Limpieza

Las ventanas abiertas y el tránsito de gente por casa merece que nos tomemos en serio una limpieza a fondo para acabar con el polvo y la suciedad que se han ido acumulando durante estos meses de verano. Mueve los muebles, aspira los rincones y pasa un trapo por lámparas y bombillas.

Si la mancha no se ha ido completamente de la prenda de ropa cuando has hecho el tratamiento y el lavado posterior, evita secarla en la secadora ya que puede fijarse aún más con el calor. Ah, aquí tienes las ventajas y desventajas de la secadora.

Intenta no apelotonar las prendas. Que no se toquen entre ellas. Cuanto más  espacio respetes en las cuerdas entre prenda y prenda más rápido será el secado. Y para luego, te contamos cómo tener un planchador perfecto.

Organiza el tendedero con las prendas pequeñas juntas en una zona y las grandes en otra. Empareja los calcetines y así no tendrás que buscar cada par al recogerlos. También detectarás rápidamente si se ha quedado algún calcetín en la lavadora o en el cubo de la colada.

Para evitar que se arruguen, las prendas delicadas como camisas, blusas o tops lenceros lo mejor es que los tiendas colgados en perchas como lo harías en el armario. Y si no lo haces así, las camisas se tienden de la parte inferior nunca del cuello ni de los hombros. Los pantalones, mejor con la cremallera subida y el botón abrochado.

Este sencillo gesto evita arrugas posteriores y, según la prenda, si la sacudes enérgicamente antes de tenderla puede que hasta te puedas saltar el proceso de plancha. Además, ayudarás a eliminar alguna pelusa que se haya quedado.

Las sábanas han de tenderse extendidas lo máximo posible para que se sequen rápido, pero como ocupan bastante, dóblalas por la mitad. Siempre prestando atención a que queden rectas y estiradas. Esto facilita la plancha.

Cerezas, sandía, fresas… La fruta de verano es tan refrescante como peligrosa para tu ropa debido a su gran poder colorante. Una solución para deshacerte de las manchas de fruta es utilizar un paño impregnado con leche y sal. Si la mancha persiste, prueba con una solución de amoníaco, agua y jabón para platos. Una vez hayas frotado la mancha, realiza el lavado habitual.

La zona de las axilas de tus camisetas blancas, en verano, pueden amarillear a causa del sudor y de los componentes de los antitranspirantes que utilizas. Para eliminar estas manchas de sudor mezcla una parte de bicarbonato, una de agua oxigenada y una de agua. Aplica la solución sobre las manchas y déjala actuar unos 20 minutos. Pon la camiseta en la lavadora y déjala secar al sol para un mejor resultado. Disfrutarás de nuevo de una camiseta más blanca y, con el efecto del bicarbonato, también te desharás del mal olor.

Durante un tiempo fue tu mejor amigo pero esto no es Toy Story así que lo mejor que puedes hacer es despedirte de tu peluche y si está en buenas condiciones dónalo a una guardería. Lo mismo puedes hacer con algún juego de mesa que tengas como por ejemplo el mítico "Quién es quién".

Si después de llevar a cabo alguno de los remedios indicados para quitar la capa quemada del fondo de tu olla, cacerola o sartén siguen quedando manchas negras, frota un limón cortado sobre la zona. Después lava con el estropajo y repite hasta que la superficie quede brillante.

Cubre el fondo de la olla quemada con vinagre blanco y calienta hasta que rompa a hervir (también sirve mezclar una taza de agua y otra de vinagre). Después déjalo al fuego unos minutos hasta que se consuma. Enfría y limpia el fondo. Verás cómo sale la capa negra sin problema. 

Cada olla necesita el suyo. Es importante que tengas en cuenta que el estropajo se usa en ollas de acero inoxidable, hierro, cobre, barro o aluminio. Para el teflón o la cerámica (antiadherentes) deberás usar una esponja suave o un estropajo azul y, si tienes que rascar, siempre hazlo suavemente con un utensilio de teflón, plástico o madera.

El bicarbonato sódico es un potente limpiador. Necesitarás una cucharada sopera de bicarbonato sódico por cada litro y medio de agua. Pon a calentar agua en la olla a fuego medio, espera a que hierva, añade el bicarbonato, remueve para que se disuelva, deja que siga hirviendo unos minutos más, retira del fuego y rasca con una espátula de madera. Cuando esté todo despegado, vacía la olla, deja enfriar y friega como habitualmente. 

Retira del interior toda la suciedad que puedas y luego vierte en la olla dos o tres dedos de agua con dos cucharadas de sal. Deja reposar media hora y luego frota. Si ves que no está lo suficientemente blanca la capa ennegrecida, pon la cacerola en el fuego con el agua con sal y deja que hierva. Cuando se enfríe, frota.

Para limpiar una olla quemada, el estropajo metálico siempre es una opción, pero solo puedes usarlo en ollas, cacerolas o sartenes que no tengan recubrimiento antiadherente, porque sino se echará a perder. Cuando detectes que se ha quemado el fondo del recipiente, añade agua caliente, un chorro de detergente lavavajillas y deja actuar unos minutos para que la capa se ablande (puedes ponerlo al fuego). Luego podrás pasar el estropajo.

Con un cepillo pequeño, sirve un cepillo de dientes antiguo, siempre ayudarás a que el producto limpiador o la mezcla penetre más y consiga arrancar más suciedad. Basta con que las cerdas no sean demasiado duras para no arañar el azulejo o dañar su brillo. Aquí tienes otros trucos de limpieza…

Antes debes limpiar bien suelo o pared con agua y lejía y dejar secar complemtamente. Luego aplica el producto específico para blanquear las juntas. Suelen incorporar esponjas o pinceles específicos que te ayudarán. Se trata de productos que colorean y que se aplican directamente sobre las juntas. Se dejan secar al menos 30 minutos (o lo que indique el fabricante) y las juntas quedan como nuevas.

¿Tienes una? Pues conseguirás mejores resultados aún para esas juntas ennegrecidas en exceso (en la zona de la bañera o ducha, por ejemplo). Aplica cualquiera de los remedios que te damos y potencia el efecto de los productos usados limpiando con vapor a presión sobre la junta. Esto es para casos extremos, pero si es el de los azulejos de tu cocina o baño, ¡funciona!

El agua oxigenada acabará con el moho que se crea en algunas zonas junto a la bañera o ducha y que ennegrece las juntas de los azulejos. Se aplica directamente y solo tienes que frotar con un estropajo o cepillo. También funciona el vinagre blanco contra el moho. Déjalo actuar unos minutos sobre la junta y luego limpia. A continuación te dejamos unas mezclas (caseras) magistrales.

En este caso el remedio casero para terminar con la mancha de sudor es mezclar tres cucharadas de alcohol y una de amoníaco. Aplica sobre la mancha de sudor y, después, lavar como siempre.

¡Qué rabia dan estas manchas! Las fundas de las almohadas están limpias pero permanecen las marcas de sudor. Frota directamente la mancha con un cepillo y una mezcla de agua oxigenada rebajada. Después deja en remojo en agua caliente con un buen chorro de amoníaco y el zumo de dos limones. Más trucos de la abuela para limpiar. 

Debes meter la prenda en agua fría con un chorro de vinagre durante un par de  horas y después lavar como habitualmente.

Mezcla dos litros de agua, dos cucharadas de amoníaco y cuatro de agua oxigenada y deja la prenda 20-30 minutos en remojo en la mezcla. Después, aclara, lava con agua caliente y jabón y en el último aclarado añade un chorro de vinagre o el zumo de un limón. Más usos del vinagre para limpiar.

Hay productos específicos que se aplican en la zona (generalmente se trata de líquidos que se pulverizan) y que se dejan actuar 10 minutos antes del lavado. Pero un truco casero para quitar las manchas de sudor y desodorante de la zona de las axilas en una camisa blanca es ponerla en remojo unos 30 minutos con vinagre, a continuación enjuagar y lavar en la lavadora.

Son zonas que se rozan bastante en contacto con la piel. Para no llevarte sorpresas cuando saques la camisa de la lavadora, antes de lavar aplica detergente o quitagrasas específico para ropa directamente en la zona y frota con la misma prenda para que penetre el producto. Luego lava como habitualmente.

La base de maquillaje o barra de labios puede acabar en tu camisa blanca. Moja un paño de tela blanco en agua y en detergente anti grasa (el maquillaje suele tener aceite, de ahí que funcione) y aplica sobre la mancha sin extenderla. Deja actuar 10 minutos y lava. También puedes echar unas gotas de agua oxigenada o desmaquillante sobre la mancha antes de lavar.

Aplica agua con gas en la mancha con chocolate y deja que actúe durante 20 minutos. Este truco es muy efectivo si la mancha es reciente y se acaba de producir. En otro caso, puedes mezclar una cucharada de amoniaco en un vaso de agua y verter sobre la mancha. Deja 20 minutos y, a continuación, cepilla la mancha sin extender demasiado y enjuaga. Lava como habitualmente.

Esta recomendación es importante: lavar la camisa blanca en la lavadora en un programa con agua fría. Esto ayuda a que el blanco se mantenga brillante.

Para dejar la ropa blanca y que parezca como nueva sin usar lejía o blanqueadores químicos (¡ojo que algunos estropean las fibras y puede hacerlas amarillear con el tiempo!) siempre es un buen recurso añadir media taza de bicarbonato de sodio o vinagre en el prelavado.

LIMPIEZA NATURAL

Cosas que puedes (y deberías) limpiar con bicarbonato

Además de lavar la ropa con algún producto especial para ropa blanca que potencie la luz del color, puedes echar mano de esos truquillos caseros de toda la vida para blanquear la ropa como, por ejemplo, introducir trozos de limón cortado en un calcetín, atar bien y meterlo junto a la colada.

Si se trata de una mancha que ya está seca, utiliza sobre ella jabón de lavavajillas. Es muy efectivo para eliminar la grasa ya que está pensado para limpiar los platos, en los que generalmente hay aceite. Deja actuar 20 minutos al menos antes de lavar. Si puedes actuar sobre la mancha nada más producirse, entonces absorbe el aceite con papel absorbente, talco o sal antes de aplicar detergente.

Para que una mancha desaparezca, debes eliminarla lo antes posible: no dejes que la mancha se seque. Cuanto más tiempo esté en la tela, más difícil será quitarla.

Para que la ropa blanca se mantenga como tal, es importante que en la lavadora solo introduzcas prendas del mismo color. Solo así no se pierde luminosidad con los lavados y el agua que puedan soltar los tintes, por suaves que sean, no "matarán" el blanco.

Cuando hagas uso de los productos de higiene personal, antes de guardarlos, sécalos con una toalla, para que la humedad y posibles restos de jabón o crema no vayan al cajón o dentro del armario. 

Si la mancha de café ha caído sobre un mantel claro, déjalo en remojo toda la noche en leche y al día siguiente, lávalo. Y si es un mantel de color, diluye la yema de un huevo en agua y también déjala actuar toda la noche.

Si es tinto y se ha secado, mezcla 1/3 de lavavajillas con 2/3 de agua oxigenada. Pon una toalla bajo el mantel, moja la mancha con la mezcla y deja que actúe. Luego lava con agua fría.

Para limpiar los cristales, primero quita el polvo con un trapo y luego pasa una esponja humedecida en agua, vinagre y alcohol. Antes de que se sequen, frota con un paño de microfibras antipelusas.