que la rosa Pasión, de un rojo vibrante, se ha combinado con Ranúncula. Y para completar el arreglo, un verde silvestre muy fresco y espeso, el de la arbustiva Chiringa, cuya flor blanca recuerda un poco a la flor de almendro.

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Un delicado ramo de peonías blancas

Este ramo es tan sencillo como acertado. Ha bastado con reunir un bouquet de peonías blancas atadas con un cordel para confeccionarlo. Y es que las flores de las peonias, grandes y aromáticas, llenan por sí solas este ramo. 

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Un ramo espléndido y muy fresco

Para confeccionar este estilizado ramo se han combinado varios tipos de flor y verdes. El verde Molucela; la flor ramificada Delphinium (en blanco y en rosa), también llamada “espuela de caballero”; la Campanula o campanilla, que cuelga y da un aire muy romántico; el Aster, una especie de margarita de tallo alto y, por último, un verde que hace una bola que parece una hortensia, el Viburnum.

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Un bouquet en tonos pastel

Rosas, claveles y crisantemos forman un ramo dinámico que llenará de color cualquier rincón de tu casa. Sobre una base blanca de crisantemos se han añadido rosas y claveles, de delicados tonos anaranjados. ¿Y el broche? Grandes hojas rodean el jarrón y ocultan los tallos. 

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Un bouquet colorista con hortensias

Este ramo es tan fácil de confeccionar como colorista. Agrupa cuatro flores de hortensia de diferentes colores –aquí se ha optado por el blanco, el azul y el lila– y complementa el bouquet con ramitas de ginesta, que dan un toque silvestre, y de flaso jazmín, que compensarán la forma redondeada del ramo. 

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Un ramo muy campestre

Para lograr este look, se han combinado dos verdes de hoja grande, como el Cocculus y el Eucalyptus (de este último hay que quitar las hojas del tallo para que no se estropeen en el agua), con flores muy de campo, como la verónica, con espigas en blanco y rosa, o la Phlox, cuajada de florecitas blancas. ¿Y el toque final? El jarrón se ha forrado con una tela del mismo color que las flores. 

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Un ramo de liliums rosas

Los liliums o azucenas son un clásico de los ramos por sus bellas, coloristas y grandes flores. Precisamente por el tamaño de sus flores es una flor que agradece estar sola para que nada compita con ella, como se ha hecho aquí. ¿Que te sabe a poco? Siempre puedes acompañarla con algo de verde, que contraste con sus llamativas flores.

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Un centro de mesa original y muy otoñal

Este arreglo nos encanta por su originalidad, siendo un centro muy decorativo para una mesa de otoño. Para confeccionarlo se han aprovechado dos calabazas vacías y secas, a modo de jarrón, y se han agrupado rosas y hortensias blancas junto a hojas de helechos y arbustos silvestres. El resultado no puede ser más natural y delicado.

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Un arreglo de rosas y nandinas

Para confeccionar este ramo se han combinado rosas de jardín, ramas de ciprés y dos variedades de nandina, que con sus pequeños racimos y sus coloristas hojas, da un contrapunto campestre a un arreglo de tonos otoñales.  

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Qué necesitas antes de pintar

Hazte con todo lo necesario antes de pintar. Es importante para lograr el resultado adecuado y que realices la tarea cómodamente. Necesitarás una cubeta para echar la pintura -a no ser que el bote que compres lleve un escurridor de pintura incorporado-. Un rodillo con su bastidor y una brocha. Además, los plásticos y cinta de pintor para cubrir el encuentro del techo con la pared o más.

Sofá de Matèria y butacas de Mavi Lizán. Vitrina de Carolina Blue, consola de India & Pacific y mesa de centro de La Maison. 
Jarrón de cerámica en color verde agua con rosas

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Rosas en verde agua

El rosa y el verde agua encajan muy bien. Son frescura inmediata en tu mesa. Apuesta por un detalle como este para cualquier rincón de tu casa.

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Las flores siempre frescas

Tu suegra te visita el sábado y al viernes siguiente vuelve a pasarse y ve cómo duran las flores frescas de tu jarrón en perfecto estado. Seguro que te pregunta el truco. Además de cortar unos 2 cm por la base cada 3 días, cuando cambias el agua, añade una aspirina. Tiene acción antibacteriana y prolongará la vida de la flor fresca cortada. También funciona añadir un poco de azúcar.

 

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La mesa del comedor siempre bonita

¿Qué pasa cuándo no está vestida para comer? Que se convierte en un mueble enorme... y vacío que, además, es el protagonista del comedor.

Solución: Un centro de mesa hace milagros. Un jarrón con flor cortada, una composición de macetitas o de objetos decorativos... Un consejo: si optas por combinar diferentes elementos, reúnelos en una bandeja, te será más rápido de recoger cada vez que tengas que poner la mesa para comer y visualmente dará sensación de conjunto.

Foto: Simply Flowers Shop

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¿Qué tipos de jarrón les va?

"Cualquier jarrón puede ser adecuado para poner las flores preservadas. Yo soy amiga de reutilizar elementos que tenemos en casa de un modo casual, una simple jarra de agua, una lata bonita, alguna pieza de madera, botes de cocina, una bolsa de tela colgada… Creo que los elementos naturales de mimbre, palma, bambú o cuencos de madera son los que mejor les sientan", asegura Ana de Simply Flowers.

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La medida de la mesa auxiliar


Aunque no hay una regla fija ya que la mesa auxiliar puede ser de muchos diseños y tamaños, como norma general no mide menos de 50 cm de alto. Es una medida que encaja junto al sofá o butaca y como mesita de noche. Ahora bien, debes medir siempre el mueble que vaya a quedar a su lado para que no se vea demasiado baja. En el caso del sofá o butaca es conveniente que quede a la altura del brazo o ligeramente más baja o alta. Así cumplirá la función de apoyo.

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Un regalo especial

Flores en el Columpio ha creado un ramo especial para el Día de la Madre del próximo 5 de mayo. Es una edición especial que tiene un precio de 85 €, con un bonito jarrón en un tono pastel y la inscripción "I love mum" y se puede comprar a través de su web. Está compuesto por flores preservadas, como eucalipto, hortensia y flores silvestres tipo paniculata o Limonium.

Una entrada de casa de campo de estilo rústico con mucho color.

Cómoda pintada y alfombra de lana en Fernando Moreno.

El Mueble

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Una entrada de casa de campo con color

Dentro de los recibidores de estilo rústico los hay puros (los más rurales), con mucha madera y tonalidades tierra, y otros que incorporan color, como aquí la cómoda decapada.

Un recibidor rústico con una mesa de madera llena de jarrones y flores.

Consola de anticuario, cestos de mimbre de Fronda, alfombra de Tailak y puerta de entrada de antigüedades Ana y Belén.

El Mueble

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Un recibidor rústico de libro

Porque cuenta con madera, barro en el suelo y damajuanas sobre la consola que decora el recibidor. Un estilo sencillo, nada recargado y con todo el encanto de una casa de campo.

Un recibidor rústico con plantas y flores recién traídas del campo.

Casa y taller de Neus Iserte, de Crea Decora y Recicla. La mesa es de Merc&Cia, cesto en Catalina House y alfombra en Gra.

El Mueble

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Plantas y flores como recién traídas del campo

Son un truco infalible para hacer que en cualquier recibidor se respire el aire rural. Coloca flores y plantas en jarrones, en cestas, en ramilletes colgados de un perchero… En este recibidor son protagonistas en un maxi jarrón que decora la mesa redonda ubicada en el centro del espacio.

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Saltarse la cena, no cenar o tomar solo una infusión

Saltarse la cena o cenar poco cualquier cosa, "aumentan el riesgo de ganar peso. Al saltarse la cena, el hambre aparece y nos levantamos a comer algo o desayunamos el doble al día siguiente. Cenar pan con queso y embutido nos hace comer el doble para lograr sentirnos saciados", según la dietista Carolina González.

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Después: una terraza forrada de tarima de exterior sintética

"Revestimos paredes y suelos con una tarima de exterior sintética. La elegí porque es cálida, luminosa y fácil de mantener", comenta Ignasi Bisbe, de Teodora Exteriorismo. Es el modelo Vintage de la firma Newtechwood y cuesta unos 110 €/m2.

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De telas y colores

En cuanto a tejidos, apuesta por la suavidad del lino y combínalo con el terciopelo. Y si de colores hablamos, lo mejor será que te decantes por los neutros para resaltar más el resto de los muebles y darle un aire atemporal. Añade toques de color con tonos pastel de azul, verde o el rosa viejo, y un punto más sofisticado con el burdeos.

Cabecero en capitoné tapizado en lino, por Osborne & Little. Cómoda y lámpara de sobremesa, en Mardalba Interiors  

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El elemento tierra, gran protagonista de la decoración

De los 5 elementos naturales que, según el Feng Shui, se manifiesta la energía
–madera, metal, agua, fuego y tierra– este nuevo año chino será el de la tierra, cuya polaridad Yin impregnará los 12 meses de una increíble energía positiva. Una manera de reforzar este elemento mediante la decoración es, por ejemplo, con objetos de cerámica o de barro, con elementos o muebles de líneas cuadradas o con imágenes de naturaleza, como montañas o campos. 

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Decorar con flores demasiado altas la mesa de centro

Es preferible poner varios arreglos florales de poca altura y uno grande. Si plantas o flores son muy altas, cortan el espacio y no dejan ver al que está enfrente.

Sofá y mesa de centro en Cado.

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Cuidado con los libros

Como comenta Dafne, “también se abusa de libros, pero para ordenarlos están las estanterías”. Basta con un par o tres, nada de apilar volúmenes y volúmenes.

Sofá en Tapidisseny y mesa de centro y cuadros en Hanbel Monpas.

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Colocar la decoración solo en el centro de la mesa

¿Y los laterales y esquinas? Según sea el diseño de la mesa de centro hay que “ocupar” equilibradamente toda la superficie. Solo así será el foco de atención en el salón.

Sofá diseño de Sube Interiorismo realizado a medida por Tapicería Deco Lur Sofá, mesa de centro de J70 Decoración, banqueta de Arterole Home y alfombra de Dash&Albert.

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No prestar atención a los tamaños y proporciones

“Olvídate de colocar en la mesa de centro objetos desproporcionados que descompensan”, dice Dafne. Pero ojo que, como añade la estilista Sol van Dorssen "tampoco puedes dejarla pelada sin ningún elemento, sin vida ni personalidad." Todo en el salón debe tener proporción.

 

 

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Decorar la mesa de centro solo velas

Las velas funcionan bien pero no puedes poner únicamente velas de varios tamaños en la mesa de centro y ya. De nuevo: ¡error! Debes agruparlas, colocarlas en vasos o candelabros e incorporar otro elemento decorativo.

Sofá y mesa de centro de Maisons du Monde, butaca y banqueta en Pomax Collection y lámpara en Santa & Cole.

 

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Recargar demasiado la mesa de centro

“Es típico poner colecciones, ceniceros, bolas de cristal y adornos varios que recargan. Con tanta cosa se pierde la elegancia”, explica la interiorista y anticuaria Dafne Vijande. Decora con la máxima de que menos es más.

Mesa de centro y auxiliar en Bois et Fer, sofá en Tellechea, alfombra de KP y butacas y puf tapizado en Deco Lur Sofá.