Un cuarto de plancha perfecto debe tener, sobre todo, espacio para que puedas moverte con comodidad, por pequeño que sea, e ir situando la ropa sobre la tabla sin problemas. Ten presente, pues, disponer de espacio alrededor para trabajar cómodamente incluso si no puedes tener una habitación especialmente dedicada a la plancha y debes guardar la tabla en la cocina. Y por supuesto, aleja la ropa de olores indeseados. Si tienes el lavadero-planchador integrado en la cocina, plancha cuando la cocina ya esté recogida y utiliza lavanda para el interior del armario para mantener el espacio bien perfumado.